Es la primera de las causas por crímenes de lesa humanidad que llega a esta instancia en la provincia de Salta.
ALDO MELITON BUSTOS
En la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal de Salta (Deán Funes 140) comenzará a desarrollarse hoy, desde las 8, el juicio oral y público por la desaparición de Aldo Melitón Bustos, el escribano que fue secuestrado en Tartagal el 2 de febrero de 1978 y cuyo destino final se desconoce hasta hoy.
Para este juicio el Tribunal Oral estará integrado por su presidente natural, Roberto Frías; el titular de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, Jorge Luis Villada, y Marta Liliana Snopek, jueza del Tribunal Oral de Jujuy, en carácter de subrogantes.
Cuando Melitón fue secuestrado, el RIMte 28 se encontraba bajo el mando interino del entonces mayor Gaspar Zírpolo.
La del expediente 3050/09 será la primera audiencia de debate que se sustancie en Salta por los crímenes de lesa humanidad que esperan castigo desde la funesta década de los setenta.
Los acusados son Carlos Alberto Arias y Luis Angel Gaspar Zírpolo, dos coroneles retirados que se desempeñaron en el Regimiento de Infantería de Tartagal (RIMte 28) y que fueron procesados por el juez federal Miguel Antonio Medina.
Las audiencias se extenderán hasta mediados del mes próximo con una importante cantidad de testimoniales. Una de las más esperadas es la que ofrecerá el hijo del escribano desaparecido, Raúl Bustos, quien reside actualmente en Santa Fe y cuya presentación estaba prevista para hoy antes de que el Tribunal, a pedido de uno de los defensores, resolviera aplazar la apertura del juicio, fijada inicialmente para el pasado lunes.
Los antecedentes
Aldo Melitón Bustos fue secuestrado en la madrugada del 2 de febrero de 1978 por un grupo comando que irrumpió en su casa. Residía en Tartagal, donde trabajaba como docente y solía repudiar públicamente al régimen militar que imperaba por aquellos años en el país. Era escribano pero su matrícula le había sido denegada por razones ideológicas.
Según el expediente iniciado por los abogados Tania Kiríaco y David Leyva, en representación del hijo de Melitón Bustos, los captores arrastraron al escribano semidesnudo hasta un automóvil Dodge 1500 amarillo del RIMte 28. Raúl Bustos, por entonces adolescente, estaba en la casa cuando secuestraron a su padre y reconoció a ese vehículo, pues era compañero de secundaria de uno de los hijos del general Luis Ríos Ereñú, y declaró que ambos solían movilizarse en ese auto relacionado con el RIMTe 28.
Ríos Ereñú, que comandó por aquellos tiempos al citado regimiento de Tartagal, quedó apartado de la causa penal luego de acreditar su traslado a otro destino militar antes del secuestro de Melitón Bustos.
Aquella siniestra madrugada Raúl Bustos no sólo habría identificado al automóvil usado por el grupo militar que secuestró a su padre, sino que habría llegado a reconocer también al entonces teniente Arias como integrante del grupo comando, según su testimonial en el juicio de la verdad abierto en Salta en 2000.
De acuerdo con su declaración, luego de que su padre fuera cargado a la fuerza en el Dodge 1500, Raúl tomó el auto familiar y persiguió al grupo comando hasta las cercanías de Mosconi, donde los captores, al advertir su presencia, dieron un brusco giro y se volvieron contra él. Temiendo por su vida, el muchacho regresó a su casa envuelto en lágrimas e impotencia. Su padre nunca más volvió a ser visto con vida.
(Fuente:Rdendh-Eltribuno).

En la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal de Salta (Deán Funes 140) comenzará a desarrollarse hoy, desde las 8, el juicio oral y público por la desaparición de Aldo Melitón Bustos, el escribano que fue secuestrado en Tartagal el 2 de febrero de 1978 y cuyo destino final se desconoce hasta hoy.
Para este juicio el Tribunal Oral estará integrado por su presidente natural, Roberto Frías; el titular de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, Jorge Luis Villada, y Marta Liliana Snopek, jueza del Tribunal Oral de Jujuy, en carácter de subrogantes.
Cuando Melitón fue secuestrado, el RIMte 28 se encontraba bajo el mando interino del entonces mayor Gaspar Zírpolo.
La del expediente 3050/09 será la primera audiencia de debate que se sustancie en Salta por los crímenes de lesa humanidad que esperan castigo desde la funesta década de los setenta.
Los acusados son Carlos Alberto Arias y Luis Angel Gaspar Zírpolo, dos coroneles retirados que se desempeñaron en el Regimiento de Infantería de Tartagal (RIMte 28) y que fueron procesados por el juez federal Miguel Antonio Medina.
Las audiencias se extenderán hasta mediados del mes próximo con una importante cantidad de testimoniales. Una de las más esperadas es la que ofrecerá el hijo del escribano desaparecido, Raúl Bustos, quien reside actualmente en Santa Fe y cuya presentación estaba prevista para hoy antes de que el Tribunal, a pedido de uno de los defensores, resolviera aplazar la apertura del juicio, fijada inicialmente para el pasado lunes.
Los antecedentes
Aldo Melitón Bustos fue secuestrado en la madrugada del 2 de febrero de 1978 por un grupo comando que irrumpió en su casa. Residía en Tartagal, donde trabajaba como docente y solía repudiar públicamente al régimen militar que imperaba por aquellos años en el país. Era escribano pero su matrícula le había sido denegada por razones ideológicas.
Según el expediente iniciado por los abogados Tania Kiríaco y David Leyva, en representación del hijo de Melitón Bustos, los captores arrastraron al escribano semidesnudo hasta un automóvil Dodge 1500 amarillo del RIMte 28. Raúl Bustos, por entonces adolescente, estaba en la casa cuando secuestraron a su padre y reconoció a ese vehículo, pues era compañero de secundaria de uno de los hijos del general Luis Ríos Ereñú, y declaró que ambos solían movilizarse en ese auto relacionado con el RIMTe 28.
Ríos Ereñú, que comandó por aquellos tiempos al citado regimiento de Tartagal, quedó apartado de la causa penal luego de acreditar su traslado a otro destino militar antes del secuestro de Melitón Bustos.
Aquella siniestra madrugada Raúl Bustos no sólo habría identificado al automóvil usado por el grupo militar que secuestró a su padre, sino que habría llegado a reconocer también al entonces teniente Arias como integrante del grupo comando, según su testimonial en el juicio de la verdad abierto en Salta en 2000.
De acuerdo con su declaración, luego de que su padre fuera cargado a la fuerza en el Dodge 1500, Raúl tomó el auto familiar y persiguió al grupo comando hasta las cercanías de Mosconi, donde los captores, al advertir su presencia, dieron un brusco giro y se volvieron contra él. Temiendo por su vida, el muchacho regresó a su casa envuelto en lágrimas e impotencia. Su padre nunca más volvió a ser visto con vida.
(Fuente:Rdendh-Eltribuno).
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