1 de septiembre de 2010

LOS JUZGA UN TRIBUNAL LOS CONDENAMOS TODOS.

Acusaciones contra Díaz Bessone y José Rubén Lofiego
Los relatos del horror
Ayer se leyeron los casos de privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidios de Estrella González, Héctor Vitantonio, Antonio Angel López y Oscar Manzur, así como la privación de la libertad y tormentos de Laura Torresetti.
La secretaria Silvina Andalaf leyó las requisitorias.
Por Sonia Tessa
Con lluvia torrencial empezó ayer la jornada del juicio oral contra Ramón Genaro Díaz Bessone en la sala del Tribunal Federal Oral número 2, esta semana presidido por Otmar Paulucci. La secretaria Silvina Andalaf siguió leyendo las requisitorias de elevación a juicio presentadas por el Ministerio Público Fiscal respecto de la privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidios de Estrella González, Héctor Vitantonio, Antonio Angel López y Oscar Manzur, así como la privación de la libertad y tormentos de Laura Torresetti, que fueron elevados a juicio oral después de la parte que contiene el mayor número de víctimas. La secretaria del Tribunal leyó la descripción de los hechos durante más de una hora, así como las acusaciones al máximo responsable del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército hasta octubre de 1976, Díaz Bessone, y a José Rubén Lofiego, oficial principal de la policía provincial. A las 12 se decidió un intermedio de 15 minutos, que se extendió durante casi una hora. Al retomar la audiencia, lo único que se hizo fue informar que el conjuez José María Escobar Cello debía retirarse para participar de un proceso en la ciudad de Santa Fe, de modo que este juicio se retomará el lunes próximo.
Ayer se cumplió un año del comienzo del primer juicio por delitos de lesa humanidad en Rosario, contra Oscar Pascual Guerrieri y otros cuatro represores, que terminó el 15 de abril pasado con la condena a prisión perpetua de cumplimiento efectivo en cárcel común para todos los acusados. Los mismos jueces, Paulucci, Beatriz Barabani y Jorge Benegas, como integrantes de otro Tribunal, son los encargados de juzgar ahora a Díaz Bessone, Lofiego, Mario Alfredo Marcote, José Antonio Scortecchini, Ramón Rito Vergara y Ricardo Chomicky.
Durante la mañana de ayer se relataron los delitos de lesa humanidad cometidos contra Estrella González y su pareja, Héctor Vitantonio. Fueron secuestrados en la madrugada del 23 de septiembre de 1976 de su casa de Moreno 1064, departamento 6, donde la patota dejó sola a Patricia, la hija de ambos, una beba nacida apenas 10 días antes, el 13. Los dos fueron torturados y asesinados. El 5 de octubre de 1976, sus cadáveres fueron dejados -junto al de Ruth, hermana de Estrella en la avenida de Circunvalación, en un hecho fraguado como enfrentamiento por las fuerzas de seguridad. Estrella tenía 27 años y Héctor, 23. Su sobrina, Josefina González, La Tana, estaba ayer entre el público para escuchar la lectura.
En cambio, Antonio Angel López fue asesinado en la madrugada de 27 de septiembre de 1976, cuando iba en moto por la zona sur con Miriam Moro (su caso ya fue leído en las primeras jornadas del juicio). Según las pruebas recogidas en la etapa de instrucción, López fue asesinado de un balazo en la nuca en el mismo lugar, y su cadáver fue dejado dos días después -junto al de Miriam en un camino rural cercano a Casilda. Tenía 30 años.
El cuarto caso leído ayer correspondió a Oscar Rubén Manzur, de 27 años. Su esposa, Marta Bertolino y su hija, Alejandra, presenciaron la lectura. Oscar y Marta, embarazada, fueron secuestrados en la madrugada del 10 de agosto de 1976, de un departamento de España al 300, donde vivía la familia Girolami, de la que también llevaron a algunos miembros. Todos estuvieron secuestrados en el Servicio de Informaciones. Marta -querellante de este juicio relata que escuchó cómo torturaban a su compañero durante dos días seguidos, y también lo hacían con ella delante de él. En un momento lo oyó decir: "Me muero", y ya no volvió a sentir su voz. Varios testigos relataron los gritos desgarradores de Manzur durante dos días seguidos. Su hija nació en cautiverio, en la maternidad Martin, en septiembre de 1976.
El último y último caso que se leyó ayer en el requerimiento es el de Laura Torresetti, una de las testigos de la causa. Fue privada ilegítimamente de su libertad el 13 de mayo de 1976, por las fuerzas del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército. Fue torturada física y psicológicamente en el Servicio de Informaciones. Allí pudo ver por debajo de la venda a Lofiego, vestido de remera y pantalón negro. "El Ciego" era quien dirigía las sesiones de tortura y Laura pudo oír cómo los otros miembros de la patota decían con sorna "el gordo se quiere divertir", en relación a la tortura. El mismo Lofiego participó en la violación de la detenida, posterior a la tortura.
La requisitoria establece también que Díaz Bessone fue el máximo responsable del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército hasta el 12 de octubre de 1976, cuando fue ascendido a ministro del Ejecutivo nacional. Fue quien dio la orden -verbal de iniciar las operaciones tras el golpe de Estado, según relató Agustín Feced en la causa que se inició con la democracia en los tribunales provinciales. Por otra parte, Lofiego era el encargado de dirigir las sesiones de tortura, y vigilar que no fueran mortales. También era quien redactaba los partes de esas sesiones para el Comando del Segundo Cuerpo de Ejército.
Afuera, en la galería del Tribunal, mientras la lluvia no daba tregua, Graciela Borda Osella sacaba fotos a los compañeros y compañeras que hacían el aguante, como se llama a la vigilia en la vereda de Oroño. Entre ellos, a la sanjuanina Diana Tello, que llegó a Rosario para ver a Les Luthiers pero, en recuerdo de sus antiguos compañeros santafesinos, fue a escuchar el juicio. El marido de Diana está desaparecido. Graciela quiso fotografiarla, sube las fotos cada día a la red social Facebook. Su intención es mostrar la alegría durante los juicios, para que quede como documento del fin de la impunidad. Diana acuerda, mientras sonríe para la foto. "Nuestra lucha ha sido alegre. Los compañeros eran pibes como cualquiera. Nos reíamos, íbamos a las peñas, hacíamos cosas de gente joven además de nuestras tareas militantes", apunta sobre todo aquello que truncó el terrorismo de estado.
Bronca por la suspensión
La decisión del Tribunal Federal Oral número 2 de suspender ayer al mediodía las audiencias hasta el lunes próximo generó el enojo de público, testigos y querellantes. La militante de Derechos Humanos Alicia Lesgart se refirió al "maltrato" que sufren al permanecer en la puerta de los Tribunales, con frío y lluvia, desde las 9.30, sin que los dejen ingresar a la sala de audiencia. "En la sala de al lado están juzgando a narcotraficantes, y sus familias no sufren tantas restricciones para ver el juicio. Nosotros no queremos que a ellos les nieguen sus derechos, pero sí queremos que respeten los nuestros", dijo Lesgart. Yoli Medina -hermana de Oscar, desaparecido sentía "bronca e impotencia", por la suspensión de la audiencia. Todos los días, llega desde Villa Gobernador Gálvez con la foto de su hermano.
Pedido de procesamiento
Los fiscales Federales a cargo de la Unidad de Asistencia para causas por violaciones a los Derechos Humanos, Gonzalo Stara y Mario Gambacorta, presentaron ante el Tribunal Federal Oral número 2 los análisis antropológico y genético correspondientes de los cuerpos Yves Marie Alain Domergue y Cristina Cialcetta Marull, ya que en la causa Díaz Bessone se ventilan los hechos que damnificaron a Cialcetta y por los cuales se encuentra acusado, en su calidad de Jefe de la Zona II, Ramón Genaro Díaz Bessone.
A raíz del análisis antropológico y genético de los restos, se concluyó que la identidad de los cadáveres hallados el día 26 de septiembre de 1976 y cuyos decesos ocurrieron entre los días 24 y 26 de septiembre de 1976, en un paraje cercano a la localidad de Carreras, a la vera de la Ruta Provincial nº 177.
En el mismo sentido y en el marco de la causa que investiga la privación ilegítima de la libertad agravada y homicidio agravado de Domergue , Stara y Gambacorta solicitaron ante el Juzgado Federal número 4 a cargo del juez Marcelo Bailaque, el procesamiento de Ramón Genaro Díaz Bessone. La Cámara Federal de Apelaciones de Rosario había resuelto revocar el procesamiento del que fuera Comandante del Segundo Cuerpo hasta octubre de 1976 y en consecuencia, se había dictado falta de mérito.
Fuente:Rosario12
miércoles 1 de septiembre de 2010
Juicio Díaz Bessone: jornada Nº 11

El juicio a una parte de la patota de Feced que se está llevando adelante en el Tribunal Oral Federal Nº 2 (TOF 2) de Rosario, en el que se juzgan crímenes cometidos durante el terrorismo de estado en el mayor centro clandestino de detención de la provincia de Santa Fe, tuvo este martes una nueva jornada de lectura de las acusaciones. La mala noticia, para los organismos de derechos humanos, llegó al medio día cuando el juez Otmar Paulucci anunció que la audiencia quedaba suspendida.
La interrupción del juicio no cayó bien entre las víctimas, los familiares y los referentes de organismos de derechos humanos que estaban presentes en la sala. “Este juicio por su magnitud va a durar más de un año, pero si nos regimos por los tiempos del tribunal, que dos por tres lo suspende, no se termina nunca”, expresó con bronca un hijo de desaparecidos que sigue las alternativas del proceso, jornada a jornada.
El TOF 2 está juzgando graves delitos de lesa humanidad cometidos contra 93 personas que sufrieron secuestro, privación ilegítima de la libertad y torturas. Los acusados son los ex policías Ramón Rito Vergara, Mario Alfredo Marcote, José Carlos Scortechini; el civil Ricardo Miguel Chomicky, el comandante del Segundo Cuerpo de Ejército, Ramón Genaro Díaz Bessone; y el ex oficial de policía José Rubén Lofiego. A los dos últimos se les imputa además 17 homicidios.
En la audiencia de este martes –la número 11–, la secretaria del tribunal continuó con la lectura de los requerimientos de elevación a juicio ‒es decir las acusaciones‒ contra los imputados. Pero la sorpresa llegó al mediodía cunado desde el tribunal informaron que el juicio no retomaría a la tarde, como es la mecánica habitual.
La información que llegó a los oídos de los representantes de organismos de derechos humanos, aunque sirvió para mitigar la bronca, es que el juez suplente, el santafecino José María Escobar Cello, tenía un compromiso y que al no poder estar presente se debió suspender la audiencia.
El juicio continuará el próximo lunes 6 a partir de las 9.30.
Fuente:DiariodelJuicio

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