14 de septiembre de 2009

TRES AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE LÓPEZ.

RECLAMOS DE JUSTICIA Y HOMENAJES POR EL CASO DEL TESTIGO EN EL JUICIO CONTRA ETCHECOLATZ
El próximo viernes se cumple un nuevo aniversario desde que Julio López fue visto por última vez. La investigación judicial no obtuvo resultados. Habrá actividades en La Plata y en la Capital se hará una marcha al Congreso.
Jorge Julio López tenía 77 años cuando dejó su casa de Los Hornos la mañana del 18 de septiembre de 2006.

Por Adriana Meyer
Cuando los jugadores de Estudiantes de La Plata salgan a la cancha el próximo viernes para enfrentar a Huracán, desplegarán una bandera con la leyenda “Tres años sin López”. Será el puntapié inicial de una serie de reclamos por el testigo de cuya desaparición se cumplen, justamente, tres años. Al día siguiente, el otro equipo platense, Gimnasia y Esgrima, hará lo mismo cuando juegue en su cancha contra Tigre, en ambas oportunidades por iniciativa del colectivo Justicia Ya! El caso de la desaparición de uno de los principales testigos del juicio contra el represor Miguel Etchecolatz llega a un nuevo aniversario con ausencia absoluta de resultados, más bien con el expediente judicial aún empantanado en la maraña burocrática de la Justicia. López, un albañil de 77 años sobreviviente de la dictadura, dejó su casa de Los Hornos la mañana del 18 de septiembre de 2006, pero nunca llegó a Tribunales, donde lo esperaban en la audiencia de alegatos del proceso contra el ex lugarteniente del genocida Ramón Camps.



Este viernes 18, a las 10.30, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), Surcos, Praxis y otras organizaciones plantarán un árbol en la esquina de 66 y 137 de Los Hornos. Según un testigo, en ese lugar y a esa hora fue visto López por última vez. (El mes pasado la calle 66 fue señalizada con el nombre del testigo desaparecido.) Durante la mañana, Surcos, LADH y Unión por los Derechos Humanos harán un muro de silencio frente a la gobernación y rodearán los Tribunales platenses con carteles. A las 18, desde Plaza Moreno saldrá una marcha de antorchas organizada por el espacio de coordinación Jorge Julio López, mientras que a las 17.30 en Capital Memoria, Verdad y Justicia convoca a marchar de Congreso a Plaza de Mayo.



La investigación judicial de la desaparición de López, que había sido secuestrado el 27 de octubre de 1976 por una patota encabezada por Etchecolatz y sobrevivió para acusarlo, aunque no llegó a verlo condenado, está paralizada desde hace un año, cuando una denuncia de la familia contra sobrevivientes compañeras del testigo, sus abogadas y funcionarios judiciales “por no haberlo protegido” hizo que el juez federal Arnaldo Corazza se apartara de la causa por sentirse “violentado”. El caso terminó en la Cámara Federal de La Plata, donde la sala I decidió pasarlo a manos del juez federal Manuel Blanco. En los últimos días la Cámara de Casación revocó esa decisión y consideró que la investigación debía continuar a cargo del fiscal federal Sergio Franco. Ahora, la sala Federal tiene otra vez la palabra. Durante estos meses los 29 cuerpos, 50 legajos y 70 anexos del ámbito federal, más los cuatro cuerpos y unos 40 anexos del orden provincial, durmieron en el despacho de Blanco.



Desde aquellas primeras horas de estupor, cuando la familia de López lo creía perdido y los funcionarios nacionales lo buscaban debajo de los puentes, quienes habían participado con él en el juicio contra Etchecolatz no dudaron en exigir que la mira se pusiera en represores policiales y militares. Tres meses pasaron hasta que la Justicia reconoció que se trataba de un secuestro y no de una búsqueda de paradero. Hubo que esperar un año hasta que la Procuración designó personal para investigar, y un año y medio para que fuera apartada la Policía Bonaerense. Así, el caso se fue llenando de pistas disparatadas, que aportaron desde videntes hasta agentes de inteligencia, y que enturbiaron las que pudieron haber sido firmes. Recién dos años más tarde de la desaparición de López, su caso pasó a la secretaría especial de Juan Martín Nogueira, quien privilegió las líneas que conducen a la hipótesis de que el testigo fue secuestrado por una banda de policías y militares en actividad y retirados, en relación directa con su contribución en las causas contra represores de los centros clandestinos del circuito platense. Son dos vertientes que apuntan a represores imputados en otras causas y mencionados en este expediente, con cierta actividad previa al juicio contra Etchecolatz. Nogueira realizó una serie de medidas, entre ellas allanamientos a propiedades del ex médico de la Policía Bonaerense Osvaldo Falcone, y estaba a punto de identificar a imputados pidiendo su declaración indagatoria cuando le sacaron el expediente.



La ausencia de Tito, como lo llama su familia, puso en evidencia que nueve mil agentes de la Policía Bonaerense revistaron en esa fuerza durante la dictadura, y que los internos del pabellón “de lesa humanidad” de la cárcel de Marcos Paz gozan de increíbles privilegios. Allí fue donde Falcone visitó a su amigo Etchecolatz.
(Fuente:pagina12).


PEDIDO DE FIRMA SOLICITADA TRES AÑOS SIN LÓPEZ
Hoy poco nuevo hay para decir. La parálisis de la causa se ha profundizado, y por eso proponemos una nueva solicitada con un texto similar, en cierta forma para reflejar esta situación.
Como siempre, convencidos que sólo el reclamo popular impide la impunidad, pedimos la adhesión de todos ustedes, para publicar y difundir una solicitada con el texto que se adjunta.

Solicitamos que remitan las adhesiones a http://service.gmx.net/de/cgi/g.fcgi/mail/new?CUSTOMERNO=5008511&t=es1400326072.1236972231.95e7541b&to=justiciayalp@yahoo.com.ar Saludos Fraternales


TRES AÑOS SIN JORGE JULIO LOPEZ
Jorge Julio López sigue desaparecido.
Decíamos hace 6 meses: luchamos tres meses para que la justicia reconociera que se trataba de un secuestro. Un año para que la Procuración designara personal para la causa. Un año y medio para apartar a la Policía Bonaerense de la investigación. Dos años para que el expediente pase a una Secretaría especial para delitos de lesa humanidad y que, por fin, algún funcionario judicial lea la causa completa y siga las líneas de investigación que involucran a miembros de fuerzas de seguridad y militares. Entonces, cuando por primera vez se apuntaba al círculo de instigadores, ideólogos y ejecutores, el juez se excusa de seguir actuando, el nuevo juez aparta a la Secretaría especial y otra vez la causa vuelve a quedar paralizada y errante entre los intrincados intereses judiciales, el silencio y la pasividad palpables del Poder Ejecutivo y la indiferencia ostensible del Legislativo.
Hoy agregamos: la causa siguió paralizada durante 6 meses más y la Cámara de Casación acaba de ordenar que continúe con la investigación un fiscal que ya dijo que no quiere hacerlo.
Reiteramos una vez más: Jorge Julio López sufre la impunidad de ayer y la de hoy. Quienes lo torturaron en Arana en 1976, caminan libres por las calles, libres e intocados por la justicia casi todos, y excarcelados por la Cámara de Casación Penal los pocos, muy pocos, que alguna vez fueron procesados. Quienes lo secuestraron y desaparecieron hace tres años siguen impunes y se fortalecen por el paso del tiempo
Y nosotros, como venimos haciendo desde hace 3 años, seguimos marchando, luchando, denunciando, exigiendo SU APARICION CON VIDA YA!
(Fuente:Rdendh).

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