El lugar de las víctimas
La filmación de los hermanos Noble Herrera, reproduciendo el texto de la solicitada, fue difundida el jueves por TN.
Cómo la agencia de carlos souto preparó la solicitada que firmaron Felipe y Marcela.
Por Daniel Cecchini
La filmación de los hermanos Noble Herrera, reproduciendo el texto de la solicitada, fue difundida el jueves por TN.
Cómo la agencia de carlos souto preparó la solicitada que firmaron Felipe y Marcela.
Por Daniel Cecchini
Desde el momento mismo en que fue publicada, se sospechó que la solicitada aparecida en Clarín, La Nación y Página/12 con las firmas de Marcela y Felipe Noble Herrera no era obra de los jóvenes que en 1976 fueron adoptados irregularmente por Ernestina Herrera de Noble. Lo mismo sucedió con la declaración que hicieron frente a las cámaras de TN, donde resultó evidente que leían poco naturalmente el mismo texto de la publicación, que se les iba mostrando en un telepromter al que no podían dejar de mirar.
En realidad, la aparición pública de los dos jóvenes –por primera vez desde que se inició, hace ocho años, la causa que investiga sus orígenes– fue una desesperada jugada comunicacional preparada a pedido de la dirección del Grupo Clarín por expertos de la agencia La Ese, que dirige el publicista y marketinero político Carlos Souto, el mismo que armó el equipo de falsos foristas que invade las páginas web de los medios e inunda de llamadas los teléfonos de ciertos programas de radio (ver págs. 2 a 4). La entrada en escena de Marcela y Felipe –algo que los abogados de Clarín siempre trataron de evitar– coincide con el fracaso de las últimas presentaciones judiciales para evitar la comparación, en el Banco Nacional de Datos Genéticos, de las muestras de ADN de los jóvenes con las de todos los familiares de desaparecidos, como establece la ley aprobada por amplia mayoría en las dos Cámaras el año pasado. Para armar el texto, Souto no sólo trabajó en equipo con los abogados de la directora de Clarín sino que consultó a otro estudio jurídico, con uno de cuyos dueños tiene lazos familiares. En líneas generales, la maniobra intenta instalar a la directora de Clarín en un lugar muy caro en el imaginario de los argentinos: el de una madre que ama a sus hijos. Busca también desplazar la situación de víctimas de Felipe y Marcela de un lugar a otro: en vez de ser posibles víctimas de los delitos de apropiación indebida y robo de identidad, los instala como una “pieza más” de una “embestida” del Gobierno contra el Grupo Clarín.
También pretende presentarlos como personas a quienes se les está invadiendo la intimidad, pero omite deliberadamente decir que la comparación de las muestras de ADN ordenada por la Justicia no apunta sólo a descubrir sus orígenes biológicos –y de ese modo sus verdaderas identidades–, sino que también es necesaria para esclarecer uno o más presuntos delitos cometidos en el marco del terrorismo de Estado.
El diseño de la presentación televisiva de los jóvenes evitó el formato de la entrevista, mucho más eficaz para conmover a la audiencia. Prefirió limitarla a la lectura del texto de la solicitada para no correr los riesgos de decir inconveniencias o cometer fallidos que plantea un diálogo. Tampoco les habría resultado fácil encontrar un periodista de prestigio - incluso dentro de Grupo - que aceptara hacer preguntas guionadas por abogados y publicistas.Entre otras falsedades, la solicitada preparada por Souto les hace decir: “Nunca tuvimos ningún indicio concreto de que podamos ser hijos de desaparecidos”.
El 12 de mayo de 2003, la propia Ernestina Herrera de Noble escribió una carta abierta en Clarín donde reconocía que “muchas veces he hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres hayan sido víctimas de la represión ilegal”. Lo único cierto que hay en el texto es que Marcela y Felipe son víctimas. Aunque no de un ataque orquestado por poderosos enemigos. Claramente son víctimas de sus manipuladores.
La agencia de comunicación que hace el trabajo sucio para Clarín
Carlos Souto, director de La Ese, se jacta de haber armado las imágenes de muchos dirigentes políticos de la oposición.
Carlos Souto, director de La Ese, se jacta de haber armado las imágenes de muchos dirigentes políticos de la oposición.

Las operaciones clandestinas del grupo de tareas formado por el publicista Carlos Souto.
Por Lucas Carrasco y Jimena Arnolfi
El Grupo Clarín contrató a la agencia internacional de publicidad La Ese, especializada en marketing político, para reclutar un ejército pago que congestione las líneas de teléfonos de radios –de modo que sólo ingresen los llamados de sus telemarketers– y para que insulte a los comentaristas de internet que escriban en contra del Grupo Clarín o a favor de la ley de medios K y el Fútbol para todos. Esa agencia, también se encarga de guionar los discursos para aquellos que defienden la judicialización de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para impedir su plena vigencia.
La primera tanda de contratados –unos 30 empleados en negro– fue en octubre de 2009, cuando se trató la ley de medios en el Congreso y el debate tomó estado público. Los bloggers rentados por el Grupo Clarín debían instalar términos como ley k, ley mordaza, dictadura o corrupción. Aún hoy y con miras de seguir hasta la campaña electoral del 2011, el grupo de tareas mediáticas contratado por La Ese libra sus batallas remotas en las lujosas oficinas de Perú al 800, barrio de San Telmo, en una hermosa casona de estilo francés construida en 1912. Ahí funciona La Ese, propiedad de Carlos Souto.
Los creativos de Souto escribieron la solicitada y el guión del mensaje televisado de Marcela y Felipe Noble Herrera en los canales del Grupo Clarín, hablando en contra de la ley que establece al Banco Nacional de Datos Genéticos como el único autorizado para el estudio de compatibilidad para personas que hubieran sido apropiadas durante la última dictadura militar (ver página 5). Clientes. La lista de Souto no tiene desperdicio. Fue publicista de la Alianza que encabezó Fernando De La Rúa, intentó sin éxito remontar a Carlos Menem en 2003 y actualmente se enorgullece de haber trabajado con Julio Cobos y de ser el verdadero cerebro del “Alika, Alikate” para catapultar como líder de la antipolítica al colombiano Francisco De Narváez.
La usina anti k. Está conformada por dos áreas: el blog y el call center. Los bloggers intervienen los medios gráficos online a través de la redacción de comentarios apelando a identidades falsas. Desde un buscador rastrean números de DNI y luego utilizan los nombres de esas personas para llenar los formularios de las páginas donde mandan mensajes escritos por creativos. Además se encargan de hacer control del scroll: cuentan cuántos comentarios a favor y cuántos comentarios en contra hay sobre la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, investigan quiénes son los usuarios que comentan en las antípodas de la bajada de línea recibida, etc. También mandan mails a las casillas de esos comentaristas, generan confianza y establecen una relación. Entre las páginas que graffittean figuran la web de La Nación, La Política On Line, Crítica de la Argentina, Minuto Uno y Perfil.
Todas estas actividades están destinadas a falsear identidades y contravenir toda la deontología periodística, así como los códigos de ética de la comunicación publicitaria. Se asemejan a talleres de costura clandestina que después son utilizados por las grandes marcas. Con un agravante, a quienes cosen por un salario de miseria, no les obligan a mentir o a hacer tareas delictivas. Miradas al Sur accedió a fuentes inobjetables para reconstruir la actividad de La Ese. El clima de secretismo está reforzado por un pedido oral de confidencialidad. Un tema que tiene estatutos legales y valen sólo en la medida en que estén firmados por conformidad plena por los empleados de las empresas. En este caso se trata apenas de una simulación para amedrentar a jóvenes que trabajan en negro y no están asesorados legalmente. Además, va acompañado con un adoctrinamiento político: “Esto es una guerra” y “el Gobierno hace lo mismo que nosotros pero al revés”, les dicen.
Modus operandi. Los empleados del call center son los que se dedican a bloquear las líneas de oyentes de las principales radios en las que curiosamente no figuran las del Grupo Clarín: Nacional, Del Plata, América, Continental, La Red, La Diez, Metro, Rock And Pop y Belgrano. A su vez, se encargan de desgrabar lo dicho en esas radios para monitorear lo que va sucediendo. Hacen estadísticas, informes sobre cuál es la tendencia de cada conductor, qué línea política desarrolla cada programa, cuáles se acercan más al Gobierno, cuáles se alejan más, etc. Siempre desde la óptica de los intereses políticos y económicos del Grupo Clarín.
El sector call center posee un servidor de última generación que permite que en las radios se bloqueen los conmutadores de modo que sólo lleguen los mensajes guionados por la empresa contratada del Grupo Clarín, y simultáneamente se delinea la estrategia de ataque a la ley de medios k. Los jefes de la usina entregan chips y tarjetas telefónicas para cambiar el número del teléfono de manera que sea imposible de comprobar que todos los llamados vienen del mismo lugar.Por su parte, los supuestos bloggers tienen a su disposición un software propio que rastrea los comentarios adversos a Clarín en internet. Así pueden detectarlos y bajar línea anti K. Las computadoras de la agencia de Souto poseen modems inalámbricos y un sistema rotativo de IP’s para que tampoco se puedan rastrear las rutas de las PC que efectúan los mensajes.
El coordinador de los grupos es el hijo del Fiscal Federal de Misiones Juan Carlos Tesorero (ver recuadro), Juan Andrés Tesorero, sobrino de Carlos Souto. El estudio jurídico que el Fiscal abrió por intermedio de su esposa en la ciudad de Buenos Aires tuvo su primera baja hace dos meses: Juan Andrés renunció al trabajo con su madre para dedicarse tiempo completo a la cruzada anti K. De hecho, hasta cambió de barrio para mudarse a la misma cuadra de la agencia La Ese. “No hablar ni con la familia del tema”. Ése es uno de los pedidos explícitos de Juan Andrés Tesorero a la hora de contactar a los reclusos de la usina anti K.
Confidencialidad ante todo. Ninguno llega a formar parte de esta campaña sucia respondiendo a una búsqueda laboral naturalizada. Todos son “amigos de”, “familiares de”, “conocidos de”. Gente que va a poner el cuerpo y va a guardar el secreto ante todo. Pero todo gran plan tiene sus baches.
Una de las promesas iniciales que reciben los contratados es la “certeza” de un mejor trabajo a futuro tras algunos meses de pasantía informal y deleznable. Juan Andrés se encarga de mostrar las fotos de su tío al lado de Elisa Carrió, Francisco De Narváez, Julio Cobos, Carlos Menem y el resto de los contactos de los que se vale económicamente la agencia. En La Ese se respira el poder. Así es como estos jóvenes estudiantes universitarios, con necesidades económicas y promesas falsas de inserción laboral en puestos de trabajo más reales y menos vergonzantes, reciben salarios por encima de la media. Los salarios provenientes del dinero del Grupo Clarín oscilan entre los 2.000 pesos para principiantes y los 4.000 para quienes se adapten con comodidad a la dinámica de pulverizar la ética aprendida en la UBA.
La falsificación online de la identidad. A la hora de hacer un comentario en algunas de las páginas de internet de los diarios, los honrados ciudadanos que ejercen su derecho a la libre expresión deben completar un formulario donde se pide nombre y apellido, DNI, teléfono y dirección entre otros datos de rigor. Pues bien, quienes trabajan en esta usina destinada a intoxicar la comunicación, falsean identidades para efectuar la tarea de mostrarse indignados ante “la prepotencia gubernamental” cuando en realidad son sólo mensajeros de creativos publicitarios pagados por los grandes medios.
Estilo Souto. La agencia se vale de una serie de tópicos para instalar una serie de palabras y conceptos: descalificaciones agresivas a todo lo que se jacte de K, discursos desestabilizadores, términos construidos para temas específicos y adjetivos infaltables –“PROGREcinismo”, “guerrilleros”, “bolches”, “los KK”, etc.–.
Entonces se leen cosas como “Se trata de aprietes de la izquierda vernácula, que no puede con su genio y, como en los ’70, saca a relucir su repugnante Fascismo de Izquierda” (dixit de un comentario posteado en la crónica Cuando la plaza se pone a hablar, publicada por Miradas al Sur en el número anterior).Por otro lado, los contratados reciben una advertencia: nunca hablar de “monopolio”. Nunca mencionar a Clarín.
Ahora bien. Es inevitable que un chico que escribe cientos de mensajes por día no repita su discurso. Al hacer la prueba, uno hace un copy paste en uno de estos mensajes corrosivamente anti K, lo pega en la caja de búsqueda de Google y, oh patafísica, el mismo mensaje figura repetidamente en distintas notas de distintas páginas web.
Grupo de tareas sin vacaciones. En enero y febrero de este año la agencia La Ese alquiló casas de veraneo en la costa y trasladó sus oficinas. Los contratados cobraban por unos días de trabajo en la playa lo mismo que durante un mes en Buenos Aires. Los jefes les entregaban chips, tarjetas telefónicas y computadoras con modems inalámbricos para que ninguna de las nuevas intervenciones veraniegas fueran detectadas.
La tarea consistía en escuchar ininterrumpidamente dos radios que no fueran del Grupo Clarín por persona y tomar apuntes tal como lo hacían en las oficinas de San Telmo. Estos apuntes debían ser quemados sistemáticamente para que no quedaran rastros de sus tareas.Cadena monopólica. El jueves último, cuando la solicitada de Marcela y Felipe ya estaba publicada en los principales diarios del país, La Ese recibió una visita en sus oficinas. Era un ejecutivo de Clarín que iba a certificar que ese grupo de tareas estaba en pleno funcionamiento justo el día de la publicación de la solicitada.
Necesitaban que las páginas webs estuvieran inundadas de mensajes en los cuales se entendía “la ternura de una madre a sus dos hijos adoptados”. En cambio de asumir la cruda realidad: Ernestina Herrera Noble está sospechada de fraguar la verdadera identidad de Felipe y Marcela.El viernes pasado al mediodía, Carlos Souto dio la orden de parar las otras actividades de la agencia. El portal digital de Crítica había lanzado una encuesta en su página web, preguntando si Marcela y Felipe Noble Herrera eran rehenes de Clarín o eran manipulados por el Gobierno.
El porcentaje mayoritario votaba por la opción “rehenes de Clarín”. Souto pegó el grito en el cielo y ordenó que todos sus empleados dejaran las tareas y clickearan para que Clarín ganara esa supuesta encuesta virtual. Detalle final: esta historia tomada como un juego digital por jóvenes que no saben cuáles son sus derechos y obligaciones tiene un pariente terrorífico en el pasado reciente.
Es una réplica de las usinas de desinformación de agentes y ex agentes de las Fuerzas Armadas de seguridad que en los primeros años de la democracia sembraron el temor y el clima de desestabilización de determinado grupos de poder.
La estrategia de ganar tiempo
Una vez más, los abogados de Ernestina Herrera de Noble recurrieron a la presentación de un recurso extraordinario que podría demorar de dos a tres semanas los estudios de ADN.
Por Gabriel Bencivengo
Los análisis de histocompatibilidad para determinar si Felipe y Marcela Noble Herrera son hijos de desaparecidos sufrirá un nuevo retraso. La situación es consecuencia del recurso extraordinario interpuesto por los abogados de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble ante la Sala II de la Cámara de Casación Penal, luego de que el tribunal penal allanara el camino para la realización de las pericias en el Banco Nacional de Datos Genéticos (Bndg). La demora –según estimaron los especialistas consultados por Miradas al Sur– se traducirá en un paréntesis de entre dos y tres semanas.
La presentación, que esta vez lleva la firma de Felipe y Marcela, es consecuencia de la decisión de los camaristas Guillermo Yacobucci, Luis García y Gabriel Mitchell de rechazar el recurso de queja planteado por los abogados contratados por la dueña del Grupo Clarín contra la sentencia de la Sala II de la Cámara Federal de San Martín, que le ordenó al juez federal Conrado Bergesio avanzar sin más demoras con los exámenes.
Quienes accedieron al escrito aseguran que se trata de un desarrollo puramente formal y técnico, cuya línea argumental no difiere a grandes trazos con la solicitada publicada con las firmas de Felipe y Marcela en varios matutinos. En pocas palabras: que la determinación de Yacobucci, García y Mitchell de rechazar in limine la presentación los dejó sin la posibilidad de ejercer sus derechos al recurso y los obliga a realizar un análisis pericial que no consienten.
Ahora, serán los mismos integrantes de Casación que denegaron la queja quienes deberán determinar si hacen lugar al recurso extraordinario. Su concesión depositaría el expediente sobre los escritorios de los ministros de la Corte Suprema. Una alternativa que aún subsistirá si los camaristas deciden no concederlo.
En este caso, porque a los representantes de Felipe y Marcela les quedará jugar una última carta: ir nuevamente en queja, pero esta vez directamente ante el máximo tribunal.
Los conocedores en cuestiones procesales opinan que un rechazo del recurso extraordinario tendría que abrir la puerta a la inmediata concreción de los análisis.
“A Bergesio no le quedaría otra alternativa”, evaluó un abogado que tuvo una extensa trayectoria en el fuero penal. El letrado, que por razones profesionales prefirió no aparecer mencionado, fue más lejos y estimó que “aún con el recurso pendiente de resolución se debería avanzar con las pericias”.
La posición coincide con la evaluación de los abogados de Abuelas. Sin embargo, al margen de las legítimas pretensiones de quienes pugnan por alcanzar la verdad, algunos especialistas –aunque en minoría– argumentan que la actual situación tiene asidero técnico. Desde esta óptica, argumentan que está dentro de lo razonable que los exámenes queden trabados mientras se sustancia la posibilidad del recurso extraordinario.
“Se puede discutir. Al menos no se trata del mamarracho que hicieron en ocasiones anteriores con la causa”, concede la fuente.Todo hace prever que una denegación del recurso extraordinario abrirá una nueva y muy fuerte instancia de discusión. Los abogados de Herrera de Noble seguramente se presentarán en queja ante la Corte.
“El tema es qué pasa en el ínterin. Para que se entienda: lo importante es qué ocurrirá en el lapso que va desde la presentación hasta que los ministros resuelvan si la admiten o no”, explicó el penalista consultado. Una situación que ya se planteó cuando los abogados de Abuelas denunciaron que Casación declaró la suspensión de los análisis sin haberse expedido sobre la admisión de la queja que finalmente rechazó.Cuestiones procesales al margen, todo indica que la causa tocará, por un camino u otro, a las puertas de la Corte.
Mientras tanto, las miradas están puestas en la audiencia convocada para el martes próximo por la Sala II de la Cámara Federal de San Martín con el objeto de resolver la recusación planteada contra Bergesio por la fiscal federal Rita Molina (ver recuadro).
Aunque la cuestión no está directamente ligada al recurso extraordinario planteado, nadie descarta que la decisión de los camaristas Daniel Rudi, Alfredo Mansur y Horacio Prack pueda incidir en forma sustancial en el derrotero del expediente.
FuentedeOrigen:MiradasalSur
Fuente:Rdendh
No hay comentarios:
Publicar un comentario