29 de julio de 2009

QUIEREN LLEVAR A JUICIO ORAL AL EX FISCAL FLORES LEYES.

Flores Leyes.
Lo pidió la querella. Lo acusa de “coautor penalmente responsable de los delitos de tormentos”. A continuación, las cuatro denuncias que podrían llevar al banquillo al ex hombre fuerte de la Justicia Federal de Resistencia.

Internado en un sanatorio privado de Resistencia, el ex hombre fuerte de la Justicia Federal durante la dictadura y buena parte de la vida democrática del país, recibió ayer otra mala noticia. Es que fue presentado al juez federal Carlos Skidelsky el pedido de elevar a juicio oral y público al ex fiscal federal en el marco de la denominada causa “Caballero Humberto Lucio y otros s/tormentos agravados”, Expediente 243, iniciado en 1984.



Sucede que Mario Bosch, abogado querellante en representación de las víctimas del Terrorismo de Estado y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, elevó una requisitoria al Juzgado Federal requiriendo, justamente, la elevación a juicio oral y público del detenido Flores Leyes.



Ahora, el juez Skidelsky deberá correr traslado a la Fiscalía Federal, comandada por Gustavo Corregido (para que también se expida) y notificar a la defensa de Flores Leyes, que, actualmente, está peleando para lograr la prisión domiciliaria del ex fiscal



Básicamente, lo que se pide en la requisitoria es que Flores Leyes sea juzgado por “coautor penalmente responsable de los delitos de tormentos agravados en cuatro hechos, cometidos en el contexto del Genocidio Argentino”.



También se pidió que, “oportunamente se corra vista al Ministerio Público Fiscal por la posible comisión del delito de asociación ilícita, así como se continúe con los requerimientos de instrucción realizados y obrantes en autos o que sean conexos al mismo, todos por tratarse de hechos diferentes a la pieza acusatoria aquí desarrollada”.

CUATRO HECHOS REALES
Los cuatro hechos por los que se pide juzgar a Flores Leyes, de 60 años, están relacionadas a denuncias presentadas por ex presos políticos:


1) José Luis Valenzuela: fue detenido el 9 de septiembre de 1.975, en el departamento en el que vivía con Norberto Mario Mendoza, Rubén Darío Vassel, Ricardo Alejandro Vassel y Néstor Silvio Navarro, ingresando a la vivienda de manera violenta, un grupo de veinte personas, al mando del comandante de gendarmería Sanchistella y del comisario Yedro. A pesar de no haber encontrado nada en el allanamiento, igual lo detuvieron y lo llevan a la Brigada de Investigaciones, (en ese entonces, aún por la calle Juan B. Justo, donde actualmente funciona). En el lugar, lo careaban con Hugo Barua, quien era torturado por Gabino Manader, José Rodríguez Valiente, Nazareno Scordo, dirigidos por Caballero. La Patota de Investigaciones buscaba a un chico de 16 años de apellido Domínguez Silva… Después, llegó “un señor de aproximadamente dos metros de alto y unos 140 kilos”, quien no se identifica y lo interroga. Valenzuela le comenta que le habían pegado y torturado y el grandote no le contestó nada, pero que la respuesta la obtuvo tres años y medio después. De la Brigada lo llevan a la Alcaidía de Resistencia, donde estaba en los calabozos del primer piso, sin colchones, ni ropa. Después de varios días fue llevado con destino al Juzgado Federal, pero terminó en Gendarmería. Allí lo subieron al primer piso, donde se encontró con el secretario del Juzgado, Flores Leyes, a quien en ese momento identifica como la persona que lo interroga en Investigaciones, estando también presente el subcomandante Sartori y un señor que luego supo que era Resca (ex funcionario judicial). Es interrogado por Sartori y al finalizar éste, por Flores Leyes, quien le preguntó cómo fue su estadía en la Brigada de Investigaciones y le aconsejó que era oportuno para su seguridad volver a firmar lo que no le permitieron leer en la Brigada, ya que de lo contrario lo iban a mandar nuevamente allí y lo amenazaban que no se iba a salvar de los federicos. Flores Leyes le dijo que su libertad era cuestión de días, finalmente y ante estas amenazas, por temor a volver a la Brigada y revivir los tormentos, decidió firmar. Meses después, lo sacan de la Alcaidía y lo llevan al Juzgado Federal, donde se encuentra con Flores Leyes y el ex juez Córdoba. Y, a pesar de la promesa, el primero le manifiesta que tienen semiplena prueba para que quede detenido y lo llevan de nuevo detenido a la Alcaidía. Para marzo de 1979, Valenzuela vuelve a cruzarse con Flores Leyes, esta vez para lograr la ansiada libertad. En este caso, el ex hombre fuerte pretendía que afirmara que la declaración que el preso político hizo en su contra obedecía a un pedido del ex diputado Carlos Kunkel, también detenido, a lo que le contestó a Flores Leyes que lo vio a él, que vio sus zapatos, traje azul o negro, que le impresiono lo grande y ancho de sus zapatos y de su contextura física, a lo que, sin ponerse colorado Flores Leyes le contesta: que estuvo en la Brigada para salvarle la vida. Algo así como que la tortura sirvió para salvarle la vida.


2) Norberto Mario Mendoza: También detenido el 9 de septiembre de 1975. Cuando lo llevan a la Brigada de Investigaciones es recibido por el Comisario Thomas y el comisario Caballero. Lo colocaron en un patio interno esposado, parado y mirando a la pared y comenzaron a interrogarlo y torturarlo en forma individual. Las torturas consistían en patadas y golpes de toda naturaleza. Durante los interrogatorios, lo desnudaron, lo ataron de pies y mano a una silla, que era de madera, estaba vendado, comenzando a aplicarle torturas en la zona de los labios, el ano, el cuero cabelludo, en los genitales, en los párpados de los ojos, todo con la picana, agregando que esto era una tortura sicológica y física. Cuando cesaban las golpizas comenzaban a interrogarlo para que acuse a sus compañeros y firme las declaraciones sin leerlas. En ese momento, pudo observar la presencia de una persona que le llamó la atención por su tamaño físico que se limitaba a observar, y que recién volvió a ver en Gendarmería cuando lo conducen a prestar indagatoria y lo identificó y pudo saber que se trataba del secretario del Juzgado Federal Flores Leyes, quien insistía que firme las declaraciones recibidas mediante apremios.


3) Ricardo Alejandro Vassel: Detenido también el 9 de septiembre de 1975. Al igual que los otros, fue llevado la Brigada de Investigaciones, donde estaban esperando Thomas y Cardozo. Un policía lo lleva a la sala contigua al patio, donde lo sientan en una silla, continuaba vendado, y comenzaron a golpearlo con los puños cerrados y también con picana; le hicieron bajar los pantalones y continuaron picaneándolo en las piernas y en los genitales. Las preguntas eran “canta todo”, “no te hagas pegar inútilmente”, “vos sos joven, no te hagas maltratar”. Al igual que sus compañeros, Vassel toma contacto con Flores Leyes en Gendarmería. “Pude identificar esa voz, porque me quedó grabada”, señaló. Justo con un escribiente le presentaron una declaración que decía ser copia de la declaración policial. Flores Leyes le sugería que firmara sin protestar para no volver a ser interrogado por la Policía. El mismo ex hombre fuerte de la Justicia Federal, entre otras cosas, le dijo a su madre, en una oportunidad en que ella fue al Juzgado, que Ricardo era una persona peligrosa por ser líder natural, cosa que nunca entendió. Fue como una amenaza.


4) EUGENIO DOMINGUEZ SILVA: Otro detenido el 9 de septiembre de 1975. Desde el momento de su detención fue sometido a torturas, maltrato físico y psicológico. Desde el 9 de septiembre de 1975 hasta el 18 de septiembre, lo tuvieron detenido en la Brigada de Investigaciones, donde también fue sometido a torturas, en particular rotura de tabique nasal. En el transcurso de su detención “los apremios ilegales del que fue sujeto, siempre tuvo activa participación con su presencia en todos los lugares la figura del secretario del Juzgado Federal Flores Leyes, quien en forma intimidatoria y exhibiendo armas de fuego, procuraba de su parte una declaración forzosa, auto incriminándolo en supuestos delitos, no participaba directamente de la agresión pero estaba como coordinador de todo, en las sesiones estaba vendado e identificó la voz de Flores Leyes cuando estuvo más blando al lapso de algunos días. Dos días antes de la primavera, lo llevan a Gendarmería donde se encuentra nuvamente con Flores Leyes, quien exhibía armas de fuego. “Recuerdo que hacía comentarios respecto de la cara de perejiles que teníamos”, declaró. A Flores Leyes también lo vio en la Brigada de Investigaciones, donde supervisaba todo, estaba al tanto de todo, indicaba qué se debía preguntar, escuchaba la voz de él y luego lo identificó en el patio sin vendas.



Espera internado
Mientras que espera que la Justicia Federal chaqueña se expida sobre su pedido de arresto domiciliario, Carlos Flores Leyes, ex fiscal federal, se encuentra internado en un conocido sanatorio privado de Resistencia.



El ex hombre fuerte de la Justicia Federal, durante la dictadura y un cuarto de siglo de la democracia, había estado detenido en la cárcel de máxima seguridad conocida como U 7, en el marco de la causa “Caballero Humberto Lucio y otros s/tormentos agravados”, Expediente 243.



Para zafar de la prisión efectiva, Flores Leyes adujo tener “graves problemas de salud”, por lo que presentó un escrito ante la Justicia Federal pidiendo su arresto domiciliario, mientras se sustancia la causa en su contra.
En ese marco, logró que se lo traslade de la U 7 hacia un sanatorio, donde se enteró de la noticia: el querellante Mario Bosch pidió que Flores Leyes sea llevado a juicio oral y público.
(Fuente:Agenciadendh).

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