Radio abierta, colocación de monumento, lectura de poemas, creación colectiva de un mural, música, fotos retratos de desaparecidos; una iniciativa cultural para reafirmar la lucha por la memoria, la verdad y la justicia en una localidad donde abundan las amenazas y aprietes a testigos en causas contra acusados de delitos de lesa humanidad y genocidio.
Camilo Orce se desempeñó durante la última dictadura militar como jefe de la comisaría de Estación Aráoz (departamento de Leales); desde ese lugar, se dedicó a torturar, hacer desaparecer y asesinar decenas de personas.
Camilo Orce se desempeñó durante la última dictadura militar como jefe de la comisaría de Estación Aráoz (departamento de Leales); desde ese lugar, se dedicó a torturar, hacer desaparecer y asesinar decenas de personas.
Entre ellas, Víctor Hugo González, Carlos Raúl Osores y María Celestina González, tres jóvenes “comprometidos en luchar por sus sueños de un país en donde los derechos a la salud, la educación, a una vivienda digna y al trabajo se hicieran realidad para todos los argentinos”, según rezaba la convocatoria a una jornada cultural convocada por organismos de Derechos Humanos y otros organismos.
El objetivo de la actividad era apoyar a los testigos que habitan en Ranchillos y que están siendo permanentemente amenazados e intimidados por sectores vinculados al represor Orce.
“Amenazan, utilizan a terceros pretendiendo asustar a los testigos con supuestas listas de miembros de sus familias a quienes ‘harían boleta’”, entre otras medidas de intimidación, denuncian familiares de los González.

La lluvia parecía que sería un obstáculo. Pero finalmente, una importante concurrencia se hizo presente en la plaza El Empalme, de Ranchillos, para participar de las actividades culturales programadas. A partir de la mañana, la radio abierta comenzó a funcionar, informando las numerosas adhesiones que hicieron llegar organizaciones de todo el país y transmitiendo música que incitaba a exigir “castigo a los genocidas, a los traidores, a los que defendieron al crimen”
Las infaltables fotos con los rostros de los desaparecidos marcaban el contexto de una plaza que vio transformada su fisiología. Estudiantes de artes comenzaron a pintar un mural, que a lo largo del día fue nutriéndose de las numerosas intervenciones de los asistentes a la jornada.
“La memoria no se olvida, existe, vive y vivirá en todos nosotros”, “un tribunal los juzga, el pueblo los condena” y “lo imposible tarda solo un poco más” fueron algunas de las consignas estampadas en el mural.
Luego, fue el momento de la instalación del monumento en homenaje a los 30 mil desaparecidos, para finalizar con la plantación de un árbol por la memoria.
Durante la jornada, hubo distintos oradores. Entre ellos, se destacó la lectura de una carta enviada por Graciela Osores, hermana de Carlos (“Carlitos”), desde Buenos Aires, quién escribió que “vivimos para que la injusticia no sea la compañera de todos los días. Vinieron los que quisieron tapar el sol con las manos, los que con sangre quisieron callar los gritos de libertad. No tienen la valentía de enfrentar la verdad y no se librarán jamás de la ofensa que le hicieron a Carlitos, Víctor Hugo, Tina y todo el pueblo”.

Respecto a la jornada, Julia Vitar, militante de la agrupación HIJOS, expresó que “es importante acompañar los procesos que se desarrollan en apoyo a la memoria, la verdad y la justicia. Continuar movilizándonos a pesar del miedo, de las amenazas, de las intimidaciones, permite que vayamos derrotando la impunidad”.
Por su parte, Valentina García Salemi, referente de ANDHES (Abogados y abogadas del NOA en Derechos Humanos y Estudios Sociales) manifestó que “el homenaje realizado en el Empalme a los desaparecidos de la zona es fundamental en la construcción de la memoria de lo sucedido en Tucumán. El terrorismo de Estado sufrido no sólo secuestró y desapareció a miles de personas aquí, sino que intentaron silenciar con el terror a todo un pueblo. No pudieron: El Empalme, Ranchillos, lo demuestra”.
Orce, en prisión
Camilo Orce dio la segunda parte de su indagatoria el jueves último, por las desapariciones de Víctor Hugo González, Carlos Raúl Osores y María Celestina González. El juez Federal N° 1, Daniel Bejas, tiene diez días para determinar si lo procesa y dicta su prisión preventiva. Por ahora, el represor se encuentra detenido en el edificio del Juzgado Federal.
(Fuente:Rdendh-Contrapunto).
(Fuente:Rdendh-Contrapunto).
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