Amelong dijo que los médicos del IPP saben quién retiró los bebés
Uno de los acusados por el robo de los hijos de Raquel Negro durante la última dictadura cívico militar amplió su indagatoria. Acusó a los profesionales del Instituto Privado de Pediatría de saber sobre el destino del mellizo varón. El Tribunal citó a declaración testimonial al hijo del ex militar Paul Navone, Pablo Martín Navone, pero no declarará porque viajó a España.
Fuente: Foto: UNO/Diego Arias.
El represor Juan Amelong, uno de los acusados de la sustracción y sustitución de identidad de los bebés mellizos de la desaparecida Raquel Negro durante la última dictadura cívico militar, amplió este martes su indagatoria durante la 15ª jornada del juicio por la causa Hospital Militar.
“Si hay alguien que sabe qué paso con el bebé varón son los médicos del Instituto Privado de Pediatría. Los tres que declararon acá fueron objeto de severas advertencias por su reticencia. No vi que se les haya formado una causa por falso testimonio”, sostuvo el militar.
“Quienes saben a quién les entregaron las criaturas, no cabe ninguna duda que son los tres doctores que declararon acá. Especialmente el doctor (Miguel) Torrealday”, afirmó el acusado. Los otros dos médicos son David Vainstub y Ángel Schroeder.
Además agregó: “Pudimos ver en el IPP (durante la inspección ocular) que en un espacio del 50% de esta sala no vieron a los bebes, no vieron los carteles (por los rótulos en las cunas), no saben quién los retiró. ¿Vio las cunas, vio las incubadoras y no vio lo que había adentro? ¡Por favor!”.
El acusado aseguró que siempre estuvo destinado en el área de logística y que su especialidad era el mantenimiento de automotores.
"En 1980 es la primera vez que hago un curso de inteligencia. Hasta ese año mis actividades estuvieron absolutamente relacionadas con cuestiones mecánicas", sostuvo.
De ese modo, Amelong trata de desvincularse del robo de los hijos de la detenida desaparecida Raquel Negro, quien dio a luz a mellizos en el Hospital Militar de Paraná en 1978. Uno de ellos, Sabrina Gullino, recuperó su identidad en 2008, mientras que su hermano varón sigue siendo buscado.
Además, el Tribunal llamó a declarar a Pablo Martín Navone, hijo del militar Paul Navone, ya que en recientes manifestaciones periodísticas dijo que su padre, antes de suicidarse en febrero de 2008, le contó que Amelong y Walter Pagano -otro de los imputados- se llevaron a la nena y la dejaron en la puerta de un orfanato. Pero el joven no va a declarar porque se constató que viajó ayer a España y regresa recién el 28 de octubre.
Este martes, en tanto, declaró uno de los periodistas que hicieron la nota publicada en El Diario, Juan Cruz Varela (el otro fue Jorge Riani). Varela ratificó lo publicado, en el sentido de que el hijo de Navone dijo que su padre le contó que el hijo varón de Raquel Negro falleció en el parto y que a la niña se la llevaron los acusados. Además indicó que su padre se desempeñaba en Paraná como integrante del Destacamento de Inteligencia 122 de Santa Fe y una de sus funciones fue recibir a Negro y coordinar su estadía en el Hospital Militar de Paraná.
"Me pareció que Pablo Navone tenía la necesidad de decir algunas cosas, de limpiar el nombre de su padre, por eso él refiere que no tenía ningún tipo de responsabilidad más que lo que le ordenaban, porque en ese momento tenía 27 años y no decidía cosas sino que cumplía órdenes. En ese marco me resultaba creíble lo que decía, pero no puedo valorar si lo que le dijo su padre es verdadero o no", dijo Varela.
La audiencia finalizó con la cuarta declaración del imputado Pascual Guerrieri, quien insistió con su teoría de que las Fuerzas Armadas actuaron en el marco de una guerra y pretendió desacreditar algunos testigos propuestos por la querella. Los alegatos de las querellas y los fiscales fueron pospuestos hasta este miércoles a partir de las 9.
Las penas
El juicio por la causa Hospital Militar tiene por finalidad determinar las responsabilidades penales por el robo y la supresión de identidad de los hijos mellizos de los detenidos-desparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en el nosocomio castrense paranaense entre febrero y marzo de 1978. Sabrina Gullino, uno de esos hijos, fue encontrada a fines de 2008 y se le restituyó su identidad biológica.
Uno de delitos investigados es el que está previsto en el artículo 139 inciso 2º del Código Penal, que prevé que se impondrá prisión de dos a seis años “al que, por un acto cualquiera, hiciere incierto, alterare o suprimiere la identidad de un menor de 10 años, y el que lo retuviere u ocultare”. El 139 bis establece que será reprimido con reclusión o prisión de 3 a 10 años “el que facilitare, promoviere o de cualquier modo intermediare en la perpetración de los delitos comprendidos en este Capítulo (Supresión y suposición del estado civil y de la Identidad), haya mediado o no precio o promesa remuneratoria o ejercido amenaza o abuso de autoridad”.
El otro delito está descripto en el artículo 146, que prescribe: “Será reprimido con prisión o reclusión de 5 a 15 años, el que sustrajere a un menor de 10 años del poder de sus padres, tutor o persona encargada de él, y el que lo retuviere u ocultare”. Además el 147 indica que “en la misma pena incurrirá el que, hallándose encargado de la persona de un menor de diez años, no lo presentara a los padres o guardadores que lo solicitaren o no diere razón satisfactoria de su desaparición”.
Por estos crímenes, cometidos en el marco del plan sistemático de represión ilegal que tuvo vigencia en el país entre 1976 y1983, son juzgados los militares de Inteligencia Juan Daniel Amelong, Pascual Oscar Guerrieri, Marino Héctor González y Jorge Alberto Fariña; el agente civil de Inteligencia Walter Salvador Dionisio Pagano y el médico militar Juan Antonio Zaccaría.
Fuente:DiarioUnoEntreRios
04/10/2011
También declaró el periodista que entrevistó al hijo de Paul Navone
Con nuevas indagatorias de Amelong y Guerrieri, se reanudó el juicio por robo de bebés en Paraná
Fariña y Guerrieri participaron de las inspecciones oculares, que cerraron la etapa de producción de prueba.
Sin sorpresas, los represores Juan Amelong y Pascual Guerrieri volvieron a hacer uso del derecho a declarar, a fin de ratificar los conceptos que esbozaron a lo largo del juicio por el funcionamiento de una maternidad clandestina en el Hospital Militar de Paraná. Así, en su extensa indagatoria, Amelong insistió en desvincularse de los hechos y reclamó que se investigue a los propietarios del Instituto Privado de Pediatría (IPP) respecto del destino del hermano mellizo de Sabrina Gullino. El imputado abundó en detalles que no hacen a la causa, y buscó desacreditar a algunos testigos claves. Mientras que Guerrieri volvió sobre los fundamentos de lo que llamó “guerra revolucionaria”, para justificar el genocidio que tuvo lugar en Argentina entre 1976 y 1983. Por otra parte, brindó testimonio un periodista que entrevistó a Pablo Martín Navone -hijo del ex jefe del Destacamento de Inteligencia 122 Paul Navone-, y quien no podrá comparecer porque viajó a España. Para este miércoles se prevé el inicio de los alegatos.
Por Betiana Spadillero Gaioli
Este martes se reanudó el juicio por sustracción y sustitución de identidad, que se sigue en el Tribunal Oral en lo Criminal de Paraná. El debate había pasado a un receso tras el cierre de la etapa probatoria, que incluyó unas 40 testimoniales y las inspecciones oculares al nosocomio castrense y el IPP.
Al inicio de la audiencia, el abogado querellante Álvaro Piérola pidió la declaración de Pablo Martín Navone. La solicitud se basó en la entrevista publicada en un matutino local al hijo del ex jefe del Destacamento de Inteligencia 122, no obstante éste viajó a España y regresará el 28 de octubre.
Por otra parte, se ingresó la prueba documental, incluida la declaración en instrucción del socio del Instituto de Pediatría Eduardo Rossi. Una vez finalizada esta instancia, se fijó el comienzo de los alegatos para este miércoles a las 9, siendo las querellas las encargadas de inaugurar la jornada.
Son juzgados por crímenes de lesa humanidad los militares de Inteligencia Juan Daniel Amelong, Pascual Oscar Guerrieri, Marino Héctor González y Jorge Alberto Fariña; el agente civil de Inteligencia Walter Salvador Dionisio Pagano y el médico militar Juan Antonio Zaccaría.
Amelong pidió que se investigue a los médicos del IPP
El imputado realizó un repaso pormenorizado sobre sus funciones en el Ejército, desde que cursó en el Colegio Militar. El detalle fue a los fines de determinar que a lo largo de su carrera estuvo destinado “muchísimas veces en el Área de Logística”. Puntualmente, indicó que en 1977 fue “comisionado al Destacamento de Inteligencia 121”, donde aseguró que su actividad estaba vinculada al mantenimiento de los equipos.
En esa línea, apuntó: “En el ‘80 es la primera vez que hago un curso de Inteligencia. Es decir que mis actividades antes de esa fecha estuvieron absolutamente relacionadas con cuestiones mecánicas”.
Asimismo, sostuvo que entre “el 15 de febrero del ‘78 y 15 de marzo de ese año” estuvo de licencia. Incluso remarcó que en esa oportunidad viajó al exterior, pero que la persona que lo acompañó falleció y no puede certificar su afirmación.
Más adelante, refirió a los destinos que le fueron asignados, como Mendoza, La Rioja, Zárate, y sus intentos por participar en la guerra en las Islas Malvinas. También subrayó su disposición para comparecer ante la Justicia.
Como se estimaba, el represor abundó en precisiones que no hacen a los hechos que se investigan en la causa. Aludió a sus hobbies, intereses personales e incluso exhibió fotografías que no aportaron dato alguno.
De la misma manera, volvió sobre los argumentos esbozados en el juicio oral y público realizado en Rosario. Al respecto, reiteró que según documentación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) el predio donde funcionó el centro clandestino La Intermedia (y donde asesinaron a los detenidos políticos que fueron trasladados desde la Quinta de Funes) estaba “rentado en el ‘78”.
En una segunda parte de su ampliación, Amelong destacó que “en la instrucción se han dividido los hechos en tres momentos fácticos”, los cuales desmenuzó. “Un primer hecho es la detención y muerte de Raquel Negro, que ya fue juzgada en la causa de Rosario, por ende no me voy a explayar al respecto. Luego está el traslado y alumbramiento de los mellizos. Si las fechas que figuran en la causa son ciertas, en esa época yo estaba de licencia y no cumplía funciones en Paraná”, detalló.
Respecto del tercer momento, se extendió sobre las manifestaciones de Eduardo Tucu Costanzo: “No voy a hacer una valoración de sus dichos, pero quiero remarcar hechos sucedidos durante el proceso que se me siguió en Rosario y acá”, explicó. En ese sentido, resaltó que el represor “no tiene cómo comprobar sus dichos, porque son de un tercero que los niega”, y se abocó a señalar las “contradicciones” del deponente, cuetsionando su veracidad.
También ratificó que Costanzo tiene una “gran animosidad” hacia su persona, tras lo cual insistió sobre las presuntas amenazas del militar. En relación a la denuncia por los vuelos de la muerte, dio explicaciones técnicas para sostener la imposibilidad del testimonio.
Posteriormente, aludió a las declaraciones de Jaime Dri y Miguel Bonasso. El acusado de delitos de lesa humanidad buscó desprestigiar al ex detenido político: “Lo que queda claro es que el discurso de héroe referido a (Edgar Tulio) Valenzuela y a Dri está desmentido por los copartícipes de la organización terrorista Montoneros”, asentó. A su vez, citó el libro Recuerdo de la muerte, enfatizando que se trata de un relato novelado, que “muestra pero no demuestra”, por lo que desestimó los relatos reproducidos en la obra del periodista.
Finalmente, evaluó que “si hay alguien que sabe el destino de esa criatura (el hermano mellizo de Sabrina Gullino), de no haber fallecido, son los médicos del Instituto de Pediatría”. Y acotó: “A uno de ellos no lo pudimos oír, pero a los otros tres se les marcó su notable reticencia y espero que se sigan causas al respecto. No saben dar explicaciones sobre lo que vieron esos días, pero por favor, como puede pasar eso”.
Las partes prefirieron no realizar preguntas al represor.
Un periodista aludió al diálogo con el hijo de Navone
Luego de un cuarto intermedio, Juan Cruz Varela refirió a la entrevista publicada en El Diario a Pablo Martín Navone. “Nos parecía de interés periodístico el testimonio de alguien que debería estar en el banquillo de los acusados, pero como se había matado no estaba presente. Entonces tomamos contacto con el hijo y una vez que accedió, coordinamos las condiciones del encuentro”, relató.
Enseguida, apuntó: “Su padre conocía que podría ser involucrado en la causa y empiezan a tener diálogo sobre lo que había sido su accionar. En ese momento, le refiere que como integrante del Destacamento de Inteligencia estaba cumpliendo funciones en Paraná, y que le asignaron recibir a Raquel Negro”. En cuanto al parto de la detenida-desaparecida, indicó que el entrevistado supo que “el varón había nacido muerto y que a la nena se la habían llevado Amelong y Pagano, y que la habían llevado a un orfanato en Rosario”.
Consultado por el fiscal José Ignacio Candioti sobre las condiciones de la entrevista, el deponente aclaró que no fue grabada y que se realizó antes de que el hijo del militar viajara a España. También expresó que Navone “estaba al tanto del desarrollo de la causa y refirió específicamente a la declaración de Costanzo”.
Otra vez declaró Guerrieri
El imputado reafirmó que “todo esto que pasó estuvo en el contexto de una guerra revolucionaria que tuvo lugar en el continente”, en referencia al terrorismo de Estado. A fin de justificar esa afirmación leyó párrafos del libro Nadie fue de Juan Bautista Yofre, y volvió sobre los conceptos delineados en indagatorias anteriores.
Por otra parte, con suma ironía caracterizó a los testigos que presentó la querella, los cuales interpretó que “dejaron mucho que desear”. En esa línea, Guerrieri cargó contra los deponentes, entre ellos Dri y Bonasso.
La causa
La investigación tuvo su inicio en la denuncia realizada el 18 de mayo de 2005 por el entonces coordinador del Registro Único de la Verdad, Guillermo Germano. En la presentación hizo referencia a dos clases de hechos: la internación de mujeres en estado de gravidez en el Hospital Militar de Paraná, quienes se hallaban privadas ilegítimamente de su libertad; y el asesinato y entierro clandestinos de personas en el Escuadrón Comunicaciones.
En ese contexto, se investiga la apropiación de los hijos de Negro, quien fue detenida ilegalmente al igual que su pareja Edgar Tulio Valenzuela y su hijo menor Sebastián Álvarez, el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata. La mujer fue trasladada desde la Quinta de Funes en Rosario hasta el nosocomio castrense, donde dio a luz a los mellizos.
Foto: Mesa Juicio y Castigo Entre Ríos
Fuente:AnalisisDigital
04/10/2011
Juicio Hospital Militar de Paraná
El acusado que acusa
Asco. El genocida Daniel Ámelong ríe detrás de los uniformados.
El represor Juan Daniel Amelong, afirmó este martes que los médicos propietarios del Instituto Privado de Pediatría (IPP) de la capital entrerriana “saben” el destino del mellizo varón de la detenida-desaparecida Raquel Negro, nacido en marzo de 1978 en el hospital militar de Paraná. El militar se quejó de que no se les haya abierto una causa por falso testimonio.
Tras haber transcurrido buerna parte del juicio oral y público que investiga el destino de Raquel Negro y sus mellizos, Amelong ‒seriamente complicado por las pruebas producidas a lo largo del proceso‒, pretendió desligar parte de su responsabilidad apuntando contra los médicos del instituto médico provado de Paraná.
“Si hay alguien que sabe qué paso con el bebé varón son los médicos del Instituto Privado de Pediatría”, dijo el ex integrante del grupo de tareas que trajo a Negro desde el centro clandestino de detención Quinta de Funes ‒ubicada en las afueras de Rosario‒, para dar a luz en el nosocomio castrense de Paraná.
Amelong remarcó que los tres socios propietarios del IPP “fueron objeto de severas advertencias” por la reticencia que evidenciaron en sus declaraciones ante el tribunal oral federal de Paraná que investiga el funcionamiento de una maternidad clandestina en el hospital militar local.
En ese sentido, el represor señaló que los médicos no aportaron datos a la investigación a pesar de que los hijos mellizos de la mujer estuvieron internados en el IPP, como quedó demostrado en los registros de pacientes.
“No vi que se les haya formado una causa por falso testimonio y ellos saben a quién les entregaron las criaturas”, dijo en referencia a los doctores Miguel Torrealday, David Vainstub y Angel Schroeder, propietarios del IPP.
A pedido de los abogados querellantes, el tribunal citó a declarar a Pablo Martín Navone, hijo del militar Paul Navone, quien se suicidó en Córdoba en 2008, el mismo día que tenía que declarar en Paraná en la causa que investiga el funcionamiento de la maternidad clandestina.
El joven, en declaraciones a El Diario de Paraná afirmó que, antes de suicidarse, su padre le reveló que Amelong y Walter Pagano (otro de los imputados) se llevaron a la hija de Negro y la abandonaron en la puerta de un orfanato de Rosario, mientras que el varoncito murió a poco de nacer.
Por secretaría se informó que el joven no concurrirá a declarar porque viajó a España y regresará recién a fines de octubre.
El tribunal federal citó también a declarar al periodista que le hizo la nota a Navone, Juan Cruz Varela, quien reveló que tuvo que viajar a Córdoba para entrevistarse con el hijo del militar suicidado.
Varela ratificó que Navone le dijo que el hijo varón de Raquel Negro falleció en el parto y que a la niña se la llevaron Amelong y Pagano para dejarla en la puerta de un orfanato rosarino.
En la causa Hospital Militar se juzga a los militares Juan Amelong, Walter Pagano, Marino González, Jorge Fariña y Pascual Guerrieri y al médico Juan Antonio Zaccaría.
A los imputados se los acusa de haber trasladado desde Rosario a Raquel Negro hasta el hospital militar local para dar a luz a mellizos, un varón y una mujer.
La niña, abandonada en un orfanato de Rosario y anotada como Sabrina Gullino, recuperó su identidad en 2008, en parte por el relato del represor Eduardo Costanzo, que fue quien brindó detalles del operativo de traslado de la mujer a Paraná.
El hermano mellizo de Sabrina continúa siendo buscado, a pesar de que Costanzo afirmó ante el tribunal que el chico está en el seno de la familia del suicidado militar Navone.
Fuentes: Blog Causa Hospital Militar, Télam
Fuente:RedaccionRosario









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