9 de septiembre de 2013

GUATEMALA.

09.09.2013 
sicarios balearon a mansalva en dos cantinas de san josé nacahuil 
Masacran a 11 personas en un pueblo indígena de Guatemala 
La tranquilidad de la noche del sábado se convirtió en una pesadilla para los pobladores de la comunidad San José Nacahuil, al noreste de la capital guatemalteca, luego de que desconocidos asesinaran a 11 personas y dejaran heridas por lo menos a 18 en el ataque a dos cantinas. El portavoz de los bomberos voluntarios, Sergio Vásquez, informó que los ataques se registraron alrededor de las diez y media de la noche en el poblado indígena de San José Nacahuil, unos 18 kilómetros al noreste de la capital guatemalteca.
GuatemalaAP 
La tranquilidad de la noche del sábado se convirtió en una pesadilla para los pobladores de la comunidad San José Nacahuil, al noreste de la capital guatemalteca, luego de que desconocidos asesinaran a 11 personas y dejaran heridas por lo menos a 18 en el ataque a dos cantinas. El portavoz de los bomberos voluntarios, Sergio Vásquez, informó que los ataques se registraron alrededor de las diez y media de la noche en el poblado indígena de San José Nacahuil, unos 18 kilómetros al noreste de la capital guatemalteca.

"El ataque fue directo a las cantinas... entre los heridos hay varios niños", expresó. Vásquez informó que por lo menos 20 ambulancias y 50 bomberos llegaron al lugar. Diversas hipótesis han surgido en las primeras horas de la masacre, en las que pobladores involucran a miembros de la policía, mientras que el ministro de Gobernación considera que podría ser un ataque de pandillas.

"Él llegó a la casa, dijo que la policía llegó al local a pedirle los papeles, y le pidieron 500 quetzales (62,5 dólares); como no se los dieron, los policías se fueron pero les dijeron que ya no le vendieran licor a los menores de edad y que los sacaran del lugar, y se fueron. Pasaron unos 15 minutos y luego llegaron los atacantes, se oyeron los disparos. Parece que él se metió al baño y ahí lo mataron", dijo un familiar del dueño de las dos cantinas que fueron atacadas y que murió en el incidente.

En San José Nacahuil no hay seguridad pública. En 2005, los pobladores quemaron la subestación de la policía en protesta por supuestos actos de corrupción, la falta de servicios y el alza al transporte urbano. Y las exigencias no son en vano, pues a tan solo 18 kilómetros de la capital no cuentan con recursos básicos de sanidad ni de infraestructura. La comunidad, habitada por unas 7500 personas, en su mayoría indígenas kakchiqueles, se encuentra en la cima de montañas que bordean la capital guatemalteca.

Mientras familiares y amigos de los fallecidos se aglomeraban frente al pequeño local de la cantina, recién construido, para poder ver a los fallecidos y reconocer a sus familiares, la policía acordonaba el lugar y miembros del cuerpo antimotines de la Policía Nacional Civil resguardaban la escena. Los familiares de las víctimas se organizaban para exigir apoyo al gobierno para el entierro de sus víctimas. La PNC les facilitó transporte a los familiares de los fallecidos para trasladar los cadáveres y realizar los trámites forenses.

Las autoridades señalaron diversas líneas de investigación en las que podrían estar involucradas pandillas locales, pero los pobladores desconfían de estas hipótesis. El ministro de Gobernación Mauricio López Bonilla declaró que se recibió una denuncia anónima "en la que decían que tenían temor de que hubiera un ataque o algún hecho. Enviamos una patrulla y constataron que todo estaba bien y la patrulla se retiró. Una hora después sucedió el ataque, con los resultados que ya vimos."

"Nos extrañó mucho porque es una comunidad muy bien organizada", relató el ministro al referirse a que la comunidad sacó a la PNC y creo su propia seguridad.

"Aquí ha habido hechos de violencia, pero no como esto, no como esta masacre", explicó un poblador que no quiso identificarse por temor a represalias.

El ministro dijo que las primeras informaciones recabadas daban cuenta de que, "al parecer, los atacantes habrían entrado a pie. Se robaron un vehículo de una persona de la comunidad, cometieron el ataque, huyeron y dejaron el vehículo abandonado a unos kilómetros de aquí."  
Fuente:TiempoArgentino

08.09.2013
Guatemala
Al menos once personas murieron y resultaron 15 heridas en un ataque a la comunidad indígena guatemalteca
Al menos 11 personas murieron y 15 resultaron heridas al ser baleadas en el interior de una licorería en una comunidad indígena del interior de Guatemala, en un hecho que el gobierno atribuyó a “entre cuatro y seis” integrantes de “pandillas”.

El episodio ocurrió esta madrugada en San Pedro Ayampuc, a unos 20 kilómetros de la capital guatemalteca, en el centro del país, informaron las agencias de noticias AGN y EFE.

“Existe información en la que se determina que pudieron haber sido entre cuatro y seis personas las responsables, pero pudieron haber sido más”, afirmó el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla.

El funcionario, que visitó el lugar de la masacre, precisó que desde hace ocho años no hay efectivos de la Policía Nacional Civil en esa localidad debido a que los pobladores los expulsaron, pero advirtió que dejaría a un grupo de agentes para investigar el hecho.

Entre los heridos hay tres menores de edad que pasaban por el lugar y fueron internados en estado delicado, afirmó el vocero de los Bomberos Voluntarios, Sergio Vásquez.

Los agentes del Ministerio Público recogieron más de 50 vainas servidas de proyectiles disparados por los agresores.
Fuente:Telam

Grupo armado mata a once
La tranquilidad de la noche del sábado último en la aldea San José Nacahuil, San Pedro Ayampuc, Guatemala, fue interrumpida a las 22.50 horas, cuando un grupo armado perpetró una masacre que dejó 11 muertos e igual número de heridos.


Pese a que la población está a 18 kilómetros de la capital, fue hasta pasada la medianoche cuando se alertó del hecho y hasta la madrugada de ayer cuando se vivieron escenas de llanto y angustia por lo ocurrido en una comunidad de poco más de siete mil habitantes.

La mayoría de las víctimas mortales se encontraban en la cantina Sol, en la calle principal del primer cantón de la población.

Según testigos, varios sujetos a bordo de una camioneta blanca dispararon contra quienes estaban en el negocio, donde se encontraron ocho cadáveres. Otras versiones indican que los atacantes iban a pie.

Una persona más murió afuera del negocio, otra fue hallada en una segunda cantina y una más murió en un hospital.

Los heridos, entre los que hay dos niñas de 11 años en estado grave, son producto de los balazos que los atacantes hicieron en su huida, ya que al escuchar las ráfagas varios vecinos se acercaron al lugar de la matanza.

Cuando se dieron a la fuga se robaron un automóvil, el cual abandonaron en el cementerio de la aldea San Martín, a cuatro kilómetros del lugar de la masacre.

Pesquisas preliminares apuntan a que los autores de este hecho podrían ser de cuatro a seis menores de edad con apariencia de pandilleros.


DIFIEREN RELATOS
Los investigadores refieren que la causa del hecho es que supuestamente el propietario del negocio, quien también fue ultimado se negó a venderles licor a los agresores.

Un familiar de una de las víctimas del ataque afirmó que creen que el hecho no lo cometieron pandilleros, como indica la versión oficial proporcionada por el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, quien llegó a la escena de la matanza.

El vecino aseguró que un ataque como este lo pudieron haber cometido personas que pertenecen a las fuerzas de seguridad. “Estas cosas no habían pasado, este ataque fue bien organizado”, expuso.
Incluso, varias personas afirmaron que antes del ataque pasó por la cantina un autopatrulla de la PNC, cuyos agentes habrían pedido Q500.

“Como no se los dieron, los policías le dijeron al dueño que ya no les vendiera licor a los menores de edad y que los sacara del lugar y se fueron. A los 15 minutos llegaron los atacantes”, explicaron.

En sus declaraciones, López Bonilla descartó tal versión, aunque confirmó que un autopatrulla llegó a eso de las 20 horas al lugar, debido a denuncias de vecinos, y entrevistó al propietario de la cantina Sol.

Al salir hizo dos rondas de seguridad y se retiró, ya que desde el 2005 el poblado no cuenta con sede policial, porque fue quemada por los vecinos.

Una hora y media después, explicó, y cuando la unidad llegaba a Jocotales, Chinautla, los alertaron de la balacera.

“Solo dijeron que habría algo fuerte”, dijo el funcionario.

Familiares de Aurelio Suret Pixtún, uno de los ultimados, relataron que él estaba en su casa y a punto de dormir cuando le avisaron que habría un ataque, pero dijo que ignoraba quién lo cometería.

“Se puso su ropa y salió en su carro a avisar, y por eso lo mataron”, manifestaron entre sollozos y en idioma kaqchikel. “No estoy acusando a nadie”, recalcó el familiar.

La Policía refirió que el vehículo hallado pertenecía a Suret Pixtún.

OBREROS
Peritos en recolección de evidencias del Ministerio Público informaron que en la escena del crimen localizaron varios casquillos de calibre 9 milímetros y encontraron indicios de ojivas de revólver de calibre .38.

Refirieron que la mayoría de víctimas tenían mochilas con ropa, ya que se dedicaban a varios oficios, como herrería, carpintería y agricultura.

Familiares y amigos de las víctimas llegaron frente a la cantina a reconocerlos, en tanto que agentes de las Fuerzas Especiales Policial, con el apoyo de soldados, acordonaron el lugar mientras el MP buscaba indicios de los atacantes.

GOBIERNO
“Fue pandilla”

El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, atribuyó la matanza en San José Nacahuil a pandilleros, aunque no explicó si estaría relacionada con el cobro de extorsiones.

Afirmó que la matanza podría estar ligada a las temibles pandillas que hay en esa región, debido al “modus operandi que emplearon”. Expresó que en el área de la masacre operan unos tres grupos de la violenta Mara 18, antagónica  de la Mara Salvatrucha.

“Es una comunidad bien organizada, por eso nos extrañó, y tienen su propia seguridad, que les permite tener el  control de quién entra y quién sale de la población”, refirió el funcionario.

Aseguró que hasta ayer no habían encontrado indicios de que en el lugar hubiera narcomenudeo, y solo  hallaron  productos legales que vendían en la cantina donde ocurrió la masacre.

Versiones confusas
Datos oficiales no concuerdan con los de la población.

Familiares de las víctimas dijeron que quienes cometieron el ataque son profesionales y no pandilleros, y señalan que agentes de la Policía podrían estar involucrados.

La Policía supone que serían pandilleros quienes cometieron la matanza y sindican a una banda de antisociales.

Otra teoríaes que llegaron menores de edad al expendio de licor y cuando se negaron a venderles comenzaron a disparar.

Los familiares indicaron que días antes hubo un altercado entre pobladores, pero no explicaron cuál fue el problema.

ANTECEDENTE
Ocho años sin Policía

Desde el 2005 la Policía se marchó de San José Nacahuil, San Pedro Ayampuc, después de que los vecinos quemaron la subestación el 12 de octubre de ese año.

En esa fecha los pobladores se enardecieron porque, según ellos, la Policía intentó dispersar una reunión vecinal en que discutían el mal servicio y el aumento al precio del pasaje del transporte público.

Los vecinos señalaron   a los agentes de complicidad  con los transportistas y destruyeron el inmueble.
Mauricio López Bonilla, ministro de Gobernación, indicó que desde entonces la presencia policial es solo a través de patrullajes de agentes de la Comisaría 12.

La subestación permanece cerrada y el temor se ha apoderado de los habitantes de Nacahuil, que hablan entre susurros de la delincuencia que poco a poco se ha incrementado.

De acuerdo con el ministro, desde  ayer permanece en esa comunidad un contingente de las Fuerzas Especiales Policiales apoyado por  soldados.
Fuente:PrensaLibre.com

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