11 de febrero de 2011

MENDOZA: COMENZÓ EL JURY AL CAMARISTA MIRET-UN JUEZ QUE ELABORA DEFENSAS A SU MEDIDA.

EMPEZO EL JURY AL SUSPENDIDO CAMARISTA DE MENDOZA LUIS MIRET POR SU ACTUACION EN LA DICTADURA
Un juez que elabora defensas a su medida
En la primera jornada del juicio político por “su actitud colaboracionista con delitos de lesa humanidad”, el camarista mendocino dijo que “no omitió investigar” sino que “postergó prudentemente” hacerlo. Está acusado por no denunciar torturas.

El juez Luis Miret presentó su renuncia luego de ser suspendido, pero no le fue aceptada.Imagen: Luciana Granovsky

El juez Luis Miret está dispuesto a dar pelea. “Pese a la perplejidad que me produce que todos los estamentos del Consejo de la Magistratura votaron en mi contra y a quienes me dicen ‘lo tuyo es indefendible’, incluidos ex amigos de los cursillos de la cristiandad”, según confesó ayer, el suspendido juez de la Cámara Federal de Mendoza acusado por su “actitud colaboracionista con delitos de lesa humanidad” se explayó durante la primera audiencia de su juicio político sobre el “turbio contexto” de 1975, aseguró que rechazó una oferta para ser juez federal titular porque no quería ser “un juez impotente”, que prefirió “liberar a los presos” como defensor oficial y que después les aconsejaba: “Hacete humo, andate del país”. Sobre la acusación de no actuar frente a denuncias de torturas y violaciones en el Departamento de Informaciones (D2) de la policía de Mendoza explicó que “no omití investigar: postergué prudentemente las investigaciones en procura de reunir más elementos de juicios”.

La audiencia comenzó con la lectura de la acusación y de las “justificaciones” del juez por parte del consejero Hernán Ordiales, representante del Poder Ejecutivo. Los primeros cargos son por omitir investigar y/o denunciar torturas a un grupo de personas detenidos en el D2 en agosto de 1975. Ordiales destacó el caso de Luz Faingold, de 17 años, violada durante su cautiverio en el D2, que dependía del brigadier Julio Santuchione. Sostuvo que Miret admitió los hechos y que su condición de subrogante no atenuaba su responsabilidad. Rechazó la posible prescripción por tratarse de “un proceso de naturaleza política” y explicó que la propia Corte Suprema admitió la imprescriptibilidad de delitos cometidos al amparo del Estado antes del golpe de 1976. “El argumento de que no hubo omisión de denuncia sino demora” en investigar las torturas “no resiste el menor análisis”, dijo.

El cuarto cargo, por mal desempeño, es por no excusarse de intervenir en el Juicio por la Verdad pese a su amistad con un ex jefe militar, el general Juan Pablo Saa. El consejero acusador recordó que Miret sí se había excusado en 1987, cuando admitió la relación con Saa, y sugirió que “la amistad no varía según la entidad del proceso”. El último cargo es por archivar en 1987 un expediente en el que debía investigar la identidad de la hija de una pareja de desaparecidos, delito no amparado por las leyes de impunidad. “Miret invocó una carta manuscrita en la que Laura Terrera le dice a su padre ‘estamos bien y retornamos en los próximos días’. Para el juez fue prueba suficiente de que no estaban secuestrados”, explicó, y destacó que debieron pasar veinte años hasta que Celina Manrique Terrera logró conocer su identidad. Ordiales calificó los descargos de Miret como “meras excusas sin sustento, más propias de un lego que de un magistrado”.

Tras la acusación se inició la defensa, primero a cargo del abogado Jorge Luis Falco, luego del propio Miret. Falco repasó la carrera judicial de su cliente, destacó que en agosto de 1975 era defensor oficial y “es falaz decir que actuó como juez” porque “todos sabemos la solvencia que debe tener un magistrado” (sic). Pidió contextualizar las omisiones de denuncia en “las turbulencias de 1975 y los atentados de la extrema derecha y la extrema izquierda”. El archivo de la causa para investigar el destino de una hija de desaparecidos fue para Falco “un error absolutamente subsanable” con sólo desarchivarla. Sobre las violaciones en el D2, destacó que el novio de la víctima la escuchó gritar que “dejaran de ultrajarla” y justificó la actuación de Miret en “la amplitud del concepto: ultrajada tiene muchas acepciones”, dijo.

Antes de iniciar su exposición, Miret pidió un cuarto intermedio y fumó un cigarrillo. Sus primeras palabras fueron para el ex consejero Héctor Masquelet, mentor de la acusación. “Excelente trabajo técnico” pero “con falacias y exageraciones”, dijo. “Fui defensor de los derechos humanos antes, durante y después del proceso”, advirtió, en referencia a la última dictadura. “Soy inocente, estoy tranquilo con mi conciencia”, aseguró. Aclaró en tercera persona que “Miret está dispuesto a responder pero necesita ser escuchado”. “Llegó la hora de la tolerancia. Si me escuchan verán que no fui ni soy su enemigo”, abundó. Dijo que “Mendoza tiene al mejor equipo de defensores de derechos humanos del país” y que “no se equivocaron en los ideales pero sí en la persona que han atacado”.

Ante la primera pregunta se explayó cuarenta minutos. Recordó “el clima enrarecido” de 1975 y destacó que “no había un plan sistemático sino un loco de la guerra” que “azotaba a prostitutas, travestis y zurdos”, en referencia a Santuchione. Sobre los detenidos de agosto de 1975, pidió que se considerara que “fue el primer grupo en Mendoza al que se adjudicó ser subversivos”. “Luego supe que eran aprendices, aunque tenían armas y panfletos”, dijo. Para justificar su actuación destacó que hablaba en privado con los abogados de los presos, que “ninguno denunció apremios ilegales” y que él mismo les sugirió: “No seamos imprudentes porque la van a pasar peor”.
Fuente:Pagina12


Miret: "Se quiere hacer de mí un monstruo"
El camarista federal criticó la investigación que lo puso a un paso de la destitución. Ayer comenzaron las audiencias en Buenos Aires.
Edición Impresa: viernes, 11 de febrero de 2011
Mario Fiore - Corresponsalía Buenos Aires
"Está instalado en la opinión pública como inapelable que merezco la destitución", dijo ayer el camarista federal mendocino Luis Francisco Miret, quien desde setiembre está suspendido por el Consejo de la Magistratura y ayer atravesó en Buenos Aires la primera jornada de su juicio político. El veredicto del tribunal será antes del 16 de marzo y las audiencias terminarán el 21 de febrero.

Miret está acusado de incumplimiento de sus deberes de funcionario público y posible comisión de delitos a raíz de denuncias que los organismos de Derechos Humanos y el Gobierno provincial radicaron ante el Consejo de la Magistratura.

Los principales hechos que se le imputan a Miret ocurrieron entre agosto y setiembre de 1975 cuando éste era defensor oficial y estaba subrogando el Juzgado Federal número 1. En ese momento, la Policía que conducía Julio Santuccione detuvo a varios activistas políticos y varios de ellos sufrieron torturas, entre estos una joven de 16 años, Luz Faingold, quien fue violada en el D2 (Faingold declarará el martes).

A Miret se lo acusa de haber omitido los delitos y no investigar. Ayer, dijo que intentó "preservar" a las víctimas de futuros escarmientos policiales y por eso esperó a reunir más elementos.

La acusación también le recrimina a Miret no haber investigado la sustracción de una menor de 8 meses, Rebeca Manrique Terreda, y lo denuncian por no haberse apartado de una causa contra el general fallecido Juan Pablo Saá, pese a ser amigos.

"Acá se está cometiendo un error garrafal de acusarme, por haber sido juez durante la dictadura, de haber sido cómplice de torturadores. Se está usando la justa indignación de las víctimas del terrorismo de Estado para hacer de mí un monstruo", adujo y aseguró que los hechos acaecidos en 1975 fueron durante un período democrático y que entonces no había un plan sistemático de exterminio y, por lo tanto, estarían prescriptos.

En la sala de audiencias se hicieron presentes el ministro de Gobierno de Mendoza, Mario Adaro, y la subsecretaria de Derechos Humanos, María José Ubaldini (quien hoy declarará como testigo). "Miret y su compañero Otilio Romano deberán pasar por los tribunales penales de Mendoza en breve", dijo Adaro, una vez que sean echados de la Justicia.

Es que en el Consejo de la Magistratura se espera que para mitad de este año Romano enfrente a su jurado de enjuiciamiento y corra con la misma suerte que el propio Miret dijo ayer saber que tiene por delante: la destitución.
Fuente:LosAndes


11 de Febrero
ARRANCÓ EL JURY EN SU CONTRA
Pidieron formalmente la remoción del juez Miret
Está acusado de omitir investigar 31 hechos durante la dictadura. No declaró, pero su abogado dijo que las denuncias “son una falacia”
Por ALEJANDRA MOLINA
Permitir la violación de una menor detenida bajo su tutela en 1975. Archivar la denuncia por la sustracción de la bebé Rebeca Manrique Terrero, demorando veinte años la recuperación de su identidad en 1977. Archivar una denuncia contra el ex jefe militar Luciano Benjamín Menéndez en 1987 y hacer desaparecer pruebas incriminatorias contra el general Juan Bautista Saá por ser su amigo, en vez de declinar intervenir. Estas son algunas de las graves acusaciones con las que cuenta el Jury para remover al camarista federal mendocino Luis Francisco Miret.

En total son 31 las denuncias por omisión de justicia cometidas no sólo en dictadura, sino también en plena democracia. Así, el tribunal presidido por el juez Carlos Bossi, secundado por su colega Alejandro Tazza, los senadores Eric Calcagno y José Manuel Cano, los diputados Jorge Landau y Daniel Katz y la abogada Verónica Pedrotti, tendrá aproximadamente diez días para comprobar si las acusaciones contra Miret son veraces y decidir su remoción.

Esta condena fue pedida durante los primeros minutos del debate por Hernán Ordiales, miembro del Consejo de la Magistratura, quien le endilgo a Miret mal desempeño y prevaricato por los cinco cargos formalizados. Durante la primera jornada sólo se procedió a la lectura de las acusaciones, y el camarista suspendido se abstuvo de hablar. Sólo su abogado defensor, Luis Falco, calificó como “una falacia” las acusaciones y resaltó que el paso de 35 años desde los hechos constituía una “restricción a su posibilidad de defensa”.

Durante el proceso se espera que declaren más de 30 testigos, explicaron fuentes del juicio político. El primer testigo que declarará será Luz Faingold, el martes 15, quien habría sido torturada y violada en un episodio “tolerado” por Miret, y luego lo hará Luz Casenave, madre de Faingold.
Fuente:ElSolDiario                                                           

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