La justicia del escrache
En septiembre de 2006, cuando se produjo la desaparición forzada del compañero Jorge Julio López tras haber testificado en el juicio contra Etchecolatz, Felipe Solá era el gobernador de la provincia de Buenos Aires y máxima autoridad de las fuerzas policiales bonaerenses.
Para que ocurra la desaparición "sin rastros" de una persona es necesaria la complicidad del aparato represivo y del poder político. Esto convierte al entonces gobernador, junto al ex presidente Néstor Kirchner, en los responsables políticos del hecho.
El día en que se cumplen dos años de aquel suceso, la Facultad de Economía de la U.N.Co., con una inconsciencia rayana en la provocación, invita a Felipe Solá. Este oscuro personaje puede permitirse brindar su palabra sobre economía pero aún no explica el silencio que pesa sobre la desaparición de López.
Un grupo de manifestantes con memoria histórica organizó un escrache, es decir, utilizó un mecanismo de participación legítimo cuando no existe la justicia, para que todos recordemos quién es Felipe Solá, gobernador también durante la masacre de Avellaneda, por la que igualmente debe responder.
Los medios de comunicación se encargaron de tergiversar los hechos, haciendo aparecer ante la opinión pública lo que con justicia es una herramienta de participación popular como la manifestación de "un grupo de violentos e intolerantes". De la agresión del diputado a un estudiante, motivo del desborde que se muestra, no se habla. No es violencia.
Recordemos que el escrache, con golpes, escupitajos y huevazos, fue el método de protesta utilizado por Nito Artaza y los afectados por el corralito financiero. Según los medios, en aquel entonces, no se trataba de violentos intolerantes sino de ciudadanos que reclamaban con justicia la devolución de su dinero.
El 18 de septiembre de 2008 se reclamaba, con el mismo método, respuestas por la vida de un compañero que tuvo la valentía de enfrentar a su torturador. Este escrache, sin embargo, fue mostrado como la manifestación de la intolerancia de un grupo de inadaptados. Evidentemente, para los medios, la violencia es tal según quien la ejerza y quién la padezca. ¿Son medios de comunicación o gestores de una comunicación a medias?
Felipe Solá es parte de un estado que ejerce la violencia a diario y de muchas maneras. Es responsable político directo de la desaparición forzada de Jorge Julio López y de la muerte de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Cuando el Estado no da respuestas y la prensa miente, sostenemos, como los compañeros de
H. I. J. O.S.:
Si no hay justicia, hay escrache.
ARTE en lucha!
(Agrupación de Trabajadores/as de la Educación en UnTER)
Contacto: arte_enlucha@yahoo.com.ar
(Fuente:rdendh).
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