26 de agosto de 2009

SALTA: SINGULAR MENSAJE DE URTUBEY.

Un mensaje del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, parece advertir que el Gobierno avanzará en la represión de la protesta social que llevan adelante sectores que "sólo pretenden sembrar el caos", según la terminología del mensaje. "Vamos a garantizar sin medias tintas", asegura, "el trabajo de la Justicia". El recuerdo de "la noche de las tizas".
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, dio a conocer este martes un mensaje (de deplorable factura sintáctica) en el que parece advertir que el Gobierno no permitirá las protestas sociales llevadas adelante por sectores que "sólo pretenden sembrar el caos" y, en ese sentido, tras afirmar que el oficialismo "no peca de ingenuidad", el mensaje asegura que "el salteño quiere paz (...) y la vamos a garantizar sin medias tintas, acompañando con firmeza el trabajo de la Justicia".
Aunque sin mencionarlas, el mensaje parece aludir a las protestas sociales en la que se registraron enfrentamientos con la Policía y, en algunos casos, médicos y funcionarios agredidos por los manifestantes. Los asentamientos y cortes de los accesos a la propia Gobernación, parecen ser, también el objeto de esta carta escrita que Urtubey hizo publicar en los dos diarios salteños: El Tribuno y Nuevo Diario de Salta. En ningún párrafo, el mandatario hace alusión a los intentos represivos contra la docencia (aunque sobrevuela la vergonzosa represión del romerismo en "la noche de las tizas"), los profesionales de la salud y hasta el periodismo crítico, como ha venido ocurriendo desde su asunción al frente del Gobierno local.
Precisamente, en ese mensaje, Urtubey comienza expresando: "En diciembre de 2007, al asumir el gobierno, establecimos al (sic) diálogo con todos los sectores como prioridad para el desarrollo de nuestra gente y, en obvia consecuencia, de nuestra provincia" (sic).
"Habíamos recibido una provincia con importantes problemas financieros", continúa el escrito de Urtubey, "con una situación dolorosa que parecía ser ya parte de nuestro paisaje (sic) y con desigualdades ofensivas en la prestación de servicios básicos como la salud y la educación. Para decirlo en una sola palabra, habíamos recibido una provincia sin equidad" (sic). Como se observa, el gobernador utilizó seis palabras, y no una sola, para sintetizar la inequidad provincial a la que colaboró siendo vocero del gobernador Juan Carlos Romero, secretario de Prensa, diputado provincial del romerismo, diputado nacional y jefe de prensa de la fórmula Menem-Romero, sin abrir la boca para denunciar la "inequidad" heredada ni los atropellos de su padre político.
El gobernador asegura estar trabajando "sin detenernos un segundo" (salvo cuando viajaba a los actos políticos del PJ que comandaba su ex protector Néstor Kirchner) y, tras cartón, expresa que "no queremos ni nadie nos eligió para lucir falsos oropeles" (sic).
¿Se viene la represión abierta?
El mensaje alude al "diálogo" impulsado por el Gobierno que, para Urtubey derivó en que "la pobreza y la marginación han dejado de ser una fotografía histórica y permanente para ser objeto de una política de Estado". El mandatario parece no recordar que hace menos de dos semanas, él mismo afirmó que "de cada diez salteños, tres están bajo la línea de la pobreza y uno es indigente", contradiciendo ahora esa afirmación a la que agregó que "la pobreza en Salta recién va a desaparecer dentro de 130 años". Extraña política de Estado que necesita más de un siglo para ver algún resultado.
Pero notorios resultan los párrafos siguientes del mensaje: "Pero este Gobierno, que impuso el diálogo y habla de esperanza y de futuro, no peca de ingenuidad".
En seguida detalla que "hemos notado con preocupación que detrás de protestas muchas veces genuinas y muchas veces no, se esconden quienes por izquierda y por derecha pretenden llevar agua para su molino perjudicando al conjunto de la provincia".
Y continúa: "Son los que incitan a la violencia en piquetes, cortes de calles y rutas. Los que agraden a médicos, a funcionarios, a trabajadores, a policías, a hombres y mujeres a los que convierten en blanco de su odio. Y como suele suceder, pretenden obtener por la fuerza lo que no logran en las urnas". El gobernador Urtubey, ¿hará referencia concreta a algún partido opositor cuyos dirigentes están presentes en varias de esas protestas? ¿O al Movimiento Libres del Sur, del diputado Carlos Morello, que lo ha acompañado en la campaña con la que ganó la gobernación y que cada tanto, también utiliza la táctica de los cortes de rutas? No queda claro, tampoco, cuáles son los sectores de derecha aunque, si lo dice el gobernador, debe haberlos.
Urtubey, en su mensaje, afirma que "esos sectores no quieren diálogo ni búsqueda de soluciones.
Sólo pretenden sembrar el caos" y advierte: "Entre tantas otras cosas (sic), los salteños quieren paz. Y la vamos a garantizar sin medias tintas, acompañando con firmeza el trabajo de la Justicia".
Aclara también que "la misma vara que juzgará (sic) por mala praxis a un médico, o a un policía o a un funcionario que no cumpla con su deber, lo hará con quienes hagan de la violencia su bandera". Que se sepa, la vara no "juzga" sino que "mide". O castiga...
Finalmente, Urtubey asegura que "toda la decisión de un Gobierno elegido por el pueblo y el imperio de la Justicia lo garantizan (el juzgamiento)" y convoca "a todos los sectores a plantear sus reclamos y diferencias en el marco de la Ley y frente a un Gobierno de puertas abiertas. Eso es lo que pretenden nuestro pueblo. Es eso a lo que no obliga la Constitución".
Recuerdos del futuro
El 24 de marzo de 2005, los docentes de Salta protagonizaron una impresionante marcha hacia la Casa de Gobierno en el Grand Bourg, durante la gestión de Juan Carlos Romero. Cerca de 18 mil trabajadores de la educación subieron hasta los altos donde se encuentra la sede gubernamental. Ese mismo día, un comunicado del ministro de Gobierno, Víctor Manuel Brizuela, advertía sobre el "caos y la provocación" de la docencia, sector que, en la versión oficial, se negaba "al diálogo impulsado por el Gobierno". La semejanza de ese mensaje romerista con el urtubeycista actual, es notable.
También aludía Brizuela, como hoy Urtubey, que "no se iban a permitir" daños a propiedades ni personas por parte de los docentes (?) y que se iba a aplicar la ley "con toda rigurosidad" en caso de comprobarse algún tipo de violencia. La marcha, como se recordará, fue pacífica.
Sin embargo, una semana después, se produjo la más grave represión policial durante la historia democrática de Salta: fue el 1 de abril de 2005, en una jornada vergonzosa que hoy se recuerda como "la noche de las tizas" donde los docentes (la mayoría maestras con sus hijos que descansaban en la plaza 9 de Julio) fueron alevosamente atacadas por la Infantería policial. Para la memoria...
(Fuente:Rdendh-Argensur).

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