19 de diciembre de 2008

"HOY ES UN DIA DE VERGÜENZA PARA LOS ARGENTINOS Y NUESTRO SISTEMA JUDICIAL".

La Presidenta fustigó la decisión de Casación que ordenó la liberación de Jorge Acosta y Alfredo Astiz. En un acto en la ex ESMA, afirmó que "no es casualidad", sino "un mensaje fácil de descifrar". Además, dijo que "no es posible que sean los tribunales extranjeros los que deban juzgar a los represores porque los argentinos no lo hicieron luego de 25 años de lucha de los organismos de derechos humanos".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que ayer "es un día de vergüenza para la Argentina y la humanidad y también para nuestro sistema judicial", al referirse al fallo de la sala dos de Casación Penal que decidió la libertad en la causa ESMA de Alfredo Astiz y Jorge "Tigre" Acosta, entre otros represores.La Presidenta expresó su confianza en que el sistema judicial argentino revea esta decisión y "coloque a la Argentina en el lugar del que nunca debió haber salido"."Hay cierta perversidad del sistema y espero que el propio sistema del poder judicial lo resuelva para honor y dignidad de todos los argentinos", remarcó la Presidenta.Cristina, acompañada por Néstor Kirchner, habló ayer en el Espacio de la Memoria, en la ex ESMA, donde se entregaron los premios "Azucena Villaflor" al escritor Osvaldo Bayer y a la madre de Plaza de Mayo, Sara Rus."No creo en señales, sino tal vez en mensajes que son fáciles de descifrar. Miembros de la Justicia ordenaron la libertad de las personas acusadas por violación masiva a derechos humanos en este espacio", sostuvo la Presidenta.De esta manera, Cristina mencionó que los represores que Casación pone en libertad cometieron delitos de lesa humanidad en lo que fue el centro clandestino de detención más emblemático de la última dictadura militar, la ex ESMA.En su discurso, Cristina, mencionando el embajador de Francia presente en el acto, recordó su viaje a ese país con el entonces presidente Néstor Kirchner y la entrevista que tuvieron con Jacques Chirac, quien requirió por la inacción de la justicia argentina en torno a la desaparición de las monjas francesas.El responsable de esas desapariciones fue "alguien que no quiero nombrar", dijo Cristina, en referencia a Astiz."Esa persona (por Astiz) fue condenada en Francia y su captura tiene pedido internacional, sin embargo aquí lo liberan", enfatizó.En otro tramo, remarcó: "Que no queden dudas, si algunos creen que de esta manera envían mensajes para amedrentarme porque soy mujer, que lo olvide, no van a lograrlo"."Me daria vergüenza que fuera el tribunal de otro país el que finalmente hiciera justicia porque los argentinos no hemos podido llegar a ella", agregó."Confío en que las instituciones de la democracia, en que finalmente el Poder Judicial de Argentina coloque a nuestro país en lugar del que nunca debimos haber salido, y podamos sentirnos orgullosos miembros de la comunidad internacional", finalizó.El acto fue acompañado por manifestantes de distintas organizaciones políticas y defensoras de los derechos humanos, entre ellas Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.También estuvieron presentes los ministros Julio de Vido, Alicia Kirchner y Florencio Randazzo.Junto a ellos se encontraban el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato; y el legislador porteño Juan Cabandié.Además, Lilia Ferreyra, compañera del escritor y periodista Rodolfo Walsh y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
(Fuente:AliciaEster-Telam).

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