08.09.2013
Brasil
Cinco heridos y 37 detenidos por protestas en San Pablo
Brasil
Cinco heridos y 37 detenidos por protestas en San Pablo
Cinco personas heridas y 37 detenidas resultaron el saldo de choques entre manifestantes y policías en la principal avenida de San Pablo, en el contexto de las protestas registradas ayer en Brasil, al conmemorarse el Día de la Independencia.
El enfrentamiento fue protagonizado por unos 50 encapuchados, en una marcha por la avenida Paulista de la que no participaron más de 300 personas, según reportó la agencia de noticias ANSA.
Con un público muy reducido en relación con lo que se esperaba, las protestas tuvieron epicentro en Brasilia, San Pablo y Río de Janeiro.
En la capital, donde se preveía que saldrían a la calle unas 50.000 personas, sólo unas 1.500 se acercaron a la sede del Congreso, que estaba fuertemente custodiada por policías.
Sumando las protestas registradas en todo el país, los manifestantes no fueron más de 20.000, muy lejos de los 360.000 que esperaban los grupos que las convocaron a través de redes sociales de internet.
Con un público muy reducido en relación con lo que se esperaba, las protestas tuvieron epicentro en Brasilia, San Pablo y Río de Janeiro.
En la capital, donde se preveía que saldrían a la calle unas 50.000 personas, sólo unas 1.500 se acercaron a la sede del Congreso, que estaba fuertemente custodiada por policías.
Sumando las protestas registradas en todo el país, los manifestantes no fueron más de 20.000, muy lejos de los 360.000 que esperaban los grupos que las convocaron a través de redes sociales de internet.
Fuente:Telam
Los manifestantes invaden el desfile militar en Río de JaneiroLa policía dispersa a los que protestaban entre una gran humareda de gases mientras sonaban las sirenas de los bomberos
Juan Arias El País es Río de Janeiro 7 SEP 2013
Juan Arias El País es Río de Janeiro 7 SEP 2013
Mientras el desfile militar del 7 de septiembre, fiesta de la independencia de Brasil, pudo celebrarse sin violencia, blindado por 8.000 agentes, con la presencia de la presidenta Dilma Rousseff y demás autoridades del Estado, en Río de Janeiro, la parada militar vivió momento de gran tensión cuando un grupo de manifestantes consiguió invadirlo. A partir de ese momento se vivieron escenas fellinianas. Fuerzas policiales de todo género fueron convocadas para dispersar a los manifestantes e impedir que continuaran mezclándose con los que desfilaban oficialmente.
El desfile que tenía lugar en la Avenida Getulio Vargas seguía en una dirección y en la paralela cientos de policías armados con escudos y máscaras de gas desfilaban en la otra dirección dispersando a la gente con una gran profusión de gases lacrimógenos que llegaron a herir a un reportero del diario O estado de Sâo Paulo, mientras otros que estaban narrando la escena para la TV Globo advertían que dejaban de narrar porque se sentían asfixiar. El contingente de la fuerza de choque corría dispersando a los manifestantes entre una gran humareda de gases mientras sonaban las sirenas de los bomberos que llegaban para socorrer a los heridos.
Los gases lacrimógenos alcanzaron a los que asistían en los palcos al desfile militar que empezaron a abandonar el lugar atemorizados, mientras los cuerpos del Ejército seguían desfilando ignorando la confusión creada. Al mismo tiempo, coches de la policía militar se llevaban detenidos a jóvenes que se habían presentado enmascarados, algo que estaba prohibido en varias ciudades, entre ellas en Río de Janeiro. Los coches de la policía se vieron rodeados por los manifestantes mientras a malas penas conseguían hacer entrar a los detenidos que se resistían a hacerlo.
Vistas desde lo alto, transmitidas por los helicópteros de las televisiones, las escenas del desfile militar oficial junto con los policías corriendo literalmente detrás de los manifestantes en medio a humaredas de gases, daban la impresión más bien de estar presenciado escenas del teatro del absurdo que hasta despertaban a veces hilaridad de no tratarse de momentos de dura violencia tanto policial como del grupo más extremista de la manifestación formado por el colectivo anarquista de los Black bloc.
Las manifestaciones en más de 150 ciudades estaban mientras tanto en curso, cada una con sus características y sus reivindicaciones, unas minoritarias y otras más numerosas, pero todas ellas temorosas de las fuerzas del orden a las que esta vez no les tomó desprevenidas como en junio pasado. Tenían además órdenes de no condescender con el más mínimo gesto de violencia. Y lo cumplieron.
La gran novedad de la mañana fue que este año, en algunas ciudades, los desfiles militares habían sido cancelados por miedo a las manifestaciones. En las que fueron celebrados, la asistencia del público fue enormemente menor y fue recortado el tiempo de los desfiles. En Brasilia, se estimaba que acudieran oficialmente 30.000 personas y asistieron sólo 5.000, según la policía. En Sao Paulo, se veían grandes huecos en las tribunas y por primera vez, en el palco oficial y entre los jóvenes de las escuelas que suelen desfilar con los militares, aparecieron pancartas de protesta y de reivindicaciones. En Brasilia, acabado el desfile, que fue literalmente tomado por 8.000 agentes, sin dejar acercarse ni de lejos a los manifestantes, la gente, convocada por el grupo Brasil contra la corrupción empezaba a manifestarse en el centro de la ciudad.
La noche del viernes, en cadena nacional, la presidenta Rousseff, con gran acierto político, tomó partido a favor de las manifestaciones convirtiéndose ella misma en uno más de los indignados. Afirmó que la población “tiene el derecho de indignarse y de exigir cambios y reformas”. Según la mandataria, “infelizmente somos aún un país con servicios públicos de baja calidad”, recordando que esa baja calidad de los servicios en transportes, educación, sanidad y seguridad pública, habían sido el común denominador de las protestas de junio pasado. Y prometió escuchar la voz de la calle.
El desfile que tenía lugar en la Avenida Getulio Vargas seguía en una dirección y en la paralela cientos de policías armados con escudos y máscaras de gas desfilaban en la otra dirección dispersando a la gente con una gran profusión de gases lacrimógenos que llegaron a herir a un reportero del diario O estado de Sâo Paulo, mientras otros que estaban narrando la escena para la TV Globo advertían que dejaban de narrar porque se sentían asfixiar. El contingente de la fuerza de choque corría dispersando a los manifestantes entre una gran humareda de gases mientras sonaban las sirenas de los bomberos que llegaban para socorrer a los heridos.
Los gases lacrimógenos alcanzaron a los que asistían en los palcos al desfile militar que empezaron a abandonar el lugar atemorizados, mientras los cuerpos del Ejército seguían desfilando ignorando la confusión creada. Al mismo tiempo, coches de la policía militar se llevaban detenidos a jóvenes que se habían presentado enmascarados, algo que estaba prohibido en varias ciudades, entre ellas en Río de Janeiro. Los coches de la policía se vieron rodeados por los manifestantes mientras a malas penas conseguían hacer entrar a los detenidos que se resistían a hacerlo.
Vistas desde lo alto, transmitidas por los helicópteros de las televisiones, las escenas del desfile militar oficial junto con los policías corriendo literalmente detrás de los manifestantes en medio a humaredas de gases, daban la impresión más bien de estar presenciado escenas del teatro del absurdo que hasta despertaban a veces hilaridad de no tratarse de momentos de dura violencia tanto policial como del grupo más extremista de la manifestación formado por el colectivo anarquista de los Black bloc.
Las manifestaciones en más de 150 ciudades estaban mientras tanto en curso, cada una con sus características y sus reivindicaciones, unas minoritarias y otras más numerosas, pero todas ellas temorosas de las fuerzas del orden a las que esta vez no les tomó desprevenidas como en junio pasado. Tenían además órdenes de no condescender con el más mínimo gesto de violencia. Y lo cumplieron.
La gran novedad de la mañana fue que este año, en algunas ciudades, los desfiles militares habían sido cancelados por miedo a las manifestaciones. En las que fueron celebrados, la asistencia del público fue enormemente menor y fue recortado el tiempo de los desfiles. En Brasilia, se estimaba que acudieran oficialmente 30.000 personas y asistieron sólo 5.000, según la policía. En Sao Paulo, se veían grandes huecos en las tribunas y por primera vez, en el palco oficial y entre los jóvenes de las escuelas que suelen desfilar con los militares, aparecieron pancartas de protesta y de reivindicaciones. En Brasilia, acabado el desfile, que fue literalmente tomado por 8.000 agentes, sin dejar acercarse ni de lejos a los manifestantes, la gente, convocada por el grupo Brasil contra la corrupción empezaba a manifestarse en el centro de la ciudad.
La noche del viernes, en cadena nacional, la presidenta Rousseff, con gran acierto político, tomó partido a favor de las manifestaciones convirtiéndose ella misma en uno más de los indignados. Afirmó que la población “tiene el derecho de indignarse y de exigir cambios y reformas”. Según la mandataria, “infelizmente somos aún un país con servicios públicos de baja calidad”, recordando que esa baja calidad de los servicios en transportes, educación, sanidad y seguridad pública, habían sido el común denominador de las protestas de junio pasado. Y prometió escuchar la voz de la calle.
Fotos: Policía de Río lanza gases lacrimógenos durante Día de Independencia
YASUYOSHI CHIBA / AFP
Publicado: 7 sep 2013 GMT
YASUYOSHI CHIBA / AFP - RT
Al menos nueve personas han resultado heridas y 12 detenidas en Río de Janeiro durante las manifestaciones organizadas por el Día de la Independencia de Brasil.
YASUYOSHI CHIBA / AFP
Publicado: 7 sep 2013 GMT
La Policía de Río ha decidido dispersar la manifestación utilizando gases lacrimógenos y balas de goma, informa el diario 'O Globo'.
La manifestación fue convocada en pleno centro de la ciudad durante el desfile militar, cuya duración y número de efectivos fue recortado por las protestas previstas.
Al menos 4.000 policías están trabajando en la ciudad.
Algunos manifestantes lanzaron botellas contra los agentes de seguridad. Un manifestante enmascarado del grupo Black Blocs retiró la bandera del estado de Río de Janeiro y prendió fuego a la enseña.
Para hoy han sido convocadas manifestaciones en 172 ciudades de Brasil. Se espera que participarían más de medio millón de personas para exigir al Gobierno una mejor calidad de vida y menos corrupción política.
"Estamos cansados del Mundial [de fútbol] más caro de la historia, de los políticos, de los intereses más altos del mundo, de profesores con salarios miserables, de obras públicas que nunca terminan, de la prensa comprada y manipulada", dice uno de los grupos que convoca las protestas.
Frente a estos llamamientos, el Partido de los Trabajadores, al que pertenece la presidenta Rousseff, ha instado a su militancia a "salir a las calles para defender las banderas de la democracia y la justicia social" y dar un "claro respaldo" a la jefa de Estado.
En Río de Janeiro, el Comando del Ejército alertó que los militares podrán actuar en legítima defensa en caso de que sean agredidos durante el tradicional desfile.
Estas advertencias están relacionadas con la modalidad de las protestas, que en junio pasado se caracterizaron por la proliferación de manifestantes con máscaras o encapuchados, por lo que "el servicio de inteligencia intentará identificar si en las eventuales protestas se infiltran grupos violentos", a fin de minimizar la posibilidad de enfrentamientos, señalaron las autoridades.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/104990-brasil-protestas-policia-detenidosLa manifestación fue convocada en pleno centro de la ciudad durante el desfile militar, cuya duración y número de efectivos fue recortado por las protestas previstas.
Al menos 4.000 policías están trabajando en la ciudad.
Algunos manifestantes lanzaron botellas contra los agentes de seguridad. Un manifestante enmascarado del grupo Black Blocs retiró la bandera del estado de Río de Janeiro y prendió fuego a la enseña.
Para hoy han sido convocadas manifestaciones en 172 ciudades de Brasil. Se espera que participarían más de medio millón de personas para exigir al Gobierno una mejor calidad de vida y menos corrupción política.
"Estamos cansados del Mundial [de fútbol] más caro de la historia, de los políticos, de los intereses más altos del mundo, de profesores con salarios miserables, de obras públicas que nunca terminan, de la prensa comprada y manipulada", dice uno de los grupos que convoca las protestas.
Frente a estos llamamientos, el Partido de los Trabajadores, al que pertenece la presidenta Rousseff, ha instado a su militancia a "salir a las calles para defender las banderas de la democracia y la justicia social" y dar un "claro respaldo" a la jefa de Estado.
En Río de Janeiro, el Comando del Ejército alertó que los militares podrán actuar en legítima defensa en caso de que sean agredidos durante el tradicional desfile.
AFP YASUYOSHI CHIBA
AFP YASUYOSHI CHIBA / AFP
YASUYOSHI CHIBA / AFP
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172 ciudades de Brasil se preparan para masivas protestas contra la corrupción
Publicado: 7 sep 2013 GMT
AFP / Gabriel Bouys
Brasil celebrará este sábado el Día de la Independencia con nuevas protestas convocadas a través de las redes, y en las que participarían más de medio millón de personas para exigir al Gobierno una mejor calidad de vida y menos corrupción política.
Las manifestaciones han sido convocadas en 172 ciudades, pero podrían tener como escenario principal Brasilia, donde la presidenta Dilma Rousseff encabezará un desfile cívico militar con que se conmemora anualmente (este año será el 191) la independencia de Portugal, informan medios locales.
"Estamos cansados del Mundial [de fútbol] más caro de la historia, de los políticos, de los intereses más altos del mundo, de profesores con salarios miserables, de obras públicas que nunca terminan, de la prensa comprada y manipulada", dice uno de los grupos que convoca las protestas.
Frente a estos llamamientos, el Partido de los Trabajadores, al que pertenece Rousseff, ha instado a su militancia a "salir a las calles para defender las banderas de la democracia y la justicia social" y dar un "claro respaldo" a la jefa de Estado.
También en Río de Janeiro, el Comando del Ejército alertó que los militares podrán actuar en legítima defensa en caso de que sean agredidos durante el tradicional desfile.
Estas advertencias están relacionadas con la modalidad de las protestas, que en junio pasado se caracterizaron por la proliferación de manifestantes con máscaras o encapuchados, por lo que "el servicio de inteligencia intentará identificar si en las eventuales protestas se infiltran grupos violentos", a fin de minimizar la posibilidad de enfrentamientos, señalaron las autoridades.
La capital brasileña fue uno de los primeros escenarios de la ola de protestas que en junio pasado arrastró a las calles a alrededor de un millón de personas en demanda de más inversiones en servicios públicos de transporte, educación y salud frente a los millonarios gastos para la preparación del Mundial de Fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/104975-brasil-protestas-independencia-corrupcion"Estamos cansados del Mundial [de fútbol] más caro de la historia, de los políticos, de los intereses más altos del mundo, de profesores con salarios miserables, de obras públicas que nunca terminan, de la prensa comprada y manipulada", dice uno de los grupos que convoca las protestas.
Frente a estos llamamientos, el Partido de los Trabajadores, al que pertenece Rousseff, ha instado a su militancia a "salir a las calles para defender las banderas de la democracia y la justicia social" y dar un "claro respaldo" a la jefa de Estado.
Estamos cansados del Mundial más caro de la historia, de los políticos, de los intereses más altos del mundo, de profesores con salarios miserables, de obras públicas que nunca terminanMientras, la Secretaría de Seguridad de la capital brasileña anunció que, a fin de garantizar el orden durante el desfile, serán desplegados unos 6.250 policías y que tropas de las tres Fuerzas Armadas, estarán listas para intervenir si fuera necesario.
También en Río de Janeiro, el Comando del Ejército alertó que los militares podrán actuar en legítima defensa en caso de que sean agredidos durante el tradicional desfile.
Estas advertencias están relacionadas con la modalidad de las protestas, que en junio pasado se caracterizaron por la proliferación de manifestantes con máscaras o encapuchados, por lo que "el servicio de inteligencia intentará identificar si en las eventuales protestas se infiltran grupos violentos", a fin de minimizar la posibilidad de enfrentamientos, señalaron las autoridades.
La capital brasileña fue uno de los primeros escenarios de la ola de protestas que en junio pasado arrastró a las calles a alrededor de un millón de personas en demanda de más inversiones en servicios públicos de transporte, educación y salud frente a los millonarios gastos para la preparación del Mundial de Fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Brasil: Manifestaciones en todo el país marcarán el 07 de septiembre de 2013
Benedito Teixeira
Adital
Por el movimiento que se está reflejando en las redes sociales, el aniversario de la Independencia de Brasil, este próximo sábado, 07 de septiembre, promete revivir el auge de las manifestaciones que tomaron las calles del país en junio de este año. Aparentemente las mayores movilizaciones serán organizadas por el movimiento Anonymous, lo que estimula una serie de especulaciones en el sentido de que sería un movimiento de derecha, vinculado a partidos políticos, de tendencia golpista, anarquista e incluso comunista. La llamada operación 07 de septiembre (OP7), ya cuenta con la confirmación de casi 390 mil, entre más de 5 millones de personas invitadas.
A través de convocatorias en las redes sociales, alrededor de 140 ciudades en 26 estados están organizando protestas, la mayoría de ellos en estado de São Paulo y una en el extranjero, en Christchurch, en Nueva Zelanda. Sólo la gente del estado de Maranhão no confirmó su participación en la Operación.
En la página OP7 en Facebook, los organizadores, identificados solamente como Anonymous (anónimos), refuercen que las actividades son supra partidarias. "El OP7 ha recibido acusaciones de múltiples lados, algunos dicen la organización es de derecha, otros dicen que es de izquierda, que está vinculado a partidos, dicen que queremos intervención militar y otros dicen que queremos un golpe comunista. Esta pluralidad de acusaciones contradictorias sólo confirma la falsedad de todas ellos ", destacan. El hecho es que la mayoría de los mensajes postados por los participantes del evento tiene un claro contenido contra el Partido de los Trabajadores (PT) y la Presidenta Dilma Rousseff.
De forma un tanto contradictoria, mientras los organizadores afirman que todos los partidos se pueden identificarse con las causas de las protestas, ninguno puede ser considerado el dueño de las mismas, y que si hubiera alguna bandera, debe ser la de las reivindicaciones populares. Hay además la orientación de que no haya ningún rechazo contra los partidos durante las protestas. Además, "cualquier acto fascista o instando a un golpe militar, que para disimular es llamado intervención militar, no es parte de la real idea de la Operación de Siete de Septiembre. La Operación no es de izquierda, derecha o centro, no tiene partidos, no tiene banderas, no tiene siglas, "subrayan.
Los lineamientos que se tomarán para la OP7 fueron elegidos en una votación abierta a los participantes en la página del evento en Facebook. Son los siguientes: prisión de ‘mensaleiros’, en referencia a la sentencia de Acción Penal 470, conocida como el Mensalão, quien ordenó a 25 personas, incluidos los nombres de alto cargos del PT, como José Dirceu, José Genoíno y Delúbio Soares; nueva redacción para el arto. 45 de la Constitución Federal, que limita a 250 el número de miembros que integran la Cámara Federal y crea normas para que ninguna unidad de la Federación quede con menos de cuatro o más de 30 representantes; reforma tributaria; fin del voto obligatorio; y la aprobación del Proyecto de Ley que crea el Plan de Educación Nacional (PNE).
Altamiro Borges, periodista y presidente del Centro de Estudio de la Media Alternativos Barón de Itararé, advierte en un artículo que la 0P7 puede estar siendo articulada por grupos de extrema derecha. Para él, el movimiento no tiene nada que "espontáneo" como predican los organizadores. "La página del grupo es muy profesional – con un video incendiario, audios y otros recursos multimedia", que pueden inclusive descargarse para la reproducción, tales como folletos y panfletos.
En la otra trinchera, los Black blocs, de tendencia anarquista, y que prefieren no ser reconocidos como un grupo o movimiento, sino como una táctica de demostración, también convocaron a sus seguidores a unirse al día de protesta 07 Septiembre. La participación de los Black blocs, con sus máscaras y tácticas de guerrilla, promete aumentar la tensión entre manifestantes y la policía. En el video difundido en las redes sociales, uno de los miembros invita a las protestas y advierte que solo entren en conflicto, en reacción a una posible manifestación violenta por la policía.
No sin motivo, el gobierno se ha estado preparando para lidiar con las manifestaciones, en particular con el OP7, convocada por el movimiento Anonymous. Según informes de prensa, la inteligencia del gobierno sigue de cerca el movimiento alrededor de los organizadores de las protestas. La gran preocupación es justificada por la caída repentina en la aprobación del gobierno de la Presidenta Dilma después de las manifestaciones que se produjeron en junio. En Brasilia, debe haber acciones de protesta durante el tradicional desfile de la Independencia, donde la no presencia de la presidenta ya fue contemplada. Por otra parte, la seguridad será reforzada.
Entre los grupos que invitan a la población a las protestas del día 07 de septiembre, aparte de Anonymous y Black blocs, se encuentran el Fidare (hijos de la revolución), que sería vinculado a Anónimo; Brasil no Corrupt, que aboga por el retorno del régimen militar y ha apoyado el diputado federal Jair Bolsonaro (PP); el Día del Basta, que se declara apartidista y cuya bandera principal es la lucha contra la corrupción y la impunidad. Los militantes del PT también organizan actos en todo el país.
Para acompañar la información de operación 07 de septiembre, visite esta página en Facebook y este site en la Internet.
Traducción: ricazuga51@yahoo.com
Grito de los Excluidos realizará más de mil actos en Brasil durante el 7 de Septiembre
Adital
Representantes de diversos movimientos sociales participaron este viernes (30) de la rueda de prensa de la 19ª edición del Grito de los Excluidos, en la sede de la
Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) Sur I, en San Pablo (SP), donde hablaron sobre las temáticas que se destacarán en las movilizaciones de este año.
Además del lema central "Juventud que osa luchar construye el proyecto popular”, las manifestaciones del Grito de los Excluidos, que ocurrirán principalmente el día 7 de septiembre (Día de la Independencia de Brasil), también pedirán la democratización de los medios de comunicación, el fin del exterminio de la juventud en las calles, la construcción de un proyecto popular para Brasil, mejoras en los servicios de salud y educación, entre otras demandas.
"El lema de la juventud vino muy oportuno este año por la discusión de la Jornada Mundial de la Juventud, por la exclusión social de los jóvenes y de las manifestaciones populares que ocurrieron en junio y fueron protagonizadas principalmente por la juventud”, dijo la asesora de prensa del Grito, Alexania Rossato.
De acuerdo con ella, participaron en la rueda de prensa representantes de la 26ª Peregrinación de Trabajadores y Trabajadoras, acto que ocurre en la ciudad de Aparecida (SP) en paralelo con las protestas del Grito de los Excluidos; del Movimiento de Damnificados por Represas (MAB), que realizará su encuentro nacional la próxima semana y engloba a personas que son excluidas de las políticas del Estado al ser impactadas por construcciones de represas; de la Pastoral Carcelaria, que levantó la cuestión de la violencia contra los jóvenes y recordó las masacres ocurridas en presidios y ciudades brasileras; del Movimiento Nacional de los Habitantes de la Calle y otros.
Caracterizado por ser una acción colectiva planeada por organizaciones, movimientos y pastorales sociales desde hace 19 años, el Grito de los Excluidos "no es un evento del [día] 7 de septiembre solamente, sino un proceso construido durante todo el año”, explicó Alexania.
Según ella, las manifestaciones organizadas del Grito ocurrirán en casi todas las capitales brasileras y la previsión es que se realicen más de mil acciones en muchas ciudades del país, para llevar a las calles las demandas de diversos sectores excluidos por el gobierno.
"El Grito de los Excluidos es un gran momento para que la población brasilera salga a las calles y proteste, realice sus demandas. No sólo la juventud, sino personas de cualquier edad. Queremos animar a las personas a participar y elevar también su grito”, enfatizó.ADITAL Joven 30.08.2013 [ Brasil ]Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
Juan Arias El País es Río de Janeiro 7 SEP 2013
Más de medio millón de personas han manifestado en las redes su propósito de salir a la calle
Brasil podría vivir este sábado, 7 de septiembre, fiesta de la Independencia, su segunda gran manifestación convocada a través de las redes en 172 ciudades del país.
En Internet más de medio millón de personas han manifestado su propósito de salir de nuevo a la calle para exigir al Gobierno mejor calidad de vida y menos corrupción política y han sido distribuidos cinco millones de invitaciones para participar en la que ha sido llamada la “mayor manifestación popular vivida hasta ahora en Brasil”.
Sin embargo, existe una gran incógnita sobre la presencia real de la gente en la calle. Hay quien piensa que las manifestaciones vividas el pasado junio ya no volverán a repetirse, porque una serie de grupos extremistas de izquierdas y de derechas acabaron ocupando calles y plazas con manifestaciones diarias pero minoritarias y violentas en las que destrozaron lo que ellos llaman “símbolos del capitalismo”, como agencias bancarias, agencias de automóviles de lujo y sedes de instituciones políticas
Según las últimas encuestas, el 63% de la gente cree que la concentración tendrá lugar y que será masiva en todo el país. Y el 88% las aprueba a pesar de condenar los actos de vandalismo llevados a cabo por esos grupos extremistas.
El sociólogo español Manuel Castells, en Brasil, piensa que están en curso desde junio, cuando se dijo que el “gigante se había despertado”, dos manifestaciones llamadas a perpetuarse: la de la calle, que tendrá sus picos de masa y otros minoritarios, y la que sigue viva en las redes sociales, que es permanente y casi se ha institucionalizado, exigiendo a los gobernantes mejoras de los servicios públicos, de la política de educación y sanidad para todos y no sólo para un grupo de privilegiados.
Tras la experiencia de junio pasado, cuando las autoridades políticas y de seguridad fueron cogidas de sorpresa y no supieron cómo reaccionar sobre todo ante los grupos violentos que llegaron a destruir parte del edificio del Ministerio de Asuntos exteriores y que intentaron invadir el Congreso y quemar la sede del Gobierno de Río de Janeiro, esta vez el poder se ha organizado mejor.
Artistas y académicos han pedido a los jóvenes paz en las manifestaciones y a las fuerzas del orden que, aún impidiendo posibles actos de violencia, se comporten democráticamente y sin excesos. Figuran entre ellos músicos como Caetano Veloso, Chico Buarque y Sidney Waismann o escritores como Zuenir Ventura. "Los jóvenes deben entender que las manifestaciones pacíficas son mucho más fructuosas que las violentas" escriben. El manifiesto firmado por 25 nombres de fama afirma: "La sociedad ve en estas manifestaciones una de las cosas más importantes acontecidas en el país en los últimos años".
Uno de los lugares críticos de las manifestaciones será Brasilia, donde se celebrará, por la mañana, presidido por presidenta Dilma Rousseff, el desfile anual de la fiesta de la Independencia, y por la tarde el partido amistoso Brasil-Australia en el polémico estadio Mané Garrincha que costó cerca de 500 millones de dólares y que ya fue escenario de violencia en las pasadas manifestaciones con motivo de la inauguración de la Copa de las Confederaciones.
Tanto los ministerios como el estadio estarán esta vez cercados por más de 8.000 policías militares y por la Fuerza Nacional y serán prohibidas las máscaras que oculten el rostro de los manifestantes.
Otra de las incógnitas será saber si, como en junio pasado, los manifestantes impedirán los símbolos de los partidos políticos en las calles o si esta vez también saldrán militantes y seguidores de los movimientos sociales de izquierdas. Por ejemplo, el Partido de los Trabajadores (PT) que es el partido del gobierno, ha pedido a sus militantes que salgan para defender al Gobierno.
Se puede decir que, más que un programa organizado de protestas, cada ciudad presentará sus reivindicaciones, que forman un gran abanico, aunque hay dos o tres que aparecen en todas, como que los 25 condenados en el proceso del mensalâo ingresen ya en la cárcel sin más dilaciones, la lucha contra la corrupción política, el fin del voto secreto en el Congreso, la reforma fiscal y mejoras en los transportes, la educación y en la sanidad.
Esta noche ya había grupos de jóvenes acampados cerca de donde se celebrará en Brasilia el desfile militar que pasarán allí la noche. Esa atipicidad de no presentar un único programa de reivindicaciones como suelen hacer los sindicatos sino un “abanico de insatisfacciones”, como escribió un diario, se debe, según Luiz Werneck Viana, catedrático de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Río a lo que él llama la “exclusión de los jóvenes de los procesos de participación política”.
Según Werneck, “las décadas en las que la juventud brasileña quedó marginada en la política están ahora cobrándose el precio”.
Los jóvenes sobre todo, estarían luchando por “temas anacrónicos y difusos”, como resultado de su “exclusión de la vida política” por mucho tiempo. Ahora querrían participar directamente intentando cambiarlo todo a la vez.
Mañana se podrán despejar mejor muchas de las incógnitas que presenta la convocada manifestación que podría repetir la de junio pasado o quedarse en agua de borrajas si la calle fuera ocupada solo por los grupos violentos.
Envío:Amarelle
En Internet más de medio millón de personas han manifestado su propósito de salir de nuevo a la calle para exigir al Gobierno mejor calidad de vida y menos corrupción política y han sido distribuidos cinco millones de invitaciones para participar en la que ha sido llamada la “mayor manifestación popular vivida hasta ahora en Brasil”.
Sin embargo, existe una gran incógnita sobre la presencia real de la gente en la calle. Hay quien piensa que las manifestaciones vividas el pasado junio ya no volverán a repetirse, porque una serie de grupos extremistas de izquierdas y de derechas acabaron ocupando calles y plazas con manifestaciones diarias pero minoritarias y violentas en las que destrozaron lo que ellos llaman “símbolos del capitalismo”, como agencias bancarias, agencias de automóviles de lujo y sedes de instituciones políticas
Según las últimas encuestas, el 63% de la gente cree que la concentración tendrá lugar y que será masiva en todo el país. Y el 88% las aprueba a pesar de condenar los actos de vandalismo llevados a cabo por esos grupos extremistas.
El sociólogo español Manuel Castells, en Brasil, piensa que están en curso desde junio, cuando se dijo que el “gigante se había despertado”, dos manifestaciones llamadas a perpetuarse: la de la calle, que tendrá sus picos de masa y otros minoritarios, y la que sigue viva en las redes sociales, que es permanente y casi se ha institucionalizado, exigiendo a los gobernantes mejoras de los servicios públicos, de la política de educación y sanidad para todos y no sólo para un grupo de privilegiados.
Tras la experiencia de junio pasado, cuando las autoridades políticas y de seguridad fueron cogidas de sorpresa y no supieron cómo reaccionar sobre todo ante los grupos violentos que llegaron a destruir parte del edificio del Ministerio de Asuntos exteriores y que intentaron invadir el Congreso y quemar la sede del Gobierno de Río de Janeiro, esta vez el poder se ha organizado mejor.
Artistas y académicos han pedido a los jóvenes paz en las manifestaciones y a las fuerzas del orden que, aún impidiendo posibles actos de violencia, se comporten democráticamente y sin excesos. Figuran entre ellos músicos como Caetano Veloso, Chico Buarque y Sidney Waismann o escritores como Zuenir Ventura. "Los jóvenes deben entender que las manifestaciones pacíficas son mucho más fructuosas que las violentas" escriben. El manifiesto firmado por 25 nombres de fama afirma: "La sociedad ve en estas manifestaciones una de las cosas más importantes acontecidas en el país en los últimos años".
Uno de los lugares críticos de las manifestaciones será Brasilia, donde se celebrará, por la mañana, presidido por presidenta Dilma Rousseff, el desfile anual de la fiesta de la Independencia, y por la tarde el partido amistoso Brasil-Australia en el polémico estadio Mané Garrincha que costó cerca de 500 millones de dólares y que ya fue escenario de violencia en las pasadas manifestaciones con motivo de la inauguración de la Copa de las Confederaciones.
Tanto los ministerios como el estadio estarán esta vez cercados por más de 8.000 policías militares y por la Fuerza Nacional y serán prohibidas las máscaras que oculten el rostro de los manifestantes.
Otra de las incógnitas será saber si, como en junio pasado, los manifestantes impedirán los símbolos de los partidos políticos en las calles o si esta vez también saldrán militantes y seguidores de los movimientos sociales de izquierdas. Por ejemplo, el Partido de los Trabajadores (PT) que es el partido del gobierno, ha pedido a sus militantes que salgan para defender al Gobierno.
Se puede decir que, más que un programa organizado de protestas, cada ciudad presentará sus reivindicaciones, que forman un gran abanico, aunque hay dos o tres que aparecen en todas, como que los 25 condenados en el proceso del mensalâo ingresen ya en la cárcel sin más dilaciones, la lucha contra la corrupción política, el fin del voto secreto en el Congreso, la reforma fiscal y mejoras en los transportes, la educación y en la sanidad.
Esta noche ya había grupos de jóvenes acampados cerca de donde se celebrará en Brasilia el desfile militar que pasarán allí la noche. Esa atipicidad de no presentar un único programa de reivindicaciones como suelen hacer los sindicatos sino un “abanico de insatisfacciones”, como escribió un diario, se debe, según Luiz Werneck Viana, catedrático de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Río a lo que él llama la “exclusión de los jóvenes de los procesos de participación política”.
Según Werneck, “las décadas en las que la juventud brasileña quedó marginada en la política están ahora cobrándose el precio”.
Los jóvenes sobre todo, estarían luchando por “temas anacrónicos y difusos”, como resultado de su “exclusión de la vida política” por mucho tiempo. Ahora querrían participar directamente intentando cambiarlo todo a la vez.
Mañana se podrán despejar mejor muchas de las incógnitas que presenta la convocada manifestación que podría repetir la de junio pasado o quedarse en agua de borrajas si la calle fuera ocupada solo por los grupos violentos.
Envío:Amarelle
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