SALTA:SE CONFORMÓ EL TRIBUNAL PARA LA CAUSA RAGONE - SU POLÍTICA AGRARIA.

Un tribunal presidido por Marta Snopek juzgará el caso Ragone
Un tribunal que presidirá la jueza Marta Liliana Snopek será el encargado de juzgar el caso del secuestro y desaparición del ex gobernador Miguel Ragone, aunque aún no se ha decidido una fecha para el inicio de las audiencias.

Los jueces dejaron fuera de la querella al nieto Fernando Pequeño Ragone, y al ex intendente Juan Carlos Villamayor.
Snopek -que juró en diciembre como jueza en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Salta y actuó en el juicio por el secuestro del escribano Aldo Melitón Bustos- integrará el estrado junto con los jueces Luis Giménez, de Tierra del Fuego, y Adolfo Guzmán, de Catamarca, designados por la Cámara de Casación Penal de la Nación.
Elevada a juicio por el juez Julio Leonardo Bavio, la causa está a la espera de que el Tribunal fije la fecha del inicio de las audiencias que, según se especula en el ámbito judicial- podría ser en julio o agosto.Mientras, los jueces dejaron fuera de la querella al nieto del ex gobernador y a Villamayor. El cuerpo consideró que tenían legitimación procesal y dejó sólo tres grupos querellantes.

"Para mí el hecho de que actúen mis tíos me da absolutamente igual. He trabajado estos años para que la causa siga adelante. Y no quiero por eso ningún retardo en el juicio. Lo que queremos es que mi abuela -Clotilde Suárez de Ragone- vea aunque sea el comienzo del juicio", comentó Pequeño Ragone sobre la medida del Tribunal.Así, por un lado actuarán los hijos de Miguel Ragone, por otro Margarita Leal -la mujer que resultó herida en el tiroteo que provocó la muerte del comerciante Santiago Arredes y que presentó una demanda civil-, y por otro los organismos oficiales: la Cámara de Diputados de la Provicincia y las secretarías de Derechos Humanos de la Nación y de la Provincia.
Ahora resta el lugar que tendrá otro querellante, la asociación "Encuentro por la Memoria", que solicitará no estar dentro del grupo de los organismos oficiales, tal como pretende el Tribunal, por entender que su objetivo es, justamente, reclamar al Estado el respeto por los derechos humanos.Miguel Ragone, el único ex gobernador desaparecido en la Argentina fue secuestrado el 11 de marzo de 1976 por un comando que actuó en una "zona liberada", a tres cuadras de su domicilio. Su cuerpo nunca apareció.

Desde entonces la causa para determinar los responsables pasó por distintas manos, hasta llegar al Tribunal que la juzgará. El primero en investigar el hecho fue Ricardo Lona, que cerró la causa en sólo tres meses argumentando que no encontraba imputados: terminó procesado por prevaricato.La anulación de las leyes de obediencia debida y de punto final posibilitaron la rehabilitación de la causa en la que llegaron a presentarse ocho querellantes.Desde entonces quedaron procesados los entonces jefe de la Guarnición Ejército Salta, Carlos Mulhall; jefe de la Policía de la Provincia, Miguel Gentil, y los hermanos Pedro y Raúl Herrera, que se encontraban de guardia cerca del lugar de los hechos.
En la causa también están procesados Joaquín Guil, que oficiaba de director de Seguridad de la Provincia, y Andrés Soraire, un agente policial que actuó en la llamada "Guardia del Monte" dedicada a la persecución de "sospechosos ideológicos".Después de Lona, la causa pasó por cuatro jueces. Abel Cornejo se excusó por enemistad manifiesta con Lona, a quien creía indispensable indagar. Miguel Medina no pudo terminar la instrucción, pues fue recusado cuando se conoció que había defendido a Soraire con anterioridad. Entonces la causa pasó a un juez ad hoc, Pío Castellani, hasta que a su renuncia Julio Bavio terminó de instruirla y la elevó a juicio.
FuentedeOrigen:http://www.nuevodiariodesalta.com.ar/
Fuente:rdendh

Ragone y tierra: la polí­tica agraria del único gobernador constitucional desaparecido
(Parte I)

Por Elena Corvalan
Piensan que estoy sacando el sol de la soledad,que, por estar en mi raíz, ya no crezco más.(…)Déjenme estar, de solo estar viendo el sol volveryo quiero ver en mi país el amanecer.(Fuego en Animaná, de Armando Tejada Gómez)
Miguel Ragone ostenta la desgraciada distinción de ser el único gobernador constitucional secuestrado y desaparecido por la represión estatal y paraestatal iniciada en la década del 70. Tiene otra singularidad, aunque es menos conocida: fue también el primer gobernador que pensó en entregar títulos de tierras a las comunidades aborígenes, y que inició un trabajo con los campesinos.
El sino de la gestión de Ragone, de poco más de año y medio, fue la dificultad para conformar a la derecha y a la izquierda peronista. Ese sino lo persigue aún hoy: para unos hizo bastante (considerando las circustancias); para otros, se quedó corto.

Durante su breve gobierno (asumió el 11 de marzo de 1973 y fue intervenido en noviembre de 1974) Ragone encargó un diagnóstico de las comunidades aborígenes existentes en el territorio provincial, luego visitó algunas de estas comunidades –con lo que se constituyó en el primer gobernador en llegar hasta esos lugares- e intentó poner en práctica acciones para ayudar a concretar proyectos que sacaran de la extrema pobreza a los pueblos originarios. Así lo recuerda quien fuera su ministro de Economía, Jesús Pérez.

Otro testigo de la época, Armando Jaime, integrante del Frente Revolucionario Peronista (FRP), que decidió no integrar el gabinete de Ragone, considera que fue muy poco lo que hizo en este sentido. Sí recuerda que durante la campaña electoral Ragone recorrió comunidades indígenas y recogió su pedido de que se les entregara tierra. “Ragone tenía dentro de su plataforma política propuestas bastante radicales sobre los pueblos originarios y las tierras, pero cuando llega a gobierno no lo cumple. Tal vez lo podría haber hecho si hubiera tenido más tiempo. El planteaba que se esperara. El manifestaba la presión” que recibía de algunos sectores, recuerda Jaime.

En su trabajo Gobierno de Miguel Ragone: entre el ideal y la realidad, 1973-1974, las historiadoras María Elina Tejerina y Myriam Rosa Corbacho recuerdan que toda la campaña de Ragone “fue hecha en base a los lineamientos del delegado y luego presidente (Héctor José) Cámpora”. Entre esos lineamientos, se proclamaba que los medios de producción debían estar “en manos de la clase trabajadora”.

Entre las consignas del Cámpora, Ragone también rescató el pronunciamiento del peronismo “por la liberación rechazando la dependencia”. Para él, todos comprendían “de qué y de quienes debemos liberarnos”. E iba más lejos: “Si nuestro pensamiento se asocia de inmediato a los grandes imperialismos, es necesario comprender que también regionalmente debemos liberarnos e independizarnos, sabiendo que en Salta hay hombres que trabajan y hombres que viven del trabajo de los demás”.

Aunque al final resultara escaso lo que pudo hacer, queda claro que la orientación de la acción de gobierno de Ragone disgustó a algunos sectores de la provincia y el país, sobre todo al ala derecha del peronismo. Su propio compañero de fórmula, el vicegobernador Olivio Ríos, representaba a esos descontentos por la cercanía del gobernador con sectores del peronismo revolucionario.

Según su ex ministro de Economía, y biógrafo, Jesús Pérez, Ragone no le dedicaba a la política agraria más tiempo que al resto de asuntos públicos que lo ocupaban. A pesar de ello esta y otras acciones del gobernador, que tendían a beneficiar a los sectores más desprotegidos, le granjearon fuertes enemigos. Y, a juzgar por la suerte corrida por el propio Ragone y gran parte de quienes ocuparon cargos públicos durante su gobierno, el odio de la derecha, y de los represores, los alcanzó hasta quitarles la vida u obligarlos a abandonar el país.

Deseo y rechazo

Jesús Pérez sostiene que en el gobierno de Ragone “había una política definida sobre la tierra fiscal”. Y sobre este punto había dos aspectos sobresalientes: la situación de los indígenas y la de los pequeños campesinos que trabajaban esa tierra pero no la poseían.

Tanto Pérez como Jaime coinciden en que Ragone quiso atender los reclamos de ambos sectores, históricamente desprotegidos. Pero del otro lado se encontró con el rechazo de los grandes empresarios reunidos en la Confederación General Económica, y los terratenientes.

En opinión de Pérez, Ragone no tuvo tiempo para llevar a cabo las ideas que alentaba en torno a la cuestión agraria. Jaime, en cambio, interpreta que el gobernador se equivocó al no tomar medidas drásticas y, en cambio, tratar de aplicar sus políticas por consenso: a Ragone “le faltó coraje y voluntad para arremeter contra la oligarquía. (…) El pensamiento de él era que a través de una política de diplomacia, de manejo inteligente, se iba a resolver todo. Pero con esta gente no se resuelve de esa manera, con esta gente se resuelve así, con el poder, diciendo esto ya no es tuyo, esto es de esta gente. Porque con el tema de la tierra hay muchos intereses creados, y da mucho poder”.

Esa fue, sustancialmente, la diferencia que generó que ni Jaime, ni Juan Carlos Salomón, otro dirigente de la Lista Verde, integraran el gabinete de Ragone. Entre ambas posiciones había “contradicciones que tenían que ver con algunos puntos de vista que sosteníamos nosotros en aquel entonces y que las sostenemos actualmente, en el sentido de la entrega de tierra a los aborígenes de inmediato, la reforma del sistema policial, la reforma agraria y la industrialización de la provincia”.

Jaime reseña que durante la campaña recorrieron comunidades aborígenes. En esas circunstancias escucharon el pedido de tierras. “En Tartagal, en todas las reuniones que tuvimos con los aborígenes nos planteaban lo siguiente: no queremos comida, no queremos ropa, queremos la tierra, y nosotros nos comprometimos a que sí, que eso se iba a cumplir. Eso como Lista Verde”.

Pérez y Jaime coinciden en que la entrega de las tierras a los pueblos originarios no puede esperar más. “Hay que entregarles las tierras, en primer lugar, después que hagan lo que quieran”. “Tienen que ser títulos comunitarios, además tiene que haber un tipo de entrega de tierras que no se le permita enajenarlas”, recomienda Jaime.

El Frente Revolucionario Peronista planteaba que debía hacerse la reforma agraria, aunque fuera por partes. Primero, que se entregara la propiedad de la tierra en las zonas más afectadas, en los departamentos Santa Victoria, Iruya, Rivadavia Banda Norte y en los Valles Calchaquíes. En una segunda etapa se avanzaría sobre otras zonas más productivas.

El propio Jaime se ofrecía como interlocutor entre el Poder Ejecutivo y los legisladores, para convencerlos de la necesidad de llevar a cabo este cambio. Pero a Ragone “le pareció que era muy apresurado”, y como “él era el gobernador”, aceptaron su criterio pero no aceptaron ocupar cargos en su gabinete.

Hacer experiencia

Como suele ocurrir en la política, Ragone tuvo que hacer alianzas para llegar al Gobierno. Su propio vicegobernador venía del ala derecha. Otros integrantes de la lista del PJ en las elecciones generales representaban intereses contrapuestos a los ideales del gobernador. “Lo lleva a senador a Cornejo Linares, era un terrateniente, dueño de todo el departamento Güemes. Entonces, de hecho se va a oponer a cualquier política de reforma agraria, por más chiquita que sea, aunque no le toquen las tierras de él se va a oponer”, recuerda Jaime, para quien la gestión de Ragone “no fue un gobierno de transformaciones económico sociales, era un gobierno popular”.

Para Jaime aquel slogan que acuñó Perón, “la tierra para el que la trabaje”, “era muy formal”, porque en su gobierno no tocó un solo pedazo de tierra, y cuando intentó dictar una ley de reforma le costó la caída. Es el poder de la oligarquía, así como se levantó con el tema de la 125”.

A pesar de estas limitaciones, queda claro que Ragone tenía la intención de llevar a la práctica una política agraria, aunque fuera a través de pequeños proyectos para, como sostiene Pérez, “hacer experiencia”.

Sus intentos fueron frustrados por los grandes productores y empresarios rurales, igual que había ocurrido en la década del 40, con los intentos del justicialismo para que el Estado reconociera el fin social de la tierra. “Siempre ha sido así”, se desesperanza Pérez.

Mientras los empresarios y grandes productores (en algunos casos solo explotadores del campo y sus recursos) trabajaban en grupo, los campesinos y pueblos originarios no tenían capacidad de reacción, por su propia circunstancia. “Es que antes no había organizaciones, salvo honrosas excepciones, que en Salta había una, la de (Felipe) Burgos. Eran organizaciones para trabajar en el campo, justamente con la gente del campo, la que vive en el campo, pero eran pocas. Yo creo que ahora se está intensificando eso con otro criterio, más regional”.

Hubo otras acciones del gobierno de Ragone que dan cuenta de una visión distinta a la del tradicional conservadurismo de los gobiernos salteños. Se le dio importancia a las cooperativas, de hecho, tuvo un área del gobierno encargada de esta cuestión.

Se llevó a cabo también la experiencia de las colonias agrícolas, “organizaciones de campesinos con jóvenes que tenían un espíritu de misioneros. No iban para lucrar, sino para hacer producir y hacerles ganar a los mismos que trabajaban, a los peones”.

Pérez subraya que la gestión de Ragone tenía claro que “una cosa es entregar la tierra a grupos empresarios en forma indiscriminada y otra cosa es estudiar la entrega de la tierra. Yo entiendo que un lote fiscal no tiene razón de ser si no produce nada o representa un recurso natural, pero entregarlo a las empresas, que venga un pulpo, supongamos, en este caso un sojero, esa no era la idea nuestra. Ahora, si fuera para entregar al que trabaja, eso sí”. “No es cuestión de entregar para que vayan arrasando todo y hagan el gran negocio”.

El ataque

Esas acciones fueron interrumpidas por el interventor José Alejandro Mosquera, que se hizo cargo del gobierno provincial el 23 de noviembre de 1974. Es más, por lo que ha podido establecer Otros Territorios (dado que es escasa la investigación histórica referida a este aspecto), la intervención se dedicó a destruir lo poco que Ragone pudo hacer en esta área.

“Y ya no se volvió a hablar más. Es decir, todo lo que tuviera olorcito a una obra del gobierno de Ragone se cambió totalmente. Ya vinieron otros intereses a gobernar”, razona Pérez.

-La represión atacó a los miembros del gobierno de Ragone, ¿hubo un ensañamiento con su gobierno o fue parte del plan general de represión?

-Fue parte del plan general, gorila de las fuerzas armadas. Por eso yo estoy de acuerdo con Cristina, la presidenta, cuando dice que esa gente, esos jefes fueron las que humillaron a las fuerzas armadas, porque en el Clarín la quieren hacer aparecer como que humilla a las fuerzas armadas. No, no, la humillación a las fuerzas armadas la han hecho justamente con el accionar de los jefes y no es solamente en el 76, eso ya viene del año 55 para adelante que la hemos sufrido todos, nunca como en el proceso pero todos hemos sufrido algo. Yo me chupé un año de cana en el 56, cuando fue el levantamiento. Cuando fracasó todo me pegué el raje y me vine a Salta. Y aquí en Salta me detuvieron, y de ahí me llevaron a Olmos y ahí estuve un año. Por peronista. Es que había un decreto que prohibía hasta la mención del nombre de Perón.

-En Salta las fuerzas armadas veían a Ragone como un enemigo.

-Un enemigo total. Por varias cosas, pero fundamentalmente lo consideraban a Ragone simpatizante de los montoneros.

La política agraria “era un tema más” para Ragone, sostiene Pérez. “Poco tiempo y poca posibilidad hubo de profundizar. Ragone estuvo un año y medio nada más, un año y medio complicadísimo. No había forma de establecer una política de apoyo desde el gobierno nacional, porque éramos mal mirados”.

Hoy la figura de Ragone es rescatada por los poderes públicos, sin embargo, todavía nadie, en funciones de gobierno, se ha decidido a realizarle un homenaje desde la acción, tratando de poner en práctica sus ideas y proyectos.

Desaparecido

Miguel Ragone nació en Tucumán, en una familia numerosa de inmigrantes napolitanos. Cuando finalizando su carrera de médico se inició en la función pública convocado por otro médico que trascendería su época: Ramón Carrillo, entonces ministro de Salud de la Nación.

En Salta fue el primer director del Hospital Neurosiquiátrico. En el peronismo militó junto a otros dirigentes progresistas, como Tomás Ryan y el ex gobernador Carlos Xamena.

En 1973, con la Lista Verde, línea interna opositora al ala conservadora del peronismo, fue nominado candidato a gobernador por el PJ. El 11 de marzo de 1973 se impuso por más del 57 por ciento de los votos. Su gestión fue interrumpida por una intervención ordenada por el gobierno de Isabel Martínez de Perón. Los integrantes de su gabinete fueron perseguidos, muchos de ellos fueron asesinados, otros fueron detenidos y otros debieron huir del país. El 11 de marzo de 1976 fue atacado por un grupo armado, integrado por miembros de la Policía de la provincia, la Federal y el Ejército, cuando transitaba desde su casa, en el Pasaje Puló, al trabajo. Fue secuestrado y nunca más se supo de él. La causa abierta para investigar su destino, en la que están acusados el ex jefe del Ejército en Salta, Carlos Alberto Mulhall, y el ex jefe de Inteligencia de la Policía, Joaquín Guil, aún no ha llegado a la instancia del juicio oral y público.
(x) Directora de Radio Nacional Salta. Para MERCOSUR Noticias.
Publicado el ( Jueves, 22 de Abril de 2010 )


Ragone y su política de tierras: cuadernos políticos

(Parte II)
Plan de colonización
En 1982 Jesús Pérez, integrante del gabinete de Miguel Ragone, publicó los Cuadernos Políticos, cuatro trabajos cuyo fin es la capacitación partidaria, referidos a las cuestiones más destacadas durante el gobierno de Miguel Ragone.

Dos de esos cuadernos tratan sobre la temática de las tierras (La tierra para el que la trabaje) y la situación de los pueblos originarios (Qué pasa con los matacos).

En el cuaderno referido a la tierra, Pérez recuerda el mensaje brindado por el gobernador el 26 de mayo de 1974: “A poco de asumir el Gobierno, desechamos cantos de sirenas que propiciaban la colonización de miles de hectáreas de tierras fiscales (pedida por grandes productores), sobre la base de división de lotes y entrega en propiedad de los mismos, más la utilización de créditos, régimen excepcional de pagos, bajos intereses etcétera.

“Requerimos un estudio racional sobre la colonización propuesta pero el mismo nunca fue presentado. Es que no habremos de caer en errores pasados, mucho menos en “la repartija” ya que las tierras son del pueblo y en última instancia deben ser para quien la trabaje.

“Fomentamos eso sí, la creación de cooperativas agrarias, pues nos interesa la colonización de tipo social; cualquier trabajador rural sin más garantía que su trabajo, tiene derecho a poder beneficiarse del uso de la tierra fiscal, mediante el trabajo cooperativo.

“El Gobierno Popular ha creado un ambicioso Plan de Colonización, en cuya concreción han comprometido su apoyo todos los organismos técnicos y financieros nacionales, de competencia en la materia, los que previamente a la firma del Acta, analizaron las propuestas. Así, con seriedad, debe encararse cualquier programa de colonización.

“Ya se inician, como experiencias piloto, las Colonias Agropecuarias de Coronel Moldes y la de Potrero de Linares, como también la Colonia Agrícola de Cafayate.

“El lote fiscal 37, Tolloche, ha sido destinado a Colonia ganadera y forestal; el lote 63, La Puna, para la promoción y racionalización de la cría de caprinos y los lotes 35 y 36 para la empresa forestal estatal.”

En el cuaderno referido a la cuestión indígena, Pérez cuenta el impacto de Ragone al presenciar la vida que llevaban los pueblos originarios. “Al doctor Ragone no le dieron el tiempo suficiente para solucionar este problema ya que su Gobierno apenas duró un año y medio y el peronismo que es el único movimiento político que en Salta mostró cierta sensibilidad por la situación del aborigen, sigue estando en deuda”, afirma.

Y deja constancia de que “al mencionar el término solución del problema nos referimos a algo más que proveerles esporádicamente algo de ropa, alguna medicina y aun parcelas de tierra en propiedad, medidas estas que sin dejar de ser encomiables, fueron realizadas por casi todos los gobiernos; pero aquí se trata de llegar a soluciones de fondo, superando el facilismo que a veces significa la repartija de alimentos y/o enseres domésticos”.

Pérez memora que el 29 de abril de 1974 Ragone firmó, junto a José B. Gelbgard, “la Primer Acta de Concertación del Plan Trienal en el que pudimos hacer incluir obras que benefician al aborigen”.

“Nuestro Programa de Desarrollo integral del Chaco Salteño en las áreas de Bermejo y Pilcomayo, Ruta 34 y Ruta 81 como así también la construcción de 242 viviendas en comunidades aborígenes fue aprobado y tenía asignación específica de fondos”, recuerda. Pero eso quedó trunco tras la intervención a la gestión de Ragone.

En 1982, a las puertas de volver a la democracia, Pérez opinaba que “es un deber de los futuros legisladores salteños interesarse por este lacerante problema” de los pueblos originarios y su reclamo de tierras.
(x) Directora de Radio Nacional Salta. Para MERCOSUR Noticias.
Publicado el ( Viernes, 23 de Abril de 2010 )

Ragone y tierra: Historia de vida

(Parte III)

Armando Jaime, el revolucionario

Amando Jaime fue uno de los dirigentes más destacados de gran parte de la historia argentina. En la dura década del 70, en la que compartió militancia con Agustín Tosco, entre otros personajes de la época, fue perseguido, sobrevivió en la clandestinidad y terminó en el exilio. Regresó al país tan pronto como se recuperó la democracia, para seguir trabajando en lo que cree: la política como instrumento de cambio.

Lo que sigue es su historia contada por él mismo.

“Nací en Salta el 9 de octubre de 1932. Mi padre era panadero y mi madre ayudaba en la casa.
“Nos criamos dentro de un ambiente más o menos de pobreza. Siempre fue difícil, como era en aquella época. Nosotros éramos cinco hermanos y de los cinco dos murieron siendo criaturas y quedamos tres, dos varones y una mujer.

“Nosotros a partir de terminar la escuela primaria nos dedicamos a trabajar ya, para ayudar a los viejos, ¿no?

“En esos momentos es cuando estaba ingresando el peronismo a la vida política argentina. Los primeros tiempos de ingreso de esta nueva agrupación política se notaba, se veía y se experimentaba a nivel popular, mucha mejoría, mejor trabajo, mejor remuneración en el trabajo, una acción social que era bastante efectiva en esos tiempos, porque llegaba a la gente.

“Y de esta manera es que yo siendo muy joven, dieciséis, diecisiete años, me incorporé a la lucha del peronismo.

“Primero en la Juventud y como en todo Partido siempre hay corrientes internas y demás, me incliné por Carlos Xamena, de quien éramos seguidores, dentro del conjunto de dirigentes que había en el peronismo. Carlos Xamena era un hombre que venía de la clase trabajadora. Contaba que venía de Güemes pero creo que era tucumano.

“Yo trabajaba en la industria del vestido aquí en Salta, en un momento dado tuvimos problemas en el Sindicato, yo lo ví a Carlos Xamena y el insistió para que me fuese a trabajar de maestro, y de esa manera cambió mi profesión de la noche a la mañana. En ese momento había una ley que con el fin de resolver el tema de la educación en las zonas alejadas se mandaban maestros sin necesidad de títulos habilitantes.

“Fui a trabajar al departamento Santa Victoria, en Santa Victoria Oeste, ahí hay escuelas muy alejadas, yo estaba en la escuela 292, que era un paraje. Me moví ahí formando unidades básicas, organizando campesinos por la tierra. Y cuando vino el golpe militar del 55 me dejó cesante directamente. Eso era ya un tipo de persecución. Así que yo de Salta me fui a Tucumán y me incorporé a la resistencia peronista, nada más que en ese tiempo se llamaba Comando 17 de Octubre, como militante de base porque era un muchacho joven.

“Ahí lo conocí a Félix Serravalle que al poco tiempo pasó a ser el Comandante Puma, del primer movimiento guerrillero de la época, los Uturuncos, y de ahí fue mi amigo hasta hace poco, ya falleció.

“Volví a Salta, ya que en Tucumán tuve problemas con la Policía por mi actividad allá. Y en Salta con un grupo de compañeros fundamos la Lista Verde, en la lucha interna, junto con Miguel Ragone y otros dirigentes, y empezamos a trabajar para cuestionar a la dirigencia del peronismo, dirigentes que venían de las patronales, algunos que eran terratenientes, y todo esto se llamó Peronismo Renovado, nuevo, tanto es así que la denominación de Lista Verde la pusimos como réplica de la Lista Verde que había organizado Andrés Framini en el Sindicato Textil de Buenos Aires. Este Sindicato, en las reuniones de la mesa de organizaciones, junto con otros, impulsaba el famoso programa de Huerta Grande, un programa ya de corte socialista. En toda la campaña que realizamos con la Lista Verde se difundía este programa. Al punto que los de la Lista Celeste y Blanca y los de la Lista Azul, decían que la Lista que encabezábamos con el doctor Miguel Ragone era verde por fuera y roja por dentro, así que desde el vamos nos acusaban de comunistas.

“Esto ocurrió hasta que ya la Lista se impuso y finalmente Miguel Ragone salió gobernador.

“En ese período que va del año 1959, más o menos, en adelante yo formé parte primero de la Juventud Peronista a nivel nacional y luego fundamos el Movimiento Revolucionario y Peronista y después cuando entra en crisis el MRP por diferencias internas, se divide en tres fracciones: una encabezada por Gustavo Rearte en Buenos Aires, que era la Juventud Revolucionaria Peronista; otra encabezada por Ernesto Villalón, que mantuvo el nombre de MRP, y la nuestra que era de las provincias del norte que era el Frente Revolucionario Peronista.

“Ese Frente lo fundamos con Juan Carlos Arroyo y Mario Díaz, de Jujuy; con Hugo Andino Lizárraga, de Tucumán; con Félix Serravalle, ex uturunco, de Santiago del Estero, y José Loto, de Termas de Río Hondo.

“Después nos extendimos a Rosario de Santa Fe, a Córdoba y a Buenos Aires. Es decir que el FRP era una organización de carácter nacional.

“Entre los militantes del FRP de Salta estuvo Alfredo Mattioli, Aníbal Puiggoni, Gladys Porcel, Rubén Fortuny, y otros que no me acuerdo en este momento, pero la mayoría de estos fueron desaparecidos o asesinados. En Jujuy Arroyo y Díaz también fueron desaparecidos. Y en Rosario de Santa Fe, donde en la conducción del FRP estaban los hermanos Rivero, perdimos a la compañera Ana María Matta, de Rosario, y a la compañera Hilda Cardozo, de Salta.

“Durante el gobierno de Miguel Ragone, a quien apoyamos en todo momento, tuvimos algunas contradicciones que tenían que ver con algunos puntos de vista que sosteníamos nosotros en aquel entonces y que las sostenemos actualmente, en el sentido de la entrega de tierra a los aborígenes de inmediato, la reforma del sistema policial, la reforma agraria y la industrialización de la provincia.

“En estos puntos, unos más y otros menos, tuvimos contradicciones y por eso, tanto yo como Juan Carlos Salomón, no aceptamos ningún cargo en el gobierno. Pero esto no significó que le quitáramos el apoyo al gobierno de Miguel.“Fue en este período que apareció la CGT Clasista en Salta. Y también del intento de hacer intervenir a la provincia por parte de la extrema derecha del peronismo, que empujó a dirigentes sindicales y políticos a tomar la Casa de Gobierno después de la misa que le hicieron en homenaje al reciente asesinado en ese momento, José Rucci.

“En ese acontecimiento nosotros reunimos a todos los compañeros frente a la Casa de Gobierno. El compañero Eduardo Porcel, que era director de la cárcel, trajo unos guardiacárceles más unos presos a quienes entregó armas, para que retomaran la Casa de Gobierno. Algo inédito, debían ser unos diez o doce presos, después volvieron, entregaron las armas y volvieron adentro; eran presos comunes, nada más que lo estimaban a Porcel porque fue un director de la cárcel que trató bien a los presos.

“Según Rubén Fortuny (que era jefe de la Policía), cuando conversamos después, nos dijo que había recibido una llamada del jefe de la Guarnición Militar diciéndole que no moviera un solo hombre, que si no, el sacaba al Ejército, entonces por esta razón él estaba inmovilizado y no había policías en la Casa de Gobierno. Por eso fue que vino Porcel. Entre los armados venía Aníbal Puiggoni, que era su yerno.

(“Hay muchos hechos inéditos aquí en Salta. Por ejemplo, Rubén Fortuny liquidó todos los elementos de tortura que había en la Comisaría. Hizo arreglar todos los lugares donde se mantenía a los presos, pintar, dejar en condiciones, cosa que la persona que estaba detenida no estuviese como estaba antes que eran realmente inhabitables esos calabozos que tenían.

“A los carros de asalto los pintó de color rosa y celeste para que hagan pasear a los chicos de los barrios en sus cumpleaños o fiestas, cosa que mucha gente, como lo cita Eduardo Galeano en uno de sus libros, cree que es mentira. Y no es así, es una gran verdad.

“Rubén Fortuny tuvo procesados a todos los torturadores, Joaquín Guil, Murúa, y otros y se los metió presos. Fue el único caso en todo el país donde se los metió presos a todos los torturadores. Que luego, por un manejo medio extraño, salieron en libertad.

“Fortuny termina siendo asesinado después en la plaza por un ex policía torturador. Fue una cosa orquestada eso. Ahí se produce una discusión, Fortuny andaba desarmado, y lo encara el hombre este: ‘Sos un hijo de puta’, todo en relación a la prisión de los policías, y bueno, Fortuny le contesta como para agarrarse a pelear con las manos, y el otro saca el arma y lo mata, y se escapa. Fue una cosa preparada, no fue una cosa tan espontánea. El otro era un tipo acostumbrado a la impunidad, un viejo torturador de la policía. Este hombre se escapó, desapareció un tiempo y después apareció y lo hicieron aparecer como emoción violenta.

“Hay un hecho sobresaliente que a veces no se lo menciona, cuando la Policía Federal desaloja a los dirigentes de la CGT Clasista, todo el núcleo de la gente se viene y toma la sede del Partido Justicialista que estaba en la calle Balcarce, en ese momento se devuelve el cadáver de la compañera de Roby Santucho, Ana María Villarreal, ella muere en Trelew, y nosotros hablamos con la familia para que el velorio se hiciera ahí. Se hizo el velatorio ahí y se arrancó con el féretro, cuando estábamos pasando frente a la Casa de Gobierno, que estaba ahí donde está el Centro Cultural, Rubén Fortuny se acerca a la marcha y él mismo toma una de las asas del féretro y marcha junto con nosotros.

“Entonces, como de esto había fotografías y demás, cuando Perón lo llama a Miguel Ragone a Buenos Aires le hace la reprimenda de que tenía muchos infiltrados comunistas -entre comillas- en el gobierno y Miguel le dice que no, que la gente que tenía era gente peronista. Y dice que entonces Perón le sacó la foto de Rubén Fortuny con el féretro de Ana María Villarreal, y a raíz de esto cuando Miguel volvió le pidió la renuncia a Fortuny, obligado por Perón, ¿no? Y cuando ya Fortuny no es jefe de la Policía es cuando es asesinado. )

(“Nosotros comprendíamos que Ragone era el gobernador y él era el que decidía, lo que sí no queríamos ser funcionarios del gobierno, pero mucha gente del FRP lo fue. A nosotros nos parecía poco ético que teniendo nosotros críticas estuviéramos ocupando puestos en el gobierno.

“Cuando fue la toma de la Casa de Gobierno, los únicos compañeros que hablan en la puerta de la Casa de Gobierno somos Juan Carlos Salomón y yo, nadie más. Nosotros somos los que cerramos el acto, y Ragone saludó desde el balcón.

“Se juntó muchísima gente, de hecho también había mucha gente que no pertenecía a la Lista Verde y al FRP que fue, pero nosotros fuimos los que dimos por finalizado el intento de toma. Y una columna de gente volvió a tomar la CGT, eso fue más bien un hecho simbólico.)

“Después de ese tiempo ya entramos a la clandestinidad, antes de que se intervenga al gobierno de Ragone, porque ya teníamos la amenaza de las Tres A. En la primera lista que saca la Tres A yo aparezco junto con Raymundo Ongaro, con Firmenich, con el cura este que después lo asesinan, Angelelli; figuraba Roberto Quieto, que también lo asesinaron. Y no recuerdo quien más, pero de esa lista, vivos debemos haber quedado cuatro.

“(El pase a la clandestinidad) significa que uno vive perseguido y escondido. Estuve un largo tiempo en esa situación hasta que finalmente salí al exilio, porque ya no había de qué, era cosa de días que te pudieran encontrar y ya no contabas más el cuento.

“(El periodo de clandestinidad) lo pasé gran parte en Buenos Aires, en Córdoba y en Rosario. A Salta ya no volví en ese tiempo, era más fácil que me encontraran aquí. Estuve en esas ciudades hasta que salí del país, con documento falso, ya en la dictadura. Andaba por los cuarenta años ya, tenía familia, cuatro hijos. Significó una ruptura familiar de hecho, porque al fin mi separación fue más que todo por el tema de la dictadura.

“(Cuando salí del país) hice un primer paso de visitar Latinoamérica, salí por Brasil. De ahí pasé por Bolivia, por Perú, por Ecuador, por Colombia. Mi tarea internacional fue hablar con los sindicatos para que denunciaran la situación en Argentina, para que llevaran el caso a la OIT, y luego hablar con los partidos de izquierda de cada país y también les planteaba el tema de la dictadura argentina y llevarles toda la documentación para que ellos denunciaran en sus respectivos países la situación en Argentina, y así fui hasta México.

“En Brasil, en San Pablo, con compañeros brasileros, una periodista inglesa y miembros de la iglesia de Brasil, formamos una comisión de solidaridad por los derechos humanos cuyo nombre era Clamor que tuvo una larga actividad de denuncia a nivel internacional. Esto fue cuando pasé la primera vez por Brasil, cuando volví ya estaba funcionando. Y después de eso me fui a Europa, era ya el 77.

“En Europa me presenté a la Acnur en Madrid para tener el estatus de refugiado político, porque hasta ese momento yo andaba con documento falso, tuve varios nombres en esa trayectoria en la clandestinidad. Y cambié de fisonomía también, antes no usaba bigotes, me puse bigotes, todas esas cosas: usaba lentes, que no tenía costumbre de usar lentes. Y me llamé Antonio Fernández, Francisco Ferrara.

“En la época clandestina solía portar un arma. Por eso caí preso esa vez. Ya andaba con un documento a nombre de un tal Agudo, pero en el cruce de Santa Fe a Paraná había una requisa y justo descubren un arma en el auto, entonces me procesaron por esa arma. Y eso me costó ir hasta Rawson, porque si no llevaba el arma, pasaba. A veces el arma sirve para un ataque de un civil, pero en caso de una requisa no se puede usar. Estuve detenido en Santa Fe, estuve como quince días desaparecido y luego ya me blanquearon. Eso fue en la época de Lanusse, en el 71 más o menos, ahí también tuve una etapa de clandestinidad.

“Nosotros nos preparábamos, así que estudiamos sobre el tema militar. Teníamos un plan de preparación política, en el que estudiábamos la cuestión de la política, la cuestión de la economía y la cuestión de la organización, pero aparte veíamos el tema de la ciencia militar y dentro de la ciencia militar lo leíamos a Clause, al Che Guevara, a Mao Tse Tung, al argelino, de manera tal que los compañeros tenían una concepción de lo que era la guerra como tal y de lo que era la guerra prolongada y todo eso. No obstante eso había un poco ilusión de que sería un proceso relativamente corto en cuanto a los años y luego comprendimos que la lucha revolucionaria puede tardar generaciones, el asunto es pelear y pelear, por eso los compañeros jóvenes tienen que entender que la lucha revolucionaria no termina pronto, que puede ser muy larga.

“En Madrid me dan el estatus de refugiado político, porque presenté toda la documentación. Me quedé en Madrid oficialmente. En Madrid armé primero una pequeña cooperativa de confección, hacíamos ropa, chaquetas. Al poco tiempo llegó la hija mía y ya se sumó la hija mía y después de eso ya se desarmó la cooperativa. Ella también llegó perseguida. Y trabajamos los dos en eso, la última cosa que hacíamos era fabricar bolsos, cosas para turistas.

“Viajé por toda Europa, porque siempre iba a dar charlas, fui a un sindicato, un lugar de preparación de cuadros, fui a Suecia, a Barcelona, París, recorrí bastante, siempre en la acción política. Y en Madrid por supuesto, conversando con los compañeros argentinos sobre la situación nacional, sobre las denuncias.

“En esas actividades denunciaba la situación argentina, lo hacíamos todos los compañeros. Y lo que hacíamos con algunos compañeros que habían tenido alguna actividad sindical era viajar todos los años a la OIT a hacer pasillos, es decir estar en la sede de la OIT y con cada delegación que llegue conversar para que denuncie la situación argentina. Entonces una de las personas que concurría ahí era Raymundo Ongaro a hacer pasillo, nos encontramos también ahí con Picinini, de Villa Constitución. Y otros compañeros que uno no se acuerda pero que solían ir ahí.

“Estuve casi seis años en Europa. Volví en cuanto se reinstaló la democracia. No, mi interés era estar en Argentina, no en Europa, aunque nuestra situación económica era buena, no me interesó el tema. Mi hija se vino conmigo. Salimos en marzo del 84. Dejamos tirado el departamento, el autito que tenía mi hija lo dejó tirado en el aeropuerto, no queríamos quedarnos un minuto más allá.

“Me vine a Salta. Y aquí en Salta ya empezamos a trabajar para iniciar un movimiento político, es así que fundamos el MOCEP, y ahora estamos trabajando, tratando de desarrollarlo y tratando de hacer alianzas políticas para estructurar una cosa nacional más o menos fuerte. De todas maneras somos concientes de que es una lucha larga, más después de la dictadura, que ha desaparecido mucha gente, otros se fueron al exilio y hay muchos que quedaron desmoralizados, así que en la dictadura no solamente es contar el daño que nos hicieron con las desapariciones y muertes, sino también con la desmoralización de muchos compañeros y otros que no volvieron más del exilio.

“Así que estamos ahora en una etapa difícil de reorganización y recuperación.

“Soy abuelo y bisabuelo. Por lo general los hijos de los revolucionarios no salen muy revolucionarios, por la vida que les tocó en su infancia, ¿no? Pero ellos (sus hijos) colaboran, no son contra. Una hija mía estuvo secuestrada y se salvó milagrosamente, otra hija en Buenos Aires se escapó milagrosamente de que la atrapen los grupos de tareas, otra se tuvo que exiliar. Y bueno, mi familia sufrió durante años los allanamientos de la Policía, los allanamientos del Ejército. Tuvo una temporada en la que se instalaron en mi casa directamente, fue acá, se instalaron a vivir esperando que yo llegue. Estuvieron varios días adentro.

“Yo ya era un profesional en escaparme. Hay que tener sumo cuidado, pero no obstante, se puede caer, a veces por una casualidad, como me ocurrió con el arma.

“A Ongaro le mataron un hijo, no lo pudieron matar a él y le mataron un hijo. A mucha gente le pasó eso. Yo temía que me pasara eso, los tuve a los chicos míos en Buenos Aires un tiempo y después acá estaban en otras casas.

“Se vive con tensión, la convicción ayuda, pero de todos modos la familia lo tiene que soportar. Es más difícil mover una familia.

“Ni se me ocurre (dejar de militar). Yo creo que los revolucionarios no abandonar la lucha, salvo que no esté muy seguro de lo que esté haciendo, ¿no?

“No (cambió lo que soñaba cuando era joven), hemos cambiado sí en la comprensión de algunos temas de importancia, por ejemplo, que esto ya lo veíamos en época del FRP, que la idea de transformación del peronismo en una opción revolucionaria no es posible, más en los tiempos actuales. En aquellos tiempos había corrientes muy fuertes en el peronismo, se podía lograr una transformación pero después de la dictadura se diezmó todo el peronismo combativo y revolucionario, sí quedaron en el peronismo liberales de todo tipo, neofascistas y oportunistas, así que son los que manejan, especialmente la hegemonía lo tienen los liberales, es el caso de Menem. Y Kirchner como excepción dentro de esto, pero no saca los pies del plato en cuanto al capitalismo y de sus vacilaciones en cuanto a una posición claramente antiimperialista.

“Por eso nosotros consideramos que la lucha política ahora tiene que ser a través de un movimiento de carácter independiente, claramente socialista y claramente antiimperialista y latinoamericanista. De aquí que nosotros apoyamos a Hugo Chávez, a Fidel Castro y, en el caso de nuestros vecinos, a Evo Morales, porque son movimientos políticos que claramente apuntan a una transformación de la sociedad.”
(x) Directora de Radio Nacional Salta. Para MERCOSUR Noticias.
FuentedeOrigen:http://www.mercosurnoticias.com/
Fuente:Rdendh


LA INDEFENSION JURIDICA DE LAS FAMILIAS CAMPESINAS E INDIGENAS MAYO 2010
CAFAYATE: Las desalojaron sin que hayan tenido posibilidad de ser bien notificadas
La ausencia de una notificación en tiempo y forma para dos mujeres que hace 68 años ocupaban unas tierras en Cafayate confluyó el fin de semana pasado en un desalojo.

Integrantes de la familia que fue desalojada en Cafayate.

Aunque el abogado de la familia hizo una denuncia por fraude procesal ante la falsedad de la notificación, la respuesta del titular del Juzgado en lo Correccional de 2ª Nominación, Fernando Marinaro, fue que no se puede hacer nada y que si no desocupaban el lugar "iba a levantar el teléfono para que nos saque la policía".
Es así que los intimó a desocupar "pacíficamente" la tierra que volvió a ser ocupada el lunes, o por el contrario, iba a ordenar el uso de la fuerza pública.
Y es que hasta ayer, las tierras en conflicto eran ocupadas por familiares y vecinos de la familia desalojada.
Así lo contaron ayer Julia Guantay y Juana López (madre e hija), quienes fueron desalojadas de su vivienda el viernes de la semana pasada luego de que la jueza María Stella Pucci de Cornejo fallara en ese sentido y a favor de la empresa La Alameda SA.
Según el relato de las mujeres, la notificación por la cual se las convocaba a una audiencia judicial, en tanto ocupan hace 68 años el terreno del que fueron desalojadas, estaba citada el 10 de febrero pasado.
Esta audiencia, dijeron, se hacía en el marco de un proceso de prescripción veinteñal por parte de la familia.
Aunque las órdenes impartidas por la jueza sostenían que la notificación se debía realizar en forma fehaciente, el juez de Paz a cargo de esta acción, Francisco Bravo, dejó la notificación de febrero en "el cerco" de la vivienda.
Frente al desconocimiento, las mujeres sostuvieron que encontraron la notificación después, y fueron a la audiencia dos días después de que esta haya sido citada, el 12 de febrero. Denunciaron que en marzo se presentó una situación similar en marzo, y volvieron a llegar a la audiencia dos días después.
Ante ello, la jueza determinó dictar la orden de desalojo sin posibilidad de apelaciones ni la presencia de las damnificadas en la audiencia, dado que el plazo para apelar es de 24 horas.
El viernes pasado la policía junto al juez de Paz se acercaron al domicilio de Guantay, identificado con el catastro Nº 2101. Mientras que Julia y su hija estaban en el Hospital de Cafayate, policías y "peones" de la empresa, fueron a vaciar la vivienda.
En ese momento estaba Ciro López, cuñado de Julia, quien tiene 67 años. Según su relato, "la policía entró con el señor (Marcelo) Córdoba (referente de La Alameda), y me dijeron que me vaya y que no vuelva porque iba a ir preso".
Para asegurarse de su salida, dos uniformados agarraron a Ciro del brazo y lo llevaron "hasta la orilla del río", para que de allí salga al pueblo.
Tras el procedimiento, la policía quedó en custodia y según lo indicaron las damnificadas, los adicionales para cuidar el lugar fueron pagados por La Alameda.
FuentedeOrigen:NuevoDiariodeSalta
Fuente:Rdendh