entrevista al investigador mauro cerbino
"La ley de comunicación beneficiará a toda la sociedad ecuatoriana"
Luego de años de debate, la mayoría conseguida por el oficialismo en la Asamblea Nacional permitirá hacer realidad un proyecto para regular a los medios. La normativa alcanzará también a la prensa escrita.
Por: Manuel Alfieri
Mauro Cerbino viene apoyando la demorada ley de comunicación ecuatoriana desde hace años. En su incansable trabajo de difusión, el antropólogo y profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) llegó a Buenos Aires para participar de una reunión abierta sobre los desafíos de los gobiernos populares de la región frente al poder mediático.
Según Cerbino, la concentración de medios, las virulentas embestidas en nombre de la "libertad de expresión" y las leyes nacidas en los años de plomo, son sólo algunas de las notables coincidencias existentes en el proceso de democratización de medios de Argentina y Ecuador.
"Esta ley es infinitamente mejor que la que tenemos actualmente, porque permite que otros sujetos puedan empezar a hacer comunicación. No es la ley de Correa, es la ley que beneficia a la sociedad ecuatoriana", aclara el investigador en relación a la iniciativa que está demorada desde hace más de tres años en la Asamblea Legislativa y que, probablemente, en 2013 tenga su definitiva sanción.
–¿Por qué la ley todavía no pudo ser aprobada por el Congreso?
–En primer lugar, el gobierno nunca contó con una mayoría sólida en la Asamblea. Por otro lado, hubo una oposición feroz de parte de la corporación mediática. Los medios privados estructuraron una campaña de publicidad muy fuerte. Esta campaña incidió en la opinión pública y fue sustentada por la supuesta defensa de la libertad de expresión.
–El argumento que se utilizó y se utiliza aquí también.
–Claro. Se dijo que esta ley iba a acabar con la libertad de expresión. Por lo tanto, esos medios privados eran los paladines de la libertad de expresión y aquellos que defendían la democracia contra la "dictadura" del gobierno.
–¿A qué medios se refiere?
–El Comercio y El Universo, que son dos diarios nacionales importantes de la capital y de Guayaquil. Luego hay una cantidad significativa de radios con mucha influencia en la opinión pública. Y luego tienes dos canales de televisión, Ecuavisa y Teleamazonas. Estas dos cadenas nacionales concentran cerca del 40% de la audiencia en los noticieros del mediodía y la noche.
–¿Pero en Ecuador hay algún medio con el poder del Grupo Clarín?
–No, está más difusa la cosa. No hay un grupo tan potente como Clarín, pero sí están esos dos o tres grupos que configuran un oligopolio.
–¿Qué intereses defienden estos medios?
–Tienen vinculaciones con otras empresas. No hay vinculaciones tan claras como en el caso de Clarín, pero la relación con intereses empresariales de naturaleza distinta a los intereses de la comunicación, es una tónica existente en el Ecuador.
–¿Y qué rol tuvieron durante el golpe de Estado de 2010 contra el presidente Correa?
–Por un lado, minimizaron lo que había acontecido. Se armó una pelea simbólica por la denominación de lo que había pasado. Mientras el gobierno hablaba de intento de golpe de Estado, la mayoría de los medios privados dijeron que no fue tal cosa. Habría que ver de qué modo estos medios intentaron usar el descontento policial para que algo más grave pudiera producir. Los medios participaron en reuniones secretas con representantes de las Fuerzas Armadas.
–¿Y la oposición política qué actitud tuvo sobre la nueva ley?
–La oposición fue de la mano de los medios, pero fue perdiendo terreno frente al poder de esos mismos medios.
–Algo parecido a lo que sucedió en Argentina.
–Definitivamente. Los medios intentan darle toda la visibilidad a aquellas figuras que tienen en sus agendas el asunto de oponerse a la aprobación de la ley de comunicación. Esto es importante, porque en estos medios no hubo discusión sobre la ley: sólo había espacio para los opositores. Yo, por ejemplo, que siempre he sido consultado, dejé de serlo porque apoyo abiertamente la ley.
–¿La ley vigente en Ecuador nació en la dictadura?
–Si, fue concebida y aprobada en 1975. Es nefasta, incluso para aquellos que dicen defender la libertad de expresión. Es una ley que va en contra de la democratización de la comunicación. Permitió que las licencias se otorgaran a dedo, por ejemplo.
–¿Qué cambiará con la nueva ley?
–El proyecto de ley introduce el criterio de la repartición por tercios de las frecuencias que son gestionadas por el Estado: un tercio para el sector público, un tercio para el privado y un tercio para el sector comunitario. En un país que cuenta con muchas comunidades indígenas y organizaciones sociales. Esta ley permite realmente democratizar la comunicación y contribuye a que haya una democracia menos formal y más efectiva, porque crea las condiciones para que nuevos sujetos contribuyan a la democracia con diversidad de voces y contenidos plurales.
–¿También va a regular a los medios gráficos?
–Sí, por eso no es una ley de medios, sino una ley de comunicación. Esta es una polémica que hubiese sido interesante darla, pero no ha habido modo de poder hacer un debate constructivo porque la oposición de los medios a la ley fue total.
–¿Tiene críticas a la nueva ley?
–Sí, claro. No se puede pretender establecer una regulación de contenidos, tal como dice la nueva ley. Eso no se puede hacer, salvo los contenidos que ya están protegidos por otros cuerpos legales, como la protección a la niñez o contra la discriminación. Para mí, no debe haber ninguna censura previa, de ningún tipo, y sí una discusión, un debate, sobre las responsabilidades que se desprenden de la emisión de determinados contenidos, pero una vez que ya fueron emitidos.
–¿Confía en que la ley pueda ser aprobada este año?
–La ley ya está para el segundo y definitivo debate, y hay algunas posibilidades ahí. Ojalá se apruebe así como está y que en un año o dos se puedan hacer algunas reformas, porque obviamente tiene algunos puntos flacos. Pero esta ley es infinitamente mejor que la que tenemos. Más allá del uso que le pueda dar el gobierno, es una ley que democratiza la comunicación. No es la ley de Correa, es la ley que beneficiará a toda la sociedad ecuatoriana.
Fuente:TiempoArgentino

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