Carlos del Frade (APE)
Hay fuerzas oscuras que no quieren que llegue la era del quinto sol. Así cantaban los habitantes de Centroamérica. Fue hace más de cinco siglos cuando la invasión europea arrasó con los proyectos colectivos que soñaron los abuelos y transmitidos de generación en generación a través de los quipus, los códices, las canciones y las poesías.
El quinto sol, la era de la plenitud, de la vida en armonía con la naturaleza y el cosmos.
Fueron los días que los viejos dioses se retiraron más allá del mar o se hundieron en el misterio verde de las selvas casi infinitas.
Pero hubo una promesa de retorno.
Un regreso que implicaría la realización efectiva del quinto sol.Una época en donde los hijos del barro y el cielo estrellado -como afirmaban los mayas- fueran felices para siempre.
Los abuelos, sin embargo, anticiparon que había fuerzas nuevas, oscuras fuerzas nuevas capaces de demorar esas horas de alegría y solidaridad.
Ahora, cuando los medios de comunicación del planeta gritan el miedo del crujido del sistema capitalista, ahora vuelve a saberse que los abuelos del país continente, de la patria grande, tenían razón.
Que todavía no puede ser parida la edad del quinto sol.
Porque aquellas fuerzas oscuras siguen vigentes atormentando a los descendientes de los pueblos originarios.
Fuerzas que descansan en la comodidad de la riqueza concentrada mientras multiplican dolores y males al mismo ritmo que sus ganancias.
Los especialistas que participaron del denominado XI Simposio Internacional sobre Control Epidemiológico de Enfermedades Transmitidas por Vectores, sostuvieron que entre los años 2007 y 2008, se decuplicó el número de casos de leptospirosis en la Argentina y que el cambio climático y la urbanización sin control ayudaron a la expansión del dengue y el hantavirus.
"La multiplicación de pacientes con leptospirosis, la reaparición de casos de fiebre amarilla y el registro de millones de infectados por el mal de Chagas, son una muestra de la necesidad de revisar las políticas públicas y las agendas sanitarias sobre la prevención y tratamiento de las llamadas enfermedades olvidadas, que avanzan sobre las poblaciones más pobres de toda la región", indicaron los investigadores que concurrieron al mencionado simposio.
Y agregaron que estas patologías "no tienen atención central por parte de la industria farmacéutica y, por tanto, algunos de los tratamientos médicos no coinciden con la tecnología de vanguardia que está disponible".
A los laboratorios no les reporta ningún negocio generar medicamentos para estos males. Los dejan morir o, hipócritamente, reclaman la atención del Estado para que se hagan cargo de las víctimas que sus mismos intereses van dejando en el camino.
Otra de las conclusiones fue que "las partidas presupuestarias "están muy por debajo de lo necesario" y la consecuencia "es el avance de las enfermedades transmitidas por vectores". Según datos del Ministerio de Salud, los casos de leptospirosis "se multiplicaron por diez en el último año, y por primera vez en décadas, se registraron ocho casos de fiebre amarilla en Misiones.
Por otro lado, se estima que en el país ya existen dos millones de personas enfermas por Chagas", apuntaron los expertos.Una contundente demostración que será necesario empujar la llegada del quinto sol para derrotar a aquellas fuerzas oscuras que, por ahora, gozan de impunidad en Argentina, en particular, y América, en general.
(Fuente:Argenpress-Cultural).
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