20 de noviembre de 2009

LOS JUZGA UN TRIBUNAL LOS CONDENAMOS TODOS.

El ex juez federal Victor Montti se abstuvo de declarar frente al juez
Antes apretó, ahora guarda silencio
"No declaré porque faltan pruebas", dijo el acusado por delitos de lesa humanidad que fue secretario de juzgado, señalado por ex detenidos políticos por convalidar torturas y amenazar a cautivos. Durante años gozó de protección judicial.


Víctor Monti y su abogado Néstor Oroño se retiran del juzgado federal a cargo de Ricardo Lazzarini.
Por Juan Carlos Tizziani
El ex fiscal general de Mar del Plata, Víctor Manuel Montti, se abstuvo de declarar en una indagatoria ante el conjuez Ricardo Lazzarini, que lo investiga por delitos de lesa humanidad cuando era secretario del Juzgado Federal Nº 1 de Santa Fe, en 1977, por entonces a cargo del juez Fernando Mántaras, un activo colaborador de la dictadura. "No declaré porque faltan pruebas", dijo Montti al salir del Tribunal donde escaló alto y llegó a ser juez federal Nº 2 durante más de un año, desde setiembre de 1983 hasta octubre de 1984, ya en democracia. Las pruebas que Montti quiere conocer antes de declarar son los testimonios de cuatro ex presos políticos que lo denunciaron hace más de veinticinco años: Orlando Barquín, Francisco Klaric, José Villarreal y Roberto Cepeda, quienes ratificaron esas denuncias hace un mes, en el juicio a seis represores santafesinos, entre ellos el ex juez Víctor Brusa.
Lazzarini ya pidió al Tribunal Oral una copia de esos testimonios en video y audio, pero ahora el fiscal Eduardo Grioglio solicitó que también se los transcriba al papel y cuando esa tarea concluya, Montti volverá a ser citado para ampliar la indagatoria, si es que quiere hablar.
En el juicio a Brusa y compañía, Barquín reiteró que Montti lo presionó para que firme una declaración arrancada bajo torturas en la comisaría 4º. "Me dijo: 'ya viste que mal la pasaste, si no ratificás esto ante mi presencia, volvés y te va a pasar exactamente lo mismo'", recordó ante el Tribunal Oral. Klaric lo definió como un integrante de la "patota judicial" que integraban Mántaras, Brusa y el ex juez Miguel Angel Quirelli. Villarreal sostuvo que había "complicidad" entre los grupos de tareas que los torturaban y el elenco judicial. Y Cepeda ratificó que Mántaras y Montti no hicieron nada cuando denunció las torturas que había sufrido en dos centros clandestinos de Córdoba: La Perla y La Rivera. "Me dijeron que había tenido suerte, que la había sacado barata", afirmó.
En realidad, Montti ya fue indagado hace dos años, el 18 de octubre de 2007, por la denuncia de Cepeda. Pero su situación comenzó a complicarse cuando Lazzarini desestimó un planteo de cosa juzgada por las denuncias de Barquín y Klaric porque descubrió que el ex secretario de Mántaras había sido sobreseído por el ex juez Héctor Tripicchio, pero sin siquiera ser "indagado o molestado" por esos hechos. El 12 de agosto, la Cámara Federal de Rosario ratificó el fallo del conjuez y ordenó proseguir la investigación.
Lazzarini citó entonces a una nueva indagatoria para el 12 de noviembre, pero Montti se excusó "por un problema familiar de último momento. Tuvo que internar al padre de 96 años que vive con él en Mar del Plata", dijo su abogado, el penalista Néstor Oroño.
Al final, la cita se concretó el miércoles último. Pero cuando Montti se anotició que Lazzarini había pedido al Tribunal Oral una copia de los testimonios de Barquín, Klaric, Villarreal y Cepeda en el juicio a Brusa y compañía, se abstuvo de declarar. "No declaré porque faltan pruebas y hasta que no se adjunten al expediente para que podamos analizarlas es imposible declarar, así que será más adelante", le dijo a Rosario/12.
El fiscal pidió que se agreguen a la causa la transcripción de los cuatro testimonios y se cite a Montti a ampliar la indagatoria que ahora ni siquiera tiene fecha. Una causa intrincada. Pero a pesar de eso, la investigación a Montti ya no es sólo por la denuncia de Cepeda, ahora Lazzarini le imputó los supuestos "apremios ilegales" que denunció Barquín en 1983 y por los que nunca había sido "molestado" y un "incumplimiento de los deberes de funcionario público" por los otros casos.
En el juicio a Brusa, Cepeda relató un encuentro que tuvo con Montti varios años después de haber pasado por las tumbas de la comisaría 4ª. Lo llamó a su despacho en el Juzgado y le dijo: "Yo sé que ustedes vivieron cosas muy injustas, pero le pido que recuerde que yo no fui Brusa". El miércoles, cuando salía de la indagatoria, Rosario/12 le preguntó: "¿Es cierto que usted le dijo a Cepeda que no era Brusa?". Montti respondió con una ironía: "Es evidente que no soy Brusa, con sólo mirarme, él es más joven y tiene cabello, yo no".
(Fuente:Rosario12).

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