Para el juez Falcone, "los procesos judiciales están empantanados"El integrante del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata consideró que las causas por DD.HH. "no avanzan lo suficiente". "No es posible que en 2009 permanezcan en la Justicia jueces de la dictadura, porque hoy tenemos un Poder Judicial fraccionado, con jueces nuevos pero también con algún lastre" del Proceso, agregó.
El juez Roberto Atilio Falcone, integrante del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, dijo que, a 33 años del golpe del 24 de marzo de 1976, "seguimos empantanados" en los procesos judiciales por violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la última dictadura."La reflexión es que estamos empantanados sin que los juicios avancen lo suficiente", dijo Falcone a Télam.El magistrado, que integra el tribunal que lleva adelante en Mar del Plata los Juicios por la Verdad, dijo que los procesos contra represores y victimarios están "empantanados" por "responsabilidades compartidas por los tres poderes".Acerca del Poder Judicial, dijo Falcone que "no obstante que la Corte Suprema de la Nación despejó el camino, dejó abierta la posibilidad de que los procesos avancen, esto no ocurre por recursos inoficiosos, meramente dilatorios"."Esta situación viola el derecho de las víctimas a la obtención de un fallo justo, ante casos de graves violaciones de los derechos humanos", agregó Falcone.En cuanto a la responsabilidad del Poder Legislativo, el magistrado dijo que "es fundamentalmente por cuestiones técnicas, por el hecho de haber realizado reformas al Código de Procedimientos Penal de la Nación sin haber consultado los intereses de las víctimas".Acerca de esas reformas, dijo que "si uno lee la exposición de motivos son bien intencionadas, pero las ves funcionando y no satisfacen los objetivos con que fueron sancionadas".Dio como ejemplo que "la celebración de la audiencia oral que debía producirse dentro de los cinco a treinta días de recibido el expediente; la audiencia debía ser grabada y todos los interesados podían expresar su opinión y los jueces hacer preguntas"."Esto no está funcionando por falta de infraestructura o falta de voluntad de los tribunales de apelación y también por los errores en los que ha incurrido el Poder Legislativo, como por ejemplo, que en algunos supuestos se obliga a las partes a que comparezcan, y si no lo hacen se les da por desistido el recurso", señaló.Por otra parte, para Falcone "el Poder Ejecutivo tiene que hacer rápidamente los concursos para cubrir cargos de los tribunales federales y de la Cámara de Casación"."Además, no es posible que en el año 2009 permanezcan en la justicia jueces de la dictadura, porque hoy tenemos un Poder Judicial fraccionado, con jueces nuevos pero también con algún lastre de la dictadura", agregó.Falcone, que en marzo de 1976 era estudiante de la Facultad de Derecho de Mar del Plata, dijo que su padre "que era un simple taxista, me advirtió que (a partir del 24 de marzo) esto iba a ser terrible"."Creo que él se dio cuenta porque conocía la calle y ya veía lo que estaba pasando desde el año ’75", reflexionó.Recordó que estudió Abogacía en una época en la que en la Facultad se enseñaba Derecho Político o Derecho Internacional "como si esto fuera una democracia perfecta", cuando la realidad era totalmente distinta.
Nora Cortiñas: "Estamos muy firmes y queremos verdad y justicia" Al cumplirse 33 años del golpe de 1976, la representante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora consideró que "tuvimos avances que no hubiéramos creído cuando terminó la dictadura militar y desilusiones también con las leyes de impunidad y los indultos". En ese sentido, agregó que "los caminos de la justicia después se abrieron nuevamente".
La representante de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, afirmó que "tuvimos avances que no hubiéramos creído cuando terminó la dictadura militar y desilusiones también con las leyes de impunidad y los indultos", al referirse a los 33 años del Golpe militar del 24 de marzo de 1976. Cortiñas agregó que "los caminos de la justicia después se abrieron nuevamente, la justicia está muy lenta y esperamos todavía más y que se lleven a cabo nuevos sistemas para los juicios para que se agilicen y que se hagan por cargos y circuitos con el fin de que abarquen a mayor cantidad de represores". "Esperamos que haya justicia para los miles de detenidos y desaparecidos que todavía no la han tenido", afirmó Cortiñas a Télam. La referente de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, visitó Bahía Blanca en el marco de una charla sobre los Derechos Humanos y en la cual también participó el fiscal federal general local, Hugo Cañón, quien es también presidente de la Comisión Provincial por la Memoria. Para Cortiñas "las Madres hemos tenido siempre esperanza, renovamos las fuerzas cada día y estamos acompañadas por mucha juventud y hombre y mujeres que hoy tendrían la edad de nuestros hijos e hijas por lo que nos ayuda a recomponer las fuerzas diarias". "Estamos muy firmes y queremos verdad y justicia, por el cual es el camino que tenemos decidido transitar", enfatizó. En ese sentido, Cortiñas afirmó que "hay una hermosa juventud en este país que va tomando conciencia y que se interesa por los Derechos Humanos y por ese pasado que hemos vivido". Además expresó el deseo para que "se abran los archivos de los detenidos y desaparecidos, como así también de los jueces para saber a quiénes le entregaron los bebés nacidos y entregados en cautiverio de sus madres, que sabemos que hay". "Hay alrededor de 500 jóvenes de 30 años en la actualidad que todavía no conocen su verdadera identidad por lo que hay mucho camino por recorrer", agregó la dirigente de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo. Nora Cortiñas comenzó su periplo el 16 de abril de 1977, al día siguiente de la desaparición de su hijo Gustavo, de 24 años. "Salió una mañana fría y no llegó más. Lo secuestraron en la estación de tren, mientras iba camino a su trabajo. Esa noche un operativo militar y policial allanó mi casa, en donde estaba mi nuera. Afortunadamente, a ella no le hicieron nada", recordaba en uno de los tantos testimonios que brindó. Su pertenencia a ese reducido grupo de madres que comenzaron la búsqueda desesperada de sus hijos de la mano de Azucena Villaflor la convirtió en una militante en defensa de los derechos humanos, concebidos desde lo social, cultural, económico y político.
El juez Roberto Atilio Falcone, integrante del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, dijo que, a 33 años del golpe del 24 de marzo de 1976, "seguimos empantanados" en los procesos judiciales por violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la última dictadura."La reflexión es que estamos empantanados sin que los juicios avancen lo suficiente", dijo Falcone a Télam.El magistrado, que integra el tribunal que lleva adelante en Mar del Plata los Juicios por la Verdad, dijo que los procesos contra represores y victimarios están "empantanados" por "responsabilidades compartidas por los tres poderes".Acerca del Poder Judicial, dijo Falcone que "no obstante que la Corte Suprema de la Nación despejó el camino, dejó abierta la posibilidad de que los procesos avancen, esto no ocurre por recursos inoficiosos, meramente dilatorios"."Esta situación viola el derecho de las víctimas a la obtención de un fallo justo, ante casos de graves violaciones de los derechos humanos", agregó Falcone.En cuanto a la responsabilidad del Poder Legislativo, el magistrado dijo que "es fundamentalmente por cuestiones técnicas, por el hecho de haber realizado reformas al Código de Procedimientos Penal de la Nación sin haber consultado los intereses de las víctimas".Acerca de esas reformas, dijo que "si uno lee la exposición de motivos son bien intencionadas, pero las ves funcionando y no satisfacen los objetivos con que fueron sancionadas".Dio como ejemplo que "la celebración de la audiencia oral que debía producirse dentro de los cinco a treinta días de recibido el expediente; la audiencia debía ser grabada y todos los interesados podían expresar su opinión y los jueces hacer preguntas"."Esto no está funcionando por falta de infraestructura o falta de voluntad de los tribunales de apelación y también por los errores en los que ha incurrido el Poder Legislativo, como por ejemplo, que en algunos supuestos se obliga a las partes a que comparezcan, y si no lo hacen se les da por desistido el recurso", señaló.Por otra parte, para Falcone "el Poder Ejecutivo tiene que hacer rápidamente los concursos para cubrir cargos de los tribunales federales y de la Cámara de Casación"."Además, no es posible que en el año 2009 permanezcan en la justicia jueces de la dictadura, porque hoy tenemos un Poder Judicial fraccionado, con jueces nuevos pero también con algún lastre de la dictadura", agregó.Falcone, que en marzo de 1976 era estudiante de la Facultad de Derecho de Mar del Plata, dijo que su padre "que era un simple taxista, me advirtió que (a partir del 24 de marzo) esto iba a ser terrible"."Creo que él se dio cuenta porque conocía la calle y ya veía lo que estaba pasando desde el año ’75", reflexionó.Recordó que estudió Abogacía en una época en la que en la Facultad se enseñaba Derecho Político o Derecho Internacional "como si esto fuera una democracia perfecta", cuando la realidad era totalmente distinta.
Nora Cortiñas: "Estamos muy firmes y queremos verdad y justicia" Al cumplirse 33 años del golpe de 1976, la representante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora consideró que "tuvimos avances que no hubiéramos creído cuando terminó la dictadura militar y desilusiones también con las leyes de impunidad y los indultos". En ese sentido, agregó que "los caminos de la justicia después se abrieron nuevamente".
La representante de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, afirmó que "tuvimos avances que no hubiéramos creído cuando terminó la dictadura militar y desilusiones también con las leyes de impunidad y los indultos", al referirse a los 33 años del Golpe militar del 24 de marzo de 1976. Cortiñas agregó que "los caminos de la justicia después se abrieron nuevamente, la justicia está muy lenta y esperamos todavía más y que se lleven a cabo nuevos sistemas para los juicios para que se agilicen y que se hagan por cargos y circuitos con el fin de que abarquen a mayor cantidad de represores". "Esperamos que haya justicia para los miles de detenidos y desaparecidos que todavía no la han tenido", afirmó Cortiñas a Télam. La referente de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, visitó Bahía Blanca en el marco de una charla sobre los Derechos Humanos y en la cual también participó el fiscal federal general local, Hugo Cañón, quien es también presidente de la Comisión Provincial por la Memoria. Para Cortiñas "las Madres hemos tenido siempre esperanza, renovamos las fuerzas cada día y estamos acompañadas por mucha juventud y hombre y mujeres que hoy tendrían la edad de nuestros hijos e hijas por lo que nos ayuda a recomponer las fuerzas diarias". "Estamos muy firmes y queremos verdad y justicia, por el cual es el camino que tenemos decidido transitar", enfatizó. En ese sentido, Cortiñas afirmó que "hay una hermosa juventud en este país que va tomando conciencia y que se interesa por los Derechos Humanos y por ese pasado que hemos vivido". Además expresó el deseo para que "se abran los archivos de los detenidos y desaparecidos, como así también de los jueces para saber a quiénes le entregaron los bebés nacidos y entregados en cautiverio de sus madres, que sabemos que hay". "Hay alrededor de 500 jóvenes de 30 años en la actualidad que todavía no conocen su verdadera identidad por lo que hay mucho camino por recorrer", agregó la dirigente de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo. Nora Cortiñas comenzó su periplo el 16 de abril de 1977, al día siguiente de la desaparición de su hijo Gustavo, de 24 años. "Salió una mañana fría y no llegó más. Lo secuestraron en la estación de tren, mientras iba camino a su trabajo. Esa noche un operativo militar y policial allanó mi casa, en donde estaba mi nuera. Afortunadamente, a ella no le hicieron nada", recordaba en uno de los tantos testimonios que brindó. Su pertenencia a ese reducido grupo de madres que comenzaron la búsqueda desesperada de sus hijos de la mano de Azucena Villaflor la convirtió en una militante en defensa de los derechos humanos, concebidos desde lo social, cultural, económico y político.
(Fuente:Rdendh).
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