8 de febrero de 2016

ROSARIO - OPINIÓN.

Donald Trump candidato al Premio Nobel de la Paz
07/02/2016
Por Pablo Bilsky
AP
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El magnate yanqui no sólo se postula para la presidencia de su país, sino que es uno de los aspirantes al galardón que se otorga “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”.

Si usted, atribulada lectora o atribulado lector de El Eslabón, siempre ha sido mal alumna o alumno en matemáticas y física, y hoy apenas se anima a sumar o restar sin una calculadora, y no tiene ni idea por qué carajo las cosas, los seres y las animalias se caen hacia abajo y no hacia arriba, no se preocupe. Su vida puede cambiar de un momento a otro. Repita frente al espejo “Tú puedes”. Y ojo que, en una de esas, “tú puedes” en serio y usted termina siendo premio Nobel de Física, por ejemplo. Todo puede ser.

A vos quiero hablarte. A vos, que te desmayás cuando te sacan sangre. O vos, que sos capaz de entrar en coma con sólo ver una gota del rojo fluido que corre por nuestras venas y arterias. Tú puedes. Tú puedes también. El Premio Nobel de Medicina te espera. Puede ser tuyo. ¿Por qué no?

A usted, que está leyendo este número de El Eslabón engayolao, condenado a morir en la sombra por asesino serial. A usted, que mientras lee este periódico afila una chuza para ir al sector de duchas y cargarse a un par de reclusos porque anoche dudaron dos segundos e hicieron mala cara antes de prestarte el encendedor. A usted quiero hablarle.

Comuníquese ya mismo con sus abogados. Dígales que, a su vez, se comuniquen, como sea, en forma urgente, con el Comité Nobel, y que les mande su prontuario. De paso, pídales por favor que vayan a alquilar un buen smoking. El Premio Nobel de la Paz puede ser suyo.

Según Wikipedia, el Premio Nobel de la Paz es uno de los cinco Premios Nobel que fueron instituidos por el inventor e industrial de la dinamita sueco Alfred Nobel. Y se otorga “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”, según el testamento del propio Nobel.

A diferencia de los otros premios Nobel, que se conceden en Estocolmo, el de la Paz se entrega en el Ayuntamiento de Oslo, capital de Noruega. El ganador del Premio Nobel de la Paz es elegido por el Comité Nobel Noruego, compuesto por cinco personas designadas por el Parlamento de ese país.

Por sólo dar un ejemplo reciente, (un ejemplo que nos lleva a querer tomar lo que toman los integrantes del muy escandinavo comité), el presidente de EEUU Barack Obama es uno de los galardonados con el Premio Nobel de la Paz que más personas mandó a matar. Muchos de ellos niños, a través del uso de aviones no tripulados.

Según los medios consultados por El eslabón, más de treinta, este año el instituto que adjudica cada año el galardón, y que recoge las numerosas proposiciones de candidaturas, incluyó entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz al recontra-ultra-multimillonario, explotador vinculado a la mafia, xenófobo, misógino, violento, brutal y racista (¡no hay que abusar de la adjetivación en el periodismo!), y precandidato del partido republicano: el neoyorquino Donald Trump. Amigo personal de Mauricio Macri, para más datos.

También figuran en la nómina de candidatos la dulce y humanitaria canciller alemana (la abuelita que todos quisiéramos tener) Angela Merkel; Edward Snowden; habitantes de las islas griegas; los responsables del proceso de paz en Colombia; y el Papa Francisco.

La Biblia y el calefón están íntimamente relacionados. Primicia: se descubrió que, sin la existencia de las Sagradas Escrituras, ningún calefón podría funcionar, ni siquiera en piloto.
El gracioso comité Nobel señaló que en el caso de los habitantes de las islas griegas “cuya solidaridad ha sido fundamental para salvar las vidas de miles de emigrantes en su viaje hacia Europa”, 630 mil personas han firmado una petición para que los premien. Sin embargo, ante la imposibilidad de que tantas personas puedan recibir el galardón, se ha seleccionado a tres personas: una anciana octogenaria y un pescador, habitantes de Lesbos; y a la actriz Susan Sarandon, quien llegó a la isla desde el primer momento para influir en la opinión pública.

Por su parte la propuesta de candidatura de Donald Trump está asentada en “su ideología de paz por la fuerza, utilizada como arma de disuasión contra el Islam radical, el EI, el Irán nuclear y la China comunista”. Otra primicia: Resucitó el famoso senador estadounidense Joseph Raymond McCarthy. Se levantó de su tumba, escribió el párrafo anterior y se volvió a acostar. Claro, está intacto. La fauna cadavérica, asqueada, no quiso ni tocarlo.

Y como yo también quiero mi Premio Nobel de la Paz propongo realizar una protesta nada pacífica ante el Ayuntamiento de Oslo, Noruega. Propongo llegar hasta allí con camiones de compañías desagotadoras, o sea –seamos claros que quiero la presea– con camiones llenos de mierda, y arrojar toneladas y toneladas de estiércol contra la coqueta fachada. Y cuando llegue la cana, nada de paz, tole-tole.
Fuente: El Eslabón.
Fuente:RedaccionRosario

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