4 de abril de 2009

ENTREVISTA A LA PERIODISTA FRANCESA MARIE MONIQUE ROBIN.

Por María Soledad Iparraguirre

La periodista y documentalista Marie Monique Robin estuvo en nuestro país para presentar su último libro “El mundo según Monsanto”.
Allí devela los mecanismos de manipulación empleados por la multinacional norteamericana (fundada en Missouri, en 1901) para manejar la industria de los agroquímicos a escala global y lograr el control de los alimentos a través del patentamiento de las semillas.
La compañía detenta una trayectoria “non sancta” en la que debió enfrentar infinidad de procesos judiciales debido a la toxicidad de sus productos. Estos juicios (algunos culminaron con la condena a Monsanto por sus actividades comerciales) fueron sistemáticamente silenciados por la gran prensa en todo el mundo.
Antes de crear los organismos genéticamente modificados (OGM) Monsanto fabricó el agente naranja, utilizado por el ejército norteamericano en la guerra contra Vietnam y PCB, sustancia considerada cancerígena por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Prohibidos en Estados Unidos y varios países europeos, los PCB dicen presente en la Argentina, empleados como refrigerantes en los transformadores eléctricos.
En la actualidad, la soja transgénica ocupa la mitad de las tierras cultivadas de la Argentina: son 17 millones de hectáreas, que requieren la fumigación de 168 millones de litros de Roundup, plaguicida altamente tóxico. Las fumigaciones a las plantaciones de soja se realizan vía aérea o a través de los “mosquitos” (aparatos agrícolas tirados por tractores que esparcen el herbicida por los campos).
Los casos más graves de contaminación fueron denunciados por las Madres del Barrio Ituzaingó Anexo (Córdoba), poblado de 5000 personas, de las cuales 200 presenta distintos tipos de cáncer. Allí, se constató que la zona estaba contaminada con PCB y plaguicidas en los tanques domiciliarios. La repercusión mediática llevó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a emitir un decreto en enero pasado (21/09) dando creación a una Comisión Investigadora dependiente del Ministerio de Salud de la Nación para realizar un relevamiento de la situación y proveer ayuda a los damnificados. Aún no está en funciones.
La sojización provoca disputas entre los vecinos como la ocurrida la semana pasada en Desvío Arijón (Rosario) en donde campesinos se interpusieron ante una máquina fumigadora y fueron denunciados por “invasión a la propiedad privada” entre otros cargos.
De “granero del mundo” a “desierto verde”: el modelo sojero en la Argentina nos muestra una dura realidad, un aumento de la concentración de la tierra y la riqueza, bajo la órbita de los “pools de siembra” en la que siempre ganan unos pocos.
-¿Qué la llevó a investigar a la multinacional Monsanto?
-En 2004 estaba haciendo una serie de documentales para la cadena franco alemana de televisión Arte sobre la biodiversidad. Me alertaba la amenaza que implicaba para la biodiversidad el auge de la biotecnología, los usos y aplicaciones de los transgénicos, los organismos modificados genéticamente (OGM). Mi último documental, “Argentina: la soja del hambre” muestra cómo los OGM llegaron a cubrir la mitad de la superficie cultivada del país, con el producto “estrella” de la empresa: la soja Roundup Ready (Soja RR), llamada así porque es resistente al Roundup, herbicida fabricado por Monsanto, el más vendido del mundo......Todos los caminos me conducían a Monsanto....por otra parte, debo decir que para mi Monsanto implica una cuestión de derechos humanos; cuando está en juego la vida de las personas, cuando se arrasa como la empresa hace desde siempre con todo aquel que se le opone, y se quiere lograr el dominio de la alimentación, terminando con la agricultura familiar, arrasando con ese modelo de economía doméstica, Monsanto pasa a ser una cuestión de derechos humanos.
- La empresa fabricó el agente naranja, PCB y glifosato, cómo llega a manejar la industria de los alimentos?
-Monsanto se propone controlar la alimentación del mundo y no está muy lejos de poder lograrlo, lo hace a partir de la manipulación genética con los OGM y luego con el sistema de patentes de las semillas, que nada tiene que ver con la idea de alimentar al mundo que ellos mismos publicitan....... Tienen todo muy bien armado: Monsanto vende las semillas patentadas, vende el herbicida creado para esa semilla y prohíbe la compra de glifosato (base del herbicida) como genérico, viene todo en el “paquete agrícola”: semillas, herbicida y las patentes del producto. Con el patentamiento de las semillas se cierra la fase en la que se adueñan del control de la alimentación, tras haber logrado la “revolución verde” con la utilización de los herbicidas a escala mundial y la consecuente contaminación que eso provoca..
Sin embargo, Argentina no reconoció nunca las patentes sobre el Roundup Ready..
-Es verdad, por ese lado la empresa no podía establecer el cobro de regalías, pero logró ingresar la soja al país de la manera más fácil. Sin haber tenido ningún obstáculo. Esto fue bajo el gobierno de Carlos Menem, el cual no efectuó ninguna reglamentación para el desarrollo de los transgénicos..... A través de la CONABIA (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria), Menem le dio una apariencia de reglamentación al ingreso al país de los OGM, pero ésta comisión sólo tenía carácter consultivo y estaba representada por organismos públicos y privados, entre ellos Monsanto....La empresa vendía los “paquetes agrícolas”, semillas y herbicida a muy bajo costo. Pero en 2005 Monsanto rompió el acuerdo inicial y empezó a pedir regalías, por eso tienen un conflicto judicial con el gobierno argentino.
-¿Qué particularidades encontró cuando visitó nuestro país?
-Viajando por La Pampa, Rosario, Córdoba, Santiago del Estero fui viendo la manera salvaje en la que están acabando con los bosques, están arrasando con miles de hectáreas de árboles, desforestando de una manera implacable para que luego se cultive soja transgénica.....Me da mucha pena lo que está ocurriendo aquí en Argentina, es un país que quiero mucho..Pienso cómo Argentina ha caído en una trampa tan grande...el país de las vacas y el dulce de leche..hoy tiene la mitad de sus tierras cultivadas con....soja genéticamente modificada, lo que equivale a una contaminación muy severa!
-El gobierno emitió un decreto (creando una Comisión Investigadora ante los numerosos casos de cáncer en Córdoba) en el que se propone el uso racional de los agroquímicos, esto es posible?
-No, eso no es posible. Los agrotóxicos son tóxicos, así se los use en las cantidades propuestas por el fabricante, en este caso Monsanto. Y que los emplees como quieras, da igual porque al cabo contaminan. La empresa históricamente ocultó los resultados de los estudios toxicológicos realizados, manipuló datos y científicos......lamentablemente Argentina está toda contaminada y eso es irreversible. Estoy segura de que en algún momento el glifosato se va a prohibir como pasó con los PCB, mientras tanto, son los gobiernos los que tienen que realizar estudios y no conformarse con los entregados por la empresa.
-Las fumigaciones con Soja RR (prohibidas por la justicia en muchos casos) llevan a un enfrentamiento entre campesinos, qué lectura tiene de estos conflictos generados en torno al negocio de la soja?
-El problema de este modelo es que los grandes sojeros no viven en los lugares que fumigan, es más, ni siquiera son agricultores; el campesino que viene a fumigar es un pobre hombre mandado por una empresa, al que le pagan una miseria y desconoce que se está contaminando. A este modelo agrícola no le importa nada, impone una agricultura sin agricultores, en el negocio de la soja sólo se necesita emplear una persona cada 500 hectáreas, a diferencia de la agricultura familiar en la que se necesitan por los menos 5 personas para mantener 500 hectáreas de cultivo. Monsanto impone un modelo agrícola sin agricultores, por eso la contracara de este negocio para unos pocos es el hambre y la miseria para millones de campesinos acá y en todo el mundo.
Foto: Marie Monique Robin, periodista francesa, es autora de “El mundo según Monsanto”. / Autora: María Soledad Iparraguirre
(Fuente:Argenpress).

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