19 de enero de 2010

EL ROBO DE PAPEL PRENSA Y LA FUNDACIÓN DE UN IMPERIO MEDIÁTICO.

Osvaldo Papaleo, cuñado del antiguo dueño de la papelera, detalla en esta entrevista el proceso de apropiación de la compañía durante la última dictadura militar. “Papel Prensa es el brillante negocio del Grupo Clarín”, por el que “pudo adquirir los 260 medios que hoy tiene en todo el país”, afirmó.
Luego de la sanción de la ley de Comunicación Audiovisual comenzó una fuerte puja por Papel Prensa SA, una empresa mixta cuya participación mayoritaria está actualmente en manos de Clarín (49%) y La Nación (22,5%), mientras que el Estado Nacional posee el 27,5 por ciento de las acciones y el 1 por ciento restante se cotiza en Bolsa.
El conflicto arrancó cuando el Gobierno denunció ante el fuero penal económico irregularidades en las actas de la compañía y aseguró que los accionistas mayoritarios favorecían a sus respectivas empresas en detrimento de otras, mediante prácticas monopólicas.
Esto derivó en una resolución de la Secretaría de Comercio Interior, oficializada a principios de este mes, que ordena que las operaciones de comercialización de papel para diario se realicen al mismo precio y en igualdad de condiciones para todos los medios, bajo la premisa de que se trata de insumo esencial “para ejercer derechos como el de informar y ser informados”.
El periodista y empresario cinematográfico, Osvaldo Papaleo, retornó a la escena política al calor de las audiencias públicas que se efectuaron para debatir la ley de Comunicación Audiovisual. Como cuñado del desaparecido David Gravier, quien antes de la dictadura poseía la mayoría de las acciones de Papel Prensa, su testimonio cobra relevancia para desentrañar los primeros pasos del Grupo Clarín hacia la conformación de su imperio mediático.
¿Cómo logró la Junta Militar apropiarse de las acciones de Papel Prensa que poseía la familia de David Graiver?
Entre agosto del 1976 y marzo del 1977, después de la muerte de mí cuñado, la familia decidió liquidar los activos de Papel Prensa, y recibió algún tipo de oferta por parte de Clarín, La Razón y La Nación para comprar la empresa. De hecho, la tarde del día en que detienen a la mayoría de la familia, mi hermana, Lidia Papaleo, asistió junto a Isidoro Graiver a una reunión con representantes legales y algunos miembros de los directorios de estas empresas para ver si se podía firmar una carta de intención para comprar la empresa. Esa noche son detenidos. Ahí las cosas empezaron a ponerse peligrosas. La dictadura acciona contra el diario La Opinión, que dirigía Jacobo Timerman y del cual era propietario David Graiver. A su vez, un tribunal de guerra condena a la familia Graiver en base a declaraciones arrancadas bajo tortura en el Pozo de Banfield y en el Puesto Vasco de Bernal. Yo también soy detenido y paso nueve meses en el Puesto Vasco. Luego, los Graiver fueron incluidos en lo que se llamó el “acta institucional”, la cual consistía en la perdida de los derechos civiles y económicos. Esto significa que todos los bienes de la familia pasaban a estar en manos de la Comisión Nacional para la Recuperación Patrimonial (CONAREPA). Por lo tanto, el 75% de Papel Prensa pasa a estar en manos del Estado. A fines del ’78 se convoca a una asamblea para tratar el tema accionario de la empresa. En ese momento me reúno con el abogado de Clarín, Bernardo Sofovich, quien me advierte que se va a realizar una multiplicación de las acciones y la posterior cesión a Clarín, La Nación y La Razón. Con la multiplicación, las empresas se aseguraban la posición dominante por más que la familia Graiver recuperara sus acciones. De esa asamblea no pudimos participar, nos fue prohibido.
¿Qué rol tuvieron y qué actitudes tomaron Clarín, La Razón y La Nación ante la compra ilegal de la empresa?
Se apropiaron de una empresa, donde la familia fue perseguida, torturada y privada de su libertad. Lo que hicieron con Papel Prensa fue un robo conciente, es decir, sabían lo que hacían, y además respondieron con creces al Proceso, fueron funcionales al golpe.
¿Usted cree que gracias a este nefasto negocio el diario Clarín se convirtió en un grupo monopólico?
Sí, Papel Prensa es el brillante negocio del Grupo Clarín y gracias a este, pudo adquirir los 260 medios que hoy tiene en todo el país. Además, hay que hacer hincapié en la ayuda que Clarín recibió del gobierno Eduardo Duhalde en el 2001, es decir, la pesificación de la deuda de 7 mil millones de dólares y la sanción de la ley de Bienes Culturales, que no permitía a los acreedores extranjeros embargar los bienes, fue una maniobra para proteger a Clarín. De aquí el romance con el ex presidente. Clarín es un operador permanente de negocios, no sólo un medio, opera en cable, en televisión y en Internet. Las empresas periodísticas de hoy son un negocio de ejecutivos, con cuentas en las islas Caimán y con periodistas millonarios. Muy pocos viven de la venta del diario en el kiosquito.
¿Piensa que esto afecta la libertad de expresión y el acceso a la información publica a los ciudadanos?
Totalmente. La prensa se ha convertido en medios extorsionadores que manejan la realidad, marcan la política, la agenda publica. Clarín, el Grupo Uno, de Daniel Vila y José Luis Manzano, son medios de permanente hostigamiento a la clase política por distintas razones, crean un clima en particular para después sacar ventaja. Clarín es un grupo de presión y extorsión. El debate por la ley de medios, fue un claro ejemplo de esas dos características ya que algunos senadores y diputados parecían empleados de Clarín y no funcionarios públicos.
¿El proyecto de ley que se aprobó en el Congreso es una herramienta adecuada para limitar la concentración de los medios?
Sí, por lo menos es una respuesta para desarmar un aparato. Si después se va a ver reflejado en la opinión de los que operen los nuevos medios que van a aparecer, no sé. Pero romper el esqueleto central monopólico que es Clarín, eso es muy valioso. Creo que la ley es importante porque garantiza la diversificación. El poder de Clarín hoy es una cosa paradigmática: es dueño de toda la opinión pública en el país. Le tiene tanto temor un concejal de Salta como el presidente de la Nación.
¿Por qué decidió tantos años después dar su testimonio acerca de la historia de Papel Prensa?
Yo ya conté varias veces mi historia, pero al estar controlada la información nadie se enteraba. Cuando declaré en el juicio contra el ex capellán de la policía bonaerense Christian Von Wernich, mientras denunciaba las torturas que sufrí, también hablé sobre Papel Prensa. Pero nunca repercutió tanto como ahora, que se instaló en la opinión publica gracias al debate que se inició por la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Entrevista realizada por Mariana Lacourrege para la Escuela Terciaria de Estudios Radiofónicos (ETER)
Fuente:politicaymedios.

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