23.10.2013
DURO RELATO DE UNA JOVEN QUE FUE SEPARADA DE SUS PADRES
Hija de desaparecidos durante la dictadura militar culpó a represores por haber arruinado su vida
Paula Mónica Felipe tenía 25 días de vida cuando sus padres, Ester Felipe y Luis Mónaco, fueron secuestrados y desaparecidos el 11 de enero de 1978 en la localidad cordobesa de Villa María
CÓRDOBA, 23 de octubre, (Télam).- La hija de un matrimonio de desaparecidos culpó a los represores de la última dictadura cívico militar por haber dejado un “hueco” en su vida y afirmó que "me deben mis padres, me deben la alegría de jugar con ellos".
Lo hizo al declarar como testigo en el juicio de la megacausa La Perla por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en los Tribunales Federales de la ciudad de Córdoba.
Paula Mónica Felipe tenía 25 días de vida cuando sus padres, Ester Felipe y Luis Mónaco, fueron secuestrados y desaparecidos el 11 de enero de 1978 en la localidad cordobesa de Villa María.
“Me deben mis padres, no los conocí, no conocí sus rostros vivos, me deben la alegría de jugar con ellos”, manifestó la mujer al señalar a los imputados sentados en la sala de audiencia del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) que están siendo juzgados.
Paula Felipe inculpó a los represores por arrebatarle "violentamente la familia" y negarle "la posibilidad de crecer juntos".
Destacó además que su familia, particularmente sus abuelos, hicieron todo lo posible para encontrar a sus padres.
“Movieron cielo y tierra” afirmó y añadió que cuando acudieron al ya fallecido cardenal Raúl Francisco Primatesta, les dijo que “quizás fue un ajuste de cuentas o quizás se borraron. Sólo puedo rezar”, fue la respuesta que recibieron.
Su familia tuvo que soportar robos, extorsiones y torturas psicológicas.
“De la Justicia espero mucho, lo que no me han dado en toda mi vida y no le han dado a mi familia. Estoy contenta por el ejercicio de civilidad y de que ellos vayan a ser juzgados, pero además les recuerdo que mis padres siguen desaparecidos. Entonces a ustedes señores jueces y a los funcionarios de la Justicia les exijo que los sigan buscando”, pidió Paula Felipe.
También declaró Liliana Felipe López, tía de Paula, ambas residentes en México y la jornada de testimoniales concluyó con la declaración de Luis Goyochea, vecino del matrimonio de desaparecidos, Mónica Protti y Enrique Guillén.
La audiencia continuará mañana con la recepción de nuevas pruebas testimoniales en el marco de este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 4 de diciembre del año pasado y acumula 16 causas que involucran a 417 víctimas, de las cuales 162 son sobrevivientes que testimonian a lo largo del debate oral y público.
Los delitos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.
Lo hizo al declarar como testigo en el juicio de la megacausa La Perla por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en los Tribunales Federales de la ciudad de Córdoba.
Paula Mónica Felipe tenía 25 días de vida cuando sus padres, Ester Felipe y Luis Mónaco, fueron secuestrados y desaparecidos el 11 de enero de 1978 en la localidad cordobesa de Villa María.
“Me deben mis padres, no los conocí, no conocí sus rostros vivos, me deben la alegría de jugar con ellos”, manifestó la mujer al señalar a los imputados sentados en la sala de audiencia del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) que están siendo juzgados.
Paula Felipe inculpó a los represores por arrebatarle "violentamente la familia" y negarle "la posibilidad de crecer juntos".
Destacó además que su familia, particularmente sus abuelos, hicieron todo lo posible para encontrar a sus padres.
“Movieron cielo y tierra” afirmó y añadió que cuando acudieron al ya fallecido cardenal Raúl Francisco Primatesta, les dijo que “quizás fue un ajuste de cuentas o quizás se borraron. Sólo puedo rezar”, fue la respuesta que recibieron.
Su familia tuvo que soportar robos, extorsiones y torturas psicológicas.
“De la Justicia espero mucho, lo que no me han dado en toda mi vida y no le han dado a mi familia. Estoy contenta por el ejercicio de civilidad y de que ellos vayan a ser juzgados, pero además les recuerdo que mis padres siguen desaparecidos. Entonces a ustedes señores jueces y a los funcionarios de la Justicia les exijo que los sigan buscando”, pidió Paula Felipe.
También declaró Liliana Felipe López, tía de Paula, ambas residentes en México y la jornada de testimoniales concluyó con la declaración de Luis Goyochea, vecino del matrimonio de desaparecidos, Mónica Protti y Enrique Guillén.
La audiencia continuará mañana con la recepción de nuevas pruebas testimoniales en el marco de este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 4 de diciembre del año pasado y acumula 16 causas que involucran a 417 víctimas, de las cuales 162 son sobrevivientes que testimonian a lo largo del debate oral y público.
Los delitos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.
Fuente:ElComercial
23.10.2013
A los padres de un matrimonio secuestrado, recordó la hija de los desaparecidos
"Quizá fue un ajuste de cuentas, quizá se borraron", les dijo el cardenal Raúl Primatesta
El cardenal Primatesa, Menéndez
Córdoba.- El cardenal Raúl Primatesta les dijo a padres de desaparecidos que le imploraban su intervención que "quizá haya sido un ajuste de cuentas (de parte de sus compañeros de militancia), quizá se hayan borrado", dijo hoy en el juicio que se desarrolla por crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención y exterminio denominados La Ribera y La Perla, Paula Mónica Felipe, que tenía apenas 25 días de vida cuando el 11 de enero de 1978 sus padres, Ester Silvia del Rosario Felipe y Luis Carlos Mónaco, fueron secuestrados y desaparecidos en la ciudad de Villa María.
Paula Mónica Felipe culpó a los represores por haber dejado un "hueco" en su vida. "Me deben mis padres, me deben la alegría de jugar con ellos", dijo al declarar hoy como testigo en el juicio de la megacausa La Perla por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en los Tribunales Federales de la ciudad de Córdoba.
"Me deben mis padres, no los conocí, no conocí sus rostros vivos, me deben la alegría de jugar con ellos", manifestó la mujer al señalar a los imputados sentados en el banco de los acusados durante la audiencia presidida por el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de Córdoba.
La mujer culpó a los represores por arrebatarle "violentamente la familia" y negarle "la posibilidad de crecer
juntos".
Destacó además que su familia, particularmente sus abuelos, hizo odo lo posible para encontrar a sus padres. "Mis abuelos movieron cielo y tierra" afirmó y narró que según le contaron muchas veces, cuando acudieron al ya fallecido cardenal Raúl Francisco Primatesta, éste les dijo que "quizás fue un ajuste de cuentas o quizás se borraron. Yo sólo puedo rezar".
Su familia, dijo, tuvo que soportar robos, extorsiones y torturas psicológicas.
"De la Justicia espero mucho, lo que no me han dado en toda mi vida y no le han dado a mi familia. Estoy contenta por el ejercicio de civilidad y de que ellos vayan a ser juzgados, pero además les recuerdo que mis padres siguen desaparecidos. Entonces a ustedes señores jueces y a los funcionarios de la Justicia les exijo que los sigan buscando", pidió Paula Felipe.
También declaró Liliana Felipe López, tía de Paula, ambas residentes en México.
Ester Felipe era psicóloga.Trabajó en la maternidad de Córdoba y en el Hospital de Villa Nueva, entre otros. Luis Mónaco era periodista, camarógrafo y fotógrafo aficionado. Trabajó en Radio Universidad y Canal 10 de Córdoba. Fue delegado del Círculo Sindical de la Prensa de Córdoba (Cispren). Los dos militaban en el ERP.
La jornada de testimoniales concluyó con la declaración de Luis Goyochea, vecino del matrimonio de Mónica Protti y Enrique Guillén, ambos desaparecidos.
La audiencia continuará mañana con la recepción de nuevas pruebas testimoniales en el marco de este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 4 de diciembre del año pasado y acumula 16 causas que involucran a 417 víctimas, de las cuales 162 son sobrevivientes que testimonian a lo largo del debate oral y público.
Los delitos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.
Fuente:Telam
DIA 90: 22-10
Cuarto intermedio hasta el miércoles 23 de octubre a las 9:30 hs.
16:15 Termina la declaración de Alfredo Svodoba
Luego de algunas preguntas de las distintas querellas termina la declaración del tercer y último testigo de la jornada. El señala que fue despedido de la morgue debido a que hicieron un reclamo pidiendo el pase a otra dependencia. Ante la pregunta acerca de quién era el presidente cuando lo echan del hospital, el testigo responde que Jorge Rafael Videla.16:00 El cementerio San Vicente
Ante una pregunta de alguna de las querellas acerca de qué hacían con los cuerpos que no eran reclamados por un familiar, el testigo señala que los buscaba una ambulancia y eran trasladados al Cementerio San Vicente. Allí tenían excavadas tres o cuatro fosas comunes donde los depositaban y tapaban con tierra.15:45 Las víctimas de Los Surgentes
La Dra. Luque le pregunta al testigo si tiene conocimientos del caso de Los Surgentes. El testigo relata lo siguiente: "Una tarde recibimos siete cadáveres. Todos como NN, eran hombres y mujeres. Recuerdo ese caso específico, yo iba a recibirlos porque no traían remitos de la policía. Y yo les dije que si no traían la orden de la policía no entraban. Y no entraron. Pero fueron a una seccional, tal vez la sexta, y después volvieron con una orden judicial. Fue en 1976. Fue el único año en que estuvimos trabajando en el Hospital Córdoba."15:30 Testigo 166 Alfredo Svodoba
El tercer testigo de la audiencia es Alfredo Svodoba, quien trabajó en la morgue de los hospitales San Roque y Córdoba entre los años 1976 y 1980. Los "morgueros" recibían los cadáveres que llegaban con órdenes de los jueces federales y de "los cuarteles". Un aspecto que señala apenas comienza su declaración es que a partir del 24 de marzo de 1976 se incrementa la llegada de cuerpos a la morgue con heridas producidas en "enfrentamientos". Ante la pregunta de una de las querellas, para que especifique a que se refiere, el testigo señala que en el período que se abre en 1976, llegaban entre 25 y 30 cuerpos por día, cuando lo normal era que la morgue recibiera seis o siete.14:15 Cuarto intermedio hasta las 15:00 hs
14:00 Termina la declaración de Gonzalo Vaca Narvaja
Gonzalo, cuando habla de sus compañeros de militancia en el colegio Deán Funes, recuerda que estaban atravesados por sentires propios de adolescentes. Y aquí deja una frase que quizás refleje muy bien que eran muy jóvenes a mediados de la década del 70 cuando les tocó atravesar todo este horror que nos relata a lo largo de la audiencia: "A veces un beso es más importante que la revolución..."13:45 Diego Hunziker
El Dr. Claudio Orosz le pregunta al testigo por Diego Hunziker, quien militaba con Gonzalo en la Unión de Estudiantes Secundarios. Sus palabras se tiñen de emoción al recordar a un amigo: "Nosotros jugábamos al rugby y siempre nos cruzábamos. Luego él comienza a militar y hacemos una reunión en casa para tratar de armar un cuerpo de delegados, un centro de estudiantes en el Monserrat. Y me acuedo que Diego era un tipo que... un adolescente como yo. Es imposible pensar en esa época un adolescente que no cuestionara la política, la época...En Diego, en él, deposité lo que significaba la militancia en toda su magnitud. Y nuestro dilema, lo que nos llevó más tiempo, nuestra preocupación en ese tiempo era cómo se construia el hombre nuevo. ¿Cómo hacíamos para aspirar a lo que nosotros queríamos? ¿Cómo aspirar a una sociedad donde no hubiera pobres? Esa época era una fiesta, porque exitían todas las posiblidades para modificar el mundo".
13:30 La vuelta a la Argentina y los restos Hugo Miguel Vaca Narvaja
Luego de la guerra de Malvinas, los Vaca Narvaja van llegando en diferentes momentos al país, bajo la protección de ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados). En el año 1985, la Dra Valentina Eme los cita para contarles de los hermanos Carlos y Hugo Albrieu. Ellos encuentran en Alta Córdoba una bolsa de nylon que adentro tenía una cabeza. Como Carlos estudiaba medicina, reconoce que esa cabeza había sido conservada y la lleva a la seccional séptima. Allí realizan el peritaje, le toman fotografías, pero nunca lo llaman a declarar. Tiempo después, Carlos Albrieu vuelve a la comisaría a pedir un certificado y pregunta qué había pasado con ella y los policías le contestan que era de Vaca Narvaja. Esta información se complementa tiempo después con datos que les brinda a la familia el testimonio de una abogada que tiene una entrevista con Fierro. En su escritorio, Fierro tenía fotos. Una de ellas es la de un cuerpo decapitado. Cuando sorprende a la abogada observándolas, le dice "Ah, está mirando mi álbum de recuerdos. A ese no lo va a reconocer nunca. Eso les pasa a los tipos que hacen recursos pidiendo por sus hijos... Ese es Vaca Narvaja". El horror y la perversidad sin límites de este relato, deja a la sala de audiencias impactada.13:15 El exilio
El relato del testigo sobre la vida en el exilio en la embajada es muy conmovedor, habla de perder la territorialidad, la pertenencia. De tener que asilarse con trece niños que debían dormir en un altillo. De mirar por las ventanas y encontrarse rodeados por tanquetas. De la imposibilidad de salir al exterior por miedo a los francotiradores. Las palabras de Gonzalo son duras: "Cada uno vivió el exilio de distinto modo. Como decía mi papá, estaba muy orgulloso de sus hijos. Nosotros tenemos mucha conciencia y conocimiento de lo que han hecho estos miserables a través de la construcción de los campos de concentración, el modus operandis. No puedo encontrar una categoría para ponerle a estos tipos. Sólo me sale esto que digo y ustedes escuchan. En el exilio cada uno se acomodó como pudo..."13:00 Asaltar el Consulado
A medida que pasan los días, y se incrementan las presiones, la familia Vaca Narvaja toma la decisión de salir del país porque temían por la seguridad de sus integrantes. Pero los hermanos de Gonzalo, optan por no realizar los trámites de pedido de asilo político. En cambio diagraman una estategia a la que llamarán "asaltar el consulado". Esto supuso que los 26 miembros de la familia (trece adultos y trece menores) fuesen entrando de a pequeños grupos al Consulado Mexicano en lapsos de tres minutos. Una vez que logran ingresar todos al edificio comienzan las negociaciones para que les permitieran permanecer allí. Negociaciones que no eran fáciles porque existían presiones para que los Vaca Narvaja fueran entregados. Esa etapa no resulto fácil porque no los dejaban ir al baño, no les daban habitaciones, esperando con ello que se retiraran. El testigo relata algunas anécdotas de entonces: "Estando adentro, mis hermanos dicen 'estamos pidiendo el asilo'. Y empieza una negociación donde hay muchas presiones. Nosotros decíamos 'Si nos sacan por la fuerza, esto va a salir en los diarios'. pero existía toda la tensión de refugiarse en un territorio mexicano, con chicos que tenían de 9 años a meses. No nos dejaban ir al baño. Entonces mi hermana dice, 'Allá hay una maceta, vayan ahí', después de eso apareció el baño. Estamos hablando del 23 de marzo. Y negociamos el viaje..."12:45 El sistema de contrainformación
Después del secuestro, comienza un proceso familiar muy vertiginoso, que termina en el asilo de la familia en la Embajada de México. Presentan Habeas Corpus ante el Juez Garzón y se realiza un paro judicial. Su hermano se entrevista con Primatesta y con Angeloz. Paralelamente a ello la familia debe movilizarse continuamente por las presiones que recibe, por los autos que pasan frente a sus casas y porque reciben llamadas telefónicas amenazantes. También viajan algunos hermanos a Buenos Aires a entrevistarse con Frondizi, quien les dice que el clima está tornándose complicado y que el golpe de Estado es inminente. Gonzalo señala que cada uno tuvo que empezar a digerir como pudo lo que estaba sucediendo, sobrellevar la angustia de una búsqueda que no daba resultados. Y aquí hace referencia a la constitución de un sistema de contrainformación que desarrollaron los militares y cuyo objetivo era confundir, a través de la puesta en circulación de datos falsos que obstaculizaban el hallazgo de las personas secuestradas.12:35 El secuestro de Miguel Hugo Vaca Narvaja
El 10 de marzo de 1976 cuatro o cinco autos rodean la casa de Villa Warcalde de los Vaca Narvaja. Gonzalo, que en ese momento estaba estudiando, escucha los ruidos de los motores y sube a la habitación de sus padres a despertarlos. Mientras eso sucede, comienzan a aporrear la puerta y gritar que abran. Su padre se asoma por una ventana y los increpa diciéndoles "¿Por qué tanto prepo? Identifíquese". Ellos dicen que son integrantes de la Policía Federal. Cuando les abren, ingresan muchas personas que los encañonan, a su padre lo separan y a Gonzalo y a su madre los llevan al living: "Mi mamá empieza a tener un ataque de nervios y yo la pongo adelante mío. Y ella los empieza increpar a los tipos y les dice que mi papá se tenía que poner los pantalones antes de que se lo llevaran. El tipo de bigotitos, pelo negro, muy prolijo, nos hace despedir de mi padre. Es ahí cuando nos dejan despedirnos y mi viejo lo único que me dice es 'Cuidala a tu mamá'”. Desde ese momento comienza una larga búsqueda para la familia Vaca Narvaja que aún no ha concluido.12:25 Homenajes
Antes de comenzar a relatar el día del secuestro de su padre, el testigo recuerda a su madre, ya fallecida. Le dice al tribunal que a su mamá le hubiese gustado ser testigo en la causa, que ella hubiese merecido ser parte de este juicio. Y le dedica su testimonio a ella, la trae a la audiencia como acto necesario de justicia.Gonzalo nos cuenta que a la familia le llevó mucho tiempo reconstruir lo que va a contar en su testimonio, pero que antes de relatar las circunstancias del secuestro de su padre, quiere hablar un poco de él: "Mi padre era un tipo fantástico. Hacía el peor de los cafés con leche los domingos cuando nos levantaba para ir a misa. Por supuesto a la misa que íbamos era la del padre Mariani. Mi padre tenía 12 hijos, doce diversidades, doce universos. Mi padre siempre tenía una palabra para cada uno de llos, el nunca iba a negar a sus hijos. Mi papá era abogado, fue ministro de Frondizi, fue uno de los fundadores de la UCRI, era profesor del colegio Monserrat. Yo recuerdo que trabajaba todo el día, hasta que empezó a jubilarse y ahi nos mudamos a la casa de Villa Warcalde, cuando yo entré al secundario. A mi viejo lo iba a vistar mucha gente: Illia, Frondizi, los Pujadas, Lesgard. Mi padre siempre terminaba defendiendo a los presos. Mi infancia y la infancia de mis hermanos fue esa, viviamos en una casa en Villa Warcalde, era un espacio rural. Era una vivienda en la cual pensaba jubilarse..."
12:15 Testigo 165 Gonzalo Vaca Narvaja
El segundo testigo de la jornada de hoy es Gonzalo Vaca Narvaja, citado a declarar por el secuestro, asesinato y desaparición de su padre, Miguel Hugo Vaca Narvaja, el 10 de marzo de 1976. Su padre era abogado, fue Ministro de Frondizi, docente del Monserrat, trabajó en el Banco. Gonzalo fue testigo presencial, junto a su madre, del secuestro.12:10 Termina la declaración de Mario Roberto Ferrero
Para cerrar su declaración, el testigo lee un poema que Juan José Chabrol escribió cuando tenía 15 años. Con ello quiere no sólo homenajear a "los chicos", como les decían, sino también recordar la alegría que contagiaban a su alrededor. Ellos, su alegría, las palabras de ese poema, nos faltan a todos.12:00 El secuestro de Carlos Coy y el exilio interno
El testigo nos cuenta que además de su hermano, tiene un primo detenido-desaparecido, Carlos Coy. Él es secuestrado en junio de 1976 y trabajaba como inspector de tránsito en Córdoba. Mario Roberto Ferrero lo recuerda como alguien protestón, que no se quedaba callado. Eran muy amigos. A su primo lo secuestra una patota cuando estaba con su hijo haciendo las compras a unas cuadras de su casa. Al niño lo dejan en el cordón de la vereda y los vecinos lo cuidan hasta que llega su madre. Este hecho es lo que determina el exilio interno de Mario Roberto Ferrero. Sus palabras denotan el impacto terrible que el terrorismo de Estado tuvo sobre la cotideaneidad de las personas: "Cuando pasan estas cosas, las familias se desintegran, se va cada uno a cada lado. Yo era el hijo mayor y yo tenía el peso de sostener la familia. Mis padres venden la casa, a mi hermano le decían cosas y el se agarraba a las piñas con todos. Mis padres malvenden la casa y se quedan en la via. Mis padres quedan realmente paralizados cuando desaparece mi hermano y yo tuve que salir a enfrentar la situación porque alguien tenía que hacerlo"11:45 Infiltrados en la escuela
Mario Roberto Ferrero y Herminio Chabrol asistían a la escuela nocturna Dalmacio Velez Sarsfield. Ellos eran los más jóvenes de una camada de estudiantes donde las edades promedio oscilaban entre los 25 y 30 años. Entre ellos, había algunos que parecían ser policías por su manera de vestir, por la forma en que se cortaban el pelo, por los modos de relacionarse con los demás. Esta sospecha se confirma cuando es secuestrado Herminio Chabrol. El chofer que manejaba el auto en el que se lo llevan es uno de esos compañeros de la escuela. Estos policías, ocultaban su identidad diciendo que trabajan de taxistas por la noche, al salir de la escuela.11:35 Las piezas incompletas del rompecabezas
Ante la pregunta de la abogada querellante Marité Sánchez acerca de por qué habla de su hermano como desaparecido, el testigo responde: "Ellos salieron a trabajar y no volvieron. En esa época ya se hablaba de desapariciones. Siempre algunos vecinos dan algunas informaciones. Hubo un vecino que dijo que los había visto en Empalme, que los había levantado la policía de la provincia en la zona del Matadero, en la avenida Sabattini. Son datos que nunca pudimos corroborar. El lugar que se precisa es ese. A partir de ahi nosotros empezamos a insistir en la policía. Sabíamos que a la gente la llevaban a la central de informaciones (sic). Entonces nosotros recorríamos esos lugares. Nosotros pedíamos que nos muestren qué detenidos habían ingresado a esos lugares. Nunca pudimos lograr ninguna información al respecto"11: 25 El Comando Libertadores de América entra en escena
El testigo insiste en remarcar en su relato la cantidad de lugares que recorrieron buscando a su hermano y a los Chabrol, en las puertas que golpearon tratando de hallar alguna respuesta. Entre ellas nombra la del Arzobispado. Pero esas puertas, en general, permanecían cerradas. Como en innumerables casos que hemos escuchado a lo largo de este juicio. A los quince o veinte días del secuestro, aparece un comunicado en el periódico, La Voz del Interior, donde se anuncia que José Miguel Ferrero, Oscar Domingo y Juan José Chabrol habían sido ejecutados. Es el Comando Libertadores de América quien se atribuye el crimen. Ese comunicado hace que la familia redoble sus esfuerzos tratando de obtener algún tipo de información. Vuelven a la morgue del hospital San Roque buscando a sus familiares, hasta que un sereno del lugar les dice que no deberían ir más a ese lugar porque corren peligro.11:15 Las primeras noticias
Mario Roberto Ferrero nos relata que una de las primeras noticias que tienen de sus familiares secuestrados es una solicitada que publica una chica que estuvo detenida en el Departamento de Informaciones de la Policía (D2). En ella, la mujer señala que en la pared de la celda donde estuvo detenida, había una inscripción que rezaba "Soy Oscar Chabrol y me quieren matar". La fecha de ese escrito coincide con la del secuestro de los chicos. Los relatos de Ferrero y Chabrol se entrelazan, van juntos, porque las familias eran vecinas, porque el testigo era compañero de la escuela de Herminio Chabrol, porque la vida los había acercado. Es quizás por esa razón que cuando Mario Roberto Ferraro se refiere a sus amigos, lo hace con un cariño inmenso "Solíamos juntarnos a cantar, a comer un asadito, después de un partido de fútbol, solíamos quedarnos ahi a charlar. La familia Chabrol siempre fue una familia muy afectuosa y receptiva. Y los chicos eran personas muy inteligentes, con muy buenos sentimientos, muy solidarios. Nosotros (Herminio y él), que éramos un poquito más grande, que crecimos en dictaduras, éramos un poquito mas rebeldes. Nosotros ayudábamos a los vecinos, estudiábamos mucho, leíamos muchos. Siempre conversábamos sobre temas sociales, eran epocas duras..."11:05 La dolorosa tarea de buscar un indicio
Desde el momento del secuestro, las familias Ferrero y Chabrol comienzan un largo peregrinar por distintos lugares, tratando de averiguar el paradero de los jóvenes. Recorrieron hospitales y neuropsiquiátricos, pero la instancia más dolorosa fue visitar las morgues de la ciudad. Al principio se acercaban hasta allí Mario Roberto Ferrero, que por entonces tenía 24 años, y Pablo Chabrol, el padre de Oscar Domingo y Juan José. Pero como Pablo tenía algunos problemas de salud, el testigo decide relevarlo en esa tarea. Al referirse a esto, Mario Roberto Ferrero pide perdón al tribunal porque se le hace difícil volver a hablar de esas visitas a la mogue, donde tenía que acercarse a cuerpos mutilados, baleados, para tratar de encontrar algún detalle que le permitiera identificar a su hermano y a sus amigos. Recuerda olores, transmite dolores...10:55 Testigo 164 Mario Roberto Ferrero
El testigo es citado a declarar por el secuestro, asesinato y desaparición de su hermano José Miguel Ferrero. A José Miguel Ferrero lo secuestran el domingo 8 de octubre de 1975, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón. Ese día, él había salido con sus amigos Oscar Domingo y Juan José Chabrol a repartir sandwiches de miga en los barrios Empalme y Ferreyra. Con el paso de las horas, la familia comienza a preocuparse porque los jóvenes no volvían y, ante esas circunstancias, el testigo decide ir a la casa de los hermanos Chabrol para hablar con el padre de ellos: Pablo. Ambas familias eran concientes de la situación que se vivía ya en el país, la antesala al golpe de Estado de marzo de 1976. En palabras del testigo: "Como sabíamos que estaban pasando estas cosas, nos dedicamos a contactarnos con un abogado. El mismo día domingo nosotros presentamos un Habeas Corpus en el Juzgado N°1. Y tengo entendido que el lunes fue presentado por el secretario del juzgado"10:50 Comienza la audiencia
Se inicia la audiencia con bastante demora y sin sala de prensa, con lo cual se dificulta cargar las claves en tiempo real. Los testigos citados para declarar el día de hoy son: Mario Roberto Ferrero, Gonzalo Vaca Narvaja y Alfredo Svodoba.Día 91: 23-10
13:28 Un breve y concreto testimonio
El albañil Luis Goyochea dio un breve testimonio pero valioso en tanto fue testigo presencial de los hechos. Vivió durante más de 5 años con la familia Protti con quienes mantenía una amistad.Cuarto intermedio hasta mañana a las 9:00
13:26 Lo que dejó la patota
“Era una hermosa familia, que después, pobres, se les rompió lo más lindo de la casa que tenían”Luis recuerda que se dirigieron a él diciéndole que se quedara “piola”, que no era con él la cosa yle pusieron abrigo en los pies porque estaba descalzo. Pero no olvida el maltrato a la familia, las amenazas de golpes, cómo revolvieron todo.
“Después se dijo poco. Quedó mucha tristeza y nada más le puedo decir porque era sólo llanto y lágrimas”.
13:24 “Les taparon los ojos y se los llevaron”.
“Lo único que se es que a las 7 de la mañana me despertaron apuntándome con un arma y me llevaron encañonándome hasta el living. Vi gente arriba del techo y uno entró a mi cuarto diciendo ‘Acá hay otro!”.
Goyochea era albañil y pudo ver cómo la patota se llevó a Mónica Proti y Enrique Guillén (Expediente Quijano), a quienes estaban buscando.
13:18 Testigo 169 Declara Luis Goyoechea
El Dr. Díaz Gavier llama la atención del defensor oficial Dr. Casas Nóblega cuando el testigo lo saluda levantando su dedo pulgar. “Somos vecinos!” aclara y se generan las risas en la audiencia.Goyoechea es vecino de Casas Noblega y de la familia Protti, por lo que viene a declarar ya que estaba viviendo en el domicilio de ellos cuando el matrimonio Protti y Guillén fueron secuesrtados
12:22 "Milité tocando el piano"
Esa es la respuesta de Liliana ante la pregunta de un abogado de la Defensa acerca de si tuvo militancia antes de irse del país. Y si volviera a nacer creo que sí militaría.Terminó el testimonio de Liliana, hay cuarto intermedio de 15 minutos.
12:17 Una prueba nueva
Liliana pide leer el fragmento de una carta publicada en 1997 por su padre, donde cuenta con detalles el secuestro y el sentimiento desesperados de impotencia cuando el Ejército se negó a darle cualquier tipo de información al día siguiente del secuestro.La carta fue publicada en El Diario de Villa María y será incorporada como prueba por pedido del fiscal de la causa, Facundo Trotta.
12:10 Los efectos de un delito que no cesa
El abogado de H.I.J.O.S. Claudio Orosz pregunta a Liliana Felipe por las consecuencias que tienen estos crímenes imprescriptibles sobre sus familias: “Cuando te matan a un ser querido te matan a uno mismo. Quedo que toda la familia quedó muy angustiada, deprimida, angustiada. La vida deja de tener sentido. En mi caso me tuve que quedar afuera, no pude volver, y tuve que empezar a vivir como extranjera. Eso tiene sus cosas, hay que aprender.Liliana sostiene que si uno agrede o resiente ese lugar que es al principio ajeno, sólo puede recibir agresión y resistencia por parte de ese lugar. Liliana se estableció en Mexico donde ahora vive, y allí también formó su sobrina Paula una familia.
Sobre los imputados, Liliana reflexiona: “No me sorprende, los imputados, la mayoría no son de Córdoba, la mayoría. Vinieron aquí a sembrar los peores daños, educados por el imperio o vaya a saber qué, unos viles asesinos, unos vulgares ladrones”
12:04 Extorsión
La testigo confirma lo declarado por la anterior testigo, su sobrina Paula, respecto de los hechos de extorsión de los que fueron víctimas, aún en democracia, generando confusión y aumentando la desesperación de toda la familia. Se trataba de personas que pedían dinero y daban vueltas con rumores e información que se contradecía.Liliana cuenta que la misma persona visitó a otra familia de Villa María que tenía un desaparecido.
11:59 En qué infierno estábamos viviendo.
Liliana estaba en México desde principios de 1976, cuando viajó a un concierto. Después del golpe decidió quedarse y desde allí intercambiaba correspondencia con su hermana, quien le contaba de su embarazo y el nacimiento de su primera hija. “Me escribía que la cosa estaba cada vez más difícil y para nosotros, que estábamos afuera, era más fácil que desde dentro ver el infierno en que estábamos viviendo”.Después supo por noticias, con pocos detalles, que ambos fueron secuestrados. Y al tiempo, habló por teléfono con una sobreviviente que les confirmó que habían estado en La Perla y que habían sido trasladados. “Recordaba a Ester con las manchas que le dejaban en la camisa los pechos llenos de leche. Me dijo que el traslado significaba fusilamiento, y ahí empezó una nueva etapa para mi familia”.
11:56 Testigo 168: Declara Liliana Felipe
Cuñada de Luis, hermana de Ester, viene a declarar por su desaparición como testigo del expediente Ríos, que integra la megacausa. Antes de declarar despliega una foto de más de un metro y medio de alta con el rostro de Ester. “No encontré la pequeña”, dice, y extiende la imagen hacia el público y el Tribunal, y especialmente hacia los banquillos de los acusados.11:37 Exijo que los sigan buscando
“Estoy feliz de que se esté desarrollando un acto de justicia como este. Pero les recuerdo que mis padres siguen desaparecidos. Por eso les exijo a ustedes como jueces, que los sigan buscando”.11:35 Herencia de lucha
“Creo que todo lo que hemos hecho muchos hoy está sirviendo. Que esta institución nos abra las puertas es un logro, no solo de nosotros sino también de un gobierno decidido y de una sociedad que nunca se resignó”Así homenajea la herencia de lucha que le dejaron sus abuelos, y recuerda los primeros años de H.I.J.O.S. cuando tenía 17 años y viajaba de Villa María a Córdoba todos los viernes para participar de las reuniones. Allí, dice, encontró “su lugar”. Recuerda los escraches y afirma que nunca se luchó por venganza, sino “por esto, por lo que no le dieron a mi familia, por Justicia”.
Paula cuenta que en México hay y sigue habiendo desaparecidos. “Es una misma escuela, un mismo plan. Es el neoliberalismo que necesita sangre para hacer negocios. Pero acá estamos.
11:20 La búsqueda infructuosa/la lucha inclaudicable
Paula relata el derrotero de sus abuelos quienes tocaron todas las puertas para saber sobre su hija y yerno. “El coronel que los atendió negó saber nada y le dijo a mi abuelo Gregorio que probablemente se trataba de un ajuste de cuentas. Una respuesta cobarde que aún hoy como periodista escucho frecuentemente cada vez que hay crímenes de lesa humanidad. Nada nuevo, respuestas cobardes”.También fueron a pedir a Primatesta que los ayudara desde la institución eclesiástica: “Dijo que sólo podía rezar. Y todos sabemos quién fue este Obispo en Córdoba, amigo de muchos quienes están sentados acá”, dice Paula, en alusión a los imputados.
Paula aprovecha para homenajear la tarea de sus abuelos en la lucha: “Ellos supieron sobreponerse al dolor, seguir y golpear todas las puertas. Hacer todo sólos porque mucha gente los evitaba, los abogados tenían miedo. Ellos tuvieron que hacer convivir el dolor con la fuerza. Y han hecho algo muy importante que han hecho muchas de nuestras familias, crear una coraza para nosotros, los niños, que pudimos tener una infancia muy feliz, yo he sido feliz.
11:15 El secuestro
Paula cuenta con detalles lo que supo después de esa madrugada del 11 de enero de 1978. Era “una patota de torturadores, secuestradores y ladrones” quienes llegaron a la casa de sus abuelos maternos. “Son algunos de los que se han levantado porque no quieren escuchar mi testimonio”.Esa misma madrugada se dio un doble secuestro, casi en simultáneo. De la casa de los Felipe sacaron a Ester que estaba en camisón, y el sonido de sus chancletas en el pasillo quedó grabada para siempre en la memoria de mi familia. Se la llevaron sin que opusiera resistencia. “Estaba en el cuarto conmigo, amamantándome. Eso cambió para siempre la vida de mis abuelos”.
Los padres de Ester se dirigieron inmediatamente al departamento en el que dormía Luis y después de esperar durante mucho tiempo a la policía, que se demoró en llegar, se dieron con que tampoco estaba, estaba todo revuelto y faltaban los objetos de valor: “Mi padre tenía obras de arte, entre ellos un cuadro de Siqueiros que no se qué casa estará adornando ahora, la de un ladrón o la de alguien que se la compró a un ladrón”. Paula también pide que se investigue la posible complicidad de las fuerzas policiales en el procedimiento.
11:10 Semblanza
Paula cuenta lo que sabe de sus padres con quien sólo pudo compartir 25 días:“Mi mamá, me dicen, era muy inteligente, era profesora de danzas y psicóloga, y decidió trabajar ad honorem a la vez que atendía su consultorio. Era inteligente, bella y muy comprometida. Era integrante del ERP.
Mi papá, Luis Carlos Mónaco, me dicen que era muy serio pero muy bromista. Que era muy solidario y generoso. Me cuentan cosas como que una vez llegó a visitar a unos amigos que estaban con gripe por no tener agua caliente, por lo que él fue y les compró un calefón. Estudió además cerámica, y un poco de artes. En México participó de uno de los murales más grandes del mundo, de Siqueiros.”
Luis era periodista de profesión, al igual que su hija Paula. Empezó a los 19 y siendo camarógrafo registró algunas de las imágenes más importantes que existen sobre el Cordobazo y el Viborazo. Además integraba la dirigencia del ERP.
11:00 Testigo 167: Declara Paula Mónaco Felipe
Es querellante por la desaparición y asesinato de sus padres, Ester Felipe y Luis Mónaco, desaparecidos en febrero de 1978.“Me quedé pensando en lo que me preguntó usted, no hay nada que me impida declarar. Pero sí creo que estas personas me deben mucho,. Me deben una infancia con mis padres, yo no se cómo eran, no se qué le gustaba. Le deben un abuelo y una abuela a mi hijo. (…) Y así como me faltan ellos me faltan muchos otros”, dice con firmeza y nombra uno a uno a los compañeros que recuerda, familiares de muchos de los que están hoy presenciando la audiencia, los padres desaparecidos de tantos de sus amigos.
Paula es una de los miembros fundadores de la organización H.I.J.O.S. y hoy es miembro de la Regional en México.
10:00 Tres testigos
Declararán tres testigos en el dìa de la fecha. Las primeras dos son Paula Monaco Felipe y Liliana Felipe, lo harán por en marco del expediente Rìos, donde se investiga la desaparición del matrimonio integrado por Ester Felipe y Luis Mónaco. El tercero, Luis Goyochea fue testigo del secuestro del matrimonio de Mónica Proti y Enrique Guillén.Fuente:DiariodelJuicio
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