OPINION
Dentro de la ley, todoPor Mario Wainfeld
La propuesta de adecuación presentada por el Grupo Clarín fue aceptada por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). La decisión del directorio, en el que están representados el oficialismo y la oposición, fue unánime, aspecto digno de remarcar.
El multimedios se opuso a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LdSCA), la resistió con uñas, dientes y malas artes en Tribunales, valiéndose de la cómplice acogida de demasiados juzgados y cámaras. Cuando la Corte Suprema reconoció la plena constitucionalidad de la norma, Clarín adujo que tenía un año de changüí para adecuarse y amagó con acudir a tribunales internacionales. Las dos bravatas quedaron en eso, hoy día el Grupo está a derecho y acata la ley.
Si quien lee estas líneas fuera un habitante de Marte o un politólogo sueco desinformado, llegado ayer a la Argentina, podría preguntarse qué tiene de llamativo que una empresa poderosa cumpla la ley y que se imponga la autoridad del Estado. Para quienes frecuentan este diario, esas preguntas resultan retóricas o artificiosas: que la mayor corporación se “adecue” a la legalidad es un cambio cualitativo, un avance impensable hace veinte años, o diez u ocho.
En 180 días, Clarín deberá transmitir el patrimonio excedente que lo convertía en un oligopolio. Seguramente el plan de negocios se presentará con celeridad. Cuando se lo vea se tendrá una medida más acabada del impacto de la LdSCA.
Es casi un hecho que el Grupo conservará la unidad más relevante de las seis en que dividió su acervo (ver detalles en notas aparte). Si lo hace, será un potente actor mediático, el mayor de la Argentina. Y seguirá disponiendo de un capital poco usual en el mundo, sobre todo porque es titular de muchos medios de prensa escrita, aspecto no abordado ni regulado por la LdSCA. La magnitud de lo que resta da cuenta del potencial del Grupo, que podía hacer uso y abuso de su posición dominante.
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Definir cómo se adjudicarán los distintos grupos de negocios es, por ahora, pura especulación. Es posible, en el plano de las hipótesis, que socios o accionistas de Clarín trataran de hacerse cargo de los nuevos conglomerados. La LdSCA, norma reformista de un Estado democrático dictada sobre la base de acuerdos transpartidarios, deja una brecha en ese sentido. Claro que esa fragmentación, para ser lícita, debe ser cabal. Los nuevos (llamémolos así) “grupitos” deben tener plena autonomía económica, estructuras sociales distintas, patrimonios distintos, socios no superpuestos y contar con edificios, personal e infraestructura propios. La Afsca y los organismos de control deberán velar para evitar simulaciones o uso de testaferros.Es aventurado hacer profecías sobre negocios cuyo cierre no se ha divulgado, aunque es verosímil que estén pactados ya. A los efectos de esta columna, baste decir que para que los socios aceptaran diseminar el patrimonio sus relaciones internas deberían ser óptimas, el liderazgo del CEO Héctor Magnetto debería mantenerse invicto y Clarín debería estar exento de deudas que lo incitaran a ir en pos de capitales frescos.
Con la, insuficiente, data actual sólo puede insinuarse que no es para nada imposible que Cablevisión sea transferida a terceros. Y que la armonía interna de socios y grandes directivos del Grupo no atraviesa su mejor momento, como suele pasar en toda estructura colectiva que afronta un enfrentamiento a todo o nada... y mayormente pierde. De nuevo, cuando se devele quiénes son los adquirentes propuestos el escenario será más claro.
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Clarín retiene poder, canales de tevé, radios y diarios. Emitirá mensajes críticos al Gobierno, derrapando con asiduidad a la falacia y hasta el ridículo. Eso sólo puede asombrar a quienes pregonaban que el Gobierno quería clausurar todos los medios opositores y amordazar hasta las menciones del síndrome de Hubris. O los que parangonaban a Martín Sabbatella con Stalin o con Goebbels. Pero hete aquí que Sabbatella es un funcionario con sobrado currículum democrático. Y lo que más relevante: que aun si algún funcionario o militante kirchnerista pensó alguna vez trasgredir los márgenes de la ley, ésta constriñe al Gobierno. Ni Clarín ni el oficialismo pueden hacer lo que quieren: la LdSCA demarcó reglas institucionales que todos deben acatar.* * *
En las semanas por venir, el directorio de la Afsca analizará las propuestas de Telefe, Telecentro y del Grupo Prisa. Los dueños de Telefe argumentan que Telefónica no es controlante de Telefe. Si así fuera, no debería desprenderse de esa empresa. Las áreas técnicas de la Afsca, según se va sabiendo, piensan distinto: es controlante por lo que ese conglomerado no respeta las restricciones legales. Por lo que parece, ese sensato criterio incidirá en la resolución del directorio.
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Volvamos al principio con otra ilustración amable. ¿Por qué es gran nueva y por ende noticia que Clarín “esté en caja” y se respete la autoridad del Estado? Porque, como propone el consabido ejemplo periodístico, si un perro muerde a un hombre no es noticia, pero sí lo es que un hombre muerda a un perro. Lo que viene pasando (que sumará zigzags y peripecias) podría parangonarse a que Francisco de Asís, el santo que amaba a los animales, mordiera al pobre perro. La diferencia es que el sujeto de la noticia no tiene nada de santo, precisamente.Fuente:Pagina12
18.02.2014
las paritarias que se vienen y las leyes que se necesitan
La importancia del 1 de marzo Un sucinto repaso por los desafíos que llegarán con la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.
Por: Eduardo Anguita
Dentro de once días, la presidenta inaugurará el 132º período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Esta es la séptima vez que Cristina Fernández de Kirchner cumple con este ritual de la democracia y es de esperar un discurso importante, habida cuenta de los cambios que vive la Argentina y las expectativas que despierta –entre propios y ajenos del kirchnerismo– el diagnóstico y los eventuales anuncios que la mandataria pueda realizar. Pese a que se daba por descontado que en el receso de verano el Ejecutivo iba a convocar a sesiones extraordinarias, esto no tuvo lugar. En efecto, debe recordarse que uno de los asuntos a tratarse era una iniciativa enunciada por el senador Aníbal Fernández para encuadrar y sancionar a los policías de numerosos distritos provinciales que hicieron abandono de sus obligaciones y, en muchos casos, propiciaron desmanes o dejaron zonas liberadas en unas jornadas que costaron no menos de 14 muertos y que para las principales figuras del gobierno no fueron desbordes espontáneos o con fines salariales, sino episodios que tuvieron componentes golpistas.
Esto sólo justificaba que diputados y senadores sesionaran porque, además del desborde institucional y los claros indicios de connivencia policial con los saqueadores, cabe recordar que la mayoría de los gobernadores otorgaron aumentos por decreto del orden del 35% para los uniformados. Es decir, arrancaron remuneraciones que están diez puntos por encima de la oferta salarial que esos mismos mandatarios conversaron entre ellos para ofrecerles a los docentes. Sin perjuicio de la extorsión, hubo muchas voces que se mostraron a favor de un derecho de agremiación –limitado por las funciones de seguridad– de los uniformados. Otro tema interesante para el Parlamento. Sin embargo, el Ejecutivo decidió no llamar a sesiones extraordinarias pese a que la nueva conformación de las cámaras, tras los comicios del 27 de octubre pasado, le da una mayoría de 132 votos en Diputados (tres más de los necesarios para mayorías simples) y una ajustada mayoría en la Cámara Alta que, como se sabe, en caso de empate cuenta con el voto del vicepresidente, favorable al Ejecutivo.
Pero no fueron las cuentas –el poroteo, como se lo llama en la jerga parlamentaria– lo que hizo desistir al gobierno de reunir a los legisladores en este verano tan tórrido como vertiginoso. Basta recordar los tironeos y especulaciones que generó el aumento de la cotización del dólar durante los últimos once días de enero para encontrar el motivo que llevó al Ejecutivo a pilotear los cambios políticos y económicos sin abrir el debate. El asunto es que para muchos dirigentes políticos, aun dentro de los espacios kirchneristas, es impensable una devaluación que no altere los precios e incida en la puja por la distribución del ingreso. En ese sentido, hubiera sido desafortunado haber convocado a extraordinarias sin proyectos de leyes económicas. Desde el punto de vista de cierta eficacia, quizá el gobierno evalúe que acertó en no abrir debates, pero la pregunta es si esta etapa no necesita de mayores alianzas que den basamento a la gobernabilidad.
UNA AGENDA PARA DIEZ DÍAS. No son pocos los flancos que deja abierto un desfasaje cambiario tan pronunciado: el dólar oficial valía 6,02 pesos el 18 de noviembre, cuando asumió la dupla Jorge Capitanich-Axel Kicillof, y tres meses después cuesta 7,79 pesos. Por más que el dólar esté quieto, incide en el tema más sensible de estos días: el de las convenciones colectivas. Si bien Hugo Moyano se mostró manso y partidario de paritarias anualizadas, su hijo Pablo, secretario adjunto del gremio de Camioneros, ya salió a decir que pedirán una suba del 35 por ciento. Sin dudas es para calentar el ambiente, porque ese gremio cerró paritarias en junio de 2013 por 26,6% y los choferes cobrarán el último tramo de ese aumento –del 6%– en el mes de marzo. Pero, además, ese gremio, que tiene 200 mil afiliados de distintos rubros en todo el país, logró en diciembre un adicional de fin de año por 1850 pesos, pagaderos en tres tramos: febrero, abril y mayo. Los empresarios del transporte tuvieron durante estos años altísimas ganancias y muchas facilidades para renovar flotas, con precios especiales y créditos promovidos desde el Estado. Pero más importante que ese resto económico es el poder de negociación sindical. Moyano y la conducción del gremio no necesitan alianzas ni se preocupan mucho por los perjuicios que puedan causar miles de camiones sin llevar mercadería o directamente atravesados en las rutas. El líder de la CGT disidente no tuvo empacho en avalar las demandas policiales de diciembre pese a la angustia y el miedo generalizados. Moyano consolidó su poder desde mayo de 2003 pero ya en noviembre de 2011, tras la reelección de Cristina con el 54% de los votos, se pasó a la oposición. El moyanismo había surgido en los '90 a través de la alianza de muchos gremios en el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) y, aun con las grandes diferencias que mantenía con la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), en aquellos años liderada por Víctor De Genaro, ambos movimientos fueron parte sustantiva de la resistencia al neoliberalismo.
Ahora se da la paradoja de que la CTA se dividió y que el sector liderado por Hugo Yasky, aliado al gobierno, se encuentra con que su columna vertebral, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), no puede hacer pie en el diálogo a través de la postergada paritaria nacional docente. Y no es que los maestros carezcan de capacidad de movilización. Por el contrario, es un gremio que mostró un grado de combatividad y unidad elevado. Ahora bien, el miércoles 5 de marzo deberían empezar las clases y cuatro días antes hablará Cristina. ¿Habrá una estrategia oficial para financiar un aumento salarial por encima de la oferta extraoficial del 25 por ciento? ¿Cómo responderá el gobierno de Daniel Scioli al reclamo del 35% de los docentes bonaerenses?
LEYES DE GRAVEDAD. Hay leyes no escritas en los procesos de traslación de ingresos por vía combinada de devaluación e inflación. La primera es que ganan posiciones los sectores exportadores. No se sabe si el tema de una agencia mixta de comercialización de granos fue tema de conversación entre la presidenta y Julián Domínguez –presidente de la Cámara de Diputados y partidario de esa medida– en la reunión que mantuvieron ambos durante el viaje a La Habana o en posteriores contactos telefónicos.
La segunda ley no escrita es que por vía devaluatoria se produce una transferencia de los sectores de ingresos fijos hacia otros sectores, dueños de capital. Pero entre los asalariados, las brechas pueden ser muy grandes: para los sectores de capital intensivo, la incidencia del salario como costo es mucho menor que en sectores como, por ejemplo, la construcción. De modo que las cámaras empresarias escuchan las demandas y las evalúan tanto en función de sus ganancias como del poder de su contraparte. Con los gremios estatales y los docentes, el problema es distinto. Estos últimos dependen de los presupuestos provinciales más los aportes nacionales. Y sin una solución que involucre esfuerzos de los Estados federales más el Estado central, ya sea vía partidas extra o nuevos tributos, es difícil augurar qué pasará con el inicio de clases. Nada que no conozca la Argentina, pero no es bueno seguir tropezando con la misma piedra.
PRECIOS Y TARIFAS. Aunque no se sepa la fórmula, Kicillof ya advirtió que habrá reducción o eliminación de las tarifas subsidiadas a la electricidad, el agua y el gas. Subsidios de larga data –una década– y que para nada tuvieron un acento social o progresivo –salvo las quitas de enero de 2012 a barrios top o edificios de lujo– sino meramente jurisdiccional: el conglomerado urbano de Buenos Aires. Sin dudas, los aportes públicos a la energía contribuyeron al consumo y contuvieron disparadas de precios. Sin una progresividad en función de los ingresos de cada usuario, el sinceramiento de las tarifas puede castigar a sectores populares. Es aún una incógnita la fórmula que se aplicará.
Pero con respecto a los precios sí se vive un tironeo intenso. Recientes declaraciones de Augusto Costa a la Agencia Paco Urondo ponen de manifiesto las escasas herramientas del Estado y, en consecuencia, el techo que tiene el positivo control de los consumidores. Las sanciones se encuadran en dos leyes –dijo Costa–: la de Lealtad Comercial y la de Defensa del Consumidor. Permiten fijar multas y hasta clausurar comercios. "El tema es el siguiente –agregó–, hay todo un procedimiento formal para poder aplicar esas multas. Primero, que vaya un inspector oficial de la Secretaría al supermercado y tome nota del problema. Después nosotros revisamos el acta y notificamos al supermercado. El supermercado tiene un plazo para hacer un descargo.
Con ese descargo, analizamos si se justifica o no. Si se justifica, aplicamos una multa en función de la gravedad del hecho. La empresa o el supermercado tiene que pagar esa multa. Si hacen una presentación en la justicia en lo Contencioso Administrativo respecto a que consideran que la multa no corresponde o lo que sea, la justicia aplica un efecto suspensivo de la medida y decide que hasta que no se tome una decisión en la justicia, no hay que pagarla." El secretario apoyó el proyecto de Aníbal Fernández: "Pague, y si se demuestra que estaba mal, después se devuelve." ¿Será este otro de los temas a tratar por el Congreso de modo perentorio?
Y no todo termina con la canasta familiar: los tironeos con los laboratorios medicinales también dejaron sabor a poco. La semana pasada, Capitanich anunció que los precios de 18 mil medicamentos volvían a los del 21 de enero mientras que 600 productos bajaban sus precios. Tras las reuniones con laboratorios, el anuncio no se confirmó, y ayer el jefe de Gabinete anunció que no hubo avances en las negociaciones. Con las naftas, el acuerdo con las petroleras llevó a un aumento del 6% la semana pasada, salvo Shell que todavía se rige por el 12% que generó otro revuelo contra la compañía.
Fuente:TiempoArgentino
Defender la revolución bolivariana
En la vieja Argentina –semicolonia inglesa hasta 1945– nos enseñaron a ignorar a Venezuela, más aún, a rivalizar con ella: nosotros, mirando hacia el Atlántico, Venezuela ambicionando expandirse hacia la América Latina profunda.
Por: Norberto Galasso
Esto comenzó con Mitre cuando, en las primeras páginas de su biografía sobre San Martín, inventa dos proyectos antagónicos: el argentino, liberar países para tornarlos independientes, el venezolano-colombiano, para unificarlos bajo su égida como Patria Grande. Y de ahí, la conclusión: siendo Bolívar un ambicioso, astuto e intrigante, y siendo San Martín "el santo de la espada", el venezolano le habría "robado" la gloria de concluir la campaña libertadora y esta usurpación habría provocado su exilio, quedando el general argentino en Europa con rencor irredimible hacia Bolívar. Por tanto, como diría Mitre y su ministro Elizalde, "Argentina está más cerca de Europa que de cualquier país latinoamericano", y diría luego el presidente Alvear cuando Sandino defendía la soberanía nicaragüense: "Nicaragua está demasiado lejos para que los argentinos nos preocupemos por su destino".
Pero la verdad por fin se está imponiendo. Ahora sabemos que no hubo misterio en Guayaquil: que San Martín, boicoteado desde Buenos Aires por Rivadavia, traicionado por el Lord Cochrane y con graves disidencias en el Perú, comprendió que Bolívar estaba en mejores condiciones de dar el último golpe a los realistas, por lo cual prefirió dar un paso atrás –evitando una doble jefatura que acrecentaría la indisciplina– y se ofreció como segundo jefe de Bolívar, propuesta que el venezolano no aceptó con buen criterio, pues no podía entrar a Perú llevando por subjefe justamente al Protector del Perú.
Ahora sabemos también –porque lo testimonia la autoridad del historiador Ernesto Quesada– que San Martín admiraba a Bolívar y tenía, en su exilio europeo, tres retratos de Bolívar: un óleo que su hija pintó por encargo del propio Don José, un cuadro pequeño de Bolívar, enmarcado con diamantes, que este le regaló en Guayaquil y –lo cual es definitorio– una litografía de Bolívar, en la pared de su dormitorio, delante de su cama. Es decir, lo primero que veía al levantarse era el rostro de Bolívar, frente a él mudaba de ropa y al acostarse, lo último que veía era también el retrato del venezolano. Salvo que se quiera suponer el disparate de que sufría un grado extremo de masoquismo, los hechos demuestran que admiraba a quien había sido su compañero en el proyecto de la liberación y de la unificación de la Patria Grande, lamentablemente frustrado en el Congreso de Panamá, en 1826.
Por eso, en la vieja época, estigmatizado Bolívar, no podíamos conocer de modo alguno quién había sido el caudillo Ezequiel Zamora, ni tampoco admirar las canciones de Alí Primera. Ahora, la historia mitrista está derrotada –y no por el rosismo ganadero y bonaerense– sino por una concepción latinoamericana expresada ya en organismos como el Unasur y el CELAC, en el Mercosur y el Banco del Sur. Ahora sabemos que la lucha por la Revolución Bolivariana, que es también sanmartiniana, es una sola. Por ello se están alzando voces condenando los intentos desestabilizadores provenientes de la derecha venezolana asociada al imperialismo norteamericano. Pero es necesario insistir: no se trata simplemente de la solidaridad de los argentinos con la causa iniciada en Venezuela por ese extraordinario caudillo popular que fue el comandante Hugo Chávez Frías. No. Es algo más que el apoyo a una causa justa de un país hermano. Es la consustanciación total con el gobierno presidido por Nicolás Maduro, porque ya somos una Patria Grande en reconstrucción y su lucha es nuestra lucha y su enemigo es nuestro enemigo.
Desde esta óptica latinoamericana –la de los grandes libertadores y también la de Martí, la de Artigas, la de Ugarte y tantos otros– salimos a denunciar y condenar el intento golpista de que somos objeto los pueblos de América Latina en estos días, perpetrado por los vendepatrias alimentados por los dólares yanquis. Desde aquí, como integrantes de una misma Nación agredida, y ante el ¿Quién vive? del agresor, contestamos con las palabras de Manuel Ugarte, en 1913: "Respondámosles unánimes, con toda la fuerza de nuestros pulmones: ¡La América Latina!... A la intromisión en nuestros asuntos domésticos, opongamos la acrisolada honradez de gobernantes y gobernados. Digámosles a los yanquis: ¡No queremos tutores! ¡No deseamos padrastros! ¡Dejadnos vivir tranquilos en esta porción de nuevo continente: ¡La América Latina para los latinoamericanos! No consintamos más que ellos continúen. Pero si los angloamericanos persisten en sus ideas absorbentes, luchemos con el valor legendario de nuestra raza y que salgan de sus tumbas los manes de nuestros Libertadores y en forma de serpientes, estrangulen al enemigo maldito: ¡Viva la América Latina!"
Fuente:TiempoArgentino
18.02.2014
Laclau y los cambios irreversibles
El politólogo Ernesto Laclau volvió a expresarse en respaldo al kirchnerismo, si bien, como antes lo hicieron los intelectuales de Carta Abierta, señaló la necesidad de cambios.
"El kirchnerismo produjo transformaciones que difícilmente puedan ser desandadas por una eventual restauración conservadora", sostuvo Laclau, para quien "el futuro del proyecto popular" está en su capacidad de "profundizar las políticas distributivas que se aplican desde 2003". Durante una entrevista con la agencia Télam, Laclau consideró que el gobierno produjo cambios y generó políticas que difícilmente puedan ser revertidas si una opción de derecha se impone en las elecciones de 2015.
Fuente:TiempoArgentino



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