El golpe de estado el 28 de junio sacudió al mundo y especialmente a Latinoamérica y el Caribe. Fue el primero golpe de estado para la administración de Obama, que condenó el golpe y lo caracterizó como golpe de estado, hecho inédito mirando la historia de la Casa Blanca.
Ha pasado un mes y el régimen de facto todavía está en la Casa Presidencial en Tegucigalpa mientras el destituido presidente Manuel Zelaya Rosales se encuentra en este momento en la región norte de Nicaragua con unos tres mil refugiados políticos. Ha hecho varios intentos de regresar a su país, pero sin recibir garantías de los golpistas.
La situación es explosiva. Hasta ahora la táctica de Zelaya y el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado de insistir en una lucha pacífica tiende de agotarse. Sin embargo no es Zelaya y el Frente que decide que tipo o forma de lucha se usará para derrotar al régimen golpista sino ese mismo. Ahora se escucha muchas voces que propone que la solución sea armada.
Mientras los países vecinos de Honduras como El Salvador, Nicaragua y Guatemala se encontraban en guerras civiles muy sangrientas en la década 1970-1980, Honduras vivía bajo la bota civil-militar pero sin la guerra. Ahora parece que la historia podría ser al revés.
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Mucha gente lo vio cuando el oficial arrastraba al joven albañil Pedro Magdiel Muñoz Salvador en la tarde del viernes pasado en la aldea llamado Alauca, doce kilómetros de la frontera con Nicaragua en el departamento de Paraíso. El fotógrafo del diario La Tribuna sacó la foto en el momento preciso. Lo que no sabía él en ese momento es que esa foto puede esclarecer uno de los más espantosos asesinatos políticos desde la década de los ochenta.
"Me siento mal como madre," dice una señora que dice tener 70 años y se recuerda la década de los ochenta por la guerra sucia y el "Batallón 3-16".
Lleva la bandera hondureña como un homenaje al cadáver de Pedro Magdiel que los asesinos han botado en un descampado al lado de un muro de una procesadora de café. Sus ojos miran al cielo con un interrogante en su rostro y con la boca abierta. Lleva una chaqueta negra ligera cerrada hasta la mitad y se ve un poco de una camisa oscura sucia. Tiene bluejeans, calcetines grises y tenis negros. Tiene una herida de corta punzantes en el frente, una en cada cachete y una, la mortal, en la arteria del cuello. La mano derecha y el antebrazo están morados por golpes y por haber sido amarrados.
"Él (Pedro) estuvo al frente la barrera que nos puso tanto la policía como el ejército. A las 3 de la tarde nos tiraban las bombas lacrimógenas y posteriormente siguieron quemando llantas y vegetación y él fue uno de los que traía monte seco. Por eso nosotros somos testigos que cuando a él lo capturaron en la tarde él estaba vivo todavía," dice la señora con una indignación y se le salen lagrimas de rabia e impotencia.
Hemos entrado, mi fotógrafa y yo, a las 9 de la mañana del sábado 25 de julio al campo donde se encuentra el cadáver y donde fue encontrado a las 7 a.m. La fiscalía y la policía no se han atrevido llegar por la rabia de miles de personas que han pernoctado en Alauca. Doce kilómetros de allá, en el territorio nicaragüense, se encuentra desde el jueves 23 de julio el derrocado presidente Manuel Zelaya Rosales y habría entrado ese viernes, acompañado por miles de hondureños para regresar a Honduras y comenzar la marcha pacífica a la capital de la república. Pero el régimen golpista no permitió que la primera dama de la nación, Xiomara Castro de Zelaya, llegara junto con centenares de activistas del Frente Nacional contra el Golpe de Estado sino quedaron atrapados en Arenales, una aldea unos 30 kilómetros antes de llegar a la frontera a Nicaragua. Zelaya entendió el mensaje—que el régimen de facto lo capturaría si entrara al país.
Hablamos con varias personas y uno, que pertenece a la Comisión de Disciplina y que es oriundo del departamento de Paraíso, dice lo siguiente: "El comisario Osorto dice que lo soltaron (Pedro) a las seis y media de la mañana este sábado pero misteriosamente aparece muerto acá a las 7 con los señales de tortura." Llega el médico forense Santo Cepeda pero no puede hacer nada hasta que llegue el fiscal y la policía de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC). La comisión de disciplina se encarga de la seguridad de los representantes estatales para que no sean linchados por las masas dolidas.
Media hora después aparecen escoltados una mujer y un hombre, Jasmina Chacón de DNIC, y Renán Cruz, el fiscal. Los dos están nerviosos. Comienzan el trabajo con el médico forense recogiendo las diferentes piezas que están tiradas en el descampado que pueden ser las pertinencias de la víctima. Celular, una bolsa de tela, la billetera que contiene varias cartas de amor entre él y su esposa, fotos de ellos y su hijo y la cédula que confirma nombre y apellido.
Santo Cepeda y su asistente inician el levantamiento del cadáver. La policía toma una foto por cada herida de la corta punzante y se registra el tamaño de la herida. Hasta ahora no se ha descubierto manchas de sangres y parece que la víctima ha sido lavado o borrado de su sangre. Abren la chaqueta y la camisa y se ve cuatro heridas más grandes en el abdomen. La camisa es empapada de sangre y tememos lo peor cuando voltean el cuerpo. Lo primero se ve son las tres heridas en la cabeza atrás hechas por un cuchillo o machete. El médico levanta la camisa y lo que se ve exactamente a las 12:00 del medio día el sábado 25 de julio es la obra de varios sádicos. Pedro Magdiel tiene en la espalda 35 heridas de corta punzantes y en total tiene 42 heridas en el cuerpo, más el daño en el brazo derecho y varios dedos fracturados.
Según el médico forense, la muerte ha sucedido entre ocho y diez horas atrás, es decir, entre 02:00-04:00 horas de la mañana el sábado, supuestamente cuando se encontraba Pedro retenido por la policía, versión que el vocero de la policía nacional desmiente 22 minutos después a través el diario El Heraldo.
El cuerpo de Pedro Magdiel coincide con la foto que La Tribuna pública en la página 52 en la misma mañana del sábado 25 de julio. Cuatro días después, el miércoles 29 de julio escribe la revista y el portal "Honduras Laboral", que "Los parientes en Tegucigalpa identificaron plenamente a Magdiel al ver la foto de La Tribuna cuando lo están capturando, por su vestimenta y por su rostro". La revista agrega la foto de La Tribuna con la foto que ha sacado mi fotógrafa en donde la vestimenta coincide en ambas.
Además relata el articulo que "un detalle importante es el fusil que porta (el oficial) en su mano derecha el cual es similar al M16 pero más pequeño. Este tipo de fusil es únicamente utilizado por los oficiales de las Fuerzas Armadas, específicamente del ejército". Quiere decir, que identificar al oficial no es una cosa complicada lo cual podría esclarecer a quien fue entregado Pedro Magdiel esa tarde. Es como la ironía de la vida porque resulta que el dueño de La Tribuna es Carlos Flores Facussé, calificado como uno de los autores intelectuales del golpe de estado contra Manuel Zelaya. Su fotógrafo ha aportado una prueba clave sobre quien o quienes pueden ser los asesinos de Pedro Magdiel.
"¡Esta obra se llama vender miedo, vender terror!," dice la mujer. "Yo le digo a la prensa internacional que hemos vuelto a la década 80 donde están aplicando la Doctrina de Seguridad Nacional y el Enemigo Interno. Capturaron y los sacaban de sus casas obreros, campesinos, estudiantes o profesionales y aparecían muertos. ¡Y esta es la Doctrina de Billy Joya Amándola!"
El Batallón 3-16
Gloria Esperanza Reyes fue una de las mujeres detenidas en la década 80 pero tuvo suerte, no fue asesinada y desaparecida forzosamente como 218 y 110 hondureños respectivamente, víctimas por un comando de la inteligencia militar llamado "Batallón 3-16". Las mujeres fueron torturadas con cables aplicadas a los pezones y vagina. Comenzaron con 110 voltaje y pasaron a 220. "El primer choque fue tan fuerte que solo quise morir," contaba Gloria. José Barrera, uno de los verdugos del "3-16" confirmó la frase de Gloria: "Nos rogaban de matarlos. La tortura es más espantosa que la muerte," decía el matón el 13 de junio 1995 en un extenso reportaje del diario Baltimore Sun de Estados Unidos.
Lo que Barrera o el reportero estadounidense no sabían entonces, es que uno de los más odiados de los integrantes del "3-16", el capitán Billy Joya, el 29 de junio de 2009 entraría a la casa presidencial en Tegucigalpa a sentarse al lado el presidente de facto, Roberto Micheletti como "asesor ministerial". Joya sabe como jalar en los hilos en un golpe de estado o en la guerra sucia. Fue uno de los alumnos de "capacitación" en Chile en los cuerpos de carabineros durante la dictadura de Pinochet.
CIA creyó el monstruo
En augusto 1980 aterrizaron 25 oficiales de las FF.AA. hondureñas en una pista no pavimentada en un desierto del suroccidente de Estados Unidos. Fueron recibidos por cinco agentes de la CIA, uno de ellos llamado "Mr. Bill". Florencio Caballero, uno de los 25 hondureños que posteriormente volvería en experto de "desapariciones" del 3-16, mencionó a Baltimore Sun que "arribamos a una base militar, todo era privado, ninguna televisión, solo películas de video".
El Batallón 3-16 fue creado por recomendación de la CIA en la "Guerra Preventiva". Era un comando paramilitar autónomo de inteligencia que ejecutó con un odio ciego contra todo y todos que olían subversión, progresista o movimientos populares en Honduras. La inspiración y los "profesores" eran los de la CIA y la dictadura militar de Argentina donde la "eficacia" era impactante con el saldo de 30,000 desaparecidos. Los dos generales Gustavo Álvarez Martínez y José Bueso Rosa confirmaron que "Estados Unidos nos ofreció de crear esta unidad de fuerza especial". "Fue la idea de ellos de crear una unidad de inteligencia que reportaba directamente al mando máximo del Comando Conjunto de las FF.AA," decía general Bueso al Baltimore Sun el 11 de junio de 1995. En ese reportaje fue también confirmado el papel personal y protagónico que tenía John Negroponte que llegó a Honduras en 1981 e inició la guerra interna en Honduras. En su tiempo como embajador en el país, el presupuesto militar aumentó de 3.6 millones de dólares en 1981 a 77.8 millones en 1985, cuando ya había cumplido su misión—haber creado la contra nicaragüense y haber salvado la dictadura salvadoreña.
Durante seis meses en el desierto fue creado el núcleo de lo que sería el Batallón 3-16. El manual de la CIA en guerra psicológica y tortura fue literalmente impregnado en los cerebros y columnas de estos oficiales hondureños. De vuelta a Honduras aplicaron lo aprendido por los asesores de Estados Unidos y Argentina, volviendo maquinarias de muerte contra su propio pueblo. Con Billy Joya ahora en la Casa Presidencial y asesinatos bestiales como lo de Pedro Magdiel, los hondureños regresan a una época de pesadillas, ahora con una "actualizada" forma de "3-16".
APROH y la Unión Cívica Democrática
La Asociación para el Progreso de Honduras (APROH) fue creada con personería jurídica el 10 de enero de 1983. "Durante casi dos años, la APROH complementó y asesoró al Estado; elaboró los principales documentos económicos y políticos del gobierno, entre ellos el informe presentado a la Comisión Kissinger. Incluso en septiembre de 1983, propuso a Kissinger que Estados Unidos invadiera a Nicaragua (sandinista). La APROH representó una visión global del país enmarcada en una perspectiva neoliberal y seguridad nacional. En este contexto, es que en la segunda mitad de 1983, propuso organizar 125,000 familias sin tierras en cooperativas agroforestales, bajo régimen militar obligatorio, por lo tanto, bajo el control y la autoridad de las fuerzas armadas", escribe el escritor Juan Arancibia en su libro "Honduras un Estado Nacional".
Según Arancibia, la propuesta de APROH perseguía tres objetivos que coinciden casi idénticamente con la política de "seguridad democrática" de Álvaro Uribe en Colombia en su tarea de crear una "red de informantes y cooperantes" o la red "guardabosques", que no son otras cosas que aprovechar la miseria en el campo colombiano pagando a los campesinos 150 dólares para que vuelvan sapos a las fuerzas militares en su guerra contra la insurgencia.
Arancibia describe los objetivos de APROH: Organizar a familias sin tierras para manejarlas políticamente y transformarlas en futuras patrullas civiles (como en Guatemala en esa época) que sirvieran para el control de la población. Además, se eliminaba de paso el problema social y político que representaban los campesinos sin tierras. Aumentar la producción maderera y mejorar el cuidado del bosque. Crear barreras sociales y políticas al eventual desarrollo de organizaciones político-militares, que pretendieran usar los bosques como retaguardia y conquistar a los campesinos sin tierra como su base social.
APROH era más gringo que los gringos y "habría sugerido a la Comisión Kissinger de convertir a Honduras en Protectorado o en Estado Libre Asociado. Aunque señalaba que ello no era compatible con la idiosincrasia hondureña, se proponía como una posibilidad extrema para salvar el sistema. En el fondo, se sugería que era preferible la desaparición de Honduras como país independiente, antes que la ocurrencia de una transformación revolucionaría", escribe Arancibia. Esta actitud se refleja hoy en la total intolerancia del general Romeo Vázquez y Roberto Micheletti que preferían hacer un golpe de estado, utilizando los militares para frenar cualquier reforma mínima en donde el pueblo tuviera una participación directa como en la consulta popular el 28 de junio.
Es muy notorio, que la elite de la década '80 que representaba APROH, es el mismo sector y clase social que ha ejecutado el golpe de estado el 28 de junio 2009, esta vez con la fachada de "la Unión Cívica Democrática", o Los Blancos o Los Perfumados, como el hondureño en común llama a los golpistas.
¿Y quiénes eran y quienes son hoy?
Ayer fueron destacadas personalidades de los partidos, empresarios, intelectuales de la derecha, militares y personajes de la rama judicial. Hoy es lo mismo y podemos agregar las cúpulas de las iglesias católicas y evangélicas, la Corte Suprema de Justicia, la Procuradora, la Fiscalía General, el comisionado de derechos humanos, Ramón Custodia, hoy rebautizado como el "Ombudsman de la oligarquía" pero sobre todo, los medios de comunicación masiva.
Billy Joya es el estratega
"Para nadie es un secreto que esto (el golpe) viene de los empresarios que no quieren compartir parte de sus ganancias y de sus riquezas con el pueblo. Ahí tenemos también ex presidentes de la república como Carlos Flores Facussé, Rafael Calleja y Ricardo Maduro, los mismos candidatos presidenciales como Pepe Lobo (Nacional) y Elvin Santos (liberal) que pertenecen a la oligarquía de este país. Y con tristeza digo las iglesias tanto católica como evangélica están detrás de todo esto, incluso indoctrinando a los feligreses tratando de poner una venda a los ojos para que no se den cuenta de la realidad. Lo que ellos no saben es que es que el pueblo creció, ya despertó y está reclamando su derecho de participación en las decisiones que le afecta tan por igual a todos. ¡Este es un golpe de estado aquí y en cualquier parte del mundo! Las garantías individuales están suspendidas, se están violando a los derechos de la integridad física, la vida y la libertad de las personas."
Lo dice María Luisa Borja, ex coronel de la policía nacional durante 25 años pero que fue despedida durante el gobierno de Ricardo Maduro cuando "cavó" demasiado hondo en la corrupción interna de la misma policía. Se horroriza cuando menciona "Batallón 3-16". Y agrega:
"Billy Joya es el estratega de todo esto, y por eso vemos justamente esas prácticas en 3-16. Y su Usted analiza los directores actuales de la Policía Nacional, son ex miembros de 3-16 como el director del Transito Napoleón Nazareth Herrera, el director de la Investigación Especiales René Maradiaga Panchamé, el director general de la Policía Salomón de Jesús Salinas, ¡todos estos son ex miembros del fatídico Batallón 3-16 que en estos momentos están poniendo en práctica todos esos abusos de autoridad!"
Una lucha popular prolongada
Está oscuro cuando dejamos Alacua y el departamento de Paraíso atrás y nos vamos en la noche en dirección hacia Tegucigalpa. Los focos iluminan las montañas, las palmeras y las pequeñas casas en un país que es rural. Esta parte de Honduras es hermosa y expresa una tranquilidad y calma.
Pero de repente vemos una pared de espaldas de soldados con carabinas automáticas atravesando la carretera. Un oficial me dice que no podemos continuar el viaje por que "los Melistas" han tomado la carretera. Pero decimos que somos periodistas y queremos hablar con la primera dama de la nación, Xiomara Castro de Zelaya, que ya lleva 24 horas en la carretera en la aldea de Arenales, esperando que las barreras que las tiene al frente desaparezcan para que se pueda reunirse por la primera vez desde el golpe de estado con su marido.
Son dos barreras de soldados rasos que están ahí horas tras horas. Son prohibidos de hablar con nosotros pero cierra los ojos afirmando cuando preguntamos si ellos sufren la misma pobreza de las colonias de miseria (barrios) y la misma falta de oportunidades como trabajo, educación y salud como cualquier hondureño. Al otro lado de las barreras han hecho una fogata, la gente está cansada pero lleno de ánimo de seguir la pelea, siempre en forma pacífica. Carlos H. Reyes, dirigente sindical legendario de Stiby que organiza los obreros de las embotelladoras de Coca Cola y Pepsi Cola en el país, está dando una charla sin megáfonos, que no necesita por la voz marcial que tiene.
Ahí está también Marvin Ponce, diputado del Partido Unificador Democrático (UD) que acaba de regresar de Washington, integrante de una delegación que ha tenido entrevistas con congresistas estadounidenses para convencerles de la importancia de que Estados Unidos cierra la "válvula" en todos los sentidos con el régimen golpista.
"Desde la huelga general de dos meses el 1954 (que comenzó en las bananeras de United Standard Cia), el movimiento popular no ha dado una batalla tan fuerte como la de ahora. Porque los golpes militares anteriormente eran golpes entre las cúpulas políticas y militares y el pueblo en cierta forma los toleraban. Pero ahora el pueblo cambió en Honduras y por eso llevamos 26 días de resistencia que los tienen preocupados a los políticos y los militares que tienen que recurrir la represión como única arma," dice Ponce.
El diputado de la izquierda hondureña sostiene que la administración de Obama quiere dilatar el proceso para una solución a través de cansar al presidente y el pueblo y así dar legitimidad a los golpistas.
"Eso implica que los gringos juegan un papel sucio en ese tiempo de temas. Aquí está detenida la primera dama, su suegra y sus dos hijas. Tenemos que revertir este proceso terrible, tenemos una juventud muy luchadora y tenemos adultos que han vivido la década '80 y que no quieren regresar a esa época. Tenemos un pueblo organizado y movilizado que resiste y lucha. No vamos a cansar y creo que entramos en una lucha popular prolongada para conseguir el objetivo de una nueva constitución y restituir el presidente Manuel Zelaya."
Oscar Arias, el hombre de Clinton
Marvin Ponce y Silvia Ayala, también congresista de la UD, fueron miembros de la delegación que seleccionó Zelaya para el diálogo en Costa Rica con el presidente Oscar Arias como facilitador. Pero Marvin Ponce no confía en el "Tica".
"Oscar Arias es un cuadro del imperialismo, es un enemigo a los movimientos sociales y ha jugado un triste papel alargando y proponiendo la agenda de siete puntos aunque él no es un negociador y además descartando la consulta popular, por lo cual hicieron el golpe de estado," señala Ponce. Arias propuso un acuerdo de siete puntos que incluye un compromiso de cesar en la intención de permitir que la gente decida si quiere llevar a cabo una asamblea constituyente.
El diputado Ponce fue acusado por varios medios de comunicación hondureños, entre ellos el periodista Renato Álvarez, de Televicentro que dirige el programa "Frente a Frente", por instigar a la lucha armada para recuperar la democracia y la restitución de Zelaya en la presidencia, callando que el general Romeo Vázquez utilizó todo los cuatro ramas de las FF.AA., sobrevolando con aviones de guerra el día del golpe militar. Después acusó a Hugo Chávez por haber causado la muerte de un joven el 5 de julio cuando 500,000 personas llegaron al aeropuerto para recibir el presidente.
"Ellos tienen las armas, y no solamente de los militares sino de los medios de comunicación. Hemos roto el cerco mediático de la derecha y los grupos de poder y puedes ver como el pueblo ha estado movilizado todo este tiempo y no ha parado. Por eso hemos ido a Washington para exigir un papel más fuerte de Estados Unidos que prácticamente quitó el papel de la OEA, lo agarró y lo trasladó a Centroamérica y a Arias donde puede ver un dialogo infecundo, prorrogable a modo de cansar al presidente, la ciudanía y darles más fuerza a los golpistas y prácticamente se convirtió a un interlocutor válido a los golpistas! El error más grande que cometió el presidente (Zelaya) fue sentarse y dialogar con los golpistas. Sin embargo él creía que hablar con Hillary Clinton todo iba a terminar en dos tres días por que la mediación tendría que haber sido un ultimátum a los golpistas para entregar el poder."
"La primera reunión con Arias fue un fracaso, la segunda también y la tercera trajo otra agenda. Los golpistas dicen ahora que van a llevarla al congreso nacional y a la Corte Suprema para consultar, es decir, una burocracia para ganar tiempo. Ahora dice Obama al presidente Zelaya que no venga a Tegucigalpa sino a Washington. Estados Unidos está jugando un triste papel y al final son partes del golpe de estado porque no quiere una salida concreta de este problema."
"Cuando estuvimos en Washington nos dijo el representante y encargado de Centroamérica en el Departamento de Estado que estaban haciendo un estudio jurídico si era o no un golpe de estado en Honduras. Por eso decimos que el pueblo no debe agachar la cabeza por golpistas nacionales o internacionales".
"El secretario general de la OEA, Jorge Miguel Insulza, llegó el tercer día de golpe a Tegucigalpa solo para avisar a los golpistas que tenían que entregar el poder al derrocado presidente Zelaya. Ahora ha bajado el perfil y sugiere a Zelaya de no ingresar a su propia patria, que reconozca la agenda de Costa Rica. Yo creo que Insulza quiere reelegirse en el puesto. Primero jugó la Carta Democrática de la OEA de dónde sacó a Honduras pero ahora quiere quedarse bien con los gringos y no quiere evitar un baño de sangre si entra Zelaya."
La primera dama encabeza las protestas
El 28 de junio divide Honduras en un tiempo antes y después. Nada o nadie será lo mismo antes de esa fecha, dice Xiomara Castro de Zelaya y todos que son activos en la lucha contra la dictadura.
"Estamos en un régimen dictatorial. Llevamos 26 días (la entrevista fue realizada el viernes 24 de julio) aun sabiendo que hay represión y que no hay derechos pero seguimos reclamando los derechos que siempre hemos tenido. Y no vamos a cansar. Lo que queremos es que haya tranquilidad en nuestro país y para eso necesitamos regresar a la constitucionalidad, retornar a esa democracia que hemos mantenido en los últimos años de la cual ha permitido de alguna manera tener espacios de diálogos".
"El presidente fue muy claro cuando dijo que aquí hay grupos de poder que no quiere que el país y el pueblo se desarrolle. Y los puso en evidencia y hoy, terminaron sacándose la máscara. Hoy el pueblo entiende cuando Mel habla de los grupos de poder, ahora el pueblo entiende quienes son el grupo de poder. A pesar de la represión y los obstáculos que se están poniendo, el pueblo está firme. Acá la gente anda desarmada y con un solo fin—de llegar al presidente, con la esperanza de que el retorno del presidente signifique la paz en nuestro país. Y es eso lo que se estamos tratando de hacer hoy, tratando de llegar al presidente para así garantizar el regreso de él".
"Siempre se ha pensado que el hondureño es sumiso, pasivo y conformista, que lo único que hacemos es agacharnos la cabeza, que no tenemos ni siquiera la disponibilidad de poder discutir porque sabemos que no nos van a escuchar. Y ese es el concepto que hemos tenido toda la vida. Que durante la guerra fría Honduras estuvo tranquila y la gente se acomodaba. El presidente intentó de entender a la gente que tienen derechos que no pueden ser usurpados por nadie, tenemos la libertad y tenemos que bien reclamar la necesidad que nosotros tenemos para que sean atendidos. Eso fue la posición del presidente".
"La gente comenzó a entender eso con la Cuarta Urna. A mí me decía que no importa si la gente me entienda que quiero hacer, pero mi conciencia me pide lo que tengo que hacer. Ahora vemos como la gente ha respondido, porque ya no es una posición del presidente de la república, sino del pueblo".
El 25 de junio el presidente encabezó una caravana de mil personas que fueron a la base de la Fuerza Aérea para recuperar el material electoral para la consulta popular que la fiscalía había secuestrado en la mañana ese día. Desde esa fecha el pueblo ha crecido día tras día en conciencia, sostiene Xiomara Castro:
"Todavía no se han dado cuenta, todavía creen que con las armas se puede reprimir y con el simple hecho de asustar, amedrentar el pueblo va a regresar tranquilamente a sus casas y van a sentirse vencidos. Y la muestra es totalmente diferente. Llevamos 26 días de resistencia y el pueblo ha mostrado que no va a ceder hasta que no acepte sus posiciones.
"Dos días después, el presidente de facto Roberto Micheletti y el general Romeo Vázquez ofrecen a la primera dama permiso de viajar a cualquier país que ella elige, a lo cual contesta con las palabras:
"¡Yo no necesito permiso para viajar a ningún país, mi país es Honduras y aquí está mi frente de lucha!"
¿Cómo derrocar la dictadura?
El pueblo chileno, uruguayo y argentino estaban desarmados y no pudieron resistir y derrotar a los fascistas y los militares detrás los golpes de estado en el Cono Sur en la década de os setenta. Los golpes de estado fueron condenados por el mundo mientras la Casa Blanca, la CIA y el Pentágono fueron los arquitectos para retroceder el reloj de la historia. Sin las armas y el pueblo organizado fueron presas fáciles por los gorilas. La lucha antifascista poco a poco se organizó pero en el caso de la dictadura chilena ésta duró más de 17 años.
En el caso de Honduras y el golpe de estado, un mundo entero, hasta la OEA y la Casa Blanca, ha condenado y ha calificado, como decía Obama el primer día, que ha sido un golpe de estado. Por la lógica de esa condena unánime y con el respaldo de la misma constitución hondureña que tanto los golpistas hondureños defienden, le da la razón de levantarse con todo contra la dictadura, incluso con las armas si fuese necesario.
Y en ese dilema se encuentra en este momento el presidente Manuel Zelaya que, en estos momentos cuando escribo este reportaje, llegan las noticias que el ejército y la policía y su Comando Cobra están reprimiendo miles de manifestantes en Tegucigalpa ubicados en la carretera Norte hacía la ciudad industrial de San Pedro Sula y el Puerto Cortéz. El maestro Roger Abrahán Soriano Vallejo, 38 años, profesor de lenguas extranjera, está entre vida y muerte por el tiro que recibió de un francotirador en la cabeza y que atravesó el cráneo. Fueron detenidos centenares de manifestantes en todo el país, lo cual muestra que no hay ninguna voluntad por parte el régimen de facto de crear las condiciones por la entrega del poder al presidente constitucional, al contrario, ha aumentado la represión a un nivel más alto y peligroso.
Creando "Ejército pacífico"
El director de Radio Globo, David Romero, relató esta mañana en la emisora sobre su visita ayer (29 de julio) en Las Manos, la zona fronteriza con Nicaragua, en donde habló con un muchacho que testimoniaba que él estuvo con cinco muchachos que por las montañas intentaron a llegar a Nicaragua y al presidente Manuel Zelaya. Pero en el camino por las montañas y trochas fueron detenidos por cinco paramilitares encapuchados y armados con botas del ejército. Fueron ubicados en fila india con diez metros de distancia entre cada uno y puesta venda en los ojos. Comenzaron a ser torturados por sus verdugos. El muchacho contaba que él y otro compañero tuvieron suerte porque fueron liberados pero los otros tres están desaparecidos y temen lo peor. Se ve muchos zopilotes sobrevolando la zona. Romero también contó que en el retén de Alauca están el ejército y la policía pero también un paramilitar vestido civil de camisa café con una pistola de calibre 9 mm visible, dando órdenes y en tono amenazante decía, ¡"Ojala no alcances el toque de queda…"! lo cual es una amenaza de muerte abierta. Es en este lugar en donde fue asesinado vilmente Pedro Magdiel Muñoz Salvador.
A pesar de las circunstancias, Manuel Zelaya insiste en la lucha pacífica: "No queremos utilizar las armas para botar una dictadura que hace tanto daño al pueblo hondureño. Hoy las izquierdas reconocen el poder de las urnas y eso es lo que está sucediendo en Ocotal, nos estamos preparando para vencer en las urnas a los golpistas que usan los fusiles para reprimir al pueblo" dijo ayer anoche, el presidente Constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, según la prensa.
Zelaya Rosales dijo que hoy los hondureños que se encuentran en Nicaragua en calidad de refugiados políticos iniciaran una fase de capacitaciones encaminadas a la formación de un ejército popular pacifico con el propósito de vencer la dictadura golpista. "Tendremos formación ideológica, formación política y entrenamiento. A partir de hoy utilizaremos las armas de la razón y este ejército va a ser invencible, porque estas serán nuestras armas," dijo mientras con su mano izquierda mostraba su tarjeta de identidad.
¿Guerra civil?
Pero la indignación popular es cada día más grande por las victimas y cada vez se escucha más las voces que se propone de armarse para así tumbar el régimen de facto. Cito literalmente uno de miles de correos que se publican en las diferentes redes en Honduras para que pueda tener una visión de los ánimos de los hondureños que luchan en las calles diariamente:
"¡Es increíble escuchar a los golpistas justificar y celebrar la muerte y represión de hondureños sólo para llenarse más de soberbia… En una guerra civil no van a estar tan alegres y protegidos… No hay tantos soldados… Mejor deberían de reflexionar y parar esto antes de que sea tarde… Tienen sed de sangre!"
El 15 de junio el presidente Manuel Zelaya Rosales fue víctima de una emboscada unos 100 metros de la base de la Fuerza Aérea en Tegucigalpa. Dos impactos quebró el vidrio panorámico del carro que llevaba el presidente que salió ileso del atentado terrorista.
Los medios de los oligarcas que ahora saludan y celebran el golpe de estado, hicieron caso omiso o burlaron al presidente Zelaya diciendo que había hecho un autoatentado con unas piedritas al vidrio.
Ahora sabemos que Zelaya había retado al poder invisible de ese grupo de 6-7 grupos oligarcas que 13 días después ejecutara el golpe de estado contra el presidente, disparar unos 80 tiros contra la casa del presidente y llevarlo en pijamas a un avión que lo trasladó a Costa Rica.
Lo que los golpistas no calcularon fue la reacción del pueblo hondureño que no ha descansado un día en su lucha para restablecer la democracia. La pregunta es porque el mundo, y sobre todo Estados Unidos, no aprietan la válvula en todas las áreas del régimen de Micheletti. Solo cancelar unas visas para los golpistas no es suficiente, tampoco congelar las cuentas bancarias. El régimen solo entiende lenguaje y decisiones duras. Y lo saben Obama y Clinton.
* El título es de una frase dicho por la primera dama de la nación "Mi frente de lucha es en Honduras": Xiomara Castro de Zelaya, primera dama de la nación.
Dick Emanuelsson es reportero en América Latina desde 1980 y reside en Tegucigalpa desde 2005. Escribe para varias agencias internacionales.
Foto: Honduras, glolpe de estado - Manifestación contra el Batallón 3-16. / Autora: Mirian Huezo
Emanuelsson
(Fuente:Argenpress).
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