
José Ricardo Furey trabaja en el Senado Nacional
Luego que Perfil informara que el ex gobernador Angel Eduardo Maza es empleado de planta temporaria del senador Pampurro.
Luego que Perfil informara que el ex gobernador Angel Eduardo Maza es empleado de planta temporaria del senador Pampurro.
Radio Fenix descubrió que José Ricardo Furey, ex agente de los servicios de inteligencia de la Dictadura Militar y pseudo periodista, está trabajando en el Senado Nacional, junto al senador Carlos Saúl Menem, bajo la categoría más alta y mejor remunerada.
Llegó al cargo de la mano de Eduardo Menem en 1992, gracias a una amistad que nace en el diario El Sol. En 1976, Furey brindó junto a las mayores autoridades de la Dictadura por el asesinato de Monseñor Angelleli.
José Ricardo Furey Ussher nació el 9 de noviembre de 1942.
El 8 de noviembre del 68 se casó con Ana María Moncada.
Y fue un colaborador diligente de la Dictadura Militar en La Rioja, que logró esconder su origen judío e irlandes ante sus superiores que abiertamente manifestaban su antisemitismo.
Hoy, José Ricardo Furey es agente de planta permanente del Senado Nacional, bajo legajo 13810 y categoría A1, con un sueldo que va de los 7 a 8 mil pesos mensuales.
Furey llega al puesto en 1992, apadrinado por su jefe y amigo, el ex senador justicialista Eduardo Menem, con quien está relacionado desde hace casi 30 años.
Desde ese año ocupó importantes funciones en el Senado Nacional, como ser el titular de la DAS (Obra Social de la Institución) cargo que abandonó luego de una escandalosa administración.
A partir del 10 de diciembre del 2005, con la asunción de Carlos Menem a una banca del Senado, Furey pasó a desempeñarse en la oficina del dos veces presidente de los argentinos.
Una Turbia Historia
A partir del 10 de diciembre del 2005, con la asunción de Carlos Menem a una banca del Senado, Furey pasó a desempeñarse en la oficina del dos veces presidente de los argentinos.
Una Turbia Historia
"En la noche del 4 de agosto de 1976, Jorge Pedro Malagamba y Héctor Pérez Battaglia (que entonces revestían con el grado de teniente coronel y coronel, respectivamente) se reunieron con el licenciado José Furey (gerente del diario El Sol) y en su propio despacho brindaron por el éxito del operativo en el que había muerto ese día, en la ruta del Chamical a La Rioja, el obispo 'subversivo' Enrique Angelleli".
La cita surge de un artículo publicado en 1985, por María Cristina Caiati quien actualmente está a cargo del centro de documentación del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). El dato no había salido de la imaginación de Caiati, sino de la causa por el asesinato del obispo de La Rioja que, como tantas otras investigaciones judiciales sobre el genocidio, parece disolverse en la impunidad.
Información obrante en la Comisión Investigadora sobre violaciones a los derechos humanos de La Rioja y en el CELS corrobora que el hombre patrocinado por Eduardo Menem para el Senado de la Nación no sólo festejó el asesinato de Angelelli en 1976, sino que además delató públicamente como "comunistas" a diversos ciudadanos de La Rioja, a través del diario El Sol.Periodistas y RepresoresCuando el diario El Sol salió a la calle -el 22 de mayo de 1972- figuraba como director Eduardo Menem, que acababa de cesar en sus funciones como ministro de Gobierno en la provincia de la dictadura del general Juan Carlos Onganía. José Ricardo Furey, era su gerente y Tomás Álvarez Saavedra su propietario.
Este último, era un astuto comerciante vinculado a dirigentes nazis de la dictadura de Onganía. Dueño de los hoteles Sussex de Córdoba y Mendoza, desembarcó en tierras riojanas para edificar el hotel Gran Casino apoyado por Carlos Saúl y Eduardo Menem.
Según la Causa Angelleli, tanto Alvarez Saavedra como su hijo, que ahora trabaja en la revista católica "Esquiú", fueron miembros de los servicios de inteligencia de la Dictadura.
Por su parte, José Ricardo Furey era un asiduo visitante del Batallón de Ingenieros en Construcciones 141, a cargo del coronel Pérez Bataglia.
El día del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el coronel Pérez Battaglia fue designado interventor federal en la provincia. Encarceló al gobernador Menem y quedó a su cargo el Area de Seguridad 314, convirtiendosé así en el responsable político y militar de la provincia.
De él dependían todas las fuerzas militares y de seguridad (Ejército, Fuerza Aérea, Policía Federal y provincial, Gendarmería), entre ellas los Comandos Operacionales Tácticos. También la justicia le fue subordinada.
"Intenté presentar un habeas corpus, pero el juez federal Roberto Catalán dijo que esperaba instrucciones del jefe del Batallón 141, Osvaldo Pérez Battaglia", declaró un testigo ante la Comisión Provincial por los Derechos Humanos que se creó en La Rioja al concluir la dictadura, en 1985.
A partir de 1966, Pérez Bataglia, fue el encargado de elaborar las tenebrosas fichas de la S.I.D.E (Servicios de Inteligencia del Estado) en La Rioja y en un prolijo cuaderno de tapas duras que guardaba en el primer cajón de su escritorio, transcribía los nombres de los supuestos subversivos riojanos.
Entre los días 10 y 11 de abril de 1974, los integrantes de esa "lista negra" son dados a conocer como "subversivos" por el diario El Sol. La nota es adjudicada a José Ricardo Furey y fue titulada: "La Rioja: Experiencia Piloto de la Sinarquia Internacional y Alianza de Grupos Marxistas y el Obispo Angelelli".
Por esos días, Carlos Menem era gobernador de la Rioja, y Roberto Catalán su ministro de Gobierno y Chumbita era el juez federal. Luego de un enfrentamiento con el coronel Pérez Bataglia, en 1975.
Chumbita es alejado del cargo y asume Roberto Catalán.En aquellas listas de Pérez Bataglia figuraban el secretario general de AMP, Rogelio De Leonardi, junto al Obispo Enrique Angelelli y el periodista Alipio Paoletti (fundador de la cooperativa El Independiente), entre otros.
El primero fue detenido la noche del Golpe Militar del 24 de marzo de 1976, junto a una serie de referentes sociales, militantes políticos y periodistas riojanos, el segundo será asesinado en agosto del mismo año y el tercero deberá marchar al exilio después de un durísimo año de peripecias en el país, para evitar ser matado.
Ya entrada la Dictadura más sangrienta de nuestra historia, el general Pérez Bataglia visitaba la cárcel y mostraba su "cuadernito de tapas duras" con morboso placer al Jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menendez.
Luís Gómez en su declaración en las causas abiertas sobre delitos de lesa humanidad en La Rioja, incluso sindica la presencia del juez federal Roberto Catalán en las salas de tortura.
Hoy, Roberto Catalán (hijo) es el supuesto propietario del diario Nueva Rioja. Y en los últimos días promocionó el sitio web donde el ex senador Eduardo Menem, publicita su tradición democrática.Sin embargo, en un artículo editorial fechado el 20 de abril de 1976, a menos de un mes de instalado el régimen militar, el periódico que conducía junto a Furey, decía textualmente: "Los centuriones llegaron con el amanecer.
Para salvar a la Patria y conducirla a su destino de paz. Por eso vestían el color de la esperanza. No pidieron nada porque venían a darlo todo. Por eso renunciaron a las retribuciones materiales. En cambio, invocaron a Dios para ser justos. (...) No eran dioses pero trataron de imitar a Cristo como lo propone Kempis.
Hora que regresan a su origen, nos dejan la confianza como herencia. Que nadie traicione su pureza de intenciones, su honestidad plena, su sacrificio total. Que nadie jamás pretenda convertirlos en pretorianos.
Porque son centuriones".Ilustrando esa prosa venían seis fotografías, las del entonces teniente coronel Jorge Pedro Malagamba (ascendido a general en 1984 con acuerdo del Senado); el vicecomodoro Luis Estrella; el capitán Marcelo Ricardo Neumann; los mayores Aurelio Muñoz y Enrique Antonio Peña y el coronel Osvaldo Héctor Pérez Battaglia.
(Fuente:Rdendh-RadioFenix).
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