El periodista Pablo Llonto aportó ayer a la Justicia nuevos datos sobre el origen de los niños adoptados por Ernestina Herrera de Noble. El autor del libro La Noble Ernestina confirmó que uno de los choferes de la dueña del Grupo Clarín, de nombre Roberto García, "fue inducido y obligado a firmar un texto en el que relata ser testigo de un hecho que no había presenciado". La información es relevante pues en el expediente de adopción de Marcela Noble Herrera, Ernestina afirmó que el 2 de mayo de 1976 "sintió llorar en la puerta de su casa a un bebé" y que "presenció el hecho el señor Roberto García, cuidador de la finca vecina".Llonto, ex redactor del diario Clarín, también hizo referencia a las restricciones que ejercían "la directora, Héctor Magnetto y Joaquín Morales Solá, jefe de la sección Política", ya en democracia, sobre todas las noticias que estuvieran relacionadas con las Abuelas de Plaza de Mayo y el secuestro de niños durante la dictadura. En cuanto al procedimiento por el cual Marcela y Felipe llegaron en 1976 a manos de Ernestina, el periodista involucró a un militar ya muerto, de nombre Marco Antonio Cúneo, como quien hizo las gestiones "para conseguir esos chicos".El próximo lunes está previsto que declare el represor Raúl Guglielminetti.
(Fuente:rdendh).
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