7 de noviembre de 2009

ENTREVISTA A RAJAGOPAL, activista indio seguidor de GANDHI.

Entrevista a Rajagopal, activista indio seguidor de Gandhi y representante de la organización Ekta Parishad
Sin una redistribución de la tierra no lograremos la soberanía alimentaria


Por Carla Fernández
Diagonal
Reclama los derechos de los más desfavorecidos y desfavorecidas de su país, la India, a través de largas marchas multitudinarias y pacíficas. La próxima pretende reunir a 100.000 personas en 2012.

DIAGONAL: ¿Por qué la cifra de 100.000 personas marchando a Nueva Delhi en 2012?
RAJAGOPAL: Cuando 25.000 personas emprendieron la marcha de 2007, la idea simbólica con la que se trabajó fue que el 25% de la población de la India es pobre y está sufriendo, y para denunciarlo conseguimos que marcharan 25.000 personas. Ahora queremos conseguir que un millón de personas obtengan acceso a la tierra y la idea simbólica es que el 10% de ese número, es decir, esas 100.000 personas caminen todas juntas para conseguir este objetivo. El número es pequeño para la cantidad de millones de habitantes que tiene el país, pero la organización de un evento no violento de miles y miles de personas caminando no puede ser ignorada por el Gobierno. Por ello, estamos tratando de diseñar esta estrategia para presionar al Gobierno y conseguir ser escuchados.

D.: ¿Qué logros se han conseguido hasta la fecha?
R.: La principal lucha de este movimiento campesino ha sido trabajar por la reforma agraria en la India. Sin una redistribución de las tierras no podemos lograr la soberanía alimentaria en nuestro país. Usamos métodos pacíficos de diálogo con el Gobierno: nos servimos de la presión internacional y del diálogo participativo desde la base. Métodos que unidos pueden lograr grandes cambios. Después de cada marcha, el Gobierno ha modificado algunas políticas. Con la marcha de 2000, obtuvieron tierras 3.500 personas. En 2001, las consiguieron 11.000 personas. Lo importante es poder tener influencia para cambiar algunas de las políticas del Gobierno. Con la marcha de 2007 conseguimos que se aprobara una ley desde el Gobierno central de la India que permite el acceso a la tierra de toda la población indígena del país, lo que supone el 8% de los habitantes.

D.: Pero en el tema de la tierra y los recursos, el Gobierno indio también está muy presionado por las grandes corporaciones como Monsanto.
R.: La lucha se está dando tanto contra el Gobierno como contra las compañías. Éstas últimas, con sus actividades productivas como las grandes plantaciones para agrocombustibles, están contaminando la tierra, el agua y el aire, pero a la vez es el Gobierno quien da el permiso para que esto suceda. Así que debemos trabajar en ambas direcciones contra el Gobierno y contra las grandes corporaciones.

D.: ¿Cómo se organiza Ekta Parishad en un país tan grande como la India?
R.: Trabajamos en 12 Estados de la India. Estamos hablando de aproximadamente el 50% de la población del país, dentro de las áreas donde predomina la lengua hindi. Trabajamos en unos 3.000 pueblos alrededor del país. No es un movimiento que nace en Nueva Delhi y trata de expandirse hacia la base. Todo el proceso de organización es de abajo hacia arriba. El elemento esencial de nuestra lucha es que queremos conseguir cambios a través de medios no violentos, porque pensamos que el sistema, la economía, es ya demasiado violenta y el cambio sólo puede ocurrir a través de la no violencia. Aunque la no violencia no implica pasividad.

D.: ¿Qué papel desempeñan las mujeres en este movimiento?
R.: El movimiento intenta formar cada vez a más y más mujeres para que tengan un papel importante de liderazgo. La marcha de 2007 fue un acto importante porque ellas tomaron papeles de liderazgo en una acción de masas. En esos contextos tienen más facilidad de actuación que en sus pueblos, donde están más controladas. El 40% de los participantes fueron mujeres, muchas de ellas embarazas, otras vinieron con sus hijos, otras eran ancianas, pero todas dejaron atrás la tradición y la familia para caminar, lo que fue un hecho cultural extraordinario.

D.: ¿Cómo se financian los campesinos y campesinas para emprender esas largas marchas?
R.: Respecto a la realidad de la organización Ekta Parishad necesitamos recursos, porque hay cerca de 400 activistas participando para llevar a cabo el proyecto. Para cubrir estos gastos recurrimos a la cooperación internacional. Respecto a los campesinos participantes de base, ellos mismos crean sus pequeños fondos de lucha y se organizan de manera representativa. Cada miembro paga una pequeña cuota mensual para participar y ese dinero también es usado para los avances del movimiento. El éxito del proceso depende de que la gente tome conciencia de que es una lucha común.

D.: ¿Qué relación existe entre el modelo económico y de consumo occidental y la situación actual de la India?
R.: Nuestra lucha principal es contra el modelo de desarrollo occidental. Este modelo está básicamente apoyado en la explotación sin fin de los recursos naturales. Los problemas sobre la alimentación son internacionales. También en el Estado español Monsanto está decidiendo qué debemos comer. Hay que preguntarse sobre quién y cómo produce nuestra comida, en qué medida está contaminada. El propósito de nuestro viaje por Europa es buscar aliados y apoyos. Desde aquí se puede hacer mucho, por ejemplo escribiendo cartas de protesta a los ministros de nuestro gobierno, ejerciendo presión internacional.

D.: ¿Trabajáis con otras organizaciones similares?
R.: Ekta Parishad es una red importante en cuestiones de trabajo con la tierra. Tierra, agua, semillas, son cuestiones muy importantes por lo que tratamos de construir sinergias entre estas redes con otras organizaciones.

Rajagopal: la lucha pacífica por los derechos
Hace casi 40 años que, inspirado por Gandhi, decidió luchar de forma pacífica por la justicia social y los derechos de los campesinos y campesinas. En 1991 creó la organización Ekta Parishad (Foro Unido) en un intento de articular a la sociedad civil india. Su forma de protesta se basa, principalmente, en largas marchas anuales de cientos de kilómetros para sensibilizar y presionar al Gobierno de la India sobre la situación de los más desfavorecidos y desfavorecidas. En 2007 su organización lideró una multitudinaria marcha de campesinos y campesinas sin tierra, 25.000 personas que recorrieron 350 kilómetros. Siempre bajo el paradigma de la no violencia, defiende el derecho de las personas a decidir sobre su propia alimentación, a proteger sus semillas y a conservar sus recursos frente a las agresiones ambientales que causan las grandes compañías. Un gran reto en el segundo país más poblado del planeta donde, según los últimos datos, 390 millones de personas sobreviven con menos de un dólar al día. El paso de este activista indio por el Estado español se enmarca en un periplo europeo para presentar su próximo proyecto: una marcha de 100.000 personas en octubre de 2012.
(Fuente:Cecilio M. Salguero-Diagonal).

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