Mas muerte y violencia política y social en Colombia
Por Apolinar Díaz – Callejas
En el día de hoy envié a ARGENPRESS en Buenos Aires, una información resumida en que le anuncié mi envío, de inmediato, de un documento de trabajo sobre la violencia en Colombia en la actualidad, en que pone en la cara y en la mesa de todos los colombianos el dato monstruoso registrado por el sociólogo y escritor Jorge Orlando Melo, quien repite la denuncia clásica de Colombia sobre los 40 años de muertes y masacres de gentes de todas las categorías sociales, especialmente del campesinado y sectores más pobres del país.
Jorge Orlando Melo denuncia que durante esta etapa fueron asesinados un millón de colombianos pobres, especialmente campesinos, y de diversas clases pobres del país.
Ante esa denuncia resolví impulsar un trabajo al día de hoy sobre la marcha de los asesinatos de la violencia en Colombia que han sido encubiertos y dejados sin castigo a los responsables de los crímenes.
Jorge Orlando Melo denunció como comprobación de sus investigaciones que el total de los asesinatos políticos y sociales en Colombia sobrepasan el millón de víctimas campesinas y de gente pobre. Todo eso fue el precio hecho pagar a los campesinos y gentes honradas de Colombia por el intento gubernamental, especialmente del presidente Carlos Lleras Restrepo, de impulsar una rápida y profunda Reforma Agraria que pusiera fin a la vergüenza de que en Colombia la lucha por la tierra de los campesinos se convirtió en la oportunidad para caer asesinados por los grandes terratenientes y los grandes grupos políticos reaccionarios. Hoy, más de 40 años después de iniciada la Reforma Agraria, el orden social colombiano está regulado por la reacción oficial y de los viejos partidos políticos y de terratenientes contra el proceso de Reforma Agraria. La propia investigación de Jorge Orlando Melo, señala en 1 millón de víctimas el asesinato de campesinos y luchadores por la tierra. El actual gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez liquidó el proceso de Reforma Agraria y el instituto de la empresa estatal que la iba a ejecutar. Uribe Vélez extendió a todo el país la violencia de los campesinos que luchan por la tierra, a la vez que ejecutó la monstruosa operación de hacer una verdadera contrarreforma agraria, entregando a grandes terratenientes de diversas zonas del país tierras de primera calidad para el desarrollo de una agricultura moderna, con cifras de varios cientos de miles de millones de pesos, sin siquiera las garantías de uso normal de esta clase de operaciones. Es la más grande ofensa a la justicia social. El gobierno de Uribe Vélez entregó las tierras y los dineros públicos a hijos de grandes terratenientes. Varios cientos de miles de millones pesos colombianos llegaron a terratenientes y grandes propietarios. Nadie sabe si se recuperará ese dinero o lo dejan al olvido para los que recibieron semejante regalo lo disfruten tranquilos de por vida.
Este hecho intensificó de manera aguda la lucha por la tierra en Colombia y llevó al gobierno de Uribe Vélez a una represión mayor en todo el país.
Por eso las víctimas de las masacres de campesinos y luchadores por la tierra superaron varios cientos de millones de pesos del Estado, entregados a grandes terratenientes. El descubrimiento de este monstruoso asalto de dineros públicos ha puesto de pie al pueblo colombiano y pese a la represión y crímenes oficiales los campesinos de todo el territorio nacional siguen la lucha por la Reforma Agraria pero ante un gobierno agresivo y criminal en el tratamiento del campesinado, respaldado totalmente por el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien, por el contrario, ha impuesto a Colombia y al presidente Uribe Vélez el montaje de 7 bases aéreas, terrestres y acuáticas de guerra en territorio, mares y terrenos de Colombia. Barack Obama ha ejecutado una operación de reconquista del territorio colombiano para beneficio de ese gobierno y de los grandes propietarios de tierras. En estos precisos momentos, se ha anunciado por el gobierno de Barack Obama la instalación de más bases de guerra militar y naval, en territorios y mares de Brasil, Argentina, Chile y posiblemente de otros países latinoamericanos. Es decir, el presidente Obama de Estados Unidos se hizo elegir presidente de su país con el pretexto de ser de raza negra pero con la decisión firme y de guerra de instalar y ampliar todas las bases de guerras en América Latina e islas del Caribe que exige gobierno norteamericano. El presidente Uribe Vélez, precisamente, se convirtió en el instrumento principal de la nueva política militar de Estados Unidos y de su presidente Obama contra las naciones de América del Sur y del Caribe. dichas las cosas con claridad absoluta, la situación económica y militar de América Latina y del Sur ha tenido un violento cambio que dirige el presidente Obama: Es apoderarse el imperio norteamericano de una gran cantidad de tierras, mares, ríos y espacios aéreos, que constituyen la base de la soberanía de la América Latina y del Caribe, para transformarlas en bases militares norteamericanas bajo el mando del aparente hombre de Estado Barack Obama, que a principios del siglo XXI ha puesto en marcha de nuevo la más grande política de guerra contra las naciones del Caribe y América del Sur. Nunca como ahora ha sido más agresiva la política imperialista de un gobierno norteamericano.
Pero, al tiempo es evidente que los pueblos latinoamericanos y del Caribe resistirán las nuevas agresiones norteamericanas y darán otra batalla, seguramente la final contra las vulgares agresiones militares e imperialistas del gobierno Obama contra nuestras naciones. Podemos decir con orgullo que en este siglo y ahora derrotaremos de verdad al imperialismo norteamericano. Los pueblos están en pie cada vez con mayor vigor y confiamos en que el pueblo norteamericano y la población de raza negra y de otras razas que habitan esa nación se unirán para impedir la masacre militar y de ocupación de nuestro continente que adelanta a la vista de todos, descaradamente el nuevo presidente norteamericano, el señor Barack Obama, quien tendrá que quedarse con las ganas de ser un conquistador de América y el mundo en el siglo XXI. Se puede decir con vigor y sin vacilaciones que los latinoamericanos y pueblos del Caribe y la gente democrática y popular de Estados Unidos derrotaremos el imperialismo de Estados Unidos en nuestras regiones.
Fuente:Argenpress
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