20 de noviembre de 2012

SALTA: acusan de falso testimonio a un ex abogado de la policía.

Dijo que ayudó a huir al ex ministro Pfister que ya estaba en Buenos Aires 
Salta: acusan de falso testimonio a un ex abogado de la policía 
Por Elena Corvalán, directora de Radio Nacional-Salta
La cara de Guil, asesino y torturador desde los años '60 
El fiscal federal Ricardo Toranzos acusó ayer al abogado Alberto Raimundo Sosa de haber dado un testimonio falso en su declaración en la megacausa por crímenes de lesa humanidad que se sustancia en esta ciudad. 

El pedido es porque Sosa aseguró que el 24 de marzo de 1976 ayudó a escapar al ex ministro de Gobierno de la gestión de Miguel Ragone, Enrique Pfister, y que por esto fue dado de baja de la Policía provincial, pero lo contradicen el abogado Juan Carlos Antonio Issa, que declaró ayer, y aunque ya fallecido, el propio Pfister, quien declaró en la primera parte de la causa por el secuestro y desaparición de Ragone, cuando afirmó que el 11 de marzo de 1976 ya estaba en Buenos Aires. 

“Eso es totalmente falso. Pongo las manos, si quiere en el fuego, eso es totalmente falso. Falso lo que dijo el doctor Sosa”, sostuvo Issa respecto de la versión de que Pfister había sido sacado de Salta con la ayuda de Sosa, el día del golpe. “Pfister se fue antes del golpe del 76. 

Le habían volado la casa”, recordó. Issa contó que la salida del ex ministro de Gobierno ragonista se aceleró cuando fue detenido al regresar de Buenos Aires, en el mismo avión en el que venían el interventor de la provincia, Ferdinando Pedrini, y el diputado nacional Julio Mera Figueroa. “Venía en el avión con ellos y la Policía lo detuvo. (…) 

En el 75 o principios del 76, antes del golpe, antes del secuestro de Ragone, vino con el interventor y con el diputado y Guil lo metió preso y con la mediación de monseñor (Mariano) Pérez lo hicieron salir”, y se fue a Buenos Aires, “y nunca más volvió: Vivía en La Lucila”, recordó el testigo. 

Pfister, político proveniente de una familia tradicional de Salta, fue muy resistido durante su gestión por la izquierda, que lo acusaba de conservador, lo que no fue óbice para que la patota policial dirigida por el comisario Joaquín Guil lo tuviera siempre entre ojos. 

Pfister terminó pidiendo refugio en la embajada de Venezuela y de ahí salió del país, recordó Issa, quien había sido convocado para que declarara en relación a los secuestros y desapariciones del ex policía federal y agente de inteligencia Juan Carlos Parada de Mallo, y de su esposa, Marta Beatriz Cascella (http://memoria.telam.com.ar/noticia/federal-y-esposa--chupados--en-central-de-policia_n1699) 

El fiscal recordó que en la causa Ragone, Pfister dijo que no podía hablar sobre el secuestro del ex gobernador porque para entonces, 11 de marzo de 1976, ya no estaba en la provincia.

Sosa fue asesor legal de la Policía de Salta desde noviembre de 1974 hasta el 31 de marzo de 1976, cuando fue cesanteado, según él, por haber ayudado a escapar a Pfister, aunque le pagaron una indemnización.

En el Juicio por la Verdad el abogado ha sido vinculado con la obtención de beneficios económicos al amparo del terrorismo de Estado: la concejala Lucrecia Lambrisca sostuvo que le pidió dinero y un automóvil para liberar a su madre, el ex preso político Oroño lo ubicó en el lugar donde era torturado, y Mario Zenzano aseguró que le transfirió un terreno para que mediara con la Policía. 

Sosa figura como “miembro civil”, con el número de legajo 92036, en el listado de represores de la CONADEP (Comisión Nacional de Desaparición de Personas), y en su testimonio, el 17 de septiembre último, se reivindicó “amigo” del tenebroso comisario Guil, juzgado en este proceso y ya condenado por reiterados crímenes de lesa humanidad cometidos antes y después del golpe de marzo de 1976. Sosa se fastidió con las preguntas del fiscal: dijo que parecía que lo estaban investigando a él. 

La respuesta del fiscal llegó ayer. Una nota de color... oscuro Issa puso en evidencia ayer los beneficios de los que gozan los acusados. “¿El señor Guil no está?”, preguntó extrañado tras buscar en vano en la sala al ex comisario general. 

El presidente del Tribunal, Carlos Jiménez Montilla, le explicó que el procedimiento le permitía seguir la audiencia desde la sala contigua. Hubiera querido verle la cara. ¿No puedo verlo ni por televisión?”, insistió Issa antes de aclarar que no tiene nada contra Guil, “nada personal”.
Fuente:Telam

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