LAS ORDENES SECRETAS DE LAS FUERZAS ARMADAS PARA REPRIMIR DURANTE LA DICTADURA
Las pruebas contra Guerrieri y Cía
Amelong, Guerrieri y Fariña, eran jefes de la inteligencia militar en esta zona.Las pruebas contra Guerrieri y Cía
Por José Maggi
El manual de "Operaciones contra elementos subversivos" redactado por el Ejército y puesto en vigencia en diciembre de 1976 forma parte de las pruebas en la causa Guerreri-Amelong. Allí puede leerse que "los elementos subversivos no gozarán de derechos y en ningún caso tendrán estatus legal derivado del Derecho Internacional Público", "no se los tratará como guerrilleros sino como bandas de delincuentes subversivos a los que hay que eliminar". "Operaciones contra elementos subversivos", establece que "las actividades de inteligencia adquirirán una importancia capital, pues son las que posibilitarán la individualización de los elementos subversivos y su eliminación, y que del mayor o menor esfuerzo de la actividad de inteligencia dependerá en gran medida el éxito de la contrasubversión". Reviste importancia teniendo en cuenta que están sentados allí tres jefes de la inteligencia militar en esta zona: Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña y Juan Daniel Amelong.
Se trata de un libro de casi 200 páginas conocido por una sigla RC 9 1 cuya copia entregó la propia fuerza luego de una orden de la ministra de Defensa Nilda Garré a través de una división llamada "Asuntos Humanitarios". El documento consta entre la pruebas acercadas por la fiscal Mabel Colalongo, quien participó de la acusación en la emblemática Causa 13 (por el Juicio a las Juntas).
En la RC 9 1 se habla de "aplicar el poder de combate con la máxima violencia para aniquilar a los delincuentes subversivos donde se encuentren. La acción militar es siempre violenta y sangrienta... El delincuente subversivo que empuñe armas debe ser aniquilado, dado que cuando las FF.AA. entran en operaciones no deben interrumpir el combate ni aceptar rendición".
Otros puntos del documento, al que tuvo acceso Rosario/12, señalan:
* "El ataque se ejecutará: a) Mediante la ubicación y aniquilamiento de los activistas subversivos."
* "También se podrá operar en forma semi independiente y aun independiente, como fuerza de tarea."
* "Las órdenes: como las acciones estarán a cargo de las menores fracciones, las órdenes deben aclarar, por ejemplo, si se detiene a todos o a algunos, si en caso de resistencia pasiva se los aniquila o se los detiene, si se destruyen bienes o se procura preservarlos, etc".
* "Emboscada: esas oportunidades de lograr el aniquilamiento no deben ser desaprovechadas, y las operaciones serán ejecutadas por personal militar, encuadrado o no, en forma abierta o encubierta."
* "El ataque se ejecutará: a) Mediante la ubicación y aniquilamiento de los activistas subversivos."
* "También se podrá operar en forma semi independiente y aun independiente, como fuerza de tarea."
* "Las órdenes: como las acciones estarán a cargo de las menores fracciones, las órdenes deben aclarar, por ejemplo, si se detiene a todos o a algunos, si en caso de resistencia pasiva se los aniquila o se los detiene, si se destruyen bienes o se procura preservarlos, etc".
* "Emboscada: esas oportunidades de lograr el aniquilamiento no deben ser desaprovechadas, y las operaciones serán ejecutadas por personal militar, encuadrado o no, en forma abierta o encubierta."
Pero el manual RC 9 1 es solo uno de los documentos, también interesan a la Fiscalía la directiva 405 y fundamentalmente la directiva Nº 2 / 76 que se refiere a la detención de personas y que complementan el original Plan el Ejército.
En el punto 4 del apartado del Reglamento del Ejército dice: "La operación consistirá en detener a toda aquella persona que la Junta Militar establezca o pruebe para cada jurisdicción." "Cada Comando de zona establecerá en su jurisdicción los equipos especiales que resulten necesarios de acuerdo a las características de la misma.". "Las comisiones afectadas a la detención de personas de Prioridad Uno se integrarán sobre la base de efectivos militares y por el contrario, las de Prioridad Dos con elementos policiales.".
Esto explica porqué hubo pocos sobrevivientes en los centros clandestinos manejados por el Ejército directamente, como en el los casos de Quinta de Funes, La Intermedia, y Fábrica Militar de Armas. En cambio se cuentan más detenidos que fueran liberados en el Servicio de Informaciones, manejado directamente por la policía.
Entre otros ítemes la directiva establecía que "La incomunicación caracterizará todo el proceso de detención", y "no se permitirá la intervención de personas extrañas en defensa de los detenidos".
Se establecía que "la composición de los equipos especiales de detención y todo el accionar de los mismos será registrado en documentos secretos dentro del más estricto marco de seguridad y secreto militar".
La directiva Nº 2/76 complementaria disponía que "la detención de personas se continuará según las listas y prioridad." "En cuanto a los delincuentes subversivos además de los organismos ditados (fuerzas, Side, Policía Federal y provinciales) intervendrán los elementos técnicos de la inteligencia del Ejército." Este apartado marca claramente la responsabilidad de la inteligencia militar (por caso Guerrieri, Fariña y Amelong) en cada uno los secuestros concretados incluso por otras fuerzas como la policía, asi como su responsabilidad en todos los secuestros, torturas y desapariciones ocurridas en esta región, y no las de los centros manejados directamente por el Ejército. Es decir que también deberían estar sentados en el banquillo de los acusados en la Causa Feced. Y no estarán.
El Anexo 2 está dedicado exclusivamente a la Inteligencia.
* El plan del Ejército incluye como "oponente activo o potencial a todo el espectro social: organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles, religiosas o personas vinculadas a éstas".
* Serán objeto de represión: "las organizaciones político militares, las organizaciones políticas colaterales, por cuanto son sospechosas de movilizar con vistas al rechazo del nuevo gobierno, orientando desfavorablemente a la opinión pública aún con rumores, volantes, leyendas, murales (provocando) el desprestigio internacional del nuevo gobierno" en referencia a la Junta Militar.
* Los objetivos de la fuerzas militares también se ampliaban a "organizaciones gremiales en cuanto pueden efectuar demandas reivindicatorias salariales orientadas a provocar la ruptura o el entorpecimiento de un nuevo orden económico del gobierno militar.". Aunque también se incluían a "organizaciones religiosas en especial las que incluyan a Sacerdotes del Tercer Mundo" y organizaciones estudiantiles.
* El plan del Ejército incluye como "oponente activo o potencial a todo el espectro social: organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles, religiosas o personas vinculadas a éstas".
* Serán objeto de represión: "las organizaciones político militares, las organizaciones políticas colaterales, por cuanto son sospechosas de movilizar con vistas al rechazo del nuevo gobierno, orientando desfavorablemente a la opinión pública aún con rumores, volantes, leyendas, murales (provocando) el desprestigio internacional del nuevo gobierno" en referencia a la Junta Militar.
* Los objetivos de la fuerzas militares también se ampliaban a "organizaciones gremiales en cuanto pueden efectuar demandas reivindicatorias salariales orientadas a provocar la ruptura o el entorpecimiento de un nuevo orden económico del gobierno militar.". Aunque también se incluían a "organizaciones religiosas en especial las que incluyan a Sacerdotes del Tercer Mundo" y organizaciones estudiantiles.
Cabe recordar que cuando el general Ibérico Saint Jean fue designado primer gobernador bonaerense de la dictadura más sangrienta de la historia, hizo esta apología del crimen organizado: "Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, luego a sus simpatizantes, luego a quienes permanezcan indiferentes y por último mataremos a los indecisos". En verdad la orden ya estaba escrita.
Para complementar la variada cantidad de ordenes secretas, basta recordar las "Instrucciones para operaciones de seguridad" (RE 10 51): * "Elementos a llevar: capuchones o vendas para el transporte de detenidos a fin de que los cabecillas detenidos no puedan ser reconocidos y no se sepa dónde son conducidos.".
* "Los tiradores especiales podrán ser empleados para batir cabecillas de turbas o muchedumbres.".
* "La evacuación de los detenidos se producirá con la mayor rapidez, previa separación por grupos: jefes, hombres, mujeres y niños, inmediatamente después de la captura.".
* "Informantes: deberán ser inteligentes y de gran carácter y deberán tener una razón para serlo (creencia, odios, rencores, política, ideología, dinero, venganza, envidia, vanidad, etc.).".
* "Los tiradores especiales podrán ser empleados para batir cabecillas de turbas o muchedumbres.".
* "La evacuación de los detenidos se producirá con la mayor rapidez, previa separación por grupos: jefes, hombres, mujeres y niños, inmediatamente después de la captura.".
* "Informantes: deberán ser inteligentes y de gran carácter y deberán tener una razón para serlo (creencia, odios, rencores, política, ideología, dinero, venganza, envidia, vanidad, etc.).".
Los dos reglamentos de los que se tomó la información antecedente permitían disparar sobre desarmados, robar niños separándolos de sus madres y la utilización de centros clandestinos de detención como lugares secretos para familiares de las víctimas. Además se utilizaba el término "aniquilar" como sinónimo de asesinar o exterminar y se oficializaba el saqueo.
"En semejante ambiente vivían soldados ya de 18 años. Videla, como comandante en jefe, en la descripción de la Situación General de la directiva 504/77 afirmaba que la acción militar contra las organizaciones subversivas había sido positiva y más eficaz que la acción de gobierno. Para corregir la situación ordenaba actuar sobre las 'bases filosóficas ideológicas de la subversión, sobre las causas que esgrime y explota el oponente (frustraciones contradicciones, y sobre los efectos, traducidos en sus acciones armadas y de insurrección de masas)", según publicara en su libro El Escuadrón Perdido el capitán José Luis D'Andrea Mohr.
(Fuente:Rosario12).
(Fuente:Rosario12).
LA HISTORIA DE LA FAMILIA TONIOLLI ATRAVESADA POR LA DICTADURA MILITAR
SOBREVIVIR AL HORROR
En el marco del juicio abierto en Rosario a represores, este diario reunió a familiares de Eduardo Toniolli, desaparecido en 1977. Su mamá Matilde (integrantes de Madres), su esposa Alicia Gutiérrez (actual diputada provincial) y su hijo (militante de HIJOS) dan cuenta de lo desgarrador de ese tiempo y la esperanza de que se haga justicia.
Alicia Gutiérrez, Matilde Toniolli y "Edu" Toniolli.SOBREVIVIR AL HORROR
En el marco del juicio abierto en Rosario a represores, este diario reunió a familiares de Eduardo Toniolli, desaparecido en 1977. Su mamá Matilde (integrantes de Madres), su esposa Alicia Gutiérrez (actual diputada provincial) y su hijo (militante de HIJOS) dan cuenta de lo desgarrador de ese tiempo y la esperanza de que se haga justicia.
Por Evelyn Arach
"Algunos dicen que no hay que mirar al pasado, pero las heridas siguen abiertas. Recién ahora está llegando la justicia", afirma Matilde Espinosa de Toniolli con la voz entrecortada, sin dejar de mirar la foto de su hijo Eduardo. Cuando la patota de Luciano Benjamín Menéndez que operaba en la ciudad de Córdoba lo desapareció el 9 de febrero de 1977, no volvió a saber de él. Por entonces además de llorar por el hijo menor que no volvería a casa Matilde tuvo que ayudar a su nuera embarazada de ocho meses a refugiarse, parir y poder escapar de los militares que realizaron varios allanamientos para capturarla. Eduardo Toniolli y Alicia Gutiérrez eran militantes de Montoneros y se habían conocido dos años atrás cuando ella tenía 24 años y él 19. "En lo único que pensaba era en cómo hacer para que naciera mi hijo y para que se salvara", rememora la actual diputada, que poco después tuvo que exiliarse. A 32 años de aquellos días la justicia federal por primera vez está juzgando a los represores responsables de la desaparición, tortura y posterior asesinato del militante social, en el marco de la causa conocida como "Quinta de Funes". En ese contexto la familia contó a Rosario/12 lo desgarrador que fue sobrevivir y esperar que se haga justicia.
La tarde del 9 de febrero de 1977 fue especialmente calurosa, por eso Alicia Gutiérrez, que estaba a un mes de dar a luz prefirió no ir al encuentro que habían acordado con otros compañeros de la agrupación. "Cuando pasaron dos horas sin que Eduardo volviera supe que algo estaba mal. Junté algo de ropa y huí. Tuve la certeza de que ya no estaba vivo, porque todos los días desaparecían a compañeros nuestros", cuenta. Posteriormente la casa que ambos alquilaban en la ciudad de Córdoba desde hacía un mes fue allanada por la policía, también algunas maternidades. Pasado un tiempo y con la ayuda de sus padres y suegros Alicia tuvo a su hijo, Eduardo, -el "Edu", como le dicen -el 17 de marzo de 1977 en Córdoba.
"Por un mes no conocí a mi padre", reflexionó Eduardo. La misma declaración realizó hace un mes en las puertas del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de Rosario, que lleva adelante los primeros juicios por crímenes de lesa humanidad. Detrás del blindex, los represores Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Amelong, Eduardo Constanzo y Walter Pagano no se inmutaron. Permanecieron desafiantes y burlones, como cuando comandaban el centro clandestino de detención conocido como "Quinta de Funes", en el que 15 personas fueron desaparecidas.
Ese fue el último destino de Toniolli. Tras su detención junto a la militante Analía Arriola y sus dos pequeños hijos, ella fue ejecutada y él trasladado al centro clandestino conocido como "La Perla", ubicado a 12 km. de la ciudad de Córdoba y por el que pasaron unas 2500 personas, la mayoría de las cuales fueron asesinadas. Se supo después que en septiembre de ese año el militante fue llevado a la Quinta de Funes, a pocos kilómetros de su casa natal. Allí fue torturado sistemáticamente junto a otras quince personas. "Sabemos que estuvo cerca de casa porque por esos días un primo lo vio sentado en la parte trasera de un patrullero. Eduardo lo miró y dio vuelta la cara, supongo que para no causarle problemas", rememora su madre con angustia y precisión.
Según consta en la causa por declaraciones del "arrepentido" represor Constanzo, en el invierno de 1978 Toniolli y otras doce personas fueron trasladadas hasta la casa quinta del represor Juan Amelong conocida como "La Intermedia" donde los fusilaron y sus cuerpos fueron arrojados en las aguas de la Bahía de Samborombón. Por entonces su hijo, al que nunca pudo ver, había cumplido un año.
"Durante cuatro años estuvimos huyendo de la policía, escondiéndonos en distintos lugares hasta que pudimos escapar a Brasil, ahí conseguimos un pasaporte que otorgaba la ONU a los refugiados y viajamos hacia Francia, donde nos radicamos hasta diciembre 1985. Ese año pudimos regresar al país", relató la diputada que entonces ejercía su profesión de odontóloga. Afortunadamente en Argentina estaban plantadas las banderas de una incipiente democracia, que les permitió a los Toniolli volver a estar juntos.
Las cartas
Durante aquellos años Matilde y su esposo Fidel Toniolli no habían dejado de buscar a su hijo y de escribir cartas a cuanto funcionario público pudieron, inclusive una al propio Rafael Videla, que por supuesto jamás se dio por enterado. "Yo misma le escribí de puño y letra a Menéndez pidiéndole por el paradero de Eduardo porque me dijeron que era muy religioso y podía escucharme", recordó Matilde con indignación.
Desde el entonces Ministro del Interior de la dictadura, Albano Harguindeguy, hasta el embajador permanente de Argentina en la ONU, Enrique Ross, recibieron desesperadas misivas de la familia Toniolli. La mayoría no fueron respondidas y en otras se negó de forma sistemática y contundente la detención del militante.
En una carta fechada el 10 de junio de 1977 a la que accedió Rosario/ 12, Ricardo Pérez, secretario privado del Ministro de Gobierno de la provincia de Córdoba escribió: "Por la presente me dirijo a Ud. en respuesta a su nota (..) a través de la cual solicita informes sobre el paradero de su hijo Eduardo José. Al respecto llevo a su conocimiento que el mismo no se encuentra detenido en unidades carcelarias dependientes de la Dirección General del Servicio Penintenciario", aseguró el funcionario con absoluta impunidad.
Por otra parte sorprende la sinceridad del obispo de Neuquén, Jaime de Nevares, que por esos años escribió a Fidel Toniolli denunciando "constantes violaciones a los más elementales derechos y garantías". Y agregaba esperanzado en letra manuscrita: "Continuemos en el bregar. Ha de llegar un momento en que la razón supere a la pasión, en que los enceguecidos por el odio y la venganza vean la barbarie a la que fueron conducidos y que la justicia investigue a los grandes culpables".
Los Toniolli siguieron escribiendo en busca del paradero de su hijo hasta principios de la democracia, en 1982. Las manos se les habían cansado cuando llegó una carta inesperada en mayo de 1984, con remitente desconocido. Pertenecía a Teresa Maschiatti, detenida y torturada en 1977 en el centro clandestino La Perla. Su testimonio estaba legalizado por la Conadep y en parte decía: "Podemos suponer que a fines de 1977 y a principios de 1978 su hijo estaba vivo en poder del II Cuerpo del Ejército. Inclusive Eduardo vio varias veces al Gral. Fortunato Galtieri visitando la casa quinta que funcionaba como campo de concentración. Su hijo era un muchacho muy querido por todos", afirmaba, confirmando que Toniolli había pasado por la Quinta de Funes, como años después hizo otro sobreviviente, Jaime Dri, reconociéndolo en una foto que le envió su familia.
El escrito también asegura que un Capitán perteneciente al III Cuerpo del Ejército pidió por la vida de Toniolli y el Servicio de Inteligencia de Rosario respondió "que eran sus casos y decidían ellos". Y agrega: "Eduardo tenía muchas esperanzas de poder verlos a ustedes, a su mujer y su hijo. Nosotros lo vimos por última vez en setiembre de 1977. En ese momento estaba bien. Lo recuerdo alto, delgado, con las manos siempre en sus bolsillos. Siempre alegre y confiando en la vida", concluye.
La carta los conmovió profundamente y les dio fuerzas para seguir luchando. Fidel era un comerciante que defendía los ideales del Partido Comunista y Matilde la preceptora de una escuela pública. Juntaron valor y acompañados por otras personas fundaron Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas. "Entonces no había muchos hombres que se comprometieran, la mayoría éramos mujeres. Pero el sí. 'Lo voy a buscar hasta que me muera', me dijo un día y así hizo", recuerda Matilde. Fidel fue un memorable luchador a favor de los derechos humanos que además integró la CONADEP. Falleció en noviembre de 2002.
"No puedo conciliar el sueño / buscando el lugar apropiado / en donde pueda ofrendarte / una flor", le había escrito con impotencia a su hijo, el día de su cumpleaños. Ya hacía varios años que Matilde no faltaba a la ronda de los jueves, junto al resto de las Madres de Plaza 25 de Mayo.
Para entonces el nieto de ambos, Eduardo, militaba en HIJOS. "A diferencia de otros chicos tuve la suerte de crecer con mi familia. Conocer la verdadera historia me hizo adquirir un compromiso político muy fuerte, comencé a militar políticamente a los 16 años y más tarde me uní a HIJOS", explicó Toniolli. Y agregó: "No pude conocer a mi papá personalmente pero por mi familia y sus compañeros de militancia y del barrio pude saber qué clase de persona era. Aún cuando provenía de una familia de clase media se comprometió a construir una patria más allá de su horizonte y eso lo coloca en un lugar de referencia", reflexionó.
Escuchando a su nieto Matilde recordó una conversación con su hijo menor que la marcaría para siempre: "Yo sabía de su militancia y tenía miedo de que me lo mataran. Un día le pregunté por qué se exponía tanto y me respondió: 'con la injusticia social yo no puedo vivir'. Lo dijo tan seguro que me quedé callada", cuenta. Y afirma que aunque cada vez quedan menos Madres, apenas seis en Rosario, confía en los jóvenes que militan con el mismo compromiso que tuvo aquella generación.
De hecho, la agrupación HIJOS es querellante en la causa Guerrieri, que juzga lo ocurrido en los centros de detención conocidos Quinta de Funes, Escuela Magnasco, La Intermedia y La Calamita. En ese contexto mañana comenzará la sexta jornada de enjuiciamiento.
La entrevista va concluyendo mientras Matilde rememora que durante cuatro años permaneció encerrada, sumida en la angustia y sin poder siquiera asistir al trabajo. Pero afirma que ahora mira al futuro y se refugia en su nieto y en una justicia que por fin está llegando. Porque el dolor no se pudo diluir, tampoco la esperanza.
(Fuente:Rosario12).
El día del juicio
Por Evelyn Arach
Respecto al desempeño del Tribunal Oral Federal Nº 1 de Rosario que lleva adelante la causa, los tres afirmaron que "aún es muy prematuro hacer una evaluación", pero no esconden la satisfacción que les produce que haya llegado el día del juzgamiento. "Cuando se realizó el Juicio a las Juntas lloré de alegría, y ahora tengo la misma sensación", confesó la madre de Plaza 25 de Mayo. "Llegar a esto es un triunfo que abre otro camino y concreta en anhelo de mucha gente. Es necesario seguir mirando hacia atrás para revisar el pasado. Muchos de los medios de comunicación que se oponen a esta revisión histórica es porque se niegan a escuchar cuestionamientos sobre el presente y el actual reparto de la riqueza que es injusto", sostuvo el actual militante de HIJOS y candidato a concejal.
Finalmente Gutiérrez apuntó con serenidad que "los juicios son una reivindicación muy grande en un país donde la justicia se negó por tanto tiempo. Son el resultado de la lucha incansable de los familiares y sobrevivientes de la dictadura". Ella que además de perder a su marido perdió a su hermana menor Ana María y a una prima Graciela Kratz, rescató la paciencia y perseverancia de la sociedad civil durante los pasados 30 años: "No hubo nunca venganza, ni justicia por mano propia y eso creo que es un mérito inmenso del pueblo argentino".
(Fuente:Rosario12).
El país de los setenta
Por Evelyn Arach
"En la década de los '70 la mayor parte de la juventud estaba comprometida con un proyecto de país diferente, en donde fuera posible una mayor inclusión social. Eduardo comenzó a militar en la adolescencia y llegó a liderar la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de Rosario. Y eso que se trataba de una militancia riesgosa, existía la posibilidad cierta de caer preso o que te asesinaran", recordó Alicia Gutiérrez, analizando el contexto social que rodeó a la desaparición de su esposo cuando tenía apenas 21 años y estaba a punto de ser padre.
"Habíamos llegado a Córdoba por un expreso pedido de la agrupación Montoneros, aún sabiendo que constantemente estaban desapareciendo a nuestros compañeros", explicó.
(Fuente:Rosario12).
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