4 de diciembre de 2008

LA RIOJA-MURIO MARIO RUBEN GOROSITO UNO DE LOS ENFERMEROS QUE TRASLADO EL CUERPO DE ANGELELLI.

Uno de los principales testigos del asesinato del obispo diocesano de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli, el enfermero jubilado Mario Rubén Gorosito, dejó de existir ayer, víctima de una enfermedad que lo mantuvo inactivo en los últimos meses. Sus restos fueron trasladados a Chamical donde serán sepultados hoy, en el cementerio de la ciudad llanista. Gorosito desplegó durante toda su vida tareas de enfermero en el Hospital Luis Agote, de Chamical y el día del asesinato de Angelelli llegó al lugar a bordo de una ambulancia que había sido comisionada "por el accidente". Mario Rubén Gorosito fue expuesto a la consideración pública por NUEVA RIOJA, durante agosto de 2006, cuando por primera vez otorgó una entrevista a un medio de comunicación.
En esa oportunidad, Gorosito dijo que el día del accidente se encontraba prestando servicios en el Hospital Luis Agote, al igual que todos los días de su vida "cuando fuimos notificados por la Policía y autoridades de la Base Aérea Militar de que debíamos concurrir a un accidente en la Ruta 38, cerca de Punta de Los Llanos".
Reveló asimismo que cuando llegaron al lugar "estaba lleno de militares y efectivos policiales. Nos detuvieron unos metros antes y pude ver el cuerpo de monseñor Angelelli, tirado a un costado de la ruta, pero nos apuraron diciendo que carguemos al otro herido, el padre Pintos y salimos rápidamente de nuevo hacia Chamical".
Mario Rubén Gorosito se presentó, ante un pedido del Ministerio del Interior, ante la Policía Federal, así como en la Justicia, para ratificar las versiones vertidas en NUEVA RIOJA, tras solicitar el pedido de custodia o mayor atención a su vida, ya que temía volver a sufrir amenazas de muerte.
Con la muerte de Gorosito, se fue uno de los testigos de la época más dura que vivieron los argentinos en la oscura noche de sangre y fuego de la dictadura militar que azotó al país entre 1976 y 1983.


LA IMAGEN QUE LE QUEDÓ DEL CADÁVER DE ANGELELLI
"Estaba tirado a un costado"
El enfermero Mario Rubén Gorosito, recordó ante NUEVA RIOJA el día de los hechos. El 4 de agosto de 1976, se encontraba almorzando cuando le avisaron que la Policía había pedido una ambulancia para asistir a un accidente en Ruta 38.
"Me llevó el chofer Antonio Giménez. El lugar estaba rodeado por policías y soldados de la Base Aérea de la zona, que cuando llegamos a unos 20 metros de distancia nos impidieron pasar. Lo veíamos a Angelelli tirado sobre una mancha de sangre y quisimos atenderlo, pero el suboficial Nelson Garnica, ayudante del comodoro Aguirre, nos dijo que no", recordó ante NUEVA RIOJA, en la única entrevista concedida a un medio riojano.
"Nos fuimos con la camilla para donde estaba Pinto, a un costado de la ruta. En la ambulancia y durante todo el camino el padrecito vino diciendo... el coche blanco, déjelo que nos pase... parecía que hablaba con monseñor", dijo Gorosito.
"Volvimos al hospital a eso de las cuatro de la tarde. El médico Osvaldo Benegas atendió al herido, y nos dijeron que a Angelelli lo habían llevado a La Rioja para atenderlo".
Parte del tremendo y doloroso relato de los hechos publicados por NUEVA RIOJA, de un testigo privilegiado de una parte oscura de la historia argentina y, particularmente riojana.
(Fuente:Rdendh).

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