13 de junio de 2009

MISIONES: JUICIO POR TORTURAS-PACTO DE SILENCIO DE EX PENITENCIARIOS.

En el Penal de Candelaria torturaron a menores alojados (jóvenes entre 15- 17 años)-
La segunda jornada del juicio oral y público comenzó con la declaración de la actual subsecretaria de Derechos Humanos, Amelia Rosa Báez, quien el 21 de septiembre de 1976 sufrió la detención de quien por entonces era su esposo, Héctor Escobar.

La funcionaria dijo que cerca de fin de año consiguió permiso para visitarlo y allí se enteró que era sometido a golpizas, torturas y simulacros de fusilamiento.

Y agregó que las golpizas “eran recurrentes en las guardias de Gómez y Cuenca”.
CHEMES, TESTIGO POR LA DEFENSA: "EN CANDELARIA HABÍA BUEN TRATO. "YA VENÍAN TORTURADOS DE AFUERA"

POSADAS
Juicio por torturas: pacto de silencio de ex penitenciarios
Todos los ex agentes del Servicio Penitenciario Federal que declararon en el juicio que se les sigue a sus camaradas José María Cuenca y Rubén “Lobo” Gómez por el delito de tormentos agravados, negaron haberse enterado de malos tratos o vejámenes a los presos políticos que fueron alojados en la Unidad Penal de Candelaria durante la última dictadura militar.
El pacto de silencio fue evidente durante el testimonio de cuatro oficiales, un médico, el psicólogo y una trabajadora social que también se desempeñó en la cárcel durante los años de plomo en la Argentina..
Ismael Canteros, de 58 años, se desempeñó en la Unidad Penal 17 entre 1971 y 1978. Se retiró con el grado de inspector general, dijo que ningún preso podía ser sacado de los pabellones sin la connivencia de los sectores de seguridad interna y externa.
Pese a que consta en los registros que él realizaba, negó que hubieran ingresado menores de edad en calidad de detenidos, aunque luego ante la evidencia dijo que “eran personas que llegaban con un oficio del Area Militar 2-32”.

En ese sentido, dijo que era habitual la presencia del coronel Humberto Caggiano Tedesco y que los presos políticos llegaban en cualquier horario y ellos debían concurrir al penal para hacer los registros de ingreso. Además, dijo que sólo en una oportunidad vio a un detenido lesionado. “El señor Lozina no pudo firmar su ficha porque tenía lastimadas las manos”.
La licenciada en trabajo social Margarita Montejano de Cantero es esposa de Ismael Cantero y también trabajó en la Unidad Penal 17.

También negó la presencia de menores y dijo que “sólo dos o tres de los entrevistados no pudieron firmar porque habían estado atados antes y tenían secuelas en las muñecas”.
Sobre el final de la audiencia de este viernes el imputado Cuenca tuvo que ser retirado porque sufrió una leve descompensación.
(Fuente:Rdendh).

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