No lo hizo por sus declaraciones sobre el holocausto, sino por la angustia que generó

La Reja. El obispo Williamson sigue encerrado en el seminario, que ayer cerró sus puertas durante todo el día.
El obispo inglés Richard Williamson le pidió disculpas al papa Benedicto XVI por “la angustia y los problemas” que provocó con sus declaraciones sobre el Holocausto. Fue a partir del conflicto que se generó entre el Vaticano y el Rabinato israelí a partir de los dichos del prelado ultraconservador, que negó la existencia de las cámaras de gas y aseguró que en los campos de concentración alemanes sólo murieron unos “200 o 300 mil judíos” en lugar de seis millones. Fue en una carta que el cura, excomulgado en 1988 por su fidelidad a Lefebvre y ahora perdonado por Benedicto XVI, publicó en el sitio web Panorama Católico Internacional. En la misiva, el religioso asegura que siente pena por el revuelo que causó en las declaraciones que realizó a la TV sueca en noviembre pasado. Además, una serie de rumores advierten que el obispo podría ser removido de su cargo al frente del seminario que los lefebvristas realizan en La Reja, en el partido bonaerense de Moreno. “En medio de este tremenda tormenta levantada por comentarios imprudentes de mi parte en la televisión sueca, le ruego que acepte, con el debido respeto, mi sincera manifestación de pena por las innecesarias angustias y problemas que he causado”, dice el cura en su carta. “Para mí, lo que realmente tiene importancia es la Verdad Encarnada, y los intereses de su única verdadera Iglesia a través de la cual solamente es posible salvar nuestras almas y dar gloria eterna, en nuestro modesto modo, al Dios Todopoderoso”, sigue Williamson, que hoy vive en La Reja, a 50 kilómetros de Buenos Aires. “Transmita al Santo Padre mi sincero agradecimiento personal por el documento firmado (...). Con la mayor humildad ofreceré una misa por ambos”, concluye Williamson, en referencia al perdón concedido por Benedicto XVI. El obispo británico, uno de los cuatro que el Papa decidió reincorporar a la Iglesia después de haber sido excomulgados por Juan Pablo II hace veinte años, es el único que se encuentra en la Argentina y que sigue tradiciones ancestrales en el seminario para sacerdotes Fraternidad Sacerdotal San Pío X de La Reja, cuya piedra fundamental fue puesta por el mismísimo Marcel Lefebvre, el arzobispo que hace dos décadas ocasionó un cisma en el catolicismo por sus posturas ultraconservadoras. Williamson había asegurado en una entrevista que en los campos de concentración alemanes murieron sólo “200 o 300 mil judíos” y no los seis millones que calculan los historiadores y además negó la existencia de las cámaras de gas. Pese a esto, el Papa le levantó la excomunión que pesaba sobre él, lo que derivó en una ruptura entre el Rabinato de Israel y el Vaticano. Sin embargo, la polémica no terminó y distintas fuentes de la Iglesia aseguran que el cura de 68 años tendrá que dejar su cargo. De manera oficial, el Vaticano sólo volvió a condenar ayer en público a los obispos que niegan el Holocausto y señaló que quien niega la Shoah ignora la Cruz y que eso es “muy grave”. Lo dijo el mismo vocero de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, en una editorial titulada “Shoah y el misterio de Dios”, que fue leída en Radio Vaticano y donde asegura que “quien niega la Shoah no sabe nada ni del misterio de Dios ni de la Cruz de Cristo y es mucho más grave si la negación sale de la boca de un sacerdote o un obispo, es decir de un ministro cristiano, esté unido o no con la Iglesia católica” y recordó las palabras de Benedicto XVI que el 28 de enero dijo que el Holocausto “tiene que hacer reflexionar sobre el imprevisible poder del mal cuando conquista el corazón del hombre”.
(Fuente:Critica).
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