8 de septiembre de 2009

LOS JUZGA UN TRIBUNAL LOS CONDENAMOS TODOS.




EN LA TERCERA AUDIENCIA POR LA CAUSA BRUSA HUBO PEDIDOS DE NULIDADES DE LA DEFENSA, QUE SE RECHAZARON
Por Juan Carlos Tizziani
Ayer fue el día de las cuestiones preliminares, pero los planteos de la defensa no prosperaron.

La tercera audiencia del juicio por delitos de lesa humanidad en Santa Fe se consumió ayer entre chicanas jurídicas, el incidente con un querellante, José Schulman, a quien el abogado de un represor pretendía que el Tribunal Oral lo obligara a desprenderse de la foto de una docente desaparecida, Alicia López, que porta en su pecho desde que comenzó el juicio (ver aparte). Y la negativa de los seis imputados a declarar. El ex juez Víctor Brusa y sus compañeros de banquillo: Mario Facino, Héctor Colombini, José Calixto Perizzotti, María Eva Aebi y Eduardo Ramos, rechazaron el derecho de ser indagados por el Tribunal, por lo que mañana, la cuarta audiencia arrancará con la lectura de sus indagatorias en la etapa de instrucción.



Ayer era el día de las cuestiones preliminares. El defensor oficial, Favio Procajlo, abrió con una batería de planteos: cedió la palabra a su segundo, Fernándo Sánchez, para que cuestionara la composición del Tribunal Oral porque está integrado por dos conjueces: Carlos Renna y Andrea Alberto de Creus. Pero después, recusó al jefe de los fiscales, Martín Suárez Faisal; impugnó la unificación de querellas, reprochó el requerimiento de elevación a juicio de Schulman y hasta pidió la extinción de la acción penal para sus defendidos: Brusa y Aebi. Su colega y defensora oficial, Judith Didier, no se quedó atrás: atacó la actuación del ex conjuez que elevó la causa a juicio oral, Leandro Corti, porque después de renunciar al cargo firmó una solicitada de apoyo a los juicios de lesa humanidad ya como secretario de Asuntos Penales de la provincia; y esgrimió que el segundo secuestro de Schulman, el 22 de noviembre de 1977, y los tormentos que sufrió en la comisaría 4ª, por los que el querellante imputa a una banda de policías que integraba Ramos eran "cosa juzgada".



El Tribunal rechazó todos los planteos del defensor Procajlo y sus pupilos. Y lo hizo por unanimidad. Lo que significa que ratificó su integración, confirmó al fiscal Suárez Faisal, convalidó el requerimiento de elevación a juicio de Schulman. Y quedó a la espera de que Didier presente en la causa los documentos que acrediten la supuesta "cosa juzgada" con la que pretende beneficiar a Ramos.



El debate se puso más tenso cuando Procajlo planteó la "extinción de la acción penal" contra Brusa y Aebi porque se habían "violado sus derechos constitucionales de ser juzgados en un plazo razonable". Y repasó algunos episodios que dilataron la causa: siete jueces en la etapa de instrucción, dieciocho que se excusaron o los recusaron para integrar el Tribunal Oral y siete años de trámites. "Los hechos son graves, pero la causa no es tan compleja", dijo Procajlo al achacarle la responsabilidad de la demora de los siete años a la Justicia de Santa Fe y se jactó de haber intervenido en otras investigaciones de crímenes de lesa humanidad en San Nicolás y en Rosario, en el caso de la Quinta de Funes, donde hay más imputados. "Esas eran causas más complejas que ésta", tiró el defensor de Brusa y Aebi.



Uno de los abogados querellantes, Guillermo Munné, reaccionó con ironía. Sabe que Procajlo asumió su cargo de defensor oficial hace sólo cuatro meses, así que le recordó "la trama de relaciones profesionales y funcionales" que rodeaba a Brusa y "el escándalo institucional" que se desató en Santa Fe cuando se lo llevó al banquillo de los acusados. "El hecho de llevar a juicio a alguien que era funcionario judicial cuando cometió los crímenes de los que lo acusamos y luego se desempeñó como juez federal de Santa Fe determina una complejidad indisimulable de esta causa", retrucó Munné.



"Todo lo que ha ilustrado el defensor oficial. Los motivos, sucesos o episodios de dilación de la causa fueron todas las excusaciones de magistrados y posibles jueces intervinientes que tienen como determinante, justamente, esta circunstancia: que el autor de crímenes de lesa humanidad que hoy estamos llevando a juicio fue durante largos años funcionario judicial y juez federal. Entonces, ¿cómo se puede decir que estamos ante una causa relativamente no compleja?", se preguntó el abogado. Procajlo escuchaba con atención, pero no podía controlar sus movimientos hiperquinéticos.



"Nosotros hemos reclamado todo el tiempo celeridad en el juicio. Y que la impunidad que los ha demorado no se vea reforzada ahora por el avance de la edad de los imputados. Está claro que la parte querellante es absolutamente ajena a toda situación dilatoria", insistió Munné.



"Y si aquí hubo dilaciones fue la de los órganos de justicia en pronunciarse. Todas las intervenciones de la Cámara Nacional de Casación Penal y las demoras en los pronunciamientos fueron en interés del propio imputado del que hoy usted ejerce la defensa", le dijo Munné a Procajlo en obvia referencia a Brusa. "De acuerdo a las premisas que usted planteó como defensor oficial, no puede desconocer que las dilaciones tuvieron que ver con considerar y resolver los planteos de su propio defendido. Entonces, ahora no se puede fijar como víctima de una situación que se generó por los planteos defensivos en su propio interés. Y esto, que estamos viviendo hoy (por ayer), cuando vemos que se traen al debate repetidas nulidades, que no las hay, y que ya fueron rechazadas (por los tribunales de alzada) es otra prueba de esta actividad de la defensa que impide el avance del juicio", concluyó Munné. El Tribunal Oral rechazó todas las nulidades que planteó la defensa. Y lo hizo por unanimidad.
(Fuente:Rosario12).



En Rosario, el jueves
La tercera jornada del juicio oral y público contra Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Costanzo por delitos de lesa humanidad en el marco del terrorismo de Estado se realizó ayer a la mañana. Siguió la lectura de la requisitoria de la elevación a juicio. Al mediodía, por motivos de salud de la jueza Beatriz Caballero de Barabani -quien durante esta semana presidirá el Tribunal- se suspendió la audiencia, que continuará recién el jueves, a las 9.30. La magistrada anunció ayer que se suspendieron los testimonios de Verbitsky y Raffo, ante la detención de Gustavo Bueno, al que intentarán traer a declarar.
(Fuente:Rosario12).



PROCESAN A LUCIO NAST POR SECUESTRO Y TORTURAS


En este lugar funcionó el Servicio de Informaciones, donde Nast torturaba a prisioneros
Por José Maggi
El juez federal Marcelo Bailaque procesó a Lucio Cesar Nast, alias Ronco por seis casos de secuestro y torturas a militantes políticos cometidos durante la última dictadura como miembro de la Patota de Feced, que operó en el centro clandestino del Servicio de Informaciones ubicado en San Lorenzo y Dorrego. Nast, de 55 años de edad, estaba domiciliado en Colombia 2118 donde fue detenido hace dos semanas, es un policía retirado de la provincia de Santa Fe, y fue procesado como coautor de privacion ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas en perjuicio de Gregorio Larrosa y Nelly Elma Balestrini de Larrosa y como probables coautor de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas en concurso real con el delito de tormentos que tuviera como víctimas a Eduardo Nasini, Gustavo Mechetti, Marcelo de la Torre, Laura Hanono y como probable coautor del delito de asociación ilícita.



De igual modo el juez Bailaque le ordenó le dictó la prisión preventiva por lo cual continuará detenido en el Penal Policial de la Unidad Regional II. El magistrado trabó ademas embargo sobre los bienes de Nast por valor de 300 mil pesos.



Para Bailaque se encuentra probado que Nast se desempeñó en el Servicio de Informaciones de acuerdo consta en su legajo personal y las declaraciones testimoniales de las víctimas. Uno de ellos, Marcelo de la Torre declaró en el primer expediente realizado por la justicia provincial que fueron "Archi (Scortecchini) y el Ronco (Nast)" los que lo torturaron.



Nast fue señalado como el Ronco en referencia al tono de su voz por uno de sus propios compañeros, José Rubén Lo Fiego. "Nast es un policia de mi promoción de oficiales que prestó servicios conmigo en los años 72 y 73 en el Comando Radioeléctrico, se le inició un proceso por apremios ilegales y por ello estuvo dos años en disponibilidad, volvió a trabajar y enseguida fue al Servicio de Informaciones, bajo la dependencia del oficial (Caramelo) Altamirano. Sé que estas dos personas, Nast y Altamirano me guardan animadversión por cuanto fui uno de los que descubrió que cometían robos de automotores en la ruta". En rigor el 8 de noviembre de 1976, Nast fue pasado a retiro obligatorio como dijo Lo Fiego, sin embargo de su legajo se desprende que fue reincorporado en enero de 1977.



Otra víctima, Jorge Alberto Flores, quien estuvo detenido en el Servicio de Informaciones declaró ante la justicia provincial que "el 16 de diciembre de 1978 a las 1.30 horas es llevado al Servicio de Informaciones una persona que resultó ser Conrado Galdame. Este muchacho es traído por Altamirano y el Ronco, ambos policías del Servicio".



Otro testigo fue Roberto Barandalla, quien aseguró que su "detención ilegal y apremios padecidos fueron producto del accionar de dos oficiales a los que identificó como Caramelo y Ronco".



Otras víctimas, Gregorio Larrosa y su esposa, lo identificaron como el hombre que manejó el auto que los trasladó secuestrados hasta su primer lugar de cautivero. Gregorio lo reconoció por su voz y el apodo con el que lo señalaban sus compañeros: el Ronco. Larrosa recordó que estuvo detenido en Jefatura (el viejo edificio) entre el 12 de agosto y el 17 de noviembre de 1977". Y señaló al Ronco como "un joven de 24 años de 1,72 metro de altura, cuerpo delgado y pelo muy negro".



Por su parte, también Eduardo Nassini lo reconoció entre los apodos de quienes lo torturaron: "además del Ronco estaban la Pirincha y el Vasco Olazagoitia".
(Fuente:Rosario12).

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