26 de agosto de 2010

LA PLATA: JUICIO U9: "ACÁ HUBO UN GENOCIDIO".

EL ABOGADO CARLOS SLEPOY DECLARO EN EL JUICIO SOBRE LA U9 DE LA PLATA
“Acá hubo un genocidio”
Impulsor de los juicios en España contra los represores argentinos, Slepoy relató su secuestro y detención. Sobre los juicios en la Argentina dijo que “no sólo se ha avanzado mucho sino que se puede hacer infinitamente más todavía”.
El abogado Carlos Slepoy declaró el lunes en La Plata.

Por María Laura D’Amico

“Acá no hubo la existencia de dos demonios que se enfrentaron entre sí, sino un plan para exterminar a aquellos grupos opositores para los militares. Eso se llamó Proceso de Reorganización Nacional. Cientos de centros clandestinos de detención para crear una nueva nación para eliminar a aquellos que pensaban distinto. Eso se llama genocidio”, dijo el abogado Carlos Slepoy al declarar el lunes en el juicio contra los represores de la Unidad 9 de La Plata. Slepoy fue citado como víctima y como testigo de “concepto”, es decir para hacer una conceptualización de lo que ocurrió durante la dictadura. Pero no pudo terminar su exposición debido a las quejas de los abogados defensores, que fueron admitidas por el tribunal.
Slepoy fue representante de las víctimas argentinas en las causas por violaciones a los derechos humanos que se abrieron en España e impulsor de la investigación por crímenes del franquismo.
Contó que fue detenido días antes del golpe del 24 de marzo de 1976 en Chacarita. Estuvo alojado en la ESMA, en Coordinación Federal, en el penal de Devoto y luego trasladado a la U9, donde fue testigo de la violenta requisa del 13 de diciembre de 1976, realizada el día de la asunción de Abel Dupuy como director del penal. Señaló que ahí empezó “la etapa más dura” y que por cualquier motivo los presos podían ser enviados a los calabozos de castigo.
Recordó también los crímenes de Horacio Rapaport y Angel Giorgiadis y dijo que se vivía una situación de “terror” debido, además, a la desaparición de algunos familiares de los detenidos.
Respecto de su situación personal, Slepoy señaló que “jamás se me imputó ningún tipo de delito pero estuve veinte meses en la cárcel”. Dijo que logró salir en libertad gracias a las gestiones de su madre ante el coronel Gatica, quien le consiguió un pase para emigrar a España, donde reside en la actualidad.
Si bien Slepoy dijo sentirse “muy frustrado” porque el tribunal le pidió que se acotara sólo a los hechos que se investigan en este juicio, al salir de la audiencia afirmó que “cuando se reconozca definitivamente que acá hubo un genocidio podemos ponernos a imaginar otras cosas que ni siquiera podemos pensar. Cuando fue la sentencia de las juntas militares en nuestro país se decía que nunca había habido un juicio de estas características en América latina y en el mundo, y se tomaba a esto como que más no se podía hacer. Pero no sólo se ha avanzado mucho sino que se puede hacer infinitamente más todavía”.

RAUL REBAYNERA, “EL NAZI”, PIDIO LA PALABRA
La remanida teoría del complot
Por M. L. D.

Raúl Rebaynera, alias “El nazi”, trató de demostrar su inocencia en los delitos por crímenes de lesa humanidad por los cuales se lo acusa, junto con trece penitenciarios que se desempeñaron en la Unidad 9 de La Plata durante la última dictadura. Con un discurso por momentos deshilvanado y plagado de contradicciones, afirmó ayer ante el Tribunal Oral Federal 1 que los testigos que lo acusan de haberlos torturado “mienten” y han armado “un complot” en su contra.
Durante casi cuatro horas de declaración, Rebaynera desplegó la extensa lista con las anotaciones realizadas desde que comenzaron las audiencias, en abril, se calzó los anteojos para ver de cerca y comenzó a explayarse acerca de las objeciones a los testimonios de diez testigos que lo acusaron de haber sido artífice de tormentos en el tiempo que estuvieron detenidos en el penal. Paralelamente, su abogado defensor, Flavio Gliemo solicitó al Tribunal la realización de careos entre Rebaynera y los testigos Carlos Alvarez, Adolfo Pérez Esquivel, Dalmiro Suárez, Juan Argüello, Carlos Bettiol, Julio Mogordoy, Alberto Elizalde, Carlos Alberto Acquaviva, Eduardo Anguita y Eduardo Zabala para despejar las contradicciones entre sus versiones y la propia.
En el mismo sentido Rebaynera aseguró desconocer la desaparición de familiares de detenidos así como los malos tratos denunciados en el penal.
–¿En algún momento usted tomó conocimiento de que más de treinta familiares de detenidos en la Unidad 9 fueron desaparecidos o secuestrados? –preguntó el juez Falcone.
–Yo ni sabía que existía un centro clandestino, que era La Cacha. Lo supe después de 1983, 1984, en que empezaron a salir en los diarios todas esas cosas. Yo estaba muy abocado a lo mío como penitenciario. Nunca tuve conexiones con militares.
–¿Alguna vez escuchó que personas que estaban detenidas en el penal eran puestas a disposición del Poder Ejecutivo y no llegaban a su domicilio? –insistió Falcone.
–Eso nunca lo supe. Lo estoy sabiendo ahora.
Quienes declararon haber sufrido el maltrato de Rebaynera en la Unidad 9 coinciden en afirmar que lo habían apodado “El nazi” porque parecía un personaje del ejército alemán. De piel muy blanca, ojos azules y uniforme siempre prolijo, lo recuerdan como uno de los oficiales más jóvenes y como “uno de los que más pegaban”. A los veintidós años había adquirido la destreza de aplicar, sin mesura, los peores tratos a los detenidos durante los dos años y medio que se desempeñó en el penal.
FuentedeOrigen:Pagina12
Fuente:Agndh

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