El primer juicio histórico contra los represores se realizó durante agosto del año pasado. Allí, fueron condenados a prisión perpetua por la desaparición de Vargas Aignasse.
Los pasos para llegar al juicio
Una vez recibidos los expedientes, el Tribunal Oral se abocará a verificar el cumplimiento de las cuestiones procesales formales de acuerdo a lo establecido por el artículo 354 del Código Procesal Penal. Es decir, si se realizaron debidamente las indagatorias, los procesamientos y requerimientos de elevación a juicio oral.
Citación de las partes: el Tribunal Oral envía escritos al fiscal, querellantes, imputados y a los abogados defensores notificándolos sobre la audiencia.
Una vez notificadas, las partes tienen un plazo de 10 días hábiles (corre desde que se concreta la última notificación) para interponer recusaciones a cualquier persona que intervenga en el proceso. También es la oportunidad procesal para las excusaciones por parte de los magistrados, ofrecer pruebas e interponer recursos de nulidad.
Constitución del Tribunal. En caso de que uno de los jueces se excuse de intervenir en el juicio la Cámara de Casación Penal de la Nación deberá designar a un juez subrogante, que puede ser de una provincia de la región o de cualquier otra del país. El año pasado, en el primer juicio histórico por los delitos de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura, Alicia Noli -actual presidenta del Tribunal- se excusó de actuar por ser parte en distintas denuncias contra Antonio Bussi y en su lugar se designó a la camarista santiagueña Josefina Curi.
Producción de pruebas: en esta etapa el Tribunal se aboca a producir las pruebas ofrecidas por las partes. Por ejemplo, se constatan los domicilios de testigos que las defensas de los represores piden que sean citados.
Fijación de la fecha del juicio. La fecha no se fijará hasta tanto no estén resueltos todos los planteos pendientes en la Cámara de Casación Penal o en la Corte Suprema de Justicia.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán ya tiene en sus manos los abultados expedientes de la megacausa de ex Jefatura de Policía y a partir de ahora se inicia el trámite del juicio. Si no se presentan sobresaltos, los magistrados estiman que podría fijarse para agosto la fecha de la histórica audiencia. El segundo juicio duraría tres meses en un escenario mucho más complejo que el primero por la cantidad de víctimas, imputados y abogados defensores. Se juzgarán a Bussi, Menéndez y a otros seis represores. Hoy se enviará la causa Niklison.
Los plazos ya comenzaron a correr para el segundo juicio histórico que se realizará en Tucumán contra los represores Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez. El juez federal subrogante Nº 1, Daniel Bejas, envió ayer al Tribunal Oral en lo Criminal Federal más de cuatro cajas con los abultados expedientes que conforman la megacausa de la ex Jefatura de Policía. Se trata de la primera vez que los ex militares serán juzgados por los delitos de lesa humanidad cometidos en uno de los centros clandestinos de detención que funcionó durante la última dictadura militar, luego de que el 28 de agosto del año pasado ya fueron condenados a prisión perpetua por la desaparición del ex senador provincial Guillermo Vargas Aignasse.
Pero esta vez Bussi y Menéndez no estarán solos en el banquillo de los acusados; estarán acompañados, por primera vez frente a un Tribunal, por Albino Mario Alberto Zimmermann, Alberto Cattáneo, Roberto “El Tuerto” Albornoz y los ex policías Luis De Cándido, Carlos De Cándido y María Elena Guerra. Con ocho represores y 20 víctimas se avecina un juicio mucho más complejo que el primero cuando se juzgó un solo caso. Por ello, los jueces del Tribunal tienen un abanico de complicaciones para sortear en esta oportunidad: la falta de espacio físico de la sala dada la multiplicación de imputados, defensores y familiares de los desaparecidos; el traslado y alojamiento de los imputados; el orden vehicular alrededor del edificio; el operativo de seguridad y la trascendencia mediática que demandará el juicio.
Si todos los pasos procesales se cumplen como se esperan, los jueces del Tribunal estiman que la fecha del juicio se fijará para el mes de agosto -como hace un año-, pero esta vez dada la complejidad del juicio, el debate se extendería por unos tres meses. Otro elemento que podría complicar los tiempos de la audiencia sería las interminables presentaciones de las defensas para que no se realice el juicio aduciendo el estado de salud de los represores.
Las 20 víctimas que vivieron el horror
En el juicio, los represores serán juzgados por los delitos de privación ilegítima de libertad con apremios, torturas, asociación ilícita y homicidio calificados cometido contra 20 víctimas que estuvieron en cautiverio en la ex Jefatura de Policía durante los años ’70. Se trata de Marta Coronel, Rolando Coronel, Marta López, Cerafina López, Francisco López, Juan Carlos López, Carlos Ramón Apaza, Edgardo Bordón, Graciela Bustamante de Argañaraz, Ricardo Correa, Adriana Mitrovich, Horacio Ferreira, José Ramos, Alicia Cerrota de Ramos, Hugo Días, Daniel Fontanarrosa Larraza, Joaquín Ariño, Diana Oestherheld, Raúl Araldi y Enrique Abdón.
La ex Jefatura, ubicada en la manzana comprendida entre las avenidas Salta y Sarmiento, Junín y Santa Fe, donde actualmente funcionan algunas dependencias del ministerio de Educación y la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán, fue uno de los escenarios del horror de las torturas y homicidios que ocurrieron en la provincia cuando Bussi era comandante de la V Brigada de Infantería, bajo el mando de Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército. En ese entonces, Cattáneo era el segundo de Bussi, como segundo comandante de la subzona 32 y jefe de la Comunidad Informativa de Tucumán; mientras que Zimmermann estaba al frente de la fuerza policial. Albornoz fue subjefe de la Policía de Tucumán y jefe del Servicio de Inteligencia Confidencial (SIC); mientras que el resto de los procesados era agente policial.
“La sociedad tendrá un acabado conocimiento de lo que sucedió en el proceso”
“La trascendencia de esta megacausa es que la ex Jefatura de Policía está identificada como uno de los Centros Clandestinos de Detención (CDD) que funcionó en Tucumán, lo que le permitirá a toda la sociedad tener un acabado conocimiento de lo que sucedió en la época del proceso en Tucumán”, señaló a primerafuente el juez federal Daniel Bejas, luego de firmar el 20 de marzo pasado la elevación a juicio del expediente.
Enviarán hoy otra causa
En tanto, para hoy se espera el envío de otra causa al Tribunal. Se trata del expediente Niklison, en el que se investigó el fusilamiento de cinco militantes políticos de la Organización “Montoneros” ocurrido el 20 de mayo de 1976 en el Barrio Echeverría. Una de las particularidades de esta causa es que no aparece Bussi, quien a pesar de estar imputado no fue procesado por no haberse cumplido el paso de la indagatoria por supuestas razones de salud del ex gobernador de facto. Por este caso, el banquillo de los acusados espera por Menéndez, Zimmermann, Cattáneo y el “Tuerto” Albornoz.
Los pasos para llegar al juicio
Una vez recibidos los expedientes, el Tribunal Oral se abocará a verificar el cumplimiento de las cuestiones procesales formales de acuerdo a lo establecido por el artículo 354 del Código Procesal Penal. Es decir, si se realizaron debidamente las indagatorias, los procesamientos y requerimientos de elevación a juicio oral.
Citación de las partes: el Tribunal Oral envía escritos al fiscal, querellantes, imputados y a los abogados defensores notificándolos sobre la audiencia.
Una vez notificadas, las partes tienen un plazo de 10 días hábiles (corre desde que se concreta la última notificación) para interponer recusaciones a cualquier persona que intervenga en el proceso. También es la oportunidad procesal para las excusaciones por parte de los magistrados, ofrecer pruebas e interponer recursos de nulidad.
Constitución del Tribunal. En caso de que uno de los jueces se excuse de intervenir en el juicio la Cámara de Casación Penal de la Nación deberá designar a un juez subrogante, que puede ser de una provincia de la región o de cualquier otra del país. El año pasado, en el primer juicio histórico por los delitos de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura, Alicia Noli -actual presidenta del Tribunal- se excusó de actuar por ser parte en distintas denuncias contra Antonio Bussi y en su lugar se designó a la camarista santiagueña Josefina Curi.
Producción de pruebas: en esta etapa el Tribunal se aboca a producir las pruebas ofrecidas por las partes. Por ejemplo, se constatan los domicilios de testigos que las defensas de los represores piden que sean citados.
Fijación de la fecha del juicio. La fecha no se fijará hasta tanto no estén resueltos todos los planteos pendientes en la Cámara de Casación Penal o en la Corte Suprema de Justicia.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán ya tiene en sus manos los abultados expedientes de la megacausa de ex Jefatura de Policía y a partir de ahora se inicia el trámite del juicio. Si no se presentan sobresaltos, los magistrados estiman que podría fijarse para agosto la fecha de la histórica audiencia. El segundo juicio duraría tres meses en un escenario mucho más complejo que el primero por la cantidad de víctimas, imputados y abogados defensores. Se juzgarán a Bussi, Menéndez y a otros seis represores. Hoy se enviará la causa Niklison.
Los plazos ya comenzaron a correr para el segundo juicio histórico que se realizará en Tucumán contra los represores Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez. El juez federal subrogante Nº 1, Daniel Bejas, envió ayer al Tribunal Oral en lo Criminal Federal más de cuatro cajas con los abultados expedientes que conforman la megacausa de la ex Jefatura de Policía. Se trata de la primera vez que los ex militares serán juzgados por los delitos de lesa humanidad cometidos en uno de los centros clandestinos de detención que funcionó durante la última dictadura militar, luego de que el 28 de agosto del año pasado ya fueron condenados a prisión perpetua por la desaparición del ex senador provincial Guillermo Vargas Aignasse.
Pero esta vez Bussi y Menéndez no estarán solos en el banquillo de los acusados; estarán acompañados, por primera vez frente a un Tribunal, por Albino Mario Alberto Zimmermann, Alberto Cattáneo, Roberto “El Tuerto” Albornoz y los ex policías Luis De Cándido, Carlos De Cándido y María Elena Guerra. Con ocho represores y 20 víctimas se avecina un juicio mucho más complejo que el primero cuando se juzgó un solo caso. Por ello, los jueces del Tribunal tienen un abanico de complicaciones para sortear en esta oportunidad: la falta de espacio físico de la sala dada la multiplicación de imputados, defensores y familiares de los desaparecidos; el traslado y alojamiento de los imputados; el orden vehicular alrededor del edificio; el operativo de seguridad y la trascendencia mediática que demandará el juicio.
Si todos los pasos procesales se cumplen como se esperan, los jueces del Tribunal estiman que la fecha del juicio se fijará para el mes de agosto -como hace un año-, pero esta vez dada la complejidad del juicio, el debate se extendería por unos tres meses. Otro elemento que podría complicar los tiempos de la audiencia sería las interminables presentaciones de las defensas para que no se realice el juicio aduciendo el estado de salud de los represores.
Las 20 víctimas que vivieron el horror
En el juicio, los represores serán juzgados por los delitos de privación ilegítima de libertad con apremios, torturas, asociación ilícita y homicidio calificados cometido contra 20 víctimas que estuvieron en cautiverio en la ex Jefatura de Policía durante los años ’70. Se trata de Marta Coronel, Rolando Coronel, Marta López, Cerafina López, Francisco López, Juan Carlos López, Carlos Ramón Apaza, Edgardo Bordón, Graciela Bustamante de Argañaraz, Ricardo Correa, Adriana Mitrovich, Horacio Ferreira, José Ramos, Alicia Cerrota de Ramos, Hugo Días, Daniel Fontanarrosa Larraza, Joaquín Ariño, Diana Oestherheld, Raúl Araldi y Enrique Abdón.
La ex Jefatura, ubicada en la manzana comprendida entre las avenidas Salta y Sarmiento, Junín y Santa Fe, donde actualmente funcionan algunas dependencias del ministerio de Educación y la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán, fue uno de los escenarios del horror de las torturas y homicidios que ocurrieron en la provincia cuando Bussi era comandante de la V Brigada de Infantería, bajo el mando de Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército. En ese entonces, Cattáneo era el segundo de Bussi, como segundo comandante de la subzona 32 y jefe de la Comunidad Informativa de Tucumán; mientras que Zimmermann estaba al frente de la fuerza policial. Albornoz fue subjefe de la Policía de Tucumán y jefe del Servicio de Inteligencia Confidencial (SIC); mientras que el resto de los procesados era agente policial.
“La sociedad tendrá un acabado conocimiento de lo que sucedió en el proceso”
“La trascendencia de esta megacausa es que la ex Jefatura de Policía está identificada como uno de los Centros Clandestinos de Detención (CDD) que funcionó en Tucumán, lo que le permitirá a toda la sociedad tener un acabado conocimiento de lo que sucedió en la época del proceso en Tucumán”, señaló a primerafuente el juez federal Daniel Bejas, luego de firmar el 20 de marzo pasado la elevación a juicio del expediente.
Enviarán hoy otra causa
En tanto, para hoy se espera el envío de otra causa al Tribunal. Se trata del expediente Niklison, en el que se investigó el fusilamiento de cinco militantes políticos de la Organización “Montoneros” ocurrido el 20 de mayo de 1976 en el Barrio Echeverría. Una de las particularidades de esta causa es que no aparece Bussi, quien a pesar de estar imputado no fue procesado por no haberse cumplido el paso de la indagatoria por supuestas razones de salud del ex gobernador de facto. Por este caso, el banquillo de los acusados espera por Menéndez, Zimmermann, Cattáneo y el “Tuerto” Albornoz.
(Fuente:Rdendh).
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