El comité que investigó la operación israelí contra la Franja acusó a Israel y a Hamas por ataques deliberados contra civiles.
Foto:DIAGONALPERIODICOS.
Naciones Unidas. El comité de la ONU que investigó la operación militar israelí "Plomo Fundido" en Gaza acusó ayer al ejército del Estado judío y al grupo Hamas de cometer crímenes de guerra al atacar de manera deliberada a la población civil durante el conflicto de diciembre y enero pasados.
Los cuatro miembros de la misión encabezada por el jurista sudafricano Richard Goldstone acusan a los dos bandos, en un informe divulgado ayer, de ignorar su obligación por el derecho internacional de distinguir entre objetivos militares y civiles.
Las acciones de las fuerzas armadas israelíes, así como de las milicias palestinas, constituyen "crímenes de guerra y posiblemente crímenes contra la humanidad", aseguró Goldstone en la presentación del documento en la sede de Naciones Unidas.
El ex fiscal de los Tribunales para la Antigua Yugoslavia y Ruanda calificó de pusilánimes las indagaciones de Israel sobre las acciones de su ejército en la Franja, al tiempo que aseguró que las autoridades en Gaza hicieron muy poco para investigar las posibles violaciones cometidas por las milicias palestinas.
Por todo esto, indicó que el comité instaba al Consejo de Seguridad de la ONU a obligar a Israel y a las autoridades palestinas a lanzar sendas investigaciones y procesar judicialmente a los responsables de haber cometido acciones criminales.
En caso de que incumplan el mandato del máximo órgano, éste debería referir el caso a la fiscalía de la Corte Penal Internacional, según el comité.
"La prolongada situación de impunidad ha propiciado una crisis de justicia en los territorios palestinos ocupados que merece ser atendida", advierte el informe.
"Fuerza desproporcionada". La mayor parte de sus 574 páginas se centran en la actuación de los militares israelíes durante las tres semanas que duró la violenta ofensiva contra el territorio palestino, en la que murieron 1.400 personas, en su mayoría civiles.
El comité acusa a las autoridades israelíes de utilizar deliberadamente la fuerza de manera desproporcionada contra la población civil, como parte de su estrategia para derrotar al movimiento fundamentalista islámico Hamas después de que éste se hiciera con el poder en Gaza en 2007.
"Las operaciones eran un paso más en una política general destinada a castigar a la población de Gaza por su resistencia y por su aparente apoyo a Hamas, y para posiblemente forzar a que dejaran de respaldarlo", asegura.
En ese sentido, la ofensiva formaba parte del castigo colectivo que se había iniciado con el bloqueo impuesto al territorio palestino, después de que la milicia islámica expulsara por la fuerza de la Franja a la Autoridad Nacional Palestina, en junio de 2007.
Los cuatro miembros del comité examinaron con particular atención 36 incidentes concretos, en los que hallaron que los militares israelíes ignoraron el principio fundamental del derecho internacional de distinguir entre objetivos civiles y militares.
Según el informe, el ejército israelí disparó al menos en siete ocasiones contra civiles con banderas blancas; atacó una mezquita durante las ceremonias de oración y bombardeó una casa en el campamento de Zeitún en la que civiles se habían refugiado por órdenes de soldados israelíes.
Además, el ejército israelí bombardeó sin previo aviso con proyectiles de fósforo el hospital Al Quds de Gaza, provocando un incendio que se tardó días en extinguir.
"No pudimos encontrar ningún objetivo militar o una razón militar que justificara estos ataques", aseguró Goldstone a la prensa.
Los palestinos también. El comité asegura en el informe que los lanzamientos de cohetes desde Gaza a poblaciones en el sur de Israel constituyen también "crímenes de guerra y podrían llegar a ser crímenes contra la humanidad" por su naturaleza indiscriminada.
Los miles de cohetes lanzados por las milicias palestinas de la Franja causaron cerca de 20 muertos en siete años en las poblaciones israelíes.
Israel se mostró contrario al mandato de esta comisión de investigación desde que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU le encomendó en abril investigar las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la ofensiva israelí del 27 de diciembre al 18 de enero pasados. El gobierno de Benjamin Netanyahu recibió ayer con frialdad los resultados de la investigación.
La investigación
Fuentes. El informe de la ONU es fruto de 188 entrevistas, la lectura de 10 mil páginas de documentos y la revisión de mil imágenes de fotografía y video. Richard Goldstone lamentó que Israel se negara a cooperar en la investigación, e incluso les prohibiera la entrada al país.
(Fuente:Cecilio M. Salguero-Lavoz).
Foto:DIAGONALPERIODICOS.
Naciones Unidas. El comité de la ONU que investigó la operación militar israelí "Plomo Fundido" en Gaza acusó ayer al ejército del Estado judío y al grupo Hamas de cometer crímenes de guerra al atacar de manera deliberada a la población civil durante el conflicto de diciembre y enero pasados.
Los cuatro miembros de la misión encabezada por el jurista sudafricano Richard Goldstone acusan a los dos bandos, en un informe divulgado ayer, de ignorar su obligación por el derecho internacional de distinguir entre objetivos militares y civiles.
Las acciones de las fuerzas armadas israelíes, así como de las milicias palestinas, constituyen "crímenes de guerra y posiblemente crímenes contra la humanidad", aseguró Goldstone en la presentación del documento en la sede de Naciones Unidas.
El ex fiscal de los Tribunales para la Antigua Yugoslavia y Ruanda calificó de pusilánimes las indagaciones de Israel sobre las acciones de su ejército en la Franja, al tiempo que aseguró que las autoridades en Gaza hicieron muy poco para investigar las posibles violaciones cometidas por las milicias palestinas.
Por todo esto, indicó que el comité instaba al Consejo de Seguridad de la ONU a obligar a Israel y a las autoridades palestinas a lanzar sendas investigaciones y procesar judicialmente a los responsables de haber cometido acciones criminales.
En caso de que incumplan el mandato del máximo órgano, éste debería referir el caso a la fiscalía de la Corte Penal Internacional, según el comité.
"La prolongada situación de impunidad ha propiciado una crisis de justicia en los territorios palestinos ocupados que merece ser atendida", advierte el informe.
"Fuerza desproporcionada". La mayor parte de sus 574 páginas se centran en la actuación de los militares israelíes durante las tres semanas que duró la violenta ofensiva contra el territorio palestino, en la que murieron 1.400 personas, en su mayoría civiles.
El comité acusa a las autoridades israelíes de utilizar deliberadamente la fuerza de manera desproporcionada contra la población civil, como parte de su estrategia para derrotar al movimiento fundamentalista islámico Hamas después de que éste se hiciera con el poder en Gaza en 2007.
"Las operaciones eran un paso más en una política general destinada a castigar a la población de Gaza por su resistencia y por su aparente apoyo a Hamas, y para posiblemente forzar a que dejaran de respaldarlo", asegura.
En ese sentido, la ofensiva formaba parte del castigo colectivo que se había iniciado con el bloqueo impuesto al territorio palestino, después de que la milicia islámica expulsara por la fuerza de la Franja a la Autoridad Nacional Palestina, en junio de 2007.
Los cuatro miembros del comité examinaron con particular atención 36 incidentes concretos, en los que hallaron que los militares israelíes ignoraron el principio fundamental del derecho internacional de distinguir entre objetivos civiles y militares.
Según el informe, el ejército israelí disparó al menos en siete ocasiones contra civiles con banderas blancas; atacó una mezquita durante las ceremonias de oración y bombardeó una casa en el campamento de Zeitún en la que civiles se habían refugiado por órdenes de soldados israelíes.
Además, el ejército israelí bombardeó sin previo aviso con proyectiles de fósforo el hospital Al Quds de Gaza, provocando un incendio que se tardó días en extinguir.
"No pudimos encontrar ningún objetivo militar o una razón militar que justificara estos ataques", aseguró Goldstone a la prensa.
Los palestinos también. El comité asegura en el informe que los lanzamientos de cohetes desde Gaza a poblaciones en el sur de Israel constituyen también "crímenes de guerra y podrían llegar a ser crímenes contra la humanidad" por su naturaleza indiscriminada.
Los miles de cohetes lanzados por las milicias palestinas de la Franja causaron cerca de 20 muertos en siete años en las poblaciones israelíes.
Israel se mostró contrario al mandato de esta comisión de investigación desde que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU le encomendó en abril investigar las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la ofensiva israelí del 27 de diciembre al 18 de enero pasados. El gobierno de Benjamin Netanyahu recibió ayer con frialdad los resultados de la investigación.
La investigación
Fuentes. El informe de la ONU es fruto de 188 entrevistas, la lectura de 10 mil páginas de documentos y la revisión de mil imágenes de fotografía y video. Richard Goldstone lamentó que Israel se negara a cooperar en la investigación, e incluso les prohibiera la entrada al país.
(Fuente:Cecilio M. Salguero-Lavoz).
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