La tarea demandará cuatro semanas
Comenzaron a excavar en Paraná para buscar restos de desaparecidos durante la dictadura
El Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó los trabajos de búsqueda de restos de desaparecidos de la dictadura militar que pudieran estar enterrados en un predio ubicado en la zona de Las Piedras en el que funcionara una escuela.
El Equipo Argentino de Antropología Forense inició esta mañana los trabajos de excavación en el predio donde funcionó durante la última dictadura militar el centro clandestino de detención La Escuelita, en Paraná.
En el lugar, ubicado en Selva de Montiel y Pablo Crauzac, en la Chacra 26 de la zona de Las Piedras, se intenta determinar si en el interior de un aljibe, único vestigio del edificio que fuera demolido, se hallan cuerpos de detenidos y desaparecidos durante la última dictadura militar.
Los trabajos estarán dirigidos por tres profesionales del grupo que tiene a su cargo las actuaciones en el ámbito del Segundo Cuerpo de Ejército, que durante la dictadura actuó en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa. Se trata de los antropólogos que en los primeros días de junio localizaron una fosa común en un campo del Ejército en la zona de San Pedro, una localidad cercana a Laguna Paiva, a 50 kilómetros de Santa Fe, y que ya han realizado excavaciones en Paraná.
Una empresa privada realizó un estudio geotécnico mediante un software de última generación, mediante el cual se hicieron modelaciones de excavación para determinar la pendiente máxima admisible y se confirmó que el aljibe fue rellenado con distintos materiales. Los sondeos dentro del pozo alcanzaron una profundidad de unos 30 metros. En la parte superior, hasta los 13,5 metros de hondo, fue rellenado con suelo firme y arcilloso mezclado con algo de escombros finos irregulares; luego hay otros 10 metros de escombros de mayor tamaño y fragmentos de mampostería de ladrillo común; y en los últimos metros se encontraron restos más finos y de distintos materiales como maderas y plásticos.
La primera etapa de los trabajos se realiza con la utilización de palas; mientras que el miércoles el movimiento de tierra se efectuará con una retroexcavadora.
La tarea demandará cuatro semanas, al final de las cuales se determinará si se hallan restos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar.
En el lugar en el que actualmente se desarrollan las excavaciones, funcionó la escuela 19 María Rosa Balbarrey. Ese edificio, desde 1976, fue utilizado por el gobierno militar para montar un centro clandestino de detención. Así lo confirmó a Elonce TV, Álvaro Piérola, subsecretario de Desarrollo Humano de la Comuna.
Durante la dictadura el lugar fue ocupado por la Segunda Brigada de Caballería Blindada de Paraná. Hasta allí eran trasladados los presos políticos para someterlos a vejámenes y tormentos. El centro clandestino denominado La Escuelita fue en realidad una casa de torturas que funcionó entre 1976 y 1977 y en el que operaron fuerzas del Ejército, Policía Federal y provincial, agentes del Servicio Penitenciario y civiles, aunque todos bajo supervisión militar.
La descripción que hacen quienes pasaron por allí es la de un galpón grande, con piso de baldosas, cielorraso de tejuelas, ventanales grandes y los únicos vehículos que pasaban por la calle de acceso eran camiones con broza. El sonido del tren se mezclaba con los tiros que, estiman, provenían de un polígono cercano. La custodia era militar y las personas que les llevaban alimento a los detenidos eran las mismas que luego los devolvían a los calabozos de los cuarteles del Ejército.
Un hombre que ya en aquellos años vivía en la zona declaró ante el juez federal de Paraná, Gustavo Zonis, que “entre 1976 y 1979, personas vestidas con uniforme de color verde no dejaban transitar a nadie” y que había “puestos de guardia de personas uniformadas en ambos extremos de acceso al lugar”. Inclusive, afirmó que “los guardias entraban a las quintas, hacían los que querían, tenían el control de la zona”. Cuando los militares se retiraron, el lugar quedó completamente deshabitado.
Sin embargo, otro testigo señaló que tiempo después ingresó al predio y vio “pintadas que identifican un lugar de detención clandestino” y “algo que podía asemejarse a sangre”. Asimismo, indicó que otra persona le contó que “circulando frente a la escuelita había sentido quejidos o gritos de personas sometidas a apremios ilegales y que un uniformado lo había obligado a retirarse y le dijo que nunca más anduviera por esa zona”. El mismo hombre estimó que poco antes del retorno de la democracia la construcción fue demolida.
“Son muchos los testimonios que obran en la causa y esa es la base por la que se está sustanciando esta medida”, resumió Piérola en diálogo con Elonce TV.
Además, el funcionario municipal resaltó que investigaciones de este tipo realizadas en otros puntos del país(Resistencia, Buenos Aires o Tucumán, entre otros), han posibilitado el hallazgo de restos de víctimas que posteriormente pudieron ser identificadas.
Este hecho es “muy importante para la causa, para la ciudad y para el fortalecimiento de la democracia”, concluyó.
Fuente:LaVozdelSurEntrerriano
Comenzaron a excavar en Paraná para buscar restos de desaparecidos durante la dictadura
El Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó los trabajos de búsqueda de restos de desaparecidos de la dictadura militar que pudieran estar enterrados en un predio ubicado en la zona de Las Piedras en el que funcionara una escuela.
El Equipo Argentino de Antropología Forense inició esta mañana los trabajos de excavación en el predio donde funcionó durante la última dictadura militar el centro clandestino de detención La Escuelita, en Paraná.En el lugar, ubicado en Selva de Montiel y Pablo Crauzac, en la Chacra 26 de la zona de Las Piedras, se intenta determinar si en el interior de un aljibe, único vestigio del edificio que fuera demolido, se hallan cuerpos de detenidos y desaparecidos durante la última dictadura militar.
Los trabajos estarán dirigidos por tres profesionales del grupo que tiene a su cargo las actuaciones en el ámbito del Segundo Cuerpo de Ejército, que durante la dictadura actuó en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa. Se trata de los antropólogos que en los primeros días de junio localizaron una fosa común en un campo del Ejército en la zona de San Pedro, una localidad cercana a Laguna Paiva, a 50 kilómetros de Santa Fe, y que ya han realizado excavaciones en Paraná.
Una empresa privada realizó un estudio geotécnico mediante un software de última generación, mediante el cual se hicieron modelaciones de excavación para determinar la pendiente máxima admisible y se confirmó que el aljibe fue rellenado con distintos materiales. Los sondeos dentro del pozo alcanzaron una profundidad de unos 30 metros. En la parte superior, hasta los 13,5 metros de hondo, fue rellenado con suelo firme y arcilloso mezclado con algo de escombros finos irregulares; luego hay otros 10 metros de escombros de mayor tamaño y fragmentos de mampostería de ladrillo común; y en los últimos metros se encontraron restos más finos y de distintos materiales como maderas y plásticos.
La primera etapa de los trabajos se realiza con la utilización de palas; mientras que el miércoles el movimiento de tierra se efectuará con una retroexcavadora.
La tarea demandará cuatro semanas, al final de las cuales se determinará si se hallan restos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar.
En el lugar en el que actualmente se desarrollan las excavaciones, funcionó la escuela 19 María Rosa Balbarrey. Ese edificio, desde 1976, fue utilizado por el gobierno militar para montar un centro clandestino de detención. Así lo confirmó a Elonce TV, Álvaro Piérola, subsecretario de Desarrollo Humano de la Comuna.
Durante la dictadura el lugar fue ocupado por la Segunda Brigada de Caballería Blindada de Paraná. Hasta allí eran trasladados los presos políticos para someterlos a vejámenes y tormentos. El centro clandestino denominado La Escuelita fue en realidad una casa de torturas que funcionó entre 1976 y 1977 y en el que operaron fuerzas del Ejército, Policía Federal y provincial, agentes del Servicio Penitenciario y civiles, aunque todos bajo supervisión militar.
La descripción que hacen quienes pasaron por allí es la de un galpón grande, con piso de baldosas, cielorraso de tejuelas, ventanales grandes y los únicos vehículos que pasaban por la calle de acceso eran camiones con broza. El sonido del tren se mezclaba con los tiros que, estiman, provenían de un polígono cercano. La custodia era militar y las personas que les llevaban alimento a los detenidos eran las mismas que luego los devolvían a los calabozos de los cuarteles del Ejército.
Un hombre que ya en aquellos años vivía en la zona declaró ante el juez federal de Paraná, Gustavo Zonis, que “entre 1976 y 1979, personas vestidas con uniforme de color verde no dejaban transitar a nadie” y que había “puestos de guardia de personas uniformadas en ambos extremos de acceso al lugar”. Inclusive, afirmó que “los guardias entraban a las quintas, hacían los que querían, tenían el control de la zona”. Cuando los militares se retiraron, el lugar quedó completamente deshabitado.
Sin embargo, otro testigo señaló que tiempo después ingresó al predio y vio “pintadas que identifican un lugar de detención clandestino” y “algo que podía asemejarse a sangre”. Asimismo, indicó que otra persona le contó que “circulando frente a la escuelita había sentido quejidos o gritos de personas sometidas a apremios ilegales y que un uniformado lo había obligado a retirarse y le dijo que nunca más anduviera por esa zona”. El mismo hombre estimó que poco antes del retorno de la democracia la construcción fue demolida.
“Son muchos los testimonios que obran en la causa y esa es la base por la que se está sustanciando esta medida”, resumió Piérola en diálogo con Elonce TV.
Además, el funcionario municipal resaltó que investigaciones de este tipo realizadas en otros puntos del país(Resistencia, Buenos Aires o Tucumán, entre otros), han posibilitado el hallazgo de restos de víctimas que posteriormente pudieron ser identificadas.
Este hecho es “muy importante para la causa, para la ciudad y para el fortalecimiento de la democracia”, concluyó.
Fuente:LaVozdelSurEntrerriano
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