5 de febrero de 2010

V E N E Z U E L A.

Venezuela: 2009, El gobierno va hacia la derecha y la clase obrera, como los petroleros, lo combate. 2010, ¡¡Demos un paso a la izquierda!!
Por Ricardo Galíndez (EL TOPO OBRERO)
Documento presentado por Ricardo Galíndez a la Dirección Ampliada del equipo de El Topo Obrero. Discutido los días sábado 23 y domingo 24 en un Pleno de militantes y aprobado sus ejes centrales por unanimidad, más las respectivas modificaciones hechas por aportes de varios camaradas.
Lo primero que debemos destacar es que el año 2009 ha sido el más conflictivo de todos los que ha vivido la etapa que lidera el presidente Chávez desde el 1998. El movimiento obrero en particular, que asumió el rol de vanguardia de la lucha social en el país ese año, que tuvo su momento culminante durante la discusión del contrato colectivo y la conflictividad que culminó con la destitución del Ministro del Trabajo José Ramón Rivero y la nacionalización de la empresa SIDOR, se vio afianzado en el año 2009. Conflictos importantes como la lucha de los trabajadores de la Mitsubishi, portuarios de Puerto Cabello, Ferrominera del Orinoco y trabajadores de la CVG, Alcasa, Venalum, trabajadores y estudiantes de la ULA; Trabajadores de IOSA e INFERCA en Barquisimeto; del sector alimentos: Bananera y Lácteos Yaracuy Lácteos Yaracuy en Yaracuy, Procesadora de sardinas FEXTUN ubicada en Cumaná estado Sucre y los petroleros a nivel nacional marcaron la pauta de centenares de conflictos en toda la geografía nacional y en todos los sectores laborales del sector público y privado.
Durante el 2009 continuó el desarrollo de los enfrentamientos entre la clase obrera y los patronos con un incremento del 40% en el número de manifestaciones de protesta con respecto al 2008, según datos de las organizaciones de derechos humanos PROVEA Y Espacio Público, pudiendo decirse que ha sido el año del bautizo del movimiento obrero en su lucha contra el patrón gobierno. Este crecimiento de las luchas es el inicio de un mayor número de confrontaciones y de mayor amplitud en todos los sectores y en toda la geografía nacional.
Con toda y la importancia de este desarrollo, debemos tener claro que estas luchas parten de una base caracterizada por ser luchas atomizadas, aisladas y de corta duración. Se han desarrollado algunas tomas de empresas y marchas, pero todavía se está en una primera fase, que puede ser superada en el presente año, por la agresividad con que amenaza la inflación y otros problemas que incluso puedan trascender lo reivindicativo. En buena medida las debilidades aquí señaladas son fundamentalmente debido a las características de la dirección político sindical de las mismas y que en general es poco lo que hemos avanzado en su superación y que en el presente año 2010 puede convertirse en un gran obstáculo a la hora de responder positivamente al plan anticrisis que ha diseñado y comenzado a ejecutar el gobierno bolivariano.
El gobierno
El gobierno del presidente Chávez argumentaba a mediados del año 2007 que estábamos blindados ante los efectos de la crisis económica mundial. A finales de ese año lanzó un llamado a “apretarse el cinturón”, a evitar “los gastos superfluos”. Había querido negar los efectos de la crisis del capitalismo internacional pero se vio enfrentado a los mismos y a la disyuntiva de radicalizar sus medidas económicas y políticas, ¿Qué camino tomar?¿Dar un salto cualitativo anticapitalista ó defender la estructura económica capitalista semicolonial?. En febrero de 2009 decidió tomar partido por la segunda alternativa con un paquete anticrisis de corte capitalista. Un primer momento decisivo de clara definición político-económica.
Este primer gran momento del paquete contuvo medidas como el aumento del IVA en 3 puntos (33%), reducción inicial del presupuesto nacional del 14% y el anuncio de un endeudamiento con la banca privada en 15.000 millones de dólares, paquete que caracterizamos, inmediatamente posterior a su anuncio, como las primeras de uno más completo que incluía el aumento en los servicios públicos, la devaluación del Bolívar y el aumento de la gasolina. Al día de hoy solo falta el aumento general de los servicios (agua, luz, aseo) y el de la gasolina, señalando que servicios como el aseo domiciliario ha sido aumentado en algunas ciudades por las respectivas alcaldías. La segunda parte de ese paquete se da con el anuncio de la devaluación del Bolívar a dos bandas oficiales: 2,60 y 4,30 y una tercera que pretende bajar a 5,00 Bs el dólar, cuando a la fecha se encuentra a 6.05 y donde deja correr que está estudiando el aumento de servicios como el del agua y la electricidad bajo la excusa de empujar al ahorro en su consumo, cuando lo cierto es que tan solo necesita continuar tapando los huecos surgidos en las arcas del estado que siguen deficitarias a raíz de la crisis capitalista internacional que hizo entrar en barrena los precios petroleros y del hueco negro que ha significado mantener una política económica dentro de los marcos de “un estado burgués, burocrático, con una voracidad creciente e insaciable por recursos económicos”.
El año nos permitió visualizar en una segunda oportunidad y sin ninguna distorsión la posición del gobierno frente a una situación de definición frente al capitalismo. Esta fue durante la crisis bancaria de noviembre de 2009, cuando el gobierno mostró su determinación de defender el sistema capitalista en su conjunto y del capital financiero en particular. Apenas iniciada la crisis, en la cual estaban vinculados banqueros boliburgueses, y banqueros de la vieja burguesía junto a altos miembros del gobierno, este usó todos los recursos en sus manos para salvar a la gran banca nacional y multinacional, comprometiendo 40 millones de Bs.F del Estado en el procedimiento. La incautación de bienes, no cubre ni una parte sustancial de los dineros invertidos y donde el gobierno solo aprovechó el momento para propagandizarse como mejor guardián de los intereses del capitalismo, disfrazándolos en los intereses de los ahorristas, señalando con fuerza la comparación con lo sucedido durante la crisis financiera del los ´90 y no para crear un área económica financiera bajo control obrero y social, que hubiese sido un golpe noble al capitalismo, representado por el capital especulativo y un paso importantísimo hacia la democratización de la gestión económica del país.
Pero el gobierno no solo ha profundizado su giro hacia la derecha, en clara defensa del capitalismo en lo económico sino que frente a la radicalización social, se ha plantado frente a la clase obrera y el pueblo con actitudes autoritarias, antisindicales, caso discusión del contrato colectivo del Metro de Caracas, de los profesores de educación media, empleados públicos, Mitsubishi y petroleros donde el ejecutivo ha aplicado tácticas dilatorias y argucias legales en la discusión de los contratos colectivos apoyado en algunos casos por otros poderes del estado como el CNE, a través de la figura de mora electoral figura que ha impedido la discusión de un gran número de contratos donde el Estado es patrón; de amenazas a la clase y apoyo a sus ministros: contra los trabajadores de Guayana en general, a quienes amenazó con la policía política y dando apoyo abierto a su ministro Rodolfo Sanz el cual tiene un alto rechazo en la zona; represivas de corte policial militar: CVG, Ferrominera, Molvenca, Supermercados Éxito, mineros en el estado Bolívar, y el más emblemático de Mitsubishi, donde incluso la clase obrera pagó con la sangre de dos trabajadores su rebelión contra la multinacional; represión a los pueblos originarios en el cuerpo de los Yucpas; represión de movilizaciones populares: movilización populares en el estado Mérida. Mención aparte lo merece la criminalización sistemática de la protesta obrera y social que mantiene en la cárcel o en juicios a unos 130 trabajadores y dos caciques indígenas, cuyo objetivo es intimidar y desarticular al pueblo en general que se moviliza por sus derechos.
Aparte de la intensificación de la criminalización de la protesta obrera y popular, otros tres hechos resaltan este año a nivel de los trabajadores y el tratamiento dado por el gobierno. El primero es la actitud anti obrera y pro patronal del gobierno frente al conflicto de los trabajadores de Mitsubishi. Levantamiento de una huelga bajo amenaza, despido de los 11 directivos clasistas para debilitar a los trabajadores y su lucha; La posición abierta de la empresa PDVSA y del gobierno en las elecciones de la FUTPV a fin de alcanzar imponer una junta y directiva y de allí la firma de un contrato colectivo a la medida de los planes de reducción de los costos laborales y tercero, el cuasi cierre técnico de las empresas SIDOR, ALCASA y VENALUM afectando los ingresos salariales de los trabajadores pero dejando intactos los de la gerencia de estas empresas y de la CVG y del MIBAN.
El gobierno de Chávez por objetivos de domesticar al capital, al lado de las políticas antiobreras señaladas, dicta medidas de expropiación – compra de la cadena comercializadora franco colombiana Éxito, en donde publicita que forma parte contra la especulación y el castigo a la violación de los derechos de los trabajadores, que junto a otros accionares como la expropiación de empresas en Guayana; del Café, de Sardinas, etc. y el llamado a desarrollar las APC para combatir la especulación, busca mantener aún su liderazgo sobre la globalidad de los trabajadores, aún cuando da alimento a sectores de la oposición burguesa a mantener la política del gobierno.
Aparte del beneficio del decreto de inamovilidad, por segundo año consecutivo, el gobierno, además de mantener la política salarial de corte neoliberal de empujar el promedio salarial a la baja aumentando solo el salario mínimo (10 + 15%), este se hace por debajo del índice inflacionario, en momentos que los beneficios de las Misiones se ha reducido y que los entes públicos están recortando el empleo precario sin aumentar el fijo, que ha impedido ocultar la realidad de un aumento del desempleo de 7,5 a 8%.
La burguesía
La actitud de la oposición burguesa fue durante el año cada vez menos beligerante contra el gobierno. Las críticas contra algunas medidas del gobierno no pasan de observaciones y esto no es debido solamente por la incapacidad de movilizar su base social, sino porque por un lado la crisis del capitalismo le ha restado fuerza a su planteamiento económico y a que el gobierno ha ido suavizando su discurso “socialista” y asumido medidas cada vez más claramente capitalistas, (paquete anticrisis de febrero, intervención bancaria en noviembre y devaluación de la moneda en enero del 2010).
Un primer y fuerte síntoma de la postura de la Burguesía en su conjunto frente al gobierno la dieron FEDECAMARAS y la Asociación Bancaria, las cuales declararon de manera pública y hasta enfrentando de hecho a algunos dirigentes de la oposición política, su respaldo a la manera como el gobierno “solucionó” la crisis bancaria con la intervención de 8 entidades financieras, con la utilización de recursos del Estado, producto de la explotación a la clase obrera, para evitar una extensión de la crisis a los grandes bancos.
Aunque no corresponde a hechos acaecidos el año 2009, por su importancia y repercusiones para el año 2010, tenemos que mencionar la devaluación del Bolívar en el llamado “viernes rojo” del gobierno, que es una macro devaluación que va desde el 21% para el dólar de 2,60, hasta el 100% para el dólar petrolero de 4,30, con un promedio de un 61%. Esta devaluación muestra como el gobierno se decide por una medida económica que afecta de manera drástica la capacidad de adquisición de todos los trabajadores manuales e intelectuales de la ciudad y el campo, incluso golpeando a los pequeños propietarios de la ciudad y del campo y a la pequeña burguesía de profesionales asalariados. La afectación por la devaluación se puede sentir desde los primeros días y se profundizará en las próximas semanas y meses, cuando el gobierno no pueda seguir manejando, la remarcación de los precios como la responsable de la creciente inflación. Como punto de referencia histórico para entender la dinámica a futuro de esta medida la tenemos la espiral inflacionaria que se desató bajo el gobierno de Lusinchi y el incremento de la corrupción (enriquecimiento de sectores de la burocracia en conjunto con sectores burgueses afines al gobierno a través de mecanismos no “ortodoxos” de apropiación de la plusvalía generada por la clase obrera) cuando se estableció la doble banda de 7,50 y 14,50 Bs el dólar y el famoso RECADI. La devaluación a dos (tres) bandas va a empujar los precios hacia la banda del valor del dólar más alto. Es la dinámica del capital y en Venezuela ya hemos vivido la experiencia.
Uno de los planteamientos que el gobierno señala, para diferenciarse de las devaluaciones hechas por los gobiernos adecos y copeyanos, es que se ha establecido un fondo para ayudar a los empresarios a mejorar su capacidad de producción para el mercado interno y para la exportación. Mayor claridad de la posición de clase del gobierno imposible: Le saca al pueblo trabajador parte de su salario alcanzado en duras discusiones de las contrataciones colectivas ó en los aumentos por decreto, mediante la devaluación y por otra anuncia que parte de ese dinero se lo va a regalar a los empresarios para que estos aumenten sus ganancias haciendo que la clase obrera produzca más por menos salarios.
En esta oportunidad ya no es solo la burguesía “roja rojita” la que salió a apoyar al gobierno como cuando la crisis bancaria, sino que aparte de FEDECAMARAS que lo hizo sin ninguna observación de fondo y sí pidiendo que se continuase en el mismo camino con otras medidas, el demonizado Fondo Monetario Internacional entró en escena, declarando su apoyo a la medida, así como agencias de riesgo internacional que han elevado la calidad de la deuda gubernamental, como una muestra de la alegría que ha causado en los capitales internacionales la medida devaluacionista. Chávez logra unificar a toda la burguesía nacional e internacional, o por lo menos a los sectores fundamentales de esta en torno a su política.
Estas declaraciones de FEDECAMARAS y de otros organismos empresariales nacionales e imperialistas, tienen otro efecto y es que dejan un poco descolgada a la oposición, que no haya piso firme para denunciar al gobierno como contrario a los intereses del capital y que de consolidarse este nuevo cuadro, le restaría gran fuerza a la oposición política al gobierno.
En el seno del pueblo, la reacción ha sido de total contrariedad. Todos los explotados y oprimidos saben por experiencia que la devaluación de la moneda significa una desmejora en su capacidad de compra. En las primeras de cambio, la clase obrera y sectores populares no han dado una respuesta de rechazo a la devaluación, a excepción de sectores sindicales como CCURA, y a nivel político la USI, y Opción Obrera.
Los trabajadores y sus luchas
El importante aumento de las luchas obreras y populares se ve reflejado en el informe anual de PROVEA. Las mismas aumentaron en un 40% con respecto al año pasado. No vivimos una lucha de las dimensiones de SIDOR que marcó el año 2008, pero si conflictos importantes como los de la Mitsubishi, Ferrominera, trabajadores del aluminio en Guayana (CARBONORCA, BAUXILUM, VENALUM Y ALCASA), Obreros y estudiantes de la ULA, trabajadores de una decena de empresas en la zona Chivacoa–Nirgua del estado Yaracuy; Trabajadores eléctricos a nivel nacional, del Metro de Caracas, petroleros, mineros del estado Bolívar y Transportistas de las empresas básicas, un tímido despertar de la lucha estudiantil en la escuela de Sociología de la UCV, Universitarios en Guayana y la ULA; obreros de REMAVENCA Cumaná, IOSA e Inferca en Barquisimeto, Trabajadores de las clínicas populares, trabajadores Informales en Catia y El Cementerio en Caracas; En Mérida el jueves 1º de octubre, los habitantes de El Ejido, El Vigía y en la propia capital Mérida realizaron un cacerolazo y cornetazo masivo como protesta por los constantes apagones que se vienen suscitando en este estado; trabajadores de la Gobernación del Estado Bolívar y Aragua y de la Alcaldía Metropolitana realizaron protestas. Así mismo minorías étnicas han iniciado un proceso de respuestas ante los incumplimientos del gobierno a la demarcación de tierras como los Yukpas en la Goajira.
Hasta aquí una muestra de algunas de las centenares de luchas desarrolladas a lo largo y ancho del país de variados sectores explotados y oprimidos del país del sector público y privado, donde la clase obrera fue la más dinámica, la determinante que le afianza como vanguardia del proceso social revolucionario que se vive en nuestro país desde hace más de una década y que luego de años de reorganización de sus organizaciones sindicales, profundizan su proceso de concientización con luchas cada vez más fuertes y que como una de sus características importante es que a pesar del peso de Chávez en el conjunto del movimiento de trabajadores, están entrando en una etapa de enfrentamientos cada vez más abiertos con el patrón gobierno. Una característica importante en esta confrontación, es que el aumento del descontento y de las luchas no ha llevado a un crecimiento de la influencia de las direcciones de la oposición burguesa al gobierno de Chávez.
El PSUV
De las organizaciones políticas la más significativa es sin duda el PSUV. El aparato organizativo montado desde el gobierno en sustitución de MVR, no ha resultado nada mejor a su antecesor. A su interior predominan los grupos nacionales y regionales no programáticos, vinculados a uno u otro dirigente nacional y regional que se mueven por sus intereses particulares. El Congreso Ideológico mostró este carácter burocrático, aunque militantes con total o cierto grado de autonomía de estos agrupamientos internos, lograron salir electos, pero teniendo menos peso que cuando el Congreso Fundacional. A la hora de la toma de decisiones sobre el programa del partido, así como pasó cuando la elección de las autoridades nacionales, es el propio Chávez y su entorno el que decidió.
En el llamado I Congreso Ideológico que se desarrolló el año 2009, la disputa por las delegaciones fue todo un concierto afinado de las diversas corrientes burocráticas que se han venido incubando de manera rápida al interior del partido. En esta oportunidad el peso de las direcciones se hizo sentir con mucha más fuerza que cuando el Congreso Fundacional. Los listados de votantes fueron filtrados por una Comisión nombrada a dedo que al final fue quién decidió desde arriba bajo criterios antidemocráticos. El debate sobre el carácter del partido de hecho lo decidió el propio Chávez en su discurso de apertura donde asentó el carácter policlasista de este.
Todas estas situaciones están generando un movimiento inicial de distanciamiento o ruptura por la izquierda de militantes que ó se plantean pasar en el mejor de los casos la apertura de la discusión de la construcción de espacios organizativos al margen del PSUV y otros a la reserva.
La “crisis” del PSUV que está en sus comienzos se desarrolla en paralelo y sintonía con la crisis económica y social del país y donde la desmistificación del liderazgo de Chávez corre a la par. La parte más significativa se refleja en el desgranamiento de los militantes más comprometidos con la lucha social deseosos de una real alternativa anticapitalista, no burocrática, más que en la conformación de una corriente programática a su interior. No estamos afirmando de que estamos en presencia de una desbandada de la militancia y el acabose del partido como aparato burocrático clientelar y electoral, sino del inicio de una dinámica que ha de continuar en los próximos meses con posibilidad de aceleramiento en la medida que las masas entren en combate contra los efectos de la crisis capitalista y las medidas del gobierno. En la medida que el gobierno golpee más el poder adquisitivo de los salarios, que golpee los empleos, asuma posiciones cada vez más represivas y antidemocráticas, que muestre sus contradicciones entre el discurso antiimperialista y su política real y de que las organizaciones revolucionarias nos postulemos como dirección política concreta de esas luchas, de ese creciente descontento social, se hace factible la conformación de importantes corrientes de izquierda al interior del PSUV, pero sobre todo, polos revolucionarios al exterior del mismo y que ambas tendencias corran paralelas por un período hacia la posible conformación de una Dirección Política Revolucionaria de Masas de carácter marxista. La segunda tendencia empieza a manifestarse con fuerza en sectores como los petroleros, donde el 30% de los trabajadores votaron por una corriente que el propio gobierno ha catalogado como antichavista y contrarrevolucionaria y esto que solo estamos al comienzo de la crisis.
Una cosa hay que tenerla clara y es que la militancia del PSUV y los chavistas en general están profundizando la búsqueda de salidas a la crisis y no están dispuestos a sacrificarse en la hoguera de un bolivarianismo abstracto y más aún burocrático y al servicio del capital. Esto lo vemos no solo en el resultado de las elecciones petroleras, sino en Guayana, en Aragua, en el oriente, en Yaracuy donde las luchas se multiplican parándole cada vez menos a los discursos que las identifican con los “escuálidos”. Se multiplican generando direcciones sindicales y políticas que si bien no se declaran anti gobierno, tampoco se apegan a los dictados de este. También al exterior del PSUV, militantes y agrupaciones están desarrollando una dinámica de acercamientos que puede generar núcleos de dirección revolucionaria y hacia los cuales hay que tender puentes de fraternidad política.
Plantearse una política de Frente Único es vital en esta etapa, ubicando que si bien las masas no se amarran al gobierno y que van en una dinámica de mayores enfrentamientos con este, apenas están dando los primeros pasos, sobre todo a nivel sindical, reivindicativo en general, por lo que el método tiene que ser más al llamado a la unidad en la lucha, al emplazamiento fraternal a todas las organizaciones y dirigentes a asumir el papel de defensa de los derechos y reivindicaciones obreras y populares, a mantener una posición de clara independencia política de clase cada vez que el gobierno se aleje más de sus propias propuestas políticas y sociales nacionalistas, antiimperialistas y defendiendo políticas capitalistas. Trotsky lo esboza muy bien en “La lucha contra el Fascismo en Alemania” y más concretamente en “carta a un obrero socialdemócrata” que forma parte de tan extraordinaria obra educativa.
Las organizaciones políticas y reivindicativas de la clase
El aumento en la lucha social se debió fundamentalmente a la presión de las propias masas en respuesta ante problemas reivindicativos y de respuesta a amenazas del gobierno. Petroleros, empresas básicas de Guayana, trabajadores eléctricos son un ejemplo. También se dieron como respuesta al accionar de los empresarios al negarle a responder positivamente a exigencias contractuales o reivindicativas de la clase: trabajadores de la zona de Nirgua en Yaracuy, Mitsubishi, Remavenca, Cumaná etc.
Las direcciones sindicales agrupadas en la UNT o en la UST se caracterizaron en general por ser incapaces de articular campañas de solidaridad con los diferentes conflictos, en contribuir a fortalecer aquellos donde la clase se vio forzada a salir al combate, asumiendo cuando mucho un accionar de solidaridad propagandística y hasta en este campo muy débil. Ante los conflictos más importantes corrientes como Marea Socialista, la FSBT, CTR, el PCV en diferentes grados mantuvieron una actitud casi contemplativa, sino fue la de colocarse al lado del patrón gobierno.
Al final de año y como una consecuencia de la división existente en las filas de la UNT, un sector de esta convocó un Congreso que tuvo más las características de un encuentro, donde aparte de marginar de la convocatoria a una corriente tan importante como CCURA, a pesar de los graves problemas que gravitaban sobre la clase y del accionar del gobierno que mostraban el giro a la derecha y antiobrero, los participantes no fueron capaces de sacar ni una declaración desde el punto de vista de clase, sobre el método capitalista de salvación de la Banca, o ante el despido de los dirigentes de la Mitsubishi.
Lo más importante que lograron los dirigentes de Marea Socialista, CTR, PCV y otros que se reunieron fue convocar para principios del año 2010 a una reunión para discutir la convocatoria de un nuevo Congreso donde se elegirían las autoridades de la UNT, la cual resultó en una competencia entre ellos sin que se sepa a qué conclusiones llegaron.
Perspectivas económicas y sociales
La crisis económica del capitalismo internacional ha entrado en una etapa de una recuperación parcial e inestable en algunos países que han salido de la recesión sin que ello signifique que la penuria para las masas haya terminado, siendo el aumento del desempleo la principal junto con la desvalorización salarial.
Producto de las billonarias sumas en dólares que gobiernos de los EEUU, Europa, Japón, China y otros han usado para salvar al sistema bancario internacional, dinero que está siendo usado para continuar con la especulación financiera, las bolsas de valores han logrado una recuperación de la economía especulativa, pero que muestra sus debilidades como cuando la amenaza de cesación de pago de su deuda de Dubai. La economía real, a excepción de la China, no muestra signos importantes de recuperación.
Los capitalistas han recomenzado su loca carrera especulativa en las bolsas de valores que se refleja en el aumento de los precios de algunas materias primas como el petróleo, nuestro principal producto de exportación, sin que ello permita prever que la producción y los precios lleguen a los niveles que adquirieron en el año 2008 y más cuando sombras de la explosión de una nueva crisis se hacen presentes.
La crisis recesiva en la que se vio sumida la economía nacional en el año 2009, con un decrecimiento global del 2,8%, un crecimiento del desempleo al 8% y una inflación del 25%, todo según cifras del Banco Central de Venezuela que son poco creíbles, es prácticamente imposible que se revierta para el año 2.010. Todo nos indica que la crisis se va seguir reflejando durante el año 2.010 con signo de recesión con inflación y una merma considerable del pode adquisitivo de los salarios, así como el aumento del desempleo.
El mismo gobierno, más allá de los discursos optimistas de la fortaleza de la economía y de poder seguir “bajando” la inflación, se ha visto obligado a devaluar la moneda manejando el criterio de dos bandas, una a 2,60 y una segunda a 4.50, pero admitiendo, lo que hasta ahora no quería hacer, la existencia del dólar permuta o tercera banda, el cual mantiene un valor de entre 5,80 y 6,05 BsF. a pesar de la venta de Bonos de la deuda pública. Se calcula que para bajar de manera sensible este valor, a 5BsF que ha planteado como meta, el gobierno deberá quemar unos 50 millones de dólares diarios, que es una verdadera sangría para las finanzas del Estado. Bajo estas condiciones, Alí Rodríguez Araque ha tenido que admitir que la devaluación va a incidir en unos 5 puntos la inflación del año 2010.
Que el gobierno mantenga su estimación de una inflación por debajo del 27% para el año 2010, no nos debe extrañar. Durante meses en el año 2008 sostuvo que nuestra economía estaba blindada ante la crisis del capitalismo internacional. Durante años sostuvo que no iba a devaluar el Bs. Tan solo el año pasado gastó miles de millones de dólares tratando de bajar el precio del dólar paralelo, el cual decía que no existía y que quien anunciase su valor pues sencillamente podía ser penado por la ley y ahora es el propio gobierno quien por radio y televisión anuncia su existencia y el combate que va a librar para bajar su cotización a por lo menos 5Bs.F.
Los anuncios del gobierno de que se va a convertir en importador distribuidor y comercializador de ciertos productos de línea blanca y de automóviles, que va a vender a la tercera parte del precio al cual se expenden actualmente, de lograrse, tan solo va a sembrar nuevas distorsiones en el mercado capitalista que se pueden reflejar en mayor desinversión por parte de empresarios privados en las áreas donde el Estado le compita.
La incidencia de esta competencia dependiendo de la magnitud puede ayudar a crear un índice inflacionario “aceptable” para el gobierno, pero que no impedirá la pauperización de nuevas capas de la población que no van a acceder a esos bienes comercializados por el gobierno y si al mercado “normal” donde los precios seguirán su rumbo ascendente, aparte de que por la manera burocrática como se pretende hacer funcionar el mecanismo comercializador muy pronto veremos aparecer nuevos focos de corrupción que distorsionarán todo lo positivo que llevan las intenciones comercializadoras y donde el anuncio de la “nacionalización” de la cadena de hipermercados Éxito y el Sambil de Caracas, pareciera formar parte del mecanismo pensado por el gobierno para vender los productos que haya decidido comercializar, fortalecerá el clima de desconfianza existente en sectores burgueses.
El gobierno ha anunciado que la devaluación puesta en marcha va a terminar con los dólares baratos para los “especuladores” (léase empresarios y burócratas metidos a los negocios), lo cual desde ya pronosticamos su fracaso, pues la sola existencia de dos bandas para el precio del dólar, va a generar que una franja de empresarios bien ubicados con el gobierno, van a conseguir esos dólares de 2,60 y venderán los productos al precio de dólar 4,30 y eso si no se le presenta la oportunidad de hacerlo al precio del dólar permuta que es bastante más alto, pero partiendo, hacia arriba, de los precios actuales. Las primeras ventas de bonos en dólares que se compran en bolívares por parte del BCV por un monto de 140 millones de dólares levantó la crítica de que prácticamente los mismos se colocaron a dedo, es decir a los grupos económicos (bancos e inversionistas financieros) más cercanos al gobierno.
Por otro lado, los “beneficios” que el gobierno espera de la devaluación como es una baja de la inflación mediante la baja del precio del dólar permuta, obvia el hecho de que los empresarios ya han mostrado sus garras remarcando los precios, o sencillamente colocando nuevos precios a la mercancía que entra nueva a la empresa. Así vemos que productos agrícolas como las caraotas, eléctricos, de construcción (cemento y cabilla) han aumentado entre un 20 a un 100%.
Los anuncios de los beneficios que sobre la competitividad de los productos hechos en Venezuela tendrá la devaluación practicada obvia que los trabajadores al sentir los golpes de una inflación creciente de manera violenta, pues responderán con exigencias de aumentos de salarios que de alcanzarse, anularán buena parte de los objetivos que el gobierno buscó con la devaluación, esto aparte de que por un lado se ahorra costos de producción y obtiene más bolívares por dólar petrolero, pero otro tendrá que sacar más por los bienes que se van a importar.
Pero es que la búsqueda de reactivar la economía al punto de poder competir con los productos importados, realmente es una ilusión en cuanto a la generalidad de los productos, entre otras razones porque en Venezuela los costos para los empresarios no están determinados solo por los salarios sino también por productos importados y por otro lado, reactivar las miles de empresas que han sido cerradas no es un problema de unos pocos meses y de simples deseos y por otro lado, en Venezuela no existe el parque industrial requerido para sustituir un volumen importante de importaciones, digamos siquiera en un 50%.
El que el gobierno vaya a manejar una mayor cantidad de bolívares producto de la devaluación del Bolívar, no significa que tenga igual o mayor capacidad de resolver los problemas de la población que durante el año 2008. El gobierno seguirá menor margen de maniobra para satisfacer las demandas obreras y populares porque el presupuesto real, seguirá siendo menor que el año 2009. Chávez verá como las Misiones continuarán deteriorándose empujando con fuerza el desarrollo del descontento y hasta de movilizaciones en este sector, aparte de problemas en los servicios que generan descontento en el conjunto de la población.
Si ya la situación social se venía calentando ante los problemas irresueltos, por la desmejora de beneficios sociales como las Misiones, por la violación de las contrataciones colectivas y por las aspiraciones de mejoría de las condiciones de vida y trabajo, se puede predecir que el aceleramiento de la inflación y el aumento del desempleo formal, producto de la devaluación y extensión de la recesión económica van a servir de acicate del descontento y la protesta obrera y popular, aún a pesar de las campañas distraccionistas que implemente el gobierno sobre las amenazas de la contrarrevolución o de los infiltrados y del propio proceso electoral, donde desde hace unas semanas el propio Chávez anda en campaña hacia la nueva victoria que necesita obtener. Mención aparte de la problemática social que se va a agudizar en el presente año tiene que ver con el servicio eléctrico y del agua, que por problemas de falta de planificación e inversiones adecuadas se han deteriorado al punto de que los apagones y racionamientos se están convirtiendo en cosa de rutina lo que ha provocado protestas en varias ciudades del país, problemática que tiende a agravarse y cuya permanencia tiende a traspasar el presente 2.010.
Dentro de este contexto, las propuestas reivindicativas del movimiento obrero y del movimiento popular seguirán tomando fuerza como elemento de demanda central de los mismos, sobre todo las de carácter salarial, a la que se le sumarán por eficientes servicios de agua y luz. La defensa de las conquistas sociales será otro elemento que incentivará nuevas luchas y donde los militantes revolucionarios tenemos que aportar nuestra presencia política para acrecentar nuestra influencia en desmedro de los sectores de la derecha burguesa o de los burócratas que le hacen el juego; Las luchas por la autonomía e independencia del movimiento sindical seguirán siendo tarea principalísima del movimiento obrero clasista y revolucionario por lo que estará a la orden del día puesto que el gobierno, ante su búsqueda de alianza con sectores burgueses nacionales y multinacionales, tendrá que profundizar su búsqueda de contener al movimiento obrero, de desviar y desorganizar sus luchas y para ello poner a las organizaciones sindicales a su servicio. De igual manera se hará cada vez más evidente la necesidad de desarrollar luchas unitarias en defensa, rescate del derecho a huelga y contra la criminalización de la protesta obrera y popular, tareas todas estas que se combinarán en el espacio y tiempo y donde los sectores marxistas revolucionarios tendremos la oportunidad de probar nuestros programas y métodos para contribuir al fortalecimiento de las filas proletarias y la conducción de dichas luchas por la senda de la revolución socialista.
En el presente año con el aumento de las luchas, la debilidad de la organización sindical deberá ser enfrentada con el desarrollo de una política de solidaridad activa que permita fortalecer y extender el campo de lucha y evitar así el aislamiento y asfixia de las mismas. Una política de solidaridad desarrollada con una concepción también organizativa de la clase y la vanguardia revolucionaria, se puede convertir en un poderoso instrumento para la conquista de victorias y de crecimiento o fortalecimiento de una corriente político sindical revolucionaria de real implante nacional.
Guayana
Pero los problemas sociales para el gobierno no comienzan ni terminan por problemas de inflación y estancamiento económico. Uno de los problemas más agudos que ha de vivirse, está en pleno desarrollo en Guayana. Aparte de los serios problemas que se venían viviendo en la zona con el deterioro de la capacidad productiva de empresas emblemáticas como SIDOR, ALCASA, VENALUM, FERROMINERA CARBONORCA, más otras como MATESI, han entrado en una nueva etapa de su crisis al entrar en los planes gubernamentales de reducción de la producción para ahorrar unos 300 millones de gigavatios.
Alrededor de las empresas de la CVG se mueve la gran mayoría de las empresas de Guayana y su parálisis casi total las va a afectar ya sea por la vía de la falta de materias primas o por la vía de verse obligadas a importar con todo el problema de costos y de tiempos de entrega. No son solo los trabajadores de SIDOR, ALCASA y VENALUM los que ven en peligro sus puestos de trabajo más allá de las promesas del gobierno sino toda la clase obrera industrial de Guayana.
La reducción de la producción de SIDOR, ALCASA Y VENALUM con el apagado de hornos y el cierre de celdas aún pasado el problema de la reducción del consumo de electricidad no finaliza el problema que crea esta situación para los planes de producción nacional y de reactivación económica previstos por el gobierno pues la reactivación de estas empresas lleva meses y un alto costo en bolívares que va a afectar todos los planes previstos.
Pero para el proletariado de Guayana, el problema va más allá de la reducción de los salarios y la inestabilidad en el trabajo. Como ya expresamos en una entrevista a los camaradas de la ISO a finales del año pasado, el gobierno ya se venía preparando para reducir los beneficios contractuales en empresas como SIDOR a la que ahora se añaden ALCASA Y VENALUM, bajo la excusa de la crisis y del sacrificio que ha hecho el gobierno para no despedir a miles de trabajadores. Es decir, el problema es el del desarrollo de todo un plan global para disminuir las conquistas contractuales alcanzadas por el conjunto de los obreros de las empresas básicas y de EDELCA y ello pasa por domesticar al conjunto del movimiento sindical.
Aparte del plan inicial expresado en el “Plan Guayana” con el desarrollo colateral de las milicias y los batallones del PSUV, como elementos de distorsión y amedrentamiento, el gobierno ya debe armado las nuevas ideas para cumplir su plan que anunció cuando el propio presidente Chávez desde Guayana que los responsables de la crisis de las empresas básicas eran los trabajadores por los privilegios que gozaban con los contratos colectivos y que era necesario acabar con los mismos. El gobierno que acaba de arrancarle a los trabajadores del Metro, eléctricos y ahora a los petroleros conquistas importantes bajando con ello los costos de producción, no desaprovechará la oportunidad para alcanzar un nuevo logro sino una victoria clara.
La situación de Guayana en particular requiere que los sectores revolucionarios intensifiquemos esfuerzos por propagandizar un programa anticrisis para toda la zona, que defienda los intereses del proletariado, el de mayor concentración y el de mayor combatividad de los últimos dos años de nuestro país.
- Se trata de levantar propuestas de que se eliminen los privilegios de la burocracia de la CVG y el MIBAN.
- De que las mesas de trabajo que se han constituido, se transformen en verdaderos comités que desarrollen el Control Obrero de todos los planes de contingencia que haya que aplicar hasta la plena normalización de las empresas. Hoy es más que evidente que el único sector que ha sido sacrificado son los trabajadores y es a los trabajadores a quienes se les está pidiendo que aporten sus conocimientos para sacar las empresas en mejores condiciones de cómo estaban cuando estalló la crisis energética. El desarrollo del Control Obrero tiene que pasar porque estos determinen el monto a pagar por sueldos y salarios de toda la gerencia de la CVG y el MIBAN, para empezar.
- Es necesario que las Mesas o Comités de Trabajadores entiendan que el verdadero Control Obrero y no una cogestión de características de “calidad total” que solo sirve para aumentar la explotación de la mano de obra asalariada, solo podrá ser posible si se le arranca en lucha contra la misma burocracia de la CVG y el MIBAN.
- Que para poder desarrollar un plan de recuperación de la empresa de Guayana que sirva a la clase trabajadora y a un proceso revolucionario socialista, es necesario que esas Mesas o Comités de ¨Trabajadores se constituyan en un solo Comité o Mesa de Trabajadores de todas las Empresas Básicas que coordine todos los planes que los trabajadores aprueben.
- Pero el problema de SIDOR, VENALUM y ALCASA, no es solo de estas empresas sino de todos los trabajadores de Guayana. Es necesario que se impulsen Comités Obreros en todas las empresas que discutan un plan para desarrollar de manera urgente el control obrero a todos los niveles de todas las empresas. Estos comités, al igual que los de las empresas básicas, que funcionarán en cada departamento de las empresas se coordinarán mediante direcciones compuestas por delegados elegidos democráticamente y revocables en el momento que las bases que los eligieron así lo decidan y en esta coordinación estudiarán la situación y elaborarán los planes de contingencia necesarios para que la crisis no sea recargada sobre los hombros de ningún sector de los trabajadores.
Guayana será centro de las próximas y más importantes batallas por la independencia y autonomía de la clase obrera y sus organizaciones, pero además en defensa de las condiciones de trabajo y niveles salariales y otras reivindicaciones contractuales de nuestro país. Las batallas que se han de librar serán duras y donde las corrientes clasistas y combativas se batirán contra las corrientes burguesas y pequeñoburguesas de carácter reformista que arropadas con un lenguaje patriotero Bolivariano o marxistoide, tratarán de maniatar a la clase para que la patronal golpee lo más duro que pueda, tal y como lo hizo con los trabajadores petroleros, electricistas, y otros.
Hoy, en otras condiciones la clase tiene que desarrollar su capacidad de combate clasista y revolucionario capaz de enfrentar y derrotar cualquier política que pretenda desmejorar sus condiciones de trabajo y salariales. En esta oportunidad el reto de la clase es mucho mayor que cuando los sidoristas derrotaron a Techint, entre otras cosas porque los elementos de la crisis económica pesan en la conciencia y crean un ambiente menos favorable que en aquella oportunidad, pero su superación no es imposible y ello depende de la constitución de una dirección sindical clasista y revolucionaria. La clase tendrá que hacer gigantescos esfuerzos para vencer y seguir avanzando ya no solo por sus intereses reivindicativos, sino para derrotar un plan anticrisis concreto que se les está aplicando y a sus ejecutores como es la burocracia de la CVG, MIBAN y a los sindicaleros que le hacen el juego.
Los sectores revolucionarios y los marxistas en particular tenemos entonces una tarea en esta oportunidad donde las batallas pueden tener una envergadura mayor y a escala nacional que cuando Techint. El reto está planteado. Es en todas estas batallas que se anuncian, donde se forjará la Dirección Política Revolucionaria de los Trabajadores y el Pueblo. Tenemos con que cumplir y vamos a hacerlo camaradas.
Desde la CSR - El Topo Obrero estamos claros que tenemos un deber que cumplir. Unas tareas que ejecutar para contribuir a la victoria de la clase tal y como hicimos durante la discusión del último contrato colectivo de SIDOR al impulsar el Comité de Conflicto. Desarrollar un Frente Único de Organizaciones Clasistas y Revolucionarias es un paso adelante a favor de la clase. El reto está planteado y hay que asumirlo.
Perspectivas generales
Sin discusión, los próximos meses serán escenario del crecimiento del descontento y de la multiplicación de las luchas en las filas del movimiento obrero y popular. Este descontento se verá alimentado por la creciente inflación, desmejora de los niveles de vida, condiciones de trabajo y de estudio; por los problemas irresueltos en las comunidades, de la violación de derechos democráticos y criminalización de la protesta social, las posturas del gobierno de defensa cada vez más clara del capitalismo más allá del discurso socialista que desarrolle y por los problemas de la crisis de los servicios públicos como el agua y la energía eléctrica.
Las oportunidades de fortalecer las tendencias clasistas, combativas y revolucionarias en el seno del movimiento obrero florecerán. Por primera vez en décadas la oportunidad de fortalecer la construcción de una Alternativa de Dirección Política Marxista Revolucionaria a nivel Nacional es un hecho real. La misma se ha de expresar con más fuerza en algunos sectores como alternativa real de masas. A nivel Nacional, esta posibilidad se ve limitada por el todavía gran peso del “chavismo”, la experiencia política de las masas y nuestra propias debilidades político organizativas, por lo que a este nivel la posibilidad es la de crear núcleos que se fortalezcan en lo organizativo y en lo político. Núcleos necesarios que se pongan a la cabeza de ese descontento y esas luchas crecientes. El proceso electoral que se ha de desarrollar es una buena oportunidad de participar con una política que traspase lo reivindicativo y que ponga en el escenario nacional, para la discusión de la vanguardia social revolucionaria, la que se identifica con el chavismo y la que no, y que permita entonces acrecentar las fuerzas de los revolucionarios, para a su vez multiplicar nuestras intervenciones en la lucha social.
Fuente:Argenpress.

A once años de gobierno de Hugo Chávez la revolución Bolivariana cuenta con un saldo muy positivo. No obstante sus brillantes conquista sociales, tal vez el hecho más importante en su haber sea la influencia que ha ejercido en el gran cambio político experimentado por América Latina, la única región del mundo donde se ha establecido un frente de gobiernos y fuerzas populares que se oponen al neoliberalismo y abogan por la independencia, la soberanía, la justicia social, la democracia participativa y la integración solidaria de sus naciones.
Sin ese vuelco político continental que tanto ha impulsado, entrelazado y apoyado sin reservas Venezuela, me atrevería a afirmar que la revolución Bolivariana -y acaso la Cubana- difícilmente habrían podido atravesar solas el desierto ideológico, político y moral dejado por el derrumbe del socialismo real y la implantación de las políticas neoliberales. Cuando se escriba la historia de esta época en América Latina será indispensable valorar cuanto aportó a ella la creativa interacción surgida del compañerismo y la amistad entre Fidel Castro y Hugo Chávez.
Hablemos ahora sintéticamente de los logros del gobierno bolivariano. La aguda visión de Chávez sobre la importancia geopolítica del petróleo se manifestó en la revitalización de la moribunda OPEP bajo su liderazgo, que se tradujo en el aumento del precio desde 7 dólares el barril a los 70 actuales. Ello sentó las bases para romper con la subordinación colonial del petróleo venezolano a los intereses del imperio establecida por los gobiernos neoliberales. Quedó completado cuando la derrota del golpe de Estado y de la huelga petrolera retornó al Estado las palancas fundamentales de decisión sobre la industria. Esto permitió a Chávez convertir al petróleo en un poderoso instrumento de redistribución de riqueza, de verdadero desarrollo económico, de integración latinoamericana y de una política exterior independiente que diversificó sus relaciones políticas y económicas en el mundo. Fue así que pudo disponerse de los fondos para las Misiones Sociales, cuyo efecto ha sido muy benéfico en la elevación de la calidad de vida y de la conciencia política de los mayoritarios segmentos excluidos hasta 1998. Las misiones consiguieron sacar de la pobreza y la miseria a millones, liquidar el analfabetismo, hacer que creciera la matrícula escolar un 24 por ciento, incluyendo cientos de miles de adultos egresados de sexto grado, secundaria, bachillerato y carreras profesionales. Las Misiones Barrio Adentro I y II han revolucionado los servicios de salud que ahora están al alcance de todos gratuitamente y cuentan con cientos de centros de excelencia, como los de diagnóstico integral. La misión Mercal ha distribuido millones de toneladas de alimentos a precios subvencionados. Más de 4 millones de escolares reciben alimentos gratuitamente. Venezuela ha pasado a ser un país de desarrollo humano alto, 7 puntos por encima de 1998, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Son avances sociales inimaginables antes de la revolución Bolivariana pero el propio Chávez no está conforme con ellos pues con los recursos energéticos de Venezuela no debería existir pobreza. Por eso insiste en la necesidad de avanzar hacia el socialismo radicalizando la revolución. De modo que ganar dos terceras partes de la Asamblea Nacional en septiembre es una cuestión de vida o muerte para el Partido Socialista Unido de Venezuela ya que ello asegura la radicalización de las conquistas sociales e impide que la contrarrevolución desmantele las leyes revolucionarias como ha alertado Chávez. Lograrlo exige un gran trabajo político pues aunque Chávez sea por mucho el líder más popular de Venezuela, esto no se traslada automáticamente a los candidatos del chavismo, a quienes los electores pueden pasar la cuenta por innumerables rémoras políticas con que carga la revolución a sus espaldas, sobre todo porque el poder popular no ha logrado aún suplantar al Estado burgués.
Pero la contrarrevolución prefiere la violencia a las elecciones -que teme perder- como se ha visto a lo largo de estos once años. Ello se inserta en el marco de la ofensiva de Estados Unidos contra las fuerzas revolucionarias y progresistas de América Latina, que tuvo jalones importantes con las bases en Colombia, el golpe en Honduras y la virtual ocupación militar de Haití pero cuyo objetivo principal es destruir la revolución Bolivariana.
Fuente:Argenpress.

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