Desde Salto, Uruguay, reafirmamos frente a la tumba del compañero Tupamaro Hugo Cacciavillani Caligari, "Vicente" nuestra inclaudicable lucha por la Memoria, Verdad y Justicia para todos los crímenes de lesa humanidad cometidos por las dictaduras de América Latina.
A más de 34 años del fusilamiento de los combatientes de la Compañía de Monte "Ramón Rosa Jiménez", en Catamarca, denunciamos que sus asesinos, entre otros lo militares Eduardo del Valle Carrizo Salvadores y Carlos Nagakama todavía gozan de la impunidad que les brinda la Justicia Federal, la que a cuatro años de la reapertura de la causa no los ha imputado y procesados, al igual que otros represores de Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán, provincias argentinas símbolos de la impunidad de los genocidas.
Una morosidad que nos demanda una acción conjunta internacional para demostrar en los hechos que el legado de las compañeras y compañeros que entregaron sus vidas no ha sido en vano.
Un compromiso que une la palabra con la acción, para no quedarse en la nostalgia, en la melancolía, ya que no somos mercaderes de la memoria porque sería una traición a sus conductas revolucionarias.
Precisamente una de ellas es rescatar es el accionar frentista como una herramienta de lucha que no puede, no deber dar más tregua a los represores y a sus cómplices del Poder Judicial.
En ese contexto denunciamos que la Honorable Corte Suprema de Justicia de la Nación que
ha decidido presuntamente involucrarse en el desarrollo de los juicios, razón por la cual en su flamante sitio www.cij.gov.ar tiene un mapa de la Argentina de los juicios de crímenes de lesa humanidad. Si uno marca Catamarca, la respuesta es "no registra causas". Si no registra causas…
Una confesión que nos revela de pruebas, a lo que se debe agregar los fiscales y jueces que otorgan el encarcelamiento a los represores.
Finalmente Vicente te queremos contar que cuando nos devolvieron tu cuerpo el 14 de noviembre último, que estuvo 34 años como nn, tu compañero de la Compañía del Monte, el salteño Ramón "El Indio" Paz, o como vos lo trataba diariamente en las selvas tucumanas como "Daniel", fuimos hasta Capilla del Rosario donde los fusilaron, y allí Daniel se subió el campanario de la Iglesia que fue una referencia en la resistencia aquel trágico día, tocó 16 campanadas.
Por eso cuando pronunciamos tu nombre Vicente, junto a tus compañeros de la Compañía de Monte Pablo Videla y Angel Gutierrez acá presentes, estamos pronunciando los nombres de Rutilo Bentacourt Roth, Crescencio Ibáñez, Francisco Scoccimarro, Mario Lescano, Rogelio Gutierrez, Rodolfo Jerés, Luis López, Carlos Gutierrez, José María Molina, Luis Billinger, Juan Carlos Lescano, Antonio del Carmen Fernández, Raúl Saíz, Carlos Trinidad Da Silva y Héctor Moreno.
Por todos ellos, Memoria, Verdad y Justicia es la consigna de la militancia de América Latina reunidos en Salto, Uruguay, el 16 de enero de 2009.
Comisión de Familiares y Compañeros de Uruguay y Argentina de los 16 fusilados de la Masacre de Capilla del Rosario.
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Represores Eduardo Carrizo Salvadores y Mario Nakagama
PROFUGOS DE LA JUSTICIA
Estamos nuevamente en Capilla del Rosario, Catamarca, y el 22 en Salto, Uruguay, para reiterar todas las veces que sea necesaria nuestro inclaudicable reclamo que formulamos desde hace 34 años para que los autores materiales e intelectuales del fusilamiento de 16 combatientes de la Compañía del Monte del ERP-PRT el 11 de agosto de ese año, sean condenados a perpetua por genocidio y cárcel común.
Dos de ellos, los militares retirados ( ¿?) Eduardo del Valle Carrizo Salvadores y Mario Nakagama, como lo demuestran todos los testimonios estuvieron al frente de las fuerzas del ejército y las policías provinciales y federales que concretaron la matanza de los combatientes tras entregarse con vida, han eludido hasta ahora la indagatoria y su inmediata detención.
Una morosidad en la que el ex defensor oficial ad hoc Eduardo del Campo, al defender a los imputados aportó su complicidad al señalar que las denuncias hablan "de hipotéticos episodios" y que no correspondía la calificación " de crímenes de lesa humanidad", lo mismo que otros funcionarios de la Justicia Federal de esa provincia y Tucumán desde que se abrió nuevamente la causa a partir de anulación de las leyes de obediencia debida y punto final meses después, en diciembre de 2004.
Dos de ellos, los militares retirados ( ¿?) Eduardo del Valle Carrizo Salvadores y Mario Nakagama, como lo demuestran todos los testimonios estuvieron al frente de las fuerzas del ejército y las policías provinciales y federales que concretaron la matanza de los combatientes tras entregarse con vida, han eludido hasta ahora la indagatoria y su inmediata detención.
Una morosidad en la que el ex defensor oficial ad hoc Eduardo del Campo, al defender a los imputados aportó su complicidad al señalar que las denuncias hablan "de hipotéticos episodios" y que no correspondía la calificación " de crímenes de lesa humanidad", lo mismo que otros funcionarios de la Justicia Federal de esa provincia y Tucumán desde que se abrió nuevamente la causa a partir de anulación de las leyes de obediencia debida y punto final meses después, en diciembre de 2004.
En esta oportunidad frente a los restos del compañero del Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaro HUGO CACCIAVILLANI CALIGARI, cuyo cuerpo hoy fue entregado a sus familiares, los organismos de derechos humanos y compañeras y compañeros de militancia, que declaramos a Eduardo del Valle Carrizo Salvadores y Carlos Nagakama, prófugos de la Justicia.
¿ Donde están? Carrizo Salvadores en San Salvador de Jujuy, quien como una muestra de su fidelidad al Terrorismo de Estado, participan en la defensa como abogado de sus pares procesados en esa provincia por su parte en la represión, como Carlos Néstor Bulacio, Donato Álvarez y Rafael Braga, entre otros.
Claro que no es la única muestra de su fidelidad a la violencia estatal, en plena democracia fue ungido jefe de Policía durante la gobernación del actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Eduardo Fellner. Cargo que ejerció hasta octubre del 2003, cuando una represión a una manifestación de trabajadores desocupados arrojó como saldo las muertes en las calles de Luis Cuellar y en los calabozos de Cristian Alvarez, lo que obligó a Fellner a solicitarle su renuncia.
En tanto Mario Nakagama, quien mientras participaba de las torturas a los detenidos, gritaba que "el había asesinado a los otros subversivos", tiene residencia en la Capital Federal y se hace enviar las citaciones judiciales a Paseo Colon 250, sede del Ejército Argentino...
Entonces, a cumplirse cuatro, si cuatro años del inicio proceso nos preguntamos en voz alta qué hace falta para que la Justicia Federal de Catamarca, proceda a cumplir con la ley y con el juicio y castigo a los genocidas.
Capilla del Rosario, Catamarca
14 de noviembre de 2008
Grupo de Apoyo a los Juicios en Catamarca, y organismos de derechos humanos de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Córdoba, La Rioja, entre otros. Más de Uruguay y Paraguay.
(Fuente:Rdendh).
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