LAS PRESIONES QUE LLEVARON A LA DEVALUACION Y LOS MECANISMOS PARA CONTROLAR EL ATAQUE ESPECULATIVO
Dólar, reservas e intento de golpe de mercado
Historia de la devaluación del 24 de enero, las presiones y la estrategia para superar el ataque especulativo. Qué papel jugaron los bancos. Expectativas legítimas e intentos ilegítimos por quebrar al Gobierno. Una disputa que no terminó.
Por Raúl Dellatorre
El Banco Central es el eje de todas las miradas y especulaciones. Dólares y reservas pasaron a ser el centro de las discusiones de la gente común.Imagen: Guadalupe Lombardo
Desde adentro o fuera del Gobierno, estén a favor o en contra, todas las miradas de quienes siguen la evolución de las variables económicas apuntan, en estos días, hacia el Banco Central. El dólar y las reservas pasaron a ser “dos numeritos” que, a diario, generan tantas expectativas entre la gente común como las dos cifras que salen a la cabeza de la quiniela o la diferencia de puntos entre el primero y sus seguidores en los tramos finales del campeonato. Puertas adentro del viejo edificio de San Martín al 200 (que cruza la manzana hasta Reconquista), sin embargo, el clima es otro, al menos en estos días en los que aparentemente se recuperó la tranquilidad. El Banco Central coronó este viernes cuatro jornadas consecutivas de suba de reservas, por primera vez en el año, con una cotización del dólar en suave descenso en el mercado oficial, acompañado por una tendencia similar en el marginal o paralelo. Después de la traumática devaluación de enero, con algunos movimientos que supusieron además un cambio importante en el manejo monetario, se empieza a pensar con más calma en la evolución para los próximos meses de las reservas, el dólar, las tasas y otras cuestiones que le quitan todavía el sueño a más de uno, dentro y fuera del Gobierno. ¿Hay un cambio de mirada en la autoridad monetaria? ¿Cómo quedó la relación con los bancos, exportadores e importadores tras las últimas reformas en las políticas cambiaria y monetaria? ¿Cedió poder la conducción económica para negociar una salida a la crisis del peso? Algunos de los interrogantes empiezan a encontrar respuesta en ciertas medidas y lo que las propias autoridades les transmiten a los agentes económicos. Hay un mensaje que enviaron las autoridades y que todos los operadores cambiarios y financieros recibieron, aunque con diferente grado de aceptación según de quien se trate: “El Banco Central recuperó su poder de fuego, no va a cometer el error de volver a cederlo a quienes jugaron a la devaluación”.
Por qué la devaluación
Juan Carlos Fábrega llegó al Banco Central en noviembre para reemplazar a Mercedes Marcó del Pont, a quien ya había sustituido al frente del Banco Nación a propuesta de esta última. Esta vez, no se trataba de un cambio consensuado por ascenso de ambos, sino por la crisis provocada por un violento ataque cambiario que amenazaba a las reservas y había generado ya un descontrol en los precios internos que se movían atados al capricho del blue, genial creación de los grupos de poder económico para mellar al Gobierno. Entre el momento del cambio de autoridades y el de la devaluación brusca, del 26 por ciento en tres días (22 al 24 de enero), mediaron casi 60 días de intento de acelerar el ritmo pautado de corrección cambiaria.Desde el cercano Palacio de Hacienda, alguien que siguió de cerca esos movimientos, e incluso participó de algunas decisiones, señala que “hubo un debate previo dentro del Gobierno acerca de si había o no atraso cambiario; lo que estaba claro es que había habido cierto retraso en los últimos años, con una inflación superior a la tasa de corrección cambiaria, pero en el último año también hubo una aceleración del ajuste del tipo de cambio que recuperó al menos parte del atraso, con un 32 por ciento de aumento del dólar a lo largo de 2013”, por encima de las estimaciones extraoficiales de inflación para el año. La misma fuente revela que “el problema ya no era de atraso cambiario, sino de expectativas y éstas, a la vez, dominadas por una corrida cambiaria contra las reservas que ponía en jaque la capacidad del Central de responder”. En ese marco, a mediados de enero se decide abandonar el cambio gradual por la devaluación de una sola vez.
“La discusión sobre el valor que se le iba a poner al dólar fue muy corta, pero las variables que se manejaban eran muy amplias –explica la misma fuente–. Con el paralelo a 12, y expectativas del sector exportador en 9,50 a 10, no era fácil hacer previsiones sobre el día siguiente. Cuando se lo consultó a Fábrega, éste respondió en términos sencillos: tiene que ser un valor de convergencia entre lo posible para la economía y lo que pueda ser sostenible para el Central; y dijo que ese valor era 8 pesos. Hubo muchos que pensaron que se quedaba corto, él insistió. No sólo impuso el precio, sino también el argumento oficial del “valor de convergencia”.
Desarmando a los especuladores
De inmediato se pusieron en juego otras variables: suba de tasas de interés, restricción a la tenencia de divisas por los bancos. “El esquema de tasas de interés en pesos del orden del 15 por ciento, con una inflación que el mercado estima cercana al 30 por ciento, y los bancos en capacidad de manejar el mercado cambiario, hacían insostenible el manejo cambiario cualquiera fuera el valor. Ponerle tope a la tenencia de dólares le permitió al Central recuperar un control que jamás tendría que haber cedido; todos los bancos estaban posicionados en dólares por arriba del 30 por ciento de su patrimonio neto, pero uno incluso, con títulos de compras a futuro, estaba arriba del 450 por ciento; se cubrían de una devaluación que podía venir, otros directamente jugaban a provocarla, levantando el precio del dólar en el mercado marginal y en el futuro. Si no se les quitaba ese arma, no había estabilidad posible”, confió la fuente.¿Cómo reaccionarían los bancos y los exportadores frente a una devaluación menor a la esperada? La respuesta de los primeros llegó a los pocos días. A pesar de que tenían un plazo de varias semanas para liquidar sus posiciones en dólares, todos se apuraron en “adecuarse” al ver que los precios, sobre todo de los títulos a futuro, caían fuertemente, así que optaban por no arriesgar en una apuesta no tan atractiva. “El banco que estaba sobreexcedido en más de un 400 por ciento, fue el primero en liquidar títulos; vendió a mejor precio que el resto, porque lo hizo en la primera semana”, señala con una sonrisa la misma fuente. Los exportadores, en tanto, van lentamente empezando a soltar las liquidaciones que mantenían retenidas, convencidos de que la paridad cambiaria actual se prolongará por algún tiempo.
¿Volverán las reservas?
La estrategia que puso en juego el Central tiene un escenario de muy corto plazo (atendiendo la urgencia) y otro de menos corto o mediano plazo, que es el que empieza a resolverse a partir de ahora. El shock para lograr contener la corrida cambiaria y la presión por una devaluación mayor consistió, además de fijar el “valor de convergencia” y desdolarizar las tenencias de activos de los bancos, en descomprimir la demanda del público mediante una flexibilización de las normas para compra de divisas para atesoramiento por parte del público, con un costo muy inferior al que algunos imaginaban. Además del “acuerdo” con los exportadores cerealeros para que liquidaran durante febrero parte de las operaciones correspondientes a la última cosecha.Tras estas primeras tres semanas posteriores a la devaluación, parece haberse logrado el primer objetivo: superar la emergencia. La recuperación de cierta estabilidad en la plaza cambiaria va acompañada, además, de cierta tendencia del mercado a ubicarse unos 20 centavos por debajo del valor de convergencia definido por las autoridades. Se equilibró, por ahora, la oferta y la demanda en el mercado mayorista –mucho tiene que ver haber dejado a los bancos fuera de la puja– y habrá que ver la evolución de las operaciones de comercio exterior en las próximas semanas.
Desde la apreciación de los especialistas en esta última materia, el impacto de esta devaluación se hará sentir positivamente sobre las exportaciones. Aseguran que no sólo las del rubro cerealero estaban demoradas. Por el lado de las importaciones, auguran una retracción de las compras y pagos al exterior por varias razones que confluyen: menos demanda interna, utilización de stocks de productos que se anticiparon a importar previendo una devaluación mayor, y el retorno al uso de mecanismos de financiación externa, que se habían dejado de lado también por las expectativas de devaluación. Lo que aparece como una situación insalvable es que continuará creciendo la cuenta de pagos al exterior por combustibles. De cualquier modo, el saldo final da favorable.
En cuanto a la política de intervención del Central en el mercado, la prudencia será el rasgo prevaleciente. Ante otros funcionarios del Ejecutivo, Fábrega sostiene que no tiene urgencias con las reservas. Tranquiliza a sus pares asegurando que se irán “recuperando despacito, sin hacer ruido”, como ocurrió esta semana, desde el martes. Para el Banco Central, la forma de mostrar fortaleza es una política activa y coherente en materia monetaria y cambiaria. “A Fábrega no le gustó nada tener que subir las tasas, pero si es necesario lo va a seguir haciendo hasta que logre consolidar el equilibrio monetario y cambiario. La política activa para sostener el nivel de actividad la mantendremos por vía de los créditos subsidiados direccionados”, acotó un alto integrante de una cartera vinculada con la producción.
¿Habrá nuevo ataque?
En el Gobierno consideran que haber logrado superar la crisis cambiaria le dejó un rédito importante: ahora conocen quién jugó a derrumbar la política económica del Gobierno. La lectura es que por las expectativas de devaluación, hubo quienes buscaron defenderse de su impacto; pero hubo otros que agitaron el mercado intentando provocarla, buscando beneficios económicos y políticos. En los ámbitos de decisión política interpretan que estas intenciones no desaparecieron, y por lo tanto pueden volver a agitarse, pero confían en haber ganado experiencia en el uso de herramientas para enfrentarlas y en tener clara la identificación del rival. Es una disputa abierta, pero por mucho más que “un dólar competitivo”.
OPINION
Lobos de Buenos AiresPor Alfredo Zaiat
Los exportadores del complejo agrario demoraron la venta de dólares y los importadores adelantaron compras a lo largo del año pasado por la expectativa de una devaluación mayor al ritmo de ajuste pausado de la política de administración del tipo de cambio. Además del habitual contrabando, la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de exportaciones fueron utilizados con más intensidad como mecanismos de fuga de capitales para eludir las restricciones al acceso a dólares. Estos comportamientos de ese universo de empresas derivaron en una fuerte caída del saldo comercial en el balance cambiario del Banco Central.
La merma no ha sido insignificante: 8078 millones de dólares al tercer trimestre de 2013 respecto de igual período del año anterior. Monto que se amplió en los últimos tres meses de 2013 de acuerdo con la evolución de las variables cambiarias y del comercio exterior. El saldo positivo del intercambio comercial, medido por el movimiento de divisas registrado por el Banco Central, fue entonces de unos 4000 millones de dólares, cuando en 2012 había sido de 14.673, y en 2011, de 15.041 millones.
Esos 10 mil millones de dólares de diferencia afectaron el stock de reservas, ya castigado por el aumento de la demanda de dólares por turismo, la cancelación neta de préstamos financieros y líneas de crédito con el exterior y una mayor flexibilidad en la autorización para el giro al exterior de utilidades de empresas. Ese retroceso en la cantidad de divisas ingresadas al BCRA manteniendo la política de desendeudamiento con reservas dejó en una posición de debilidad para enfrentar la corrida cambiaria permanente instalada en los dos gobiernos de CFK. La consecuencia fue la devaluación que llevó la paridad a 8 pesos por dólar.
El deterioro del balance cambiario es una de las principales urgencias de las cuentas externas. Revertir esa tendencia es el gran desafío del equipo económico para mantener el control de la plaza cambiaria y desde esa trinchera estabilizar las principales variables financieras. En las dos últimas semanas ha podido calmar al mercado. En esa tarea intervienen factores de cortísimo plazo y otros estructurales. Para estos últimos se requiere de políticas específicas sin resultados inmediatos, aunque permiten ofrecer señales importantes sobre cuál es la tendencia, como las inversiones energéticas en búsqueda del autoabastecimiento.
El pensamiento económico convencional afirma que la devaluación de la moneda doméstica tiene como resultado un inmediato crecimiento de las exportaciones. La evidencia empírica muestra que no se cumple ese postulado; y sí que brinda rentas adicionales a grupos privilegiados (sector agrario del área pampeana, productores de insumos difundidos y grandes atesoradores de dólares). En cambio, impacta negativamente en la evolución del Producto Bruto Interno y en las compras externas, dado que existe una elevada relación entre las tasas de variación de las importaciones y la actividad económica. Esta devaluación servirá para que grandes productores y exportadores liquiden la parte de la última cosecha retenida y, en especial, para que no reiteren esa conducta con la actual que comenzará a fines de marzo.
El año pasado, el valor devengado de las exportaciones subió a un ritmo del 4 por ciento y las importaciones, al 10 por ciento. Si se repitiese ese comportamiento, la restricción externa se desplegaría en toda su magnitud. En Economía confían en que no será así porque la fuerte devaluación acumulada del peso del 26 por ciento, desde la aceleración de la pauta de variación diaria hasta el doble salto del 22 y 23 de enero pasado (subió de 5,94 pesos el 1° de noviembre hasta 8,025 pesos el 3 de febrero), modificarán la tendencia: aumentará el ingreso por exportaciones, confiando en el cumplimiento del acuerdo por parte de las multinacionales cerealeras, y disminuirá la salida de divisas por importaciones. Esto último por dos vías: una, porque hubo un adelantamiento de compras y, otra, por el previsible menor ritmo de la actividad económica.
Aunque no sea la materia predilecta de la heterodoxia, una de las principales claves de los meses inmediatos hasta el fin del gobierno de CFK se encuentra en el frente financiero. La negociación con el complejo exportador agrario es financiero; no es sobre la estructura productiva. No es un dato menor saber que las mesas de dinero de esas firmas son tan o más grandes que algunas de bancos líderes. Además de la retención de cosecha por parte de productores-acopiadores-exportadores, equivalente a unos 5000 millones de dólares, las multinacionales cerealeras dejaron de financiarse en el exterior con bancos o casas matrices para la compra de granos para tomar créditos en pesos en el mercado local. Con tasas bajas en términos reales solicitaron líneas por un total de 11 mil millones de pesos (unos 2000 millones de dólares), lo que les permitió realizar importantes ganancias financieras.
Esa operatoria fue limitada por el Banco Central, como también la posición en moneda extranjera (divisas, bonos y contratos a futuro) de las entidades financieras. Estas dos medidas exponen que la cuestión financiera es fundamental para evitar movimientos especulativos con el tipo de cambio.
Desde el mismo momento en que el Banco Central dispuso un nuevo régimen de acceso a monedas extranjeras apareció el reclamo al Gobierno de contar con opciones de inversión financiera atractivas en pesos. Más sofisticadas con bonos y acciones, publicitando el Gobierno sólo la ON de YPF, y más sencillas con depósitos a plazo fijo. Esta última opción, que es la más popular, ofrecía hasta hace poco tasas de interés negativas, fundamentalmente con respecto a la devaluación esperada, más aún cuando se aceleró la pauta de ajustes diarios. Si bien las acciones y bonos rindieron ganancias muy elevadas el año pasado, se trata de un mercado no masivo. Para evitar la dolarización de ahorros las colocaciones a plazo tienen que ser atractivas, situación que empezó a verificarse con el alza de las tasas de interés, aunque en forma dispar según el banco.
El frente financiero también exige un plan para el manejo de los pasivos públicos, en especial los nominados en dólares. El desendeudamiento con reservas demanda una estrategia diferente. No es por un aumento considerable de los vencimientos en este año, sino por la debilidad relativa en el stock de reservas y reducción del saldo cambiario del intercambio comercial. Los servicios en dólares de la deuda con el sector privado en 2014 son menores en relación a años anteriores, pero su peso relativo es mayor ante esa escasez de divisas. Para atenderlos pueden refinanciarse con colocaciones de bonos en el mercado a tasas de un dígito, o también con operaciones de canje voluntario de papeles, como el implementado a fines del mes pasado con bonos en pesos.
Esa operación involucró al Bonar 2014, título público en pesos, que fue trocado por otro con vencimiento en marzo de 2019. La adhesión al canje fue del 77 por ciento por un monto total de casi 16 mil millones de pesos, con una leve reducción de la tasa de interés en el nuevo bono. De ese monto, 10 mil millones correspondieron a tenencias del sector público (FGS de la Anses, PAMI y Banco Nación), y los 6 mil millones restantes de entidades privadas. Ese canje fue una oportuna medida financiera preventiva porque permitió evitar que esa masa de recursos en pesos presionara sobre la plaza del dólar, ya sea en el mercado oficial o en el ilegal. Fue un primer paso para incorporar una herramienta en la administración de los pasivos públicos, con resultado favorable, abriendo las puertas para reiterarlo con futuros vencimientos de capital en dólares.
El mantenimiento del control del mercado cambiario requiere una estrategia financiera, que ya comenzó a implementar el equipo económico con éxito en las últimas semanas, sin inhibiciones para jugar con las mismas reglas que las de los lobos de Buenos Aires.
CRISTINA KIRCHNER LES PIDIO “INTELIGENCIA A LOS QUE TANTO CRECIERON EN LOS ULTIMOS AÑOS”
Mensaje de la Presidenta a los empresarios
CFK inauguró obras en Santa Cruz. También anunció la aprobación del reglamento que declara zona franca a Río Gallegos.
Cristina Fernández de Kirchner participó en El Calafate de la celebración del 137º aniversario del bautismo del Lago Argentino.Imagen: DyN
“A los que tanto crecieron en estos últimos diez años no les pido generosidad, les pido inteligencia, porque para que ellos sigan creciendo necesitamos seguir progresando todos los días un poco más”, pidió la Presidenta ayer en Santa Cruz, donde participó del acto por el 137º aniversario del bautismo del Lago Argentino. La mandataria, que estuvo acompañada por el gobernador local, Daniel Peralta, con el que se encuentra políticamente enfrentada, inauguró obras de infraestructura hidroeléctrica y anunció la aprobación del reglamento que declara zona franca a la ciudad de Río Gallegos. Además respondió a las versiones que le achacan problemas de salud al prometer que seguirá “trabajando con mucha fortaleza y como siempre por una Argentina más justa y más equitativa”.
“A los que tanto crecieron en estos últimos diez años no les pido generosidad, les pido inteligencia, porque para que ellos sigan creciendo necesitamos seguir progresando todos los días un poco más”, pidió la Presidenta ayer en Santa Cruz, donde participó del acto por el 137º aniversario del bautismo del Lago Argentino. La mandataria, que estuvo acompañada por el gobernador local, Daniel Peralta, con el que se encuentra políticamente enfrentada, inauguró obras de infraestructura hidroeléctrica y anunció la aprobación del reglamento que declara zona franca a la ciudad de Río Gallegos. Además respondió a las versiones que le achacan problemas de salud al prometer que seguirá “trabajando con mucha fortaleza y como siempre por una Argentina más justa y más equitativa”.
Fernández de Kirchner encabezó el tradicional acto en la plaza principal de El Calafate y anunció la incorporación de esa villa turística al sistema interconectado eléctrico, además de la inauguración de una estación transformadora. También anunció obras municipales como la puesta en marcha de la licitación para una escuela técnica con fondos nacionales. Acompañada por los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Turismo, Enrique Meyer, la Presidenta celebró que el primer mes del año significó “un record en materia turística para El Calafate, como ha sucedido en innumerables localidades del país” esta temporada.
“A los que están equivocados los vamos a llamar para que se dejen de equivocar, porque cuando se equivocan les hacen mucho mal a los argentinos. No les pido generosidad, simplemente inteligencia y ver todas las posibilidades que tenemos como país”, dijo, en un mensaje a los empresarios. “Para que ellos sigan teniendo cada día más, que en el fondo es lo que les importa, siempre tener cada día más, tienen que entender que el resto de los argentinos también tiene que tener un poco cada día más”, agregó.
En ese sentido, puso como ejemplo la inversión hecha por el Estado nacional en los últimos diez años para llevar a todo el país el Sistema Interconectado, particularmente en Santa Cruz: “En 2003 no había ningún hogar conectado eléctricamente con el resto del país, mientras que en 2015 el 97 por cierto del total lo estará. Eso significa ahorro, porque lo que se permita del ahorro del interconectado se trasladará 90 por ciento a los hogares de menos recursos. No solamente nos interconectamos, sino también que redistribuimos de manera tal que los que menos tienen menos paguen”, enfatizó.
La Presidenta realizó también un racconto de las inversiones realizadas en infraestructura energética, y recordó que en 2003 “había una potencia instalada de 17.900 megavatios, y hoy es de 26.600, lo que significa 49 por ciento más de energía” en todo el país. “De los 9 mil kilómetros de sistema troncal interconectado pasamos a 14.500 kilómetros, 61 por ciento más de redes de alta tensión. Y la capacidad de transporte de gas natural creció 23 por ciento más, aunque todavía estamos con gran deuda con la región del NEA en materia de gas”, señaló.
Además, la jefa de Estado criticó a los comunicadores que “dicen tonterías” o “ganan plata riéndose de los demás”, a los que calificó como “mediocres”. Todo comenzó con un elogio a Roberto Funes Ugarte, cronista de sociales del canal C5N, al que, tras divisarlo entre el público, elogió su “elegancia” y su “buena onda”.
A continuación, embistió: “Es muy fácil reírse de los demás, lo difícil es reírse de uno mismo. Solamente los que son muy inteligentes se ríen de uno mismo, los mediocres son los que se ríen de los demás –aseguró–. Aprendan esto y siempre ténganlo presente: los que acostumbran a reírse de los demás y ganan plata riéndose de los demás son muy mediocres. No me gustan nada los que se ríen de los demás”.
La Presidenta permanecerá el resto del fin de semana en El Calafate, donde celebrará con su familia el cumpleaños de su hijo Máximo. Todavía el vuelo de regreso a Buenos Aires no tiene fecha en la agenda oficial.
Zona franca
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer en Santa Cruz que el lunes se publicará en el Boletín Oficial la resolución que aprueba el reglamento para declarar zona franca a Río Gallegos, capital de esa provincia. De esta manera, se concreta la decisión del gobierno nacional que en septiembre de 2013 oficializó la restitución de las zonas francas de Río Gallegos y Caleta Olivia, a través de un decreto por el cual se da cumplimiento al convenio de adhesión celebrado el 5 de octubre de 1994, entre la provincia gobernada entonces por el ex presidente Néstor Kirchner y el Estado nacional. En los fundamentos del decreto se señala que la decisión tomada tiene por fin “desarrollar la actividad industrial exportadora e impulsar el comercio, fortaleciendo la competitividad de la región en donde fue decidida su instalación y generando una mayor y mejor capacidad productiva”. Se espera que la decisión ayude a crear nuevas fuentes de trabajo en la región.
Declaraciones en el acto
Idea de dos estudiantes
La aplicación fue lanzada cerca del 10 de enero y se convirtió en un éxito: hoy es una de las más descargadas desde la tienda de las disponibles para Android. Durante esta semana superó incluso a Twitter y al juego Candy Crush.
Si bien existen varias aplicaciones que muestran el listado de los artículos “cuidados”, la particularidad de Precios OK es su scanner para verificar –mediante el código de barras del producto– si éste está contemplado o no dentro del acuerdo. “Pensamos que el aporte más potente que podíamos dar es que la gente tenga la tecnología del súper en el bolsillo”, explica Torrado a Página/12.
Los chicos ya tenían en mente la idea de de-sarrollar una aplicación para celulares. Pero el proceso para crear Precios OK no fue fácil. Todo fue a mano. “Entramos en la página del Gobierno, sacamos información de Internet, fuimos a distintos supermercados, les sacamos una foto a ese listado y luego fuimos a casa a cargar los datos”, relata Fraiman.
Precios OK releva actualmente el valor de 225 productos en supermercados de alcance nacional y los comercios barriales, incluyendo la canasta escolar. Por el momento, sólo está disponible para celulares con sistema Android, aunque Yamila se propone que para la próxima semana también esté disponible para los usuarios de iOS y BlackBerry.
La aplicación no sólo tiene el valor de mostrar el precio de un producto. También permite sortear algunas de las estrategias que las distintas marcas pusieron en práctica para evitar el acuerdo. La más común de las maniobras es presentar dos productos muy similares con pequeñas diferencias en el envase que pueden confundir al consumidor. La única solución es distinguirlos como lo hace el propio local en la caja: con el código de barras. Precisamente, eso es lo que ofrece la creación de estos jóvenes. “Mediante la tecnología tenemos la manera de detectar lo que a simple vista quizá no se puede hacer”, explica Torrado.
Recientemente, Yamila y Alejandro también agregaron la opción de tomar una foto en la góndola y denunciar faltantes u otras irregularidades. “A la gente le copó mucho tomar una foto en el momento”, afirma Yamila. Alejandro adjudica el éxito de la aplicación a esa inmediatez con la que se puede realizar el reclamo.
“La foto sirve como prueba”, agrega.
Así, llegan a tener por día unas mil denuncias. Les llegan reclamos acerca de supermercados y sobre los productos. Todos ellos son reportados luego a la Secretaría de Comercio de la Nación, el área que implementó el programa. En ese sentido, Yamila se apresura a aclarar: “Nos vincularon con el Gobierno, pero no tenemos nada que ver, fue algo independiente. Nos preguntamos cómo transmitir tantas denuncias y por eso nos pusimos en contacto”. Por su parte, Alejandro afirma orgulloso: “Tenemos más denuncias que el call center”.
Ellos no imaginaban este nivel de repercusión. “Ahora la gente nos dice que se ahorraron 200 pesos en la compra”, contó Yamila acerca de los mensajes que les acercan a través de las redes sociales. “Nos hablaban de que en una compra de unos 800 pesos se ahorraron un 30 por ciento respecto de la semana anterior””, añadió Alejandro.
Desde el Palacio de Hacienda, el ministro de Economía, Axel Kicillof, incluso destacó el viernes pasado el rol como ciudadanos de ambos estudiantes, por haber tomado “con altísimo interés esta iniciativa con su involucramiento en el control de los precios”.
Además, Precios OK también tuvo una amplia trascendencia a nivel mundial y sus autores ya dieron entrevistas a medios internacionales como la cadena árabe Al Jazeera, el periódico norteamericano The Washington Post y la BBC. Alejandro apunta también que, mientras viajaba a la entrevista de Página/12, respondía preguntas a una radio desde el colectivo. Allí, el chofer tenía sintonizada precisamente esa señal.
Para los chicos, aún estudiantes intermedios en Ingeniería, el repentino éxito todavía es una sorpresa y, a la vez, una responsabilidad. Así, afirman estar “cansados” y “todo el tiempo pensando mejoras”.
Esta no es la primera vez que brindan un servicio a los ciudadanos con sus creaciones. Yamila viene de ganar, junto a otro compañero de la facultad, un concurso del Gobierno de la Ciudad con Estacionapp, una aplicación para saber en qué calles se puede estacionar en la Capital. Además, asegura que a partir de la experiencia de Precios OK, está “con muchos proyectos en la cabeza”.
Por lo pronto, los dos ahora tienen otra idea vinculada a esta misma iniciativa. Quieren ir a un supermercado y llevar una canasta familiar de productos “cuidados” y otra que no esté dentro del programa. Así podrán ver cómo impacta en el valor de una compra elegir los productos con Precios Cuidados o llevar artículos alternativos por fuera del acuerdo. Eso sí, la experiencia tendrá que ser en un comercio “con buena onda”, aclara Yamila y agrega: “Ya nos echaron de uno”.
Ambos todavía se sorprenden con las anécdotas donde pueden ver reflejada la utilidad de su creación. Así relata Yamila una de ellas: “Acompañamos a un periodista a comprar los productos para que no se confundiera y llevase sólo de los ‘cuidados’, pero el cajero los vio iguales y agarró uno para cobrar por dos. Justo cobró el más caro. ¡Ni el cajero los distinguió!”, concluye. Si hubiera usado el scanner para el celular ideado por estos chicos, seguro los podría haber diferenciado.
Informe: Aldana Vales.
Fuente:Pagina12
“Hoy es un día especial para los santacruceños, porque es una localidad más que se suma al Interconectado, pero además, las viviendas, la escuela industrial que me acuerdo que me tocó trabajar para que sea posible, esto es ir siempre para adelante, nunca para atrás”, afirmó la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, ayer en El Calafate, durante el acto por un nuevo aniversario del bautismo del Lago Argentino. La funcionaria, además, ponderó la decisión de otorgar la zona franca a Río Gallegos: “Esta es una tierra muy próspera, a la que Néstor Kirchner le dio ese empuje que Cristina no deja de consolidar”, dijo. Por su parte, el párroco de la zona, Carlos “Lito” Alvarez, hombre de confianza de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras realizar la bendición del acto, sostuvo que “El Calafate nació como un lugar de hospitalidad antes que de turismo y eso se sigue manteniendo, ese es un signo de la presencia de Dios” y destacó que la elevada afluencia de turismo sirve para que la ciudad “se interconecte culturalmente.”
Idea de dos estudiantes
PRECIOS OK, LA APLICACION PARA VERIFICAR EL CUMPLIMIENTO DE PRECIOS CUIDADOS
Yamila Fraiman y Alejandro Torrado tienen 24 años y estudian Ingeniería Informática. Son los creadores de la app que esta semana tuvo más descargas que Twitter. Le contaron a Página/12 cómo la hicieron y sus planes para mejorarla.
Imagen: Arnaldo Pampillón
A simple vista, Yamila Fraiman y Alejandro Torrado son dos estudiantes más en un aula de la Facultad de Ingeniería de la UBA, donde cursan la carrera de Ingeniería Informática. Tienen 24 años y, por estos días, protagonizan un spot televisivo sobre Precios OK, la aplicación para celulares que ellos mismos crearon. La popular aplicación ya superó las 231 mil descargas y su particularidad es que permite escanear el código de barras de un artículo. Así se puede saber sencillamente si el producto está incluido o no en el acuerdo Precios Cuidados. Es la propia “tecnología del supermercado en el bolsillo” del consumidor, tal como la describen ellos.
A simple vista, Yamila Fraiman y Alejandro Torrado son dos estudiantes más en un aula de la Facultad de Ingeniería de la UBA, donde cursan la carrera de Ingeniería Informática. Tienen 24 años y, por estos días, protagonizan un spot televisivo sobre Precios OK, la aplicación para celulares que ellos mismos crearon. La popular aplicación ya superó las 231 mil descargas y su particularidad es que permite escanear el código de barras de un artículo. Así se puede saber sencillamente si el producto está incluido o no en el acuerdo Precios Cuidados. Es la propia “tecnología del supermercado en el bolsillo” del consumidor, tal como la describen ellos.
La aplicación fue lanzada cerca del 10 de enero y se convirtió en un éxito: hoy es una de las más descargadas desde la tienda de las disponibles para Android. Durante esta semana superó incluso a Twitter y al juego Candy Crush.
Si bien existen varias aplicaciones que muestran el listado de los artículos “cuidados”, la particularidad de Precios OK es su scanner para verificar –mediante el código de barras del producto– si éste está contemplado o no dentro del acuerdo. “Pensamos que el aporte más potente que podíamos dar es que la gente tenga la tecnología del súper en el bolsillo”, explica Torrado a Página/12.
Los chicos ya tenían en mente la idea de de-sarrollar una aplicación para celulares. Pero el proceso para crear Precios OK no fue fácil. Todo fue a mano. “Entramos en la página del Gobierno, sacamos información de Internet, fuimos a distintos supermercados, les sacamos una foto a ese listado y luego fuimos a casa a cargar los datos”, relata Fraiman.
Precios OK releva actualmente el valor de 225 productos en supermercados de alcance nacional y los comercios barriales, incluyendo la canasta escolar. Por el momento, sólo está disponible para celulares con sistema Android, aunque Yamila se propone que para la próxima semana también esté disponible para los usuarios de iOS y BlackBerry.
La aplicación no sólo tiene el valor de mostrar el precio de un producto. También permite sortear algunas de las estrategias que las distintas marcas pusieron en práctica para evitar el acuerdo. La más común de las maniobras es presentar dos productos muy similares con pequeñas diferencias en el envase que pueden confundir al consumidor. La única solución es distinguirlos como lo hace el propio local en la caja: con el código de barras. Precisamente, eso es lo que ofrece la creación de estos jóvenes. “Mediante la tecnología tenemos la manera de detectar lo que a simple vista quizá no se puede hacer”, explica Torrado.
Recientemente, Yamila y Alejandro también agregaron la opción de tomar una foto en la góndola y denunciar faltantes u otras irregularidades. “A la gente le copó mucho tomar una foto en el momento”, afirma Yamila. Alejandro adjudica el éxito de la aplicación a esa inmediatez con la que se puede realizar el reclamo.
“La foto sirve como prueba”, agrega.
Así, llegan a tener por día unas mil denuncias. Les llegan reclamos acerca de supermercados y sobre los productos. Todos ellos son reportados luego a la Secretaría de Comercio de la Nación, el área que implementó el programa. En ese sentido, Yamila se apresura a aclarar: “Nos vincularon con el Gobierno, pero no tenemos nada que ver, fue algo independiente. Nos preguntamos cómo transmitir tantas denuncias y por eso nos pusimos en contacto”. Por su parte, Alejandro afirma orgulloso: “Tenemos más denuncias que el call center”.
Ellos no imaginaban este nivel de repercusión. “Ahora la gente nos dice que se ahorraron 200 pesos en la compra”, contó Yamila acerca de los mensajes que les acercan a través de las redes sociales. “Nos hablaban de que en una compra de unos 800 pesos se ahorraron un 30 por ciento respecto de la semana anterior””, añadió Alejandro.
Desde el Palacio de Hacienda, el ministro de Economía, Axel Kicillof, incluso destacó el viernes pasado el rol como ciudadanos de ambos estudiantes, por haber tomado “con altísimo interés esta iniciativa con su involucramiento en el control de los precios”.
Además, Precios OK también tuvo una amplia trascendencia a nivel mundial y sus autores ya dieron entrevistas a medios internacionales como la cadena árabe Al Jazeera, el periódico norteamericano The Washington Post y la BBC. Alejandro apunta también que, mientras viajaba a la entrevista de Página/12, respondía preguntas a una radio desde el colectivo. Allí, el chofer tenía sintonizada precisamente esa señal.
Para los chicos, aún estudiantes intermedios en Ingeniería, el repentino éxito todavía es una sorpresa y, a la vez, una responsabilidad. Así, afirman estar “cansados” y “todo el tiempo pensando mejoras”.
Esta no es la primera vez que brindan un servicio a los ciudadanos con sus creaciones. Yamila viene de ganar, junto a otro compañero de la facultad, un concurso del Gobierno de la Ciudad con Estacionapp, una aplicación para saber en qué calles se puede estacionar en la Capital. Además, asegura que a partir de la experiencia de Precios OK, está “con muchos proyectos en la cabeza”.
Por lo pronto, los dos ahora tienen otra idea vinculada a esta misma iniciativa. Quieren ir a un supermercado y llevar una canasta familiar de productos “cuidados” y otra que no esté dentro del programa. Así podrán ver cómo impacta en el valor de una compra elegir los productos con Precios Cuidados o llevar artículos alternativos por fuera del acuerdo. Eso sí, la experiencia tendrá que ser en un comercio “con buena onda”, aclara Yamila y agrega: “Ya nos echaron de uno”.
Ambos todavía se sorprenden con las anécdotas donde pueden ver reflejada la utilidad de su creación. Así relata Yamila una de ellas: “Acompañamos a un periodista a comprar los productos para que no se confundiera y llevase sólo de los ‘cuidados’, pero el cajero los vio iguales y agarró uno para cobrar por dos. Justo cobró el más caro. ¡Ni el cajero los distinguió!”, concluye. Si hubiera usado el scanner para el celular ideado por estos chicos, seguro los podría haber diferenciado.
Informe: Aldana Vales.
Fuente:Pagina12
Es porque tienen una mayor conciencia de sus derechos
Los consumidores triplicaron sus denuncias por Precios Cuidados
Son datos de la Secretaría de Comercio que evalúan la participación de la sociedad civil desde el inicio del programa oficial. Siete de cada diez demandas apuntan hacia la falta de productos en las góndolas de los supermercados.
Por: Equipo de Economía
La participación ciudadana en el control del cumplimiento del programa Precios Cuidados ha sido de los datos salientes de las últimas dos semanas. Un dato marca esta realidad: de acuerdo con un informe de la Secretaría de Comercio al que accedió este diario, las denuncias recibidas en el 0800 del Ministerio de Economía se triplicaron en el mes de vigencia del programa. Según informó el viernes el ministro de Economía, Axel Kicillof, todos los días llegan a la Secretaría de Comercio, que depende de esa cartera, alrededor de 2500 comunicaciones realizadas por consumidores, de las que unas 2000 son por el 0-800 y 500 a través de la página web.
“Los consumidores se han apropiado de este programa por un salto en la conciencia de sus derechos”, consideró Claudio Boada, presidente de Unión de Consumidores (UDC), una asociación de defensa de usuarios.
El salto en la recepción de demandas tiene que ver, también, con el hecho de que Precios Cuidados incorporó más rubros, como la canasta escolar, los medicamentos y los electrodomésticos, al inicial y principal que eran los alimentos, bebidas y artículos de almacén.
El efecto de la mayor participación social en el control de los precios se observa en la caída de la tasa de incumplimientos de las cadenas de supermercados, la que fue cayendo a lo largo de las primeras cuatro semanas de existencia del programa, según informó Comercio.
En lo que hace al control sobre los supermercados, el grueso de las denuncias, siete de cada diez, es por falta de stock, es decir, el faltante del producto en la góndola.
Las acusaciones de los consumidores son corroboradas por los datos duros de la Secretaría de Comercio. Según esa dependencia, los controles sobre el abastecimiento de productos incluidos en Precios Cuidados indican faltas compartidas entre proveedores y supermercados, sea porque el producto no está en la góndola o el supermercado no tiene suficiente stock en su depósito.
El caso más llamativo en este tema ha sido el de la cadena Chango Más, con un 60,62% de promedio semanal de incumplimiento en el abastecimiento cuando su “promedio histórico” era del 52,03%. Es decir, elevó su nivel de faltante de producto a medida que Precios Cuidados fue avanzando.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, informó el jueves que esta cadena recibió multas por $ 193.000 por seis casos acreditados de desabastecimiento. A pesar de ser una cadena chica, Chango Más se encuentra en el segundo puesto del ranking de las firmas de supermercados más incumplidoras en este tema.
Jumbo también elevó su nivel de incumplimiento del abastecimiento, al pasar del “histórico” 36,15% al actual 40,24%. La otra cadena que elevó sus índices en esta materia fue Wal Mart (del 49,5% al 52,07 por ciento).
En cambio, la cadena de capitales franceses Carrefour, tanto en su formato de grandes locales como en los más pequeños, redujo esos índices del 38,5% al 35,6% y del 54,3 al 47,7%, respectivamente.
Iguales comportamientos se observaron en el desabastecimiento de las cadenas Coto, Disco y Vea.

Entre los artículos “con peor abastecimiento” según Comercio, se encuentran tres de primera necesidad: el azúcar, con un desabastecimiento del 81,82%; los pañales descartables, con uno del 77,27%; y el jabón en polvo de baja espuma, con un ratio de desabastecimiento del 72,73 por ciento.
Otros productos desabastecidos en las góndolas e incluidos en el programa son los porotos en lata; el limpiador autobrillo; el queso rallado; las arvejas en lata; los cuadernos de tapa blanda y dura; y el dulce de leche. En el caso de los porotos, el desabastecimiento registrado por Comercio fue del ciento por ciento. Esto quiere decir que no hubo latas de porotos en todas las oportunidades en que funcionarios de Comercio se acercaron a un local de cualquier cadena de supermercados a controlar la presencia de los artículos de Precios Cuidados.
A los supermercados también los denuncian los consumidores por las faltas en la señalización, es decir, la identificación en la góndola de los productos incluidos en el programa, causa que genera el 10 por ciento de las llamadas al 0-800 de la Secretaría de Comercio.
Algo más de dos de cada 10 denuncias realizadas por los consumidores a supermercados estuvieron vinculadas a los precios, los que eran diferentes –más elevados– que los de la lista del programa.
En las mesas de atención que reciben las denuncias de los usuarios, ubicadas en la Secretaría de Comercio, también se menciona el incremento sustancial de la participación de la sociedad civil en el control de Precios Cuidados. “Se han incrementado mucho los llamados”, dijo una fuente con conocimiento de esa actividad.
“Hay entusiasmo entre los operadores”, agregó, “por las ganas que notan en el público”.
Medios
Web y 0800
En la página web de la Secretaría de Comercio se informa de dos vías de comunicación de denuncias del público: por mail y telefónica. La primera: .
La segunda: el 0800-666-1518.
16.02.2014
urribarri inauguró el 135º período de sesiones de la legislatura entrerriana
"Por primera vez después de Perón, es el Estado el que maneja la economía"
El gobernador y precandidato presidencial del kirchnerismo para 2015 se alineó sin fisuras con la presidenta y elogió la transformación que promovió Kirchner.
Por primera vez después de Perón, en Argentina es el Estado, con sus imperfecciones, el que maneja la economía y se planta ante los poderes económicos e interpela los privilegios de las minorías". Con esta definición, que ratificó su total alineamiento con la gestión de Cristina Fernández, el gobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri abrió ayer el 135º período de Sesiones Ordinarias de la legislatura provincial. Fue su primer discurso público, luego de que trascendiera que en una runión de intendentes entrerrianos oficializó su postulación presidencial para 2015, algo que, si bien era dado como un hecho, no había expresado tan claramente, como en ese mitin.
"Todo lo que hemos logrado, es el resultado de un proyecto político que inició Nestor Kirchner en el 2003 y que, con mucha valentía, profundiza Cristina Fernández de Kirchner desde 2007", agregó Urribarri.
El mandatario entrerriano afirmó que en los últimos diez años el gobierno recuperó y generó, con politicas de Estado, "recursos estrategicos como YPF, derechos, y millones de puestos de trabajo". "Rescatamos a miles de jóvenes que estaban a la deriva y a millones de adultos mayores que habían sido estafados por gobiernos y una sociedad injusta, hoy tienen su beneficio", agregó.
En una virtual declaración de principios que buscó superar la mirada local, el "Pato", como se lo conoce popularmente aseguró: "Estoy y voy a estar con este proyecto porque coincido con sus raíces ideológicas, porque con valentía desenterró a Artigas, San Martín, Bolívar y de la mano de otros presidentes de Latinoamérica logra la unidad de la región, y porque no solo permitió un progreso económico, social, industrial, cultural y de educación, sino que además nos pagó a los entrerrianos lo que la historia nos debía".
“Basta con hacer memoria de lo que éramos antes de la asunción de Néstor Kirchner, los últimos orejones del tarro, una provincia marginal y pastoril, y ahora somos una de las provincias que más ha crecido en infraestructura industrial” aseveró el mandatario desde el Teatro 3 de febrero de Paraná.
En el plano de los anuncios, Urribarri detalló que promoverá “la reforma de la ley electoral provincial, para tener uniformidad con las reglas electorales nacionales, principalmente con las PASO", y, en lo que podría consiserarse un mensaje de alcance nacional, expresó: "En el 2014 vamos por más, tenemos vocación y nos sobra energía, corazón y templanza para afrontar todas las dificultades que se nos presenten, vamos a seguir unidos, solidarios, inteligentes, buscando esa Argentina que soñaron nuestros padres y abuelos", finalizó el mandatario.
Fuente:TiempoArgentino
Índice de confianza
Año 7. Edición número 300. Domingo 16 de Febrero de 2014
Por Julián Blejmar
politica@miradasalsur.com.ar
Año 7. Edición número 300. Domingo 16 de Febrero de 2014
Por Julián Blejmar
politica@miradasalsur.com.ar
(TELAM)
El esperado debut del nuevo índice de precios podrá posibilitarle al Gobierno restituir la confianza en las cifras oficiales de inflación, pobreza e indigencia. Por qué no eran confiables los indicadores, tanto previos como con posterioridad a la intervención.
El 3,7% se convirtió en la cifra de la semana. Con un dólar oficial y paralelo estable, y con tendencia a la baja, el guarismo del nuevo Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (Ipcnu) para el mes de enero adquirió el mayor protagonismo, y parece haber superado el examen de ingreso tanto para oficialistas como opositores. La cifra, presentada el pasado jueves por el ministro de Economía, Axel Kicillof , junto a los directores del Indec, Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, quedó lejos del maquillaje efectuado durante los últimos siete años, pero aun siendo alta en términos absolutos, fue menor a la que expusieron consultoras privadas y un sector de la oposición, los cuales la ubicaron por encima del 4%.
Desde Economía afirmaron que, a diferencia de los anteriores, el nuevo Ipcnu no sólo mide los productos y servicios de Capital Federal y Gran Buenos Aires, sino que realiza un relevamiento –a través de 290 encuestadores y la asistencia técnica de 17 universidades nacionales–, sobre un total de 200 mil precios mensuales en 13 mil negocios de 100 localidades de las 23 provincias, cuyos gobiernos acordaron colaborar con la confección del Índice (sólo se negó el de la Ciudad de Buenos Aires). Asimismo, señalaron que su medición incluye los distintos tipos de canastas de las diferentes regiones, y responde a los cambios de consumo efectuados en los últimos años. Su puesta en marcha fue largamente esperada por la sociedad y todo tipo de organismos económicos independientes, que venían desacreditando los informes anteriores. Entre estos últimos, se encontraban diversas universidades nacionales –entre las que se destaca la UBA–, el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) de la CTA y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de Naciones Unidas, los cuales utilizaban en sus informes los cálculos de inflación de las provincias. También el FMI había emitido en febrero de este año una declaración de censura, “solicitando a la Argentina adoptar medidas correctivas para encauzar la calidad de los datos oficiales del PBI y del IPC-GBA”. Fue justamente este último organismo el que en octubre del año pasado dio el visto bueno al diseño del nuevo indicador que debutó la semana pasada.
Estadísticas de ficción. El escritor norteamericano Mark Twain señaló alguna vez que “existen tres tipos de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras, y las estadísticas”. En gran medida, éstas corresponden a una ciencia que como afirma un viejo refrán, “alientan a que la gente lleve armas al avión, porque las estadísticas demuestran que es casi imposible que dos grupos de personas lleven armas”.
Lo cierto es que, tan relativas como lo demuestran estas frases, las estadísticas constituyen un aspecto fundamental para el desarrollo de un país, en la medida en que permiten al sector público efectuar un correcto diseño de políticas públicas, al privado decidir sus alternativas de inversión, y al tercer sector (la sociedad civil) obtener un conocimiento útil para su vida cotidiana y fundamental a la hora de ejercer sus derechos cívicos.
En nuestro país las mediciones entraron en el ojo de la tormenta con la intervención del Indec, realizada por el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a comienzos de 2007. En aquellos momentos, según denunciaron diversos trabajadores del Indec, se produjeron fuertes amedrentamientos y amenazas contra aquellos que no respondieran a la orden de modificar las mediciones previas.
Se trató, además, de una jugada que afectó al Gobierno en general y al organismo en particular, pues las maniobras realizadas sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que alteraron los datos de inflación pero también de pobreza e indigencia, llevaron a una deslegitimación total del Indec frente a la opinión pública, pese a que la mayor parte de sus áreas, entre las que revisten estudios sobre actividad económica, industria, empleo, turismo, entre muchas otras, continuó funcionando con normalidad.
Esta situación, además, fue convenientemente utilizada por algunas consultoras privadas, que ganaron espacios en los medios y el sector empresarial ofreciendo sus servicios, los cuales en muchos casos adolecieron de un estudio riguroso e independiente como el que puede llegar a prestar, por estructura y resguardo legal, un organismo público.
Las razones para manipular este IPC tuvieron que ver con intentar disminuir las expectativas inflacionarias, así como reducir la retribución de los bonos de la deuda que se ajustaban por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) el cual dependía de la inflación. De hecho, se calcula que de haber permanecido el viejo índice, el Estado debería haber erogado por esos bonos alrededor de 30 mil millones de dólares extras. Pero además de convertirse en una pesada carga en materia de confiabilidad del espacio público y privado, estas acciones tuvieron además un correlato en el aspecto económico. Sucede que son varios los analistas que coinciden en señalar que las altas tasas de interés que en los últimos años se exigieron al país –cuyas variables económicas eran sólidas– tuvieron que ver en un aspecto con la desconfianza de los actores económicos a causa de los vacíos estadísticos.
Pero como en otras cuestiones, el Gobierno introdujo también mediante esta situación un necesario e importante debate sobre las ocultas maniobras que actores de la sociedad realizaban bajo un enmascaramiento de técnica neutra. Un comunicado que el Indec difundió a la nueva dirección a mediados del 2009 posibilitó dar luz a muchas maniobras y manipulaciones previas a 2007 –la mayor parte de ellas fácilmente constatables–, exhibiendo que aquella eficiencia, neutralidad e independencia con las que diversos sectores opositores buscaron revestir a este organismo con anterioridad a la intervención, eran, cuanto menos, muy relativas.
De acuerdo con el comunicado oficial de los funcionarios que habían tomado la conducción del Indec (el cual se puede observar enhttp://www.indec.com.ar/comunicado_13_07_09.pdf), en el anterior IPC existían graves errores metodológicos. Entre ellos, se denunciaba que se mantenían en la muestra muchos locales informantes que “no presentaron ni un solo precio por períodos superiores a un año”, por lo que se asignaban valores ficticios, y que en el relevamiento de precios se utilizaban “marcas específicas distintas a las utilizadas en el cálculo habitual del IPC”. También se daba cuenta del hecho de que muchas variaciones de precios no reflejaban la realidad, ya que “no se hacían ajustes por ‘cambios de calidad’”, dando como ejemplo que se podía comparar el costo de un auto base con el de un modelo full, con lo que “las variaciones no responden a cambios de precios, sino de prestaciones”. Se sostenía además que para elaborar las variaciones correspondientes al gasto por servicio doméstico, en lugar de confeccionar una muestra representativa se “homologó un listado de personas con desempeño laboral en el Ministerio de Economía y en el Indec –alguna de ellas con rango de Directora–, incluyendo familiares”, y se agregaron “respuestas de personas que no disponían de servicios de personal doméstico”. También, detallaba la ausencia de actualizaciones, ejemplificando que luego de la Ley de Genéricos no había sido actualizado el listado de medicamentos, y que “no se sustituyeron los destinos turísticos nacionales ni se excluyeron destinos internacionales pese a la salida de la convertibilidad”.
Asimismo, remarcaba que las 818 variedades que medía el IPC- GBA base 1999=100 “fueron seleccionadas en plena etapa de la convertibilidad, reflejando consumos de bienes importados de alta gama” que contenían una variedad que incluía “rosas de Ecuador, la castración del gato, los viajes a Cancún, Miami, Río de Janeiro, whisky importado, y café en grano, entre otros”, todo lo cual no lo hacía representativos de los sectores de bajos recursos.
Pero, además, daba cuenta de diversas irregularidades en el manejo de la información. Entre ellas, citaba una “total falta de resguardo de información confidencial”, pues “podían acceder a la base de datos del Índice personas que no trabajaban en la Dirección del IPC”, y que el resultado del índice semanal que se proporcionaba a las autoridades, “coincidía exactamente con la información semanalmente publicada por un importante diario de esta ciudad”. En este sentido, agregaba que en múltiples oportunidades se había brindado información de carácter confidencial a terceros no integrantes del Sistema Estadístico Nacional, “incluidas consultoras privadas” sin ninguna autorización administrativa.
Por eso, con un dato realista para la inflación de enero de este año, el Ipcnu del Indec parecería dejar atrás su etapa de promiscuidad con el poder económico y mediático, hasta 2006, y con el político, a partir del año siguiente, el cual resultó verdaderamente nocivo para el Gobierno. Pero sólo el tiempo podrá dar la respuesta definitiva.
Consultoras militantes. Durante la presentación del primer guarismo del nuevo IPC, el ministro de Economía, Axel Kicillof, manifestó en relación con las cifras difundidas por algunas consultoras privadas que éstas “tienen un fuerte contenido político, por eso no espero rigor, porque la idea es decir un número (de inflación), y cuanto más alto mejor, y es por eso que esa variación aparece en escalerita temporal”. Más tarde, en declaraciones radiales afirmó que “los índices que miden las consultoras privadas son mentirosos e inconsistentes”.
Posiblemente la generalización no ayude a esclarecer este fenómeno, pero lo cierto es que diversas consultoras privadas, habitualmente citadas a gran espacio por los medios hegemónicos, están lideradas por economistas que poseen cargos o candidaturas políticas en la oposición:
Analytica tiene como uno de sus directores a Ricardo Delgado, quien trabaja junto a Sergio Massa.
LCG es codirigida por Martín Lousteau, diputado por Unen.
M&S Consultores es liderada por Carlos Melconian, quien el año pasado buscó candidatearse a diputado por el PRO.
En otros casos, pueden no surgir tantos conflictos de intereses, pero éstas son conducidas por ex funcionarios que han tenido actividad política en espacios cuyos referentes económicos se encuentran hoy en la oposición:
Abeceb es liderada por Dante Sica, ex secretario de Industria del gobierno de Eduardo Duhalde.
Finsoport es codirigida por Jorge Todesca, ex viceministro de Economía de Eduardo Duhalde.
Orlando J. Ferreres & Asoc. es presidida por el ex viceministro de economía de Carlos Menem.
Estudio Bein & Asociados es dirigida por Miguel Bein, ex viceministro de Economía de Fernando de la Rúa.
A diferencia de la gran mayoría, la consultora de Bein no ha emitido pronósticos fuertemente negativos, por lo que durante estos años de crecimiento económico sus proyecciones se han cumplido mayormente, lo que valió el reconocimiento de pares y políticos. (Para este año su consultora pronosticó una inflación promedio del 33% “que es alta, pero puede ser estable y permitir el desarrollo de una economía razonablemente tranquila”, un dólar estable a $ 9,30, una probable evolución del aumento de salarios en paritarias del 28%, crecimiento de la agricultura y la construcción, y retrocesos en los sectores automotores, de electrónica, y consumo prescindible.) Según afirmó este economista el año pasado “ahora hay muchos economistas que hacen política partidaria, y pierden libertad a la hora de opinar".
Consumo cuidado
Año 7. Edición número 300. Domingo 16 de Febrero de 2014
Por Alejandro Cánepa
politica@miradasalsur.com
Año 7. Edición número 300. Domingo 16 de Febrero de 2014
Por Alejandro Cánepa
politica@miradasalsur.com
Devaluación, aumento de precios, especulaciones, monopolios y oligopolios. Ante estas situaciones, distintas fuentes propician el fortalecimiento de la economía social, nuevos puntos de venta por fuera de los convencionales y controles en las distintas fases de la cadena de producción de un bien.
El acuerdo conocido como “Precios Cuidados” colocó sobre el escenario mayor de la sociedad la siempre opaca cuestión de cómo los distintos actores de la vida productiva y comercial determinan cuánto pagan las personas por lo que consumen, sean lapiceras o aceite de girasol. En un contexto de inflación, el debate sobre cómo se construyen los precios de la economía cotidiana lleva a repensar el poderío de las grandes cadenas de supermercados, la concentración empresarial en diversas zonas de la producción y las intermediaciones que encarecen bienes y servicios. Este entretejido de protagonistas podría alterarse con la profundización de políticas para fortalecer a la “economía social y solidaria” y la multiplicación de ferias, que eliminan pasos intermedios y garantizan precios más justos a productores y consumidores.
Alejandro Rofman, doctor en Ciencias Económicas e integrante de Carta Abierta, asegura: “La política llevada adelante en este último lapso de tiempo parecer ser adecuada, en tanto no impone precios arbitrarios. Quizá el programa de Precios Cuidados podría ser más amplio, pero uno tiene que verlo más como un punto de partida que como uno de llegada”. Sin embargo, el economista señala: “A largo plazo hay que buscar formas de organización y de distribución con niveles de precios adecuados; hay que abrir canales diferenciados de venta”.
La experiencia del Mercado Central y de distintas ferias a lo largo del país, permiten, en muchos casos, precios más accesibles para la población. Claro que, si bien Argentina tiene una larga historia de ferias, el despliegue de las mismas es desparejo geográficamente, y, en los centros urbanos más poblados, no hay demasiadas. Ante ese panorama, el Movimiento Evita, a través de cooperativas, creó dos mercados populares, en Lomas de Zamora y Morón. También el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación impulsa ferias itinerantes, y la Secretaría de Desarrollo Rural, dependiente del Ministerio de Agricultura nacional, estimula este tipo de espacios comerciales en, en especial en comunidades medianas y chicas.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria relevó al menos 144 ferias de la agricultura familiar en todo el territorio argentino, y los resultados muestran un panorama asimétrico. Misiones, por ejemplo, concentra 48 espacios, desde en ciudades grandes como Posadas u Oberá hasta poblaciones como Wanda, San Vicente o Puerto Rico. En Buenos Aires hay apenas 16, en Entre Ríos 4 y en Tucumán solamente 1. En este tipo de ferias, coordinadas en general por cooperativas y en su gran mayoría con apoyos municipales, los productores se encuentran cara a cara con los consumidores, y, en muchos casos, los precios, eliminadas muchas tandas de intermediarios, son menores a los locales tradicionales y a los supermercados. “Es una opción que hay que desarrollar al máximo. Será un trabajo complejo, no muy veloz, pero hay que ir armando redes de productores para saltear esos espacios de intermediación”, indica Rofman.
La politóloga e integrante del Departamento de Cooperativismo del Centro Cultural de la Cooperación, Magdalena Fallacara, que relevó las ferias autogestivas en la ciudad de Buenos Aires, dice: “Lo positivo de estos emprendimientos es que construyen mercados alternativos. Yo cuestiono equiparar ‘capitalismo’ con ‘mercado’, porque la idea de ‘mercado’ es anterior al desarrollo del capitalismo. Y las ferias además implican una noción de encuentro con otras personas, y son alternativas desde el punto de vista que cuestionan el modelo basado en la competencia feroz”.
La presencia de distintas partes entre el productor y el consumidor encarece al bien, y, a la vez, oscurece la posibilidad de entender cuáles aumentos son justificados y cuáles se basan únicamente en la especulación.
Un informa elaborado por la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), detectó, para el caso de la provincia de Mendoza, que el kilo de cebollas se le pagaba al productor 0, 45 centavos y en la góndola el consumidor la compraba a 5 o 6 pesos. La lechuga pasaba de 1,30 pesos a 14 pesos en el supermercado, y la zanahoria de 0,50 centavos a 6 pesos. “Cuando se dan esos aumentos del 300 por ciento de un año a otro en una verdura, no hay ningún justificativo que no sea la especulación”, dice Tato Beamonte, integrante de la Cooperativa de Productores de la Agricultura Familiar y la Economía Social (Coopafes), afincada en Mendoza, y titular de la Federación de Organizaciones Productoras de Alimentos (Fopal).
Marcos Pearson, coordinador del Programa de Economía Social y Solidaria de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Centro (Unicen), señala que en Tandil se realiza una feria una vez por mes, que agrupa a productores familiares, cooperativas y microemprendimientos. “Lo básico que permiten estas ferias es que cada localidad pueda consumir lo que produce por sí misma, algo que influye para el tema precios, al no encarecerse el producto por el transporte. Igualmente, como se apunta a un cambio de paradigma, el precio no es la única variable a tener en cuenta, ya que en estas ferias hay productos de calidad, no hay explotación laboral, se cuida el medio ambiente, las ganancias se reparten en formas democráticas”, afirma. Por su parte, Fallacara asegura que “‘Precios Cuidados’ va más allá del control de precios, y pone en el tapete reproblematizar el rol del consumidor y del acto de consumir”.
Con la devaluación del peso como hecho concreto, es inevitable el aumento de los bienes importados, sea un whisky escocés o un medicamento alemán. Y también sube el costo de compra de aquellos productos externos que no llegan directamente al consumidor, pero que son insumos básicos para distintas industrias, como el gas, el fueloil y los lubricantes. Y a la lista podrían agregarse motores, partes de carrocerías de autos y piezas de celulares y de computadoras, entre muchos otros.
Por otra parte, la concentración del mercado en manos de muy pocos productores también favorece que suban los precios, por fuera de los costos extra causados por la depreciación de la moneda nacional. Por caso, tanto en la elaboración de envases de vidrio como en la fabricación de alimento balanceado, son pocos los actores que se dedican a la producción a gran escala, lo que les permite imponer precios. “En Argentina hay una única fábrica que produce envases de vidrio blanco. El gran mercado de vidrio es para botella de vino. El resto se lo dan a grandes marcas de salsas. A los pequeños productores nos queda comprarles a los revendedores la botella a 3 pesos, que es un precio alto”, ilustra Beamonte, de Coopafes.
Ante ese panorama, una empresa recuperada de Santa Fe, con líneas de Desarrollo Social de la Nación, intenta crear las matrices necesarias para desarrollar estos envases y abrir el mercado a nuevos oferentes.
Por su parte, Alicia González, integrante de la Granja Ecológica La Parcela, dependiente del Centro Ecuménico de Educación Popular (Cedepo), de Florencio Varela, reconoce: “El precio de los envases incide mucho en el precio que le tienen que poner los productores. Y también el del alimento balanceado, que afecta a quienes producen cerdos, conejos y aves”.
Las frutas y las verduras no son los únicos alimentos que se venden en ferias ni que son producidos por las organizaciones sociales. Por caso, en la Feria de Tandil, comenta Pearson, “se venden alimentos pero también productos textiles, artesanías, productos en hierro y accesorios para el hogar”. Por su parte, Beamonte explica que en su organización lograron incorporar valor agregado a sus productos, al instalar fábricas artesanales de salsa de tomate en las mismas chacras de los productores, gracias a un crédito de Desarrollo Social y, aun así, vender la botella con ese ingrediente a la mitad que lo que sale en un supermercado. En el ámbito del faenado de carnes hay más inconvenientes, ya que los productores familiares se quejan de que les exigen reglas equivalentes a las de un gran frigorífico.
Dada la presión del dólar y de los actores empresariales por potenciar su rentabilidad, la posibilidad de multiplicar el apoyo a ferias, sostener la producción de empresas recuperadas y fomentar el comercio justo pueden verse como herramientas necesarias en estos tiempos. Y, por fuera de detergentes, fideos y salchichas, también se puede estimular la producción de medicamentos por el propio Estado. “Hay una ley ya sancionada pero no reglamentada, en ese sentido. Esa norma puede garantizar precios más baratos de los remedios, que no tienen que regirse por los valores de mercado”, dice Rofman. Y el economista, como medida de máxima para aliviar las presiones de la especulación, dice: “Un objetivo podría ser crear una gran empresa comercializadora estatal, que compita con los privados y vaya ocupando espacios. Una empresa que haga llegar bienes y servicios, salteando intermediarios y también haciendo producir cosas a organizaciones sin fines de lucro”.
Inflación versus salarios, una cuestión de tiempos
Año 7. Edición número 300. Domingo 16 de Febrero de 2014
Por Daniel Miguez
politica@miradasalsur.com
El previsible intento de los países desarrollados para que los países emergentes hagan un aporte forzoso para la salida de su crisis financiera –básicamente a través de la fuga de divisas– más las jugadas de los sectores exportadores para que subiera el valor del dólar confluyeron, con este movimiento de pinzas, en una inevitable devaluación, que coronó un proceso inflacionario que ya venían alimentado los formadores de precios.
La nueva realidad dejó atrás los tiempos donde los acuerdos paritarios marchaban sobre ruedas, dando por sobreentendido que cada año iba a consolidarse una mejora del salario real sin afectar la rentabilidad empresarial y sin presionar demasiado sobre la inflación. Ahora los sindicalistas, naturalmente, quieren que la capacidad adquisitiva de los ingresos de sus representados siga creciendo o al menos que no pierda ante la inflación; los empresarios también quieren ganar más y parecen no estar dispuestos a abandonar el criterio de trasladar automáticamente los aumentos salariales a los precios; y el Gobierno tienen por principal objetivo bajar la inflación sin que esto genere un proceso recesivo.
Paritarias a paso lento. Es en este marco que habría que leer lo que pareciera ser una estrategia del Gobierno para demorar la reapertura de las paritarias. Lo aconsejable en estas circunstancias es esperar un tiempo para evaluar las consecuencias de las medidas que está tomando el Gobierno para bajar el índice inflacionario. Sobre todo porque las primeras señales son alentadoras.
Esas señales están dadas por un dólar que tiende a estabilizarse; por una incipiente recuperación de la reservas del Banco Central; por el avance en acciones tendientes restablecer la posibilidad de tomar créditos más accesibles (como el acuerdo con Repsol, la cancelación de la deuda con el Ciadi y, ahora, las gestiones con el Club de París) y al ingreso de divisas para inversiones (como el caso del yacimiento de Vaca Muerta). A eso hay que sumar la pelea que se está dando para acordar precios en distintos rubros, como supermercados, medicamentos, combustible, productos escolares y materiales para la construcción, con un aceptable acompañamiento de la ciudadanía en el control de su cumplimiento y con sanciones fuertes a los que eluden el compromiso que firmaron.
Por todo esto, acordar salarios sin que las aguas se hayan calmado o sin llegar a un pacto de sensatez con sindicalistas y empresarios, sería muy riesgoso.
El nuevo índice de precios. Un importante paso adelante fue la puesta en marcha del nuevo método para medir la variación de precios. Con esto se acaba una controversia que le hizo muy mal al Gobierno y que desde hacía al menos un año no tenía sentido sostener, porque de los 33.000 millones de dólares que aún quedan como deuda a pagar con tasas de interés atadas a la inflación, tres cuartas partes están en manos de la Anses.
El nuevo índice tiene la bendición del FMI, lo que le quita margen para los cuestionamientos a la ortodoxia liberal y a los principales grupo políticos opositores. Esto debería dejar en el olvido el absurdo índice inflacionario que presentaba cada mes un grupo de legisladores en el Congreso, con una mecánica que consistía en tomar el dibujo del Indec y hacer un nuevo dibujo duplicándolo o triplicándolo según los momentos.
El sinceramiento de la inflación arrojó el nuevo índice –el 3,7% en enero–, que es altísimo. Pero era indispensable para empezar a hablar sobre bases ciertas y generar confianza. En él se incluyen los fuertes aumentos de fin de año, pero no los aumentos posteriores a la devaluación del 24 de enero. De esto se desprende que el índice de febrero tampoco bajará mucho. Recién en marzo se podrían verificar los resultados de las medidas tomadas en los últimos tiempos.
La posición de los sindicatos. Cada gremio pareciera estar haciendo equilibrio entre sus alineamientos políticos y la realidad de su sector, con las particularidades de cada caso. Los tres agrupamientos opositores, los que lideran Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, aparecen extrañamente quietos.
Barrionuevo y dirigentes que le responden hacen declaraciones contra el Gobierno, pero deben seguir la estrategia de su referente, Sergio Massa, que es la de no aparecer públicamente en el rol del que no está echando nafta en el fuego. A este sector obviamente le conviene que al Gobierno le vaya mal para acrecentar sus chances electorales en 2015, pero como las encuestas lo siguen favoreciendo, cualquier acción que lo ubique claramente a favor del “mal”, sería contraproducente para su cercanía con el amplio sector “bien pensante” de la clase media que lo apoya.
Por su parte Moyano, luego de la frustrante experiencia en la filas del liberalismo en las últimas elecciones, todavía no encontró donde recalar. Aunque sigue insistiendo con el mismo sector –hace pocos días hizo con acto con Macri en la Sociedad Rural–, posiblemente guarda la secreta esperanza de que el gobernador Daniel Scioli le abra una puerta en el futuro. Si fuese así tampoco estaría en condiciones de crear malas condiciones para alguien que va a ser uno de los principales candidatos del kirchnerismo en 2015.
En cuanto a Micheli, el que tiene menos poder de los tres por su pequeño universo de representatividad, busca reeditar su alianza con Moyano, que por ahora se le niega.
Los otros dos sectores, la CGT que comanda Antonio Caló –y el que tiene más sindicatos y afiliados en su seno– y la CTA liderada por Hugo Yaski, siguen estando cerca del Gobierno, pero las paritarias inevitablemente generan roces.
El Gobierno se reunió con ambos en un mismo día. Poco después, el martes pasado, Cristina volvió a hacerlo con la CGT de Caló. En todas las reuniones se habló de lo mismo. El Gobierno les planteó su visión del panorama actual y del futuro. Les habló de una coyuntura problemática pero de un porvenir cercano más ventajoso. En pocas palabras, los exhortó a resignar un poco de salario ahora para recuperarlo después. Lo contrario sería volver a alentar el proceso inflacionario contra el que está luchando. Y en suma, les pidió compromiso. En el medio, los sindicalistas plantearon los problemas de las obras sociales, que se verían alivianados si el Estado paga parte de la deuda que tiene con ellas. Es muy probable que el Gobierno haga ese esfuerzo.
Los docentes, primero. Como siempre, el primer sector en abordar las paritarias es de los sindicatos docentes, que buscan tener sellado el aumento salarial antes del comienzo de clases. Aunque la realidad del sector es sólo asimilable en parte a los empleados estatales, pero muy diferente a la de los gremios industriales o de servicios, su acuerdo salarial genera expectativas como un puntapié inicial. Y por ahora, el acuerdo está trabado.
Las charlas venían bien encaminadas a principios de diciembre, hasta que el aumento bajo extorsión a las policías de varias provincias modificó el escenario. El argumento era que los maestros planteaban a sus dirigentes que no querían ganar menos que un policía. Aun así el diálogo nunca se interrumpió y a principios de enero volvieron a acercarse en las posiciones. Pero otra vez surgió un obstáculo: las movidas financieras para desestabilizar al Gobierno que terminaron con la concesión de una devaluación. Así, nuevamente, los números de unos y otros se alejaron.
Dentro de 17 días, el 5 de marzo, deberían comenzar las clases en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal. En otras provincias sólo restan ocho días, ya que arrancan el 24 de febrero, según el cronograma inicial que habían acordado los 24 distritos. Aún contra reloj, hay un pequeño margen para llegar a algún acuerdo, pero tal como están las posiciones al día de hoy, es altamente factible que los gremios docentes llamen a un paro y que las clases no comiencen.
Fuente:MiradasalSur






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