26 de septiembre de 2012

PLAN CÓNDOR: Brasil investigará el Plan Cóndor y a civiles que apoyaron la dictadura.

26.09.2012
Publicaron en el Diario Oficial una extensión a las atribuciones de la Comisión de la Verdad 
Brasil investigará el Plan Cóndor y a civiles que apoyaron la dictadura 
El organismo creado por Dilma Rousseff también iniciará una pesquisa sobre las causas de la muerte del ex presidente João Goulart, presuntamente asesinado por agentes en la ciudad correntina de Mercedes en 1976. 
La Comisión de la Verdad de Brasil, que investiga las violaciones de los Derechos Humanos durante la última dictadura (1964-1985), incluirá en su trabajo el alcance que tuvo el llamado Plan Cóndor, que involucró a los otros países del Cono Sur, y además abrirá una línea de investigación inédita: seguir el rastro de los empresarios que financiaron a los centros de represión y tortura y que se beneficiaron con el apoyo económico al régimen militar.

El nuevo alcance de la comisión creada por la presidenta Dilma Rousseff fue especificado en un decreto publicado ayer en el Diario (boletín) Oficial, mediante el cual se determina que deben ser aclarados los grados de colaboración de las dictaduras que imperaban en los años '70 en la Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia con los represores que al mismo tiempo gobernaban Brasil.

Según lo publicado, es necesario "esclarecer los hechos, las circunstancias y los autores de graves violaciones, torturas, desapariciones forzosas y ocultación de cadáveres", que resultaron del Plan Cóndor. La Comisión de la Verdad, formada por siete miembros escogidos personalmente por Rousseff, creó con ese objeto un subgrupo que comenzará sus trabajos esta misma semana, indica la publicación oficial.

Ese subgrupo deberá establecer contactos con organizaciones de Derechos Humanos de la Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia y recabar información sobre las investigaciones oficiales realizadas en esos países, a fin de obtener e intercambiar datos sobre las persecuciones de militantes de grupos de izquierda en la región.

Uno de los casos que intentará esclarecer la Comisión de la Verdad en el marco de la investigación sobre el Plan Cóndor se refiere a la muerte del ex presidente brasileño João Goulart, cuyo derrocamiento en 1964 dio lugar a un período de 21 años de gobiernos militares.

Goulart, conocido como Jango y considerado un líder progresista simpatizante de la izquierda en los años '60 en plena Guerra Fría, murió en diciembre de 1976 en la localidad argentina de Mercedes (Corrientes), donde se encontraba exiliado. Su muerte fue atribuida oficialmente a un "ataque cardíaco", pero su familia siempre sostuvo que fue víctima de un asesinato.

Esa tesis fue ratificada hace cuatro años por un ex miembro del servicio secreto uruguayo, preso en Brasil por tráfico de armas, quien aseguró que Goulart fue envenenado por agentes de varios países que actuaban en el marco del Plan Cóndor.

Por otra parte, la Comisión de la Verdad también anunció la apertura de una línea de investigación inédita en Brasil para identificar a los empresarios que financiaron a los centros de represión y tortura de la dictadura y que se beneficiaron con el apoyo económico al régimen.

"Estamos atrás de los que dieron el dinero a la represión", dijo el ex ministro de Justicia José Carlos Dias, miembro de la Comisión. Dias se refirió, según el diario conservdador paulista Folha de São Paulo, a la "Operación Bandeirante", el centro del sistema de persecución política y represión ilegal montado por el régimen.

El ex ministro reveló que fueron encontrados indicios de que una consultora económica llamada CIA (como la agencia de inteligencia estadounidense y quizás no por casualidad) actuaba como una compañía fantasma para empresarios que colaboraban financieramente con la dictadura, entregando recibos fiscales falsos y desviando el dinero al aparato represivo.

El ex ministro comparó este sistema de recaudación ilegal con el descubierto en 1992 y que derribó del poder al entonces presidente Fernando Collor de Mello, manejado por su tesorero, Paulo César Farías. Miembros de la Comisión de la Verdad, según Folha, se quejaron al mismo tiempo de los problemas a los que se enfrentan para profundizar la investigación sobre los crímenes aberrantes producidos en Brasil de aquellos años.

Aseguran que los militares responden que muchos documentos que han solicitado al Ministerio de Defensa "fueron incinerados". Pero destacaron, sin embargo, la predisposición para colaborar del ministro del área, Celso Amorim.  

Efe y Ansa no hay dos demonios 
La resolución publicada ayer por el Boletín Oficial brasileño da rienda suelta a la investigación sobre los crímenes de lesa humanidad practicados por agentes del Estado o al servicio de la burocracia estatal "o con apoyo o en el interés del Estado".

Lo que deja fuera de cualquier proceso los actos realizados por militantes de izquierda o grupos guerrilleros, que en algunos casos practicaron secuestros o atentados durante ese período y hasta llegaron a ejecutar a delatores o colaboracionistas con la dictadura.

En la redacción de la ley, el detalle era difuso. Los militares retirados pedían equipararlos a sus delitos como muestra "de que la ley es pareja". la traba de la ley de amnistía En Brasil la Comisión de la Verdad trabaja sin poder para elevar sus pruebas a juicio, ya que los militares están hasta el momento protegidos de cualquier proceso por los crímenes cometidos durante la dictadura por la Ley de Amnistía de 1979, que elaboraron los mismos uniformados antes de dejar el poder y para cuidarse las espaldas de cara al futuro que se les avecinaba.

Sin embargo, recientemente un juez del estado de Pará (Amazonia) aceptó la apertura de un proceso contra Sebastião Curió Rodrigues de Moura. El llamado "Mayor Curió" es uno de los símbolos de la represión ilegal, acusado de haber hecho desaparecer a guerrilleros que combatían a la dictadura en los años setenta.

El magistrado utilizó el argumento que el crimen de secuestro es permanente, es decir, todavía se está cometiendo, y no puede ser alcanzado por la norma.

El grupo de trabajo dedicado al Plan Cóndor, que integrarán cuatro especialistas, estará subordinado a los siete integrantes de la Comisión de la Verdad, creada en mayo pasado para investigar los delitos contra los Derechos Humanos practicados durante la dictadura militar brasileña.

Al final de las investigaciones, el grupo deberá "identificar y volver públicas (informaciones sobre) estructuras, lugares, instituciones y circunstancias de violaciones de los Derechos Humanos", según el Boletín Oficial. En el marco de su trabajo, los integrantes del grupo tendrán poderes para examinar documentos relativos al Plan Cóndor, incluso en el exterior.
FuentedeOrigen:InfoNews
Fuente:Agnddhh

26.09.2012
la importancia de la investigación que encara la justicia brasileña 
Un operativo para exterminar
"Se sabe que hubo acuerdos bilaterales entre Argentina y Brasil para cazar opositores políticos", señaló el especialista Carlos Osorio al opinar sobre la represión coordinada. 
Por: Gerardo Aranguren 
La decisión de la Comisión de la Verdad de Brasil de ampliar la investigación hacia los crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor aportará detalles hasta ahora desconocidos del rol que cumplió ese país en la represión coordinada entre las dictaduras del Cono Sur, que se estima que tuvo al menos 100 mil víctimas en toda Latinoamérica. 

"Brasil era la deuda pendiente", señaló en diálogo con Tiempo Argentino Carlos Osorio, responsable del área sobre el Cono Sur del National Security Archive, que funciona en la Universidad George Washington. Destacó que "se va a hacer rendir cuentas a la justicia y aportar a las víctimas que existen, en vista que todos los países de América del Sur ya han llevado adelante comisiones por la verdad o similares". 

En un documento desclasificado por el National Security Archive de Estados Unidos, autoridades chilenas dictaron los primeros límites de este plan criminal de los países del cono sur. "La subversión no reconoce fronteras ni países y la infiltración penetra todos los niveles de la vida nacional", señala el archivo de la Primera Reunión de Trabajo de Inteligencia Nacional que se realizó en Chile en octubre de 1975, una de las primeras experiencias formales de colaboración entre los servicios de inteligencia que sentó las bases para la Operación Cóndor.

"Para enfrentar esta guerra psicológica hemos estimado que debemos contar en el ámbito internacional con una coordinación eficaz que permita un intercambio oportuno de informaciones y experiencias", indica luego el borrador del encuentro. Este documento, secreto hasta hace unos años, dejó en claro la intención de las dictaduras sudamericanas de crear un plan de coordinación para perseguir en la región a los grupos que consideraban subversivos.

Según estos archivos, el jefe de la policía secreta chilena, Manuel Contreras, fue quien dio forma a esta "Interpol clandestina de los regímenes del Cono Sur", como lo describió Osorio. "El Plan Cóndor fue una coordinación formal que partió a finales de 1975 entre regímenes militares de la región a la que Argentina se convirtió inmediatamente en 1976", agregó el especialista, quien indicó que gran parte de la persecución se centró en la Argentina, persiguiendo refugiados de los países limítrofes, donde meses o años antes ya habían caído en manos de los regímenes militares. 

"Argentina era el último refugio de las izquierdas en la región ya que el resto ya estaba bajo regímenes militares. Entonces fueron a cazar izquierdistas a Argentina y por supuesto había guerrilleros activos, pero cualquiera que fuera oposición, como legisladores o ex presidentes", recordó. 

Osorio también destacó la poca información que existe sobre el rol de Brasil en ese plan y espera que esta nueva etapa que se inició en la presidencia de Dilma Rousseff pueda llenar los blancos de información que todavía existen. "No se conoce todo el papel de Brasil, pero se sabe que tenía mucha experiencia en contrainsurgencia. 

Se sabe también que hubo acuerdos bilaterales entre Argentina y Brasil para cazar opositores políticos. Acuerdos bilaterales para matar argentinos en Brasil y brasileños en Argentina que cruzaran la frontera", aseguró. Se sabe que alrededor de una veintena de ciudadanos brasileños fueron víctimas de la represión ilegal desatada por la dictadura cívico militar en nuestro país. 

Muchos de sus nombres ya figuran en una placa que los recuerda en el Parque de la Memoria de la Ciudad de Buenos Aires. María Regina Marcondes Pinto fue una de ellas, quien con 29 años fue detenida en abril de 1976 por sus vínculos con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile y todavía permanece desaparecida.
FuentedeOrigen:TiempoArgentino
Fuente:Agnddhh


LA COMISION DE LA VERDAD DE BRASIL INVESTIGARA LA OPERACION CONDOR
Tras las huellas del Cóndor
El grupo de trabajo podrá investigar episodios aún polémicos de la historia brasileña, como las muertes de los ex presidentes Joao Goulart y Juscelino Kubitschek, en 1976, en circunstancias no esclarecidas del todo.

Un grupo de trabajo creado ayer por la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil investigará las actividades de la Operación Cóndor, la coordinación del aparato represivo de las dictaduras del Cono Sur. 

Esclarecer los hechos, las circunstancias y los autores de los casos graves de violaciones, torturas, desapariciones y ocultación de cadáveres aparecen entre los objetivos de ese grupo, según fue especificado en un decreto publicado ayer en el Diario Oficial. 

La Comisión de la Verdad, formada por siete miembros escogidos personalmente por la presidenta Dilma Rousseff, creó un subgrupo que comenzará sus trabajos esta misma semana, indicó la publicación. Ese subgrupo deberá establecer contactos con organizaciones de derechos humanos de Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia y recabar información sobre las investigaciones oficiales realizadas en esos países, a fin de obtener e intercambiar datos sobre las persecuciones de militantes de grupos de izquierda en la región.

De este modo, la Comisión de la Verdad podrá investigar episodios aún polémicos de la historia brasileña, como las muertes de los ex presidentes Joao Goulart y Juscelino Kubitschek, en 1976, en circunstancias no esclarecidas del todo. La Agencia Brasil precisó que Goulart fue depuesto por el golpe militar de 1964 (su derrocamiento dio lugar a un período de 21 años de gobiernos militares). Conocido como Jango y considerado un líder progresista simpatizante de las izquierdas de los años ’60 en plena Guerra Fría, murió en diciembre de 1976, en un hotel de la localidad argentina de Mercedes, donde se encontraba exiliado.

Aunque se dijo que su fallecimiento se debió a un paro cardíaco, sus familiares sospechan que sufrió un atentado. Esa hipótesis, la del asesinato, fue ratificada hace cuatro años por un ex miembro del servicio secreto uruguayo, preso en Brasil por tráfico de armas, quien aseguró que Goulart fue envenenado por agentes de varios países que actuaban en el marco de la Operación Cóndor.

En cuanto a Kubitschek, que gobernó Brasil entre 1956 y 1961 y fue el creador de Brasilia como capital, la Comisión Nacional de la Verdad recibió un informe de la Orden de los Abogados de Brasil, Sección Minas Gerais, en la cual refutan la versión oficial de la muerte del ex presidente en un accidente de tránsito.

La resolución de creación de la Comisión de la Verdad establece que el grupo será presidido por la abogada Rosa María Cardoso de Cunha, miembro de la Comisión de la Verdad, instalada por la presidenta Dilma Rousseff en mayo pasado para investigar las violaciones de los derechos humanos en Brasil entre 1946 y 1988, con énfasis en la época de la dictadura militar (1964-1985). Integran el grupo la académica Heloisa Maria Murgel Starling; el periodista Luiz Claudio Cunha y la asesora de la Comisión Nacional de la Verdad, Paula Rodrigues Ballesteros.

La presidenta y los miembros de la comisión ejercen sus actividades sin remuneración alguna y no tienen plazo para concluir su labor, que tiene por fin descubrir la verdad de lo sucedido, pero sin carácter punitivo para los eventuales autores de esos hechos. En declaraciones a la Agencia Brasil el 17 de septiembre, Claudio Cunha señaló que el origen de esa estrategia político-militar de las dictaduras latinoamericanas estaría en una reunión, entonces secreta, efectuada en Buenos Aires, en 1974.

La Operación Cóndor es el nombre con el que se conoce al plan de coordinación de operaciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y, esporádicamente, Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, ejecutada entre las décadas de 1970 y 1980.

Según los archivos desclasificados de la CIA, el jefe de la policía secreta chilena, Manuel Contreras, fue invitado en 1975 al cuartel general de la compañía en Langley, Virginia, y después de esa visita, Contreras figura como creador de la Operación Cóndor. Sin embargo, el periodista e investigador norteamericano Cristopher Hitchens considera al entonces secretario de Estado Henry Kissinger, el ideólogo de esa acción represiva. Estimaciones extraoficiales refieren que más de 100 mil personas fueron asesinadas y otras 400 mil torturadas en acciones de la Operación Cóndor.
FuentedeOrigen:Pagina12
Fuente:Agnddhh

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