30 de marzo de 2008

CHARLA EN LA ESCUELA VIVIR Y CONVIVIR.


(Foto:Gustavo de los Ríos).
No hablar, silenciar y olvidar. La fecha del 24 de marzo pasó en muchas escuelas como una feriado más, ausente de reflexión acerca de uno de los hechos más trágicos de las últimas décadas. Pero no en todos lados fue así. En muchas instituciones, como en la Escuela Vivir y Convivir, docentes y alumnos dieron una lección de historia.
En la soleada mañana de 25 de marzo, los estudiantes de los últimos años de la escuela de zona oeste participaron de una charla abierta a cargo de un grupo de ex detenidos durante la última dictadura militar. Mate en mano, Mónica Garbuglia, Hugo Papalardo y Carlos Arroyo, del Colectivo de sobrevivientes y ex presos políticos, contaron a los chicos de la institución de Mendoza y Magallanes los porqué de los años de plomo en la Argentina.
Divididos en grupos —de quinto a séptimo grados, y de primero a tercero años del secundario— los alumnos escucharon atentos el relato de quienes fueron detenidos en cárceles y centros clandestinos de detención de la zona. La vida tras las rejas, las estrategias para vigilar la llegada de los guardiacárceles y torturadores fueron parte del espacio abierto en el patio de la escuela para debatir sobre la dictadura. Pero también el contexto histórico, político, social y económico que permiten entender este proceso.
El relato crudo de lo vivido en el centro clandestino de detención El Pozo, y posteriormente en la cárcel de Coronda fue escuchado por los alumnos de Vivir y Convivir. Sitios en donde “no estás ni vivo ni muerto”, tal como describiera Papalardo. Lugares oscuros de los cuales “nada bueno se puede contar, más allá de la voluntad de sobrevivir”, contó Arroyo, otro de los ex detenidos en El Pozo.
Peón 4 Rey
Entre las anécdotas contadas por los ex presos políticos, llamó la atención de los chicos cuando Carlos contó cómo lograban pasar las horas en los duros días de detención en la cárcel de Coronda. Describió cómo, con cajas de cigarrillos y migas de pan, los internos se las ingeniaban para armar pequeñas piezas y tableros de ajedrez, utilizando las cenizas para diferenciar las blancas de las negras. “El problema era cuando uno tenía que jugar con otro que estaba encerrado a media cuadra. Entonces todos tenían que participar para cantar las movidas, como ¡peón 4 rey!, que todos iban repitiendo para hacer llegar la movida”, describió entre risas Papalardo sobre esas partidas eternas. La atención crecía con las anécdotas de los invitados. Sobre todo cuando contaron las particulares contraseñas que utilizaban para comunicarse entre sí, o la construcción de espejitos para espiar la llegada de los guardiacárceles.
Tras la charla llegó el tiempo de las preguntas, uno de los momentos más interesantes donde los chicos se sacaron sus dudas sobre la vida de los militantes políticos. “¿Había hombres y mujeres presos juntos?”, preguntó Fiama, de 11 años. Las inquietudes de Gerardo, Agustín y Manuel se sumaron a las de su compañera. Como una de las chicas de quinto, que quiso saber si en la cárcel había kiosco, en referencia al lugar llamado “la cantina” donde los detenidos, una vez por mes, concurrían para comprar jabón, papel higiénico y papel para armar cigarrillos.
Tras el aplauso final con el que concluyó la clase, las manos de los alumnos seguían levantadas, incluso cuando se acercaron a saludar cariñosamente a cada uno de los ex detenidos.
Cuando les llegó el turno de la charla a los estudiantes del secundario, los más chicos volvieron a las aulas para seguir con la jornada de reflexión. El relato de los detenidos por la dictadura se iniciaba para ellos en el patio, mientras en los salones uno de los maestros leía la carta abierta que escribiera Rodolfo Walsh a la Junta Militar. La lección de historia continuaba.
(Fuente:Diario La Capital-Sup.Educación).
Nuestro agradecimiento a la docente Josefina Baster, a la Directora Mónica Cattoni , y a todos los docentes que nos acompañaron, por permitirnos tomar contacto con los alumnos de la escuela.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola yo soy una alumna de septimo grado de la escuela vivir y convivir al cual asisti a la charla y me super encanto ya que toda esa etapa tan fea me tubo muy mal cuando empese a creser y mi mama me contaba lo que susedia en ese momenton de su infancia.
la charla fue muy hermosa y emotiva sirvio mucho para algunos que no tenian ni idea de lo que sufrir eso...