24 de junio de 2012

TUCUMÁN: El escribano Benedicto ya está alojado en el penal de Villa Urquiza.

El escribano Benedicto ya está alojado en el penal de Villa Urquiza 
El primer civil acusado por delitos de lesa humanidad en Tucumán estaba prófugo y fue capturado en Paraguay. Debe afrontar el juicio por la unificada megacausa “Arsenal II” y “Jefatura II”. 
JUAN CARLOS BENEDICTO. 
El escribano acusado por delitos de lesa humanidad ya está en la cárcel de Villa Urquiza. El escribano Juan Carlos Benedicto, el primer civil acusado por delitos de lesa humanidad que se habrían cometido durante la última dictadura en Tucumán y quien se encontraba prófugo hasta el martes pasado, ya llegó a Tucumán y fue trasladado al penal de Villa Urquiza. 


Fue capturado en la localidad de Encarnación, en el límite entre Paraguay y Argentina, y debe ser juzgado en el juicio por la unificada megacausa “Arsenal II” y “Jefatura II”. La noticia del traslado de Benedicto al penal de Villa Urquiza fue confirmada por el juez federal N° II de Tucumán, Daniel Bejas, quien entiende en la megacausa. 


El magistrado detalló que el escribano arribó cerca de las 9 de la mañana al aeropuerto internacional Benjamín Matienzo e inmediatamente fue trasladado a la cárcel por la Policía Federal, luego de ser deportado ya que se encontraba en el vecino país sin documentos. 


Según la denuncia penal en su contra, Benedicto tenía 18 años cuando se sumó a los grupos de tareas del centro clandestino de detención del Arsenal Miguel de Azcuénaga, en Tucumán. Ahora está acusado de secuestros y desapariciones durante la dictadura, y cumplía desde 2010 prisión domiciliaria, acusado de privación ilegítima de la libertad, torturas y torturas seguidas de muerte en el caso del estudiante de Ciencias Exactas de 22 años Gustavo Adolfo Fochi. 


Sin embargo, el escribano -sobre quien pesaban denuncias por violación al régimen de prisión domiciliaria- en diciembre pasado debió ser trasladado a un centro médico por un supuesto intento de suicidio y, desde allí, se fugó. 


Fuentes confiables confirmaron a eldiario24.com que Benedicto fue apresado en la localidad de Encarnación en la frontera argentino-paraguaya y que en el momento de la detención no llevaba consigo documentos de identidad. 


Durante la estadía en el Paraguay y, conforme a las investigaciones realizadas, se determinó que para mantenerse en la clandestinidad el escribano recibió ayuda de sectores de la Iglesia Católica paraguaya y se encontraba trabajando en una playa de estacionamiento. Vale recordar que Benedicto es un reconocido escribano de la provincia, y el Ministerio de Justicia de la Nación había ofrecido una recompensa de $ 100.000 por datos que llevaran a su paradero. Aunque se desconoce por el momento si alguien reclamó ese dinero. 
FuentedeOrigen:©eldiario24.com 
Fuente:Agndh



se había fugado de tucumán en diciembre del año pasado

Investigan si el represor detenido en Paraguay tenía protección de la Iglesia 
Juan Carlos Benedicto fue apresado en la ciudad de Encarnación. 
El juez federal Daniel Bejas intenta establecer si existió complicidad eclesiástica para garantizar su huida del país. Los casos que lo vinculan con la dictadura militar. Por: Ramiro Rearte 
El reconocido escribano tucumano Juan Carlos Benedicto, quien se había fugado de la provincia en diciembre del año pasado luego de ser detenido por la Justicia Federal por delitos de lesa humanidad, fue apresado esta semana en la ciudad paraguaya de Encarnación. 


El Poder Ejecutivo Nacional había difundido su imagen por todo el país y ofrecido una recompensa por su captura de 100 mil pesos. El ex prófugo no sólo estaba escapando de la justicia para rendir cuentas de su pasado, como joven colaborador de la dictadura militar argentina, sino que como si fuera poco, le ofreció una coima de 5000 dólares a los efectivos policiales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria Argentina (PSA), para tratar de comprar su libertad. 


Los policías fueron quienes se encargaron del traslado del represor desde Paraguay hasta nuestro país. No todo quedó ahí. Durante su estadía en Paraguay, Benedicto habría recibido apoyo “celestial”: el juez federal Daniel Bejas sigue investigando la participación de sacerdotes argentinos y paraguayos en encubrir la huida del escribano. Este dato se desprende de las investigaciones realizadas por la PSA en la ciudad de Encarnación, ya que en la casa donde vivía el represor (una vivienda de dos plantas y el imputado ocupaba el entrepiso) pertenecía a una laica de la Iglesia Paraguaya. 


Según el testimonio de la mujer (sus datos se reservan por seguridad) miembros eclesiásticos de ese país, habría intercedido para que la mujer alojara al represor. Benedicto no sólo había cambiado de lugar de residencia, sino también de profesión. Cuando lo detuvieron estaba trabajando como encargado de una playa de estacionamiento en Paraguay. 


Durante su huida, desde el juzgado federal no se quedaron quietos. En estos meses se establecieron distintas líneas de investigación, dirigidas hacia países latinoamericanos, en especial Bolivia, Paraguay y Colombia. Esas medidas tuvieron un resultado positivo el pasado 19 de junio durante la mañana. 


Cuando los policías de la PSA lo detuvieron, Benedicto negó su identidad diciendo que no tenía documentos. Luego del fallido intento, pidió hablar con su abogado, pero sin mucha suerte. Desde la Argentina se enviaron remitidas las fichas dactiloscópicas del detenido. Luego, la policía paraguaya, por escrito, lo expulsó del país, dejándolo en la frontera con Argentina. Desde allí, se coordinó su regreso desde esa ciudad, pasando por Capital Federal, hasta Tucuman, vía aérea. Benedicto, según la denuncia penal en su contra, tenía 18 años cuando se sumó a los grupos de tareas del centro clandestino de detención del Arsenal Miguel de Azcuénaga, en la provincia de Tucumán. 


Está acusado de secuestros y desapariciones durante la última dictadura, y cumplía desde 2010 prisión domiciliaria. Benedicto está acusado de privación ilegítima de la libertad, torturas y torturas seguidas de muerte en el caso del estudiante de Ciencias Exactas de 22 años Gustavo Adolfo Fochi, y por los delitos en contra de Adolfo Méndez Brander y Margarita Laskowski durante los años de plomo. 


El represor Benedicto es uno de los imputados en la megacausa unificada “Arsenales II” y “Jefatura II”. El juez Bejas confirmó a Tiempo Argentino, la detención de Benedicto como así también las tareas de inteligencia que se llevaron a cabo en el lugar. “Debo reconocer el trabajo efectivo realizado por la policía de Argentina y Paraguay para la inmediata detención del imputado. Una vez que esté en la provincia, será trasladado directamente al penal de Villa Urquiza, como cualquier preso a disposición de la justicia”, aseveró el magistrado. 
FuentedeOrigen:TiempoArgentino
Fuente:Agndh

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