Imagen: Leandro Teysseire
Hubo un gran ausente: el general Roberto Bendini. La ministra de Defensa, Nilda Garré, puso en funciones a su sucesor Luis Alberto Pozzi, pero Bendini no estuvo en la Plaza de Armas del Edificio Libertador. Después de cinco años y cuatro meses en el cargo, de haber descolgado los cuadros de los represores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Benito Bignone del Colegio Militar, Bendini pasó a retiro procesado por peculado y en medio de denuncias de corrupción realizadas por Garré contra cuarenta y cuatro altos oficiales, entre ellos seis generales, cuatro en actividad. “Transitamos el desafío apasionante de la actualización doctrinaria y organizativa, el trabajo conjunto, la racionalidad y eficiencia en el uso de los recursos, la recuperación de la capacidad operativa, la excelencia profesional y la profundización de los valores democráticos y republicanos”, dijo la ministra. Pozzi asumió un día después de que se presentara una denuncia en su contra por tráfico de influencias.
Durante los discursos ante el jefe de Gabinete, Sergio Massa; y los ministros del Interior, Florencio Randazzo; y de Trabajo, Carlos Tomada, y la plana mayor de las tres Fuerzas Armadas, nadie hizo alusión a Bendini ni a la denuncia contra Pozzi. En corrillos eran los temas que alimentaban diversas hipótesis. Ante la consulta de la prensa, la ministra dijo que vio la presentación “en diagonal”, que la tiene que analizar en detalle, pero que aparece como una pelea de oferentes, que parece “más una puja de empresas”. En Defensa repiten que, a diferencia de las acusaciones presentadas ante la Justicia por esa cartera, “esto no es producto de ninguna auditoría interna, sino que el representante de una empresa es el que acusa”.
El militar retirado Guillermo González Naya, en representación de Taltec SRL y Poly Technologies Inc, empresa de origen chino, denunció que Pozzi tomó decisiones que perjudicaron a su representada. La causa se remonta a fines de 2004 y según González Naya, Pozzi y otros oficiales cometieron “el delito de contrabando y fraude a una administración pública con la supuesta compra del camión 4x4 enviado por Poly Technologies para su prueba de campo en nuestro país”.
Es un mercado en el que todos se conocen. El general Pozzi es uno de los miembros fundadores de la representación argentina de la Asociación Internacional de Comunicaciones y Electrónica de las Fuerzas Armadas (Afcea) y la empresa Taltec SRL, representada por González Naya, es también miembro de esa asociación. Comparten la membresía Nixon, Thomson Spectrum y Siemens, entre otras. Los negocios en esa área alimentaron el año pasado toda clase de sospechas sobre el ex jefe de Inteligencia, Osvaldo Montero, quien fue pasado a retiro acusado de conspirar contra Garré y acumula denuncias en la Oficina Anticorrupción.
Las denuncias que tienen en jaque a una inédita cantidad de oficiales por manejos non sanctos se originaron en informes anónimos que abrieron el camino a minuciosas auditorías internas. “La ministra dijo que analizará el tema con personas de su confianza. No nos corresponde opinar a nosotros”, repetían ayer los oficiales de confianza de Pozzi. Hoy se realizará la reunión del nuevo jefe con los altos mandos, un primer termómetro de la reacción ante su nuevo rol después de haber sido el segundo de Bendini. La definición sobre el subjefe y sobre el titular del II Cuerpo de Ejército será definida por Garré en función de la propuesta de Pozzi y una vez que regrese la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de su viaje a Nueva York.
Garré destacó la reglamentación de la Ley de Defensa, el nuevo Sistema de Justicia Militar, la creación de la Escuela de Guerra Conjunta, como algunos de los puntos centrales de la política oficial. Pozzi resaltó que la Presidenta, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, le confió “el alto honor” de nombrarlo y que él lo cumplirá “con el orgullo y la serenidad de conocer y pertenecer a una institución respetuosa de las leyes y de la Constitución”. Como veterano de la guerra dijo que “Malvinas es un objetivo irrenunciable de nuestra política exterior”. Juró por Dios, la Patria y los Santos Evangelios ante Garré. Bendini no estuvo, como es tradición, para entregarle el mando.
(Fuente:Pagina12-Nora Veiras).
Durante los discursos ante el jefe de Gabinete, Sergio Massa; y los ministros del Interior, Florencio Randazzo; y de Trabajo, Carlos Tomada, y la plana mayor de las tres Fuerzas Armadas, nadie hizo alusión a Bendini ni a la denuncia contra Pozzi. En corrillos eran los temas que alimentaban diversas hipótesis. Ante la consulta de la prensa, la ministra dijo que vio la presentación “en diagonal”, que la tiene que analizar en detalle, pero que aparece como una pelea de oferentes, que parece “más una puja de empresas”. En Defensa repiten que, a diferencia de las acusaciones presentadas ante la Justicia por esa cartera, “esto no es producto de ninguna auditoría interna, sino que el representante de una empresa es el que acusa”.
El militar retirado Guillermo González Naya, en representación de Taltec SRL y Poly Technologies Inc, empresa de origen chino, denunció que Pozzi tomó decisiones que perjudicaron a su representada. La causa se remonta a fines de 2004 y según González Naya, Pozzi y otros oficiales cometieron “el delito de contrabando y fraude a una administración pública con la supuesta compra del camión 4x4 enviado por Poly Technologies para su prueba de campo en nuestro país”.
Es un mercado en el que todos se conocen. El general Pozzi es uno de los miembros fundadores de la representación argentina de la Asociación Internacional de Comunicaciones y Electrónica de las Fuerzas Armadas (Afcea) y la empresa Taltec SRL, representada por González Naya, es también miembro de esa asociación. Comparten la membresía Nixon, Thomson Spectrum y Siemens, entre otras. Los negocios en esa área alimentaron el año pasado toda clase de sospechas sobre el ex jefe de Inteligencia, Osvaldo Montero, quien fue pasado a retiro acusado de conspirar contra Garré y acumula denuncias en la Oficina Anticorrupción.
Las denuncias que tienen en jaque a una inédita cantidad de oficiales por manejos non sanctos se originaron en informes anónimos que abrieron el camino a minuciosas auditorías internas. “La ministra dijo que analizará el tema con personas de su confianza. No nos corresponde opinar a nosotros”, repetían ayer los oficiales de confianza de Pozzi. Hoy se realizará la reunión del nuevo jefe con los altos mandos, un primer termómetro de la reacción ante su nuevo rol después de haber sido el segundo de Bendini. La definición sobre el subjefe y sobre el titular del II Cuerpo de Ejército será definida por Garré en función de la propuesta de Pozzi y una vez que regrese la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de su viaje a Nueva York.
Garré destacó la reglamentación de la Ley de Defensa, el nuevo Sistema de Justicia Militar, la creación de la Escuela de Guerra Conjunta, como algunos de los puntos centrales de la política oficial. Pozzi resaltó que la Presidenta, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, le confió “el alto honor” de nombrarlo y que él lo cumplirá “con el orgullo y la serenidad de conocer y pertenecer a una institución respetuosa de las leyes y de la Constitución”. Como veterano de la guerra dijo que “Malvinas es un objetivo irrenunciable de nuestra política exterior”. Juró por Dios, la Patria y los Santos Evangelios ante Garré. Bendini no estuvo, como es tradición, para entregarle el mando.
(Fuente:Pagina12-Nora Veiras).
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