Mubarak tuvo que dejar el poder y gobierna Egipto un consejo militar
Publicado el 12 de Febrero de 2011
Por Gregor Mayer
Finalmente el presidente cedió a las presiones internas y exteriores, pero fundamentalmente al levantamiento popular. El resultado político para la región es una incógnita, pero los sectores democráticos lo ven auspicioso.
Hosni Mubarak no volvió a comparecer ante su pueblo para despedirse tras casi 30 años en el poder. Su vicepresidente Omar Suleiman fue el encargado de leer ante las cámaras de la televisión las frases decisivas del anuncio de ayer.
“El presidente Mubarak ha decidido que dejará el cargo y ha pedido al alto Consejo de las Fuerzas Armadas que asuma las gestiones del país. Que Alá nos ayude”, dijo Suleiman en un momento histórico para Egipto.
Fue el punto álgido para un drama seguido por todo el mundo durante las últimas semanas. La voluntad inquebrantable de los manifestantes egipcios terminó por defenestrar al líder egipcio, de 82 años. La céntrica plaza Tahrir en El Cairo, convertida desde el comienzo en el epicentro de las protestas, rompió en júbilo. La gente se abrazaba con lágrimas en los ojos.
“No puedo creerlo, el pueblo egipcio se ha sacado el yugo”, gritaba una activista en la plaza. En otras partes de la capital se oían disparos al aire en señal de alegría y los automóviles tocaban la bocina en las calles para celebrar.
La pulseada con el gobierno duró 18 días. Dieciocho jornadas que escribieron historia en todo Cercano Oriente. Un líder autoritario de la vieja escuela, quizá no el peor de todos en la región, se vio frente a una población que exigía de forma inesperada sus derechos.
Mubarak no supo reconocer las señales de cambio. El movimiento juvenil que reclama libertad, democracia y Derechos Humanos resultó ser inmune a las maniobras y métodos de los servicios secretos, aprendidos en tiempos soviéticos.
“¿Cómo lo han hecho? ¿Quién está detrás de ustedes?”, le preguntaron hace 12 días los agentes al activista Wael Ghonim, directivo de la multinacional Google y convertido en uno de los héroes del movimiento opositor.
Las nuevas genereraciones se movilizaron con éxito contra el régimen e impulsados por las campañas en redes sociales como Twitter y Facebook, los egipcios parecieron despertarse de una apatía asentada durante décadas.
Muchos se vieron de repente también afectados por la falta de libertades y de democracia y, sobre todo, por las fuertes diferencias sociales. Y cada vez más personas se unieron al movimiento de protesta con huelgas y marchas en todo el país.
Mubarak había intentado aferrarse al poder una última vez en la noche del jueves. En un discurso televisivo, el ya ex mandatario anunció que seguiría en el cargo hasta las elecciones previstas para septiembre.
La declaración fue la gota que desbordó el vaso. Millones de personas volvieron a salir hoy a las calles y plazas del país para repetir el mensaje a su presidente: es hora de hacer las maletas.
Mubarak desapareció luego rumbo a su residencia vacacional a orillas del mar Rojo, en Sharm el Sheij. La revolución pacífica de los egipcios ya era imparable.
No quedó, por ahora, claro si los militares forzaron a Mubarak a tomar la que fue posiblemente la decisión más difícil de su vida.
Aunque ese era en realidad un dato menor tras casi tres semanas de protesta con 300 muertos, en una jornada en la que Egipto pudo por fin suspirar con alivio.
Fuente:TiempoArgentino
GALERÍA DE IMÁGENES
Fotos:EFE
Miles de personas celebran en El Cairo la renuncia de Hosni Mubarak, quien estuvo 30 años en el poder.
Los manifestantes egipcios festejan la decisión de Mubarak de renunciar a su puesto y entregar el poder a las Fuerzas Armadas
El Cairo venía siendo puro caos por las protestas, ante la negativa de Mubarak de dejar el poder.
Los festejos se extendieron a varios países del mundo, sobre todo de Medio Oriente.
Obama dijo que este acontecimiento representa "no el fin de la transición, sino su comienzo" en Egipto.
"¡El pueblo ha hecho caer al régimen! ¡El pueblo ha hecho caer al régimen!", gritaba una multitud en esta plaza de El Cairo.
La plaza Tahrir se convirtió en símbolo del movimiento de protesta iniciado el 25 de enero contra Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes, el más articulado de las fuerzas opositoras de Egipto, felicitaron al pueblo por la rebelión que derribó a Mubarak.
Los manifestantes gritaban de júbilo y agitaban banderas egipcias tras la renuncia de Mubarak.
La plaza Tahrir (Liberación en árabe), en El Cairo, fue escenario de protestas contra el régimen de Murabak durante 18 días. Hoy es pura celebración.











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