Salta
Tartagal
Fue construido hace 4 años y está abandonado
Aborígenes piden la apertura del Hospital de las Madres
Cuenta con servicios materno infantil, odontológico, ginecológico y salas para internación.
Tartagal
Fue construido hace 4 años y está abandonado
Aborígenes piden la apertura del Hospital de las Madres
Cuenta con servicios materno infantil, odontológico, ginecológico y salas para internación.
Cristana Carrazan
Mientras a nivel nacional el jefe de gabinete Jorge Capitanich intenta hacerle frente al informe de la Auditoría General de la Nación que dio a conocer las irregularidades cometidas con los recursos que administraba la fundación que preside Hebe de Bonafini, y el sobreprecio en viviendas construidas en diferentes puntos del país, en el norte de la provincia de Salta las comunidades aborígenes piden la puesta en funcionamiento del pequeño hospital que Madres de Plaza de Mayo construyó en Tartagal y que se encuentra totalmente abandonado desde hace cuatro años.
El hospital está ubicado 4 kilómetros al este de la ruta nacional 34, a la vera de la nacional 86 y en medio de una decena de comunidades wichis de Tartagal. En ese lugar hace un par de años se produjo el deceso de varios niños de corta edad, afectados en la mayoría de los casos por la desnutrición crónica. Las altas temperaturas durante el verano, la falta de agua segura para el consumo y las patologías de origen hídrico hicieron estragos en esas comunidades donde los desnutridos no son solo los niños sino también muchas madres que dan a luz desde temprana edad.
En esta oportunidad varias mujeres caciques de las comunidades aborígenes que residen en esa zona volvieron a pedir la puesta en funcionamiento del pequeño hospital. Evitar las interminables filas para conseguir un turno en el hospital Juan Domingo Perón, que por primera vez los pacientes tengan una historia clínica y que ante una emergencia cuenten con una ambulancia cerca son por ahora solo anhelo de estos pobladores norteños que ven de qué manera, hace largos 4 años, una estructura totalmente equipada está prácticamente abandonada.
Alejandra Morales (Comunidad Lapacho II) y Francisca Sarmiento (Comunidad Sarmiento) son algunas de las mujeres que impulsan la puesta en funcionamiento de este hospital.
“Por lo que nosotros sabemos el hospital está bien equipado y lo único que le falta son médicos y enfermeros. Si nosotros tenemos que ir al hospital Perón tenemos que ir un día antes; si hay una urgencia la ambulancia puede demorar una hora, si es que viene. Ya les hemos pedido muchas veces a las autoridades que pongan en funcionamiento este hospital porque aquí las comunidades son por lo menos 10 y está a un paso nuestro”, consideró Francisca Sarmiento.
Alejandra Morales, por su parte, explicó que “hace cuatro años que ese hospital está abandonado. Cuando comenzaron a construirlo creímos que por fin íbamos a tener pediatras, clínicos, un ginecólogo y un dentista, que es lo que más se necesita. Es una lástima que después de tanto tiempo siga sin ser utilizado con las necesidades que tenemos no solo los aborígenes, sino tantos criollos que viven cerquita del hospital”.
Propuestas que no fueron escuchadas
En agosto del año 2010 la Fundación Madres de Plaza de Mayo concluyó en Tartagal la primera etapa del programa Sueños Compartidos que comprendía, además del pequeño hospital, la construcción de 300 viviendas de rápida ejecución y un centro de recreación. El proyecto se había iniciado en abril de 2009, dos meses después del alud que azotó Tartagal.
Antes de concluido ese año estaba listo y equipado. Fue el exapoderado de la Fundación, Sergio Schoklender, quien compró 20 hectáreas que circundan el hospital para levantar allí el complejo. Como la Fundación adeudaba la mitad del predio de 20 hectáreas, devolvió a su propietario original 10 hectáreas, quedando el resto para la Fundación.
El 28 de marzo del año 2012 el juez federal Norberto Oyarbide realizó una inspección en el lugar y tomó declaraciones testimoniales a vecinos del hospital, en el marco de la causa en la que los hermanos Schoklender se encuentran imputados por el irregular manejo de los fondos, por lo que las 300 viviendas ni siquiera comenzaron a construirse y todo quedó en el hospital. Paralelamente, varios legisladores del norte provincial pidieron que el Gobierno de la Provincia expropiara o pidiera en comodato el hospital.
Legisladores de los departamentos San Martín y Rivadavia, que el año pasado participaron de una mesa de trabajo convocada por la asesora general de Incapaces de la Provincia de Salta, Mirta Lapad; la ministra de Derechos Humanos, María Pace, y el ex ministro de Salud Enrique Heredia reiteraron el pedido, pero no fueron escuchados.
Otros legisladores sugirieron que el lugar sea utilizado para el funcionamiento del centro de tratamiento de adicciones Puente Norte, donde se destinan los jóvenes de los departamentos San Martín y Rivadavia para tratamientos tanto ambulatorios como de internación, pero ninguna de las propuestas fueron escuchadas.
Fuente:ElTribuno
En esta oportunidad varias mujeres caciques de las comunidades aborígenes que residen en esa zona volvieron a pedir la puesta en funcionamiento del pequeño hospital. Evitar las interminables filas para conseguir un turno en el hospital Juan Domingo Perón, que por primera vez los pacientes tengan una historia clínica y que ante una emergencia cuenten con una ambulancia cerca son por ahora solo anhelo de estos pobladores norteños que ven de qué manera, hace largos 4 años, una estructura totalmente equipada está prácticamente abandonada.
Alejandra Morales (Comunidad Lapacho II) y Francisca Sarmiento (Comunidad Sarmiento) son algunas de las mujeres que impulsan la puesta en funcionamiento de este hospital.
“Por lo que nosotros sabemos el hospital está bien equipado y lo único que le falta son médicos y enfermeros. Si nosotros tenemos que ir al hospital Perón tenemos que ir un día antes; si hay una urgencia la ambulancia puede demorar una hora, si es que viene. Ya les hemos pedido muchas veces a las autoridades que pongan en funcionamiento este hospital porque aquí las comunidades son por lo menos 10 y está a un paso nuestro”, consideró Francisca Sarmiento.
Alejandra Morales, por su parte, explicó que “hace cuatro años que ese hospital está abandonado. Cuando comenzaron a construirlo creímos que por fin íbamos a tener pediatras, clínicos, un ginecólogo y un dentista, que es lo que más se necesita. Es una lástima que después de tanto tiempo siga sin ser utilizado con las necesidades que tenemos no solo los aborígenes, sino tantos criollos que viven cerquita del hospital”.
Propuestas que no fueron escuchadas
En agosto del año 2010 la Fundación Madres de Plaza de Mayo concluyó en Tartagal la primera etapa del programa Sueños Compartidos que comprendía, además del pequeño hospital, la construcción de 300 viviendas de rápida ejecución y un centro de recreación. El proyecto se había iniciado en abril de 2009, dos meses después del alud que azotó Tartagal.
Antes de concluido ese año estaba listo y equipado. Fue el exapoderado de la Fundación, Sergio Schoklender, quien compró 20 hectáreas que circundan el hospital para levantar allí el complejo. Como la Fundación adeudaba la mitad del predio de 20 hectáreas, devolvió a su propietario original 10 hectáreas, quedando el resto para la Fundación.
El 28 de marzo del año 2012 el juez federal Norberto Oyarbide realizó una inspección en el lugar y tomó declaraciones testimoniales a vecinos del hospital, en el marco de la causa en la que los hermanos Schoklender se encuentran imputados por el irregular manejo de los fondos, por lo que las 300 viviendas ni siquiera comenzaron a construirse y todo quedó en el hospital. Paralelamente, varios legisladores del norte provincial pidieron que el Gobierno de la Provincia expropiara o pidiera en comodato el hospital.
Legisladores de los departamentos San Martín y Rivadavia, que el año pasado participaron de una mesa de trabajo convocada por la asesora general de Incapaces de la Provincia de Salta, Mirta Lapad; la ministra de Derechos Humanos, María Pace, y el ex ministro de Salud Enrique Heredia reiteraron el pedido, pero no fueron escuchados.
Otros legisladores sugirieron que el lugar sea utilizado para el funcionamiento del centro de tratamiento de adicciones Puente Norte, donde se destinan los jóvenes de los departamentos San Martín y Rivadavia para tratamientos tanto ambulatorios como de internación, pero ninguna de las propuestas fueron escuchadas.
Fuente:ElTribuno
Esperemos que pronto realicen la apertura, es realmente urgente y necesario que sucedan.
ResponderEliminarSaludos