A confesión de parte

Al descubierto. El edificio de Callao y Viamonte, donde funcionó el aparato de inteligencia del Ejército en dictadura.
Ex militares que figuran en la lista del 601 revelada por Veintitrés, al banquillo. Están acusados de participar en la desaparición de un hombre y la ejecución de una mujer en 1977. La clave fue un sumario donde ellos mismos relataron el operativo.
Por Franco Mizrahi
Ex militares que figuran en la lista del 601 revelada por Veintitrés, al banquillo. Están acusados de participar en la desaparición de un hombre y la ejecución de una mujer en 1977. La clave fue un sumario donde ellos mismos relataron el operativo.
Por Franco Mizrahi
La impunidad vuelve descuidado al que se siente todopoderoso. Esa razón y la tenaz investigación de los organismos de derechos humanos permiten que, tres décadas más tarde, nuevas evidencias de crímenes de lesa humanidad sigan saliendo a la luz. Al cierre de esta edición, el miércoles 26 de mayo, cinco militares comenzaban a prestar declaración indagatoria ante el juez federal de San Martín, Juan Manuel Yalj, por la desaparición y el asesinato de una pareja en 1977. Dos de los imputados figuran en la lista de militares del Batallón de Inteligencia 601 que Veintitrés reveló el 21 de febrero de este año.
En la causa “Riveros, Santiago Omar y otros por privación ilegal de la libertad, tormentos, homicidios”, en la que se investigan los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el Proceso en Campo de Mayo y en los partidos de San Martín, San Isidro, Vicente López y otras localidades de zona norte, figura como prueba el legajo del capitán Carlos Alejandro Guglielmi. Ese documento contiene un sumario revelador, labrado a raíz de un accidente que sufrió Guglielmi en medio de un “operativo” y a partir del cual los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo pidieron que se cite a prestar declaración indagatoria a Carlos Ezcurra Varela (que tuvo el rango de capitán en el Batallón 601), Oscar Rubén Onsari (teniente primero en el mismo cuerpo), Carlos Alberto Pellegrini, Miguel Angel Viviani Rossi y Orisón César Bustos. La solicitud se había realizado un año atrás, pero recién tuvo eco en Tribunales un día después del Bicentenario.
Según consta en el sumario mencionado, el teniente primero médico Héctor Bernardo Huerquebide le escribió una nota al director de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral para informarle que “el Capitán de Gimnasia y Esgrima D. Carlos Alejandro Guglielmi, se encuentra afectado de ‘Esquirla en mano derecha’, por lo que solicito se labren las actuaciones que determina el Artículo 34 de la Reglamentación para el Ejército, Retiros y Pensiones”. A partir de esta orden, una serie de militares desfilaron como testigos de lo sucedido. Nunca imaginaron que las palabras que entonces dijeron se volverían en su contra 33 años después.
En el legajo, cuatro de los cinco uniformados citados dieron cuenta de su participación en un operativo represivo realizado en un domicilio particular de la localidad de Martínez, el 12 de mayo de 1977, aproximadamente a las 23.30.
Fuente:Veintitres
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