10 de febrero de 2011

HAITI.

La presencia de Duvalier y Aristide complica el escenario político en Haití
XINHUA
La llegada del ex dictador Jean Claude Duvalier y la libertad que tiene ahora el ex presidente Jean Bertrand Aristide para volver a Puerto Príncipe, han provocado que los haitianos se encuentren ahora en un escenario político más complejo.

Duvalier, quien gobernó con mano dura (1971-86) a la empobrecida nación caribeña, y Aristide, que en la década de los 90 se vendió como el "salvador", se unen ahora a la larga "novela" haitiana que ha tenido capítulos de desgobiernos, terror, hambre y tragedias sociales.


Haití se debate en el caos desde el terremoto de 2010 que lo devastó y dejó 250.000 muertos y 1,3 millones de afectados.


Las elecciones presidenciales han agregado tensión al país que espera una segunda vuelta para el 20 de marzo. La tensión aumentó con la llegada del ex dictador "Baby Doc", quien ya se encuentra instalado en Puerto Príncipe.


Llegó de sorpresa con un pasaporte autorizado por el gobierno, poniendo fin a su exilio de 25 años. A su llegada dijo: "Vengo a ayudar a mi pueblo a salir de la tragedia provocada por el terremoto".


A pocos días de su llegada, Duvalier fue llevado ante las autoridades judiciales en un vano intento para enjuiciarlo por los miles de torturados y muertos durante su gobierno, y más tarde fue liberado. Muchos ponen en duda que el ex mandatario sea finalmente llevado al banquillo de los acusados, al menos en un tribunal haitiano.


La fragilidad de las instituciones en esa nación no soportaría enjuiciar a un hombre que, a 25 años de su salida del poder en medio de protestas populares, cuenta con los "amarres" políticos para movilizar a su gente.


Organismos nacionales e internacionales mantienen la esperanza de que el hombre que basó su poder en acciones represivas a todo lo largo y lo ancho del país sea juzgado por delitos que van desde crímenes políticos hasta el uso indebido de los recursos del Estado.


Pero la presencia del hombre que a los 19 años (1971) tomó las riendas de una de las naciones más conflictivas de la región americana, Duvalier, abrió las puertas para que Aristide, "Titi", como popularmente lo llaman, también gestionara su retorno.


La presión de sus seguidores a lo interno, y como una forma de evitar que la difícil y complicada situación política se pusiera más enmarañada, el presidente René Prevál también ha emitido la autorización para que el ex mandatario vuelva a su patria.


Si finalmente Aristide, en el exilio en Sudáfrica desde 2004 tras un golpe de Estado en su contra, vuelve a Haití, él y Duvalier se convertirán en los dueños del ambiente político de la nación más pobre del hemisferio.


Por las calles y las ciudades haitianas corren de voz en voz que tanto Aristide como Duvalier fueron colocados en el escenario político de nuevo como "garantías" de que habrá un entendimiento entre las fuerzas que se disputan el poder.


Pareciera que ambos están jugando como un muro de contención. "Titi" desde el lejano continente africano cuenta con fuerzas políticas internas para inclinar la balanza hacia cualquier lado. Duvalier, expulsado del escenario hace 25 años, también ha mantenido cierta presencia en la vida haitiana.


Ese sería el papel que por ahora jugarían las dos personas más influyentes de la vida haitiana en los últimos 30 años.


Claro está, como dicen los haitianos amantes de las peleas de gallos, "es muy difícil que dos gallos puedan mantenerse en paz, sin pelear, en un mismo gallinero".
Fuente:Argenpress                                                                         

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