31 de octubre de 2010

COLECTIVO CULTURAL.

Memorias de una profesora "subversiva": Canción de cuna
Porque las he vuelto a ver tras tantos años de verlas .
Como si el ayer se hubiera detenido en cada una de ellas que sigue caminando por las calles en busca de su huella.
En busca de ese hijo de su hijo que una vez allá en el tiempo malditos genocidas se apropiaron de lo que les pertenecía
Y las dejaron sin hijos y sin nietos.
Porque tras tanto tiempo el mismo tiempo que pasó para las abuelas ha pasado para mi y al pasar me ha hecho abuela
Es que puedo ponerme en la piel y en los huesos, en el corazón y en alma de todas ellas -
Y puedo entender ese sentimiento que recién entiendo
El sentimiento de no desfallecer buscando entre todos los seres de la tierra a ese ser que seguro cabe en el hueco de sus brazos como mi nieto cabe entre mis brazos.


Que lo mecen
Porque el hijo mío que naciera en medio de la Tempestad de Las Malvinas me ha eternizado en este mundo con la llegada de mi nieto

Es que te digo abuela:

Después de más de treinta años seguís esperando a tu nieto.
Ni te has dado cuenta que se te ha pasado la vida ni te has dado cuenta que tu piel fue juntando surcos, caminos que recorrieron las lágrimas esperando a ese tu nieto que ....
Fuente:DomingosdeResistencia

LIBROS
UNA MADRE DE PLAZA DE MAYO CONTRA EL OLVIDO

El libro "Laura Bonaparte. Una madre de Plaza de Mayo contra el olvido" es el testimonio conmovedor de una mujer que irrumpe en el relato de la periodista francesa Claude Mary para enhebrar una historia de lucha iniciada durante la última dictadura militar, con la desaparición de su primer marido, dos hijas, un hijo y sus dos yernos.

Publicado primero en francés por la editorial Plon, "Une voix argentine contre l`oublie", el libro aparece ahora en español con dos textos introductorios -de la escritora Tununa Mercado y de Martha Vassallo-, en una versión actualizada por Mary, pero que deja intacta la historia de Laura, volcada en una serie de entrevistas realizadas entre abril de 1998 y mayo de 1999.

En el marco de una semblanza de la historia argentina, se inserta el itinerario recorrido por Bonaparte desde su nacimiento en Entre Ríos, en 1925, y el recuerdo de una infancia junto al río, marcada por su padre que la sensibilizó contra la injusticia social y un abuelo "masón, liberal y anticlerical".

La voz de Laura va articulando en su discurso el transcurrir de una adolescencia dentro de una familia donde el compromiso intelectual siempre estuvo presente.

Luego vendría su militancia política encuadrada en el Partido Comunista, la lucha sindical, su casamiento y traslado a Buenos Aires, donde nacieron sus cinco hijos: uno muerto al poco tiempo de nacer; Luis (el único sobreviviente), Noni, Víctor e Irene (los tres detenidos desaparecidos).

"Fue un encuentro muy intenso", dijo la periodista francesa -que trabajaba entonces en el diario Liberation- para sintetizar el acercamiento que hubo entre ambas mujeres, mientras Bonaparte desgranaba su historia frente al grabador.

Una vida que en parte difiere de la mayoría de las madres ya que ella fue una militante política, sabía de la militancia de sus hijos, y siempre se rebeló ante la palabra desaparición.

La desaparición, para un ser humano, "es una dimensión inalcanzable. Más allá de toda comprensión. Algo impensable, que alude a la invisibilidad", reflexiona en el libro.

"Es una decisión personal que la llevó a estar en desacuerdo con muchas Madres, algo que viene de su profesión (psicóloga)", dijo Mary y explicitó: "Ella dice que la desaparición no existe, que nada desaparece, y cuestiona `la crueldad que esos canallas han incrustado hasta en el lenguaje`".

Bonaparte relata cómo sus hijos -crecidos al calor de las movilizaciones sociales de fines de los 60 y que continuaron hasta 1975- "se sintieron atraídos muy temprano por la política. Luis, el mayor, fue un pionero".

Justamente Luis -que recibió varias amenazas por su militancia en la CGT de los Argentinos- fue el que partió rumbo a México y la obligó a seguirlo en un viaje que se prolongó en el tiempo salvándole la vida.

El 24 de diciembre de 1975 desapareció su hija Noni, luego de que el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) asaltara el cuartel de Monte Chingolo.

La búsqueda desesperada de Laura no la llevó a recuperar los restos de su hija "vilmente asesinada".

En esos días comenzó su relación con otras madres embarcadas en iguales circunstancias.

Ante un llamado angustioso de su hijo Luis, partió a principios de abril a México luego de despedirse de sus hijos Irene y Víctor.

El tiempo se fue dilatando: en junio del 76 despareció su primer marido, en mayo del 77 su hija Irene y su compañero Mario, y ocho días después su hijo Víctor y su compañera Jacinta Levi.

Un grupo de mujeres ya se reunían en la Plaza de Mayo. Para entonces, Laura había pasado por Amnistía Internacional, por el Movimiento de Mujeres Mexicanas y era una de las fundadoras del COSOFAM (Comité de Solidaridad con los familiares de presos, muertos y desaparecidos por razones políticas en Argentina).

"En el exilio pudo sobrevivir ayudando a los demás, practicando la solidaridad", remarcó Mary.

Bonaparte participó en 1978 de la primera gira por Europa para denunciar la dictadura militar: "El trabajo que expuse en esa campaña sirvió luego de base para la presentación de este organismo de una nueva categoría de delito: la `desaparición` como una `tortura permanente`".

El recuerdo de los años pasados en México "me quedó para siempre impregnado de la solidaridad y del gran afecto de muchos amigos () Pienso en mi amiga Pitila Navarro, en los escritores Elena Poniatowska y Julio Cortázar -apunta en el libro-. En 1979, Cortázar escribió un cuento, `Recortes de prensa`, basado en mi testimonio, que publicó el diario español El País".

Laura Bonaparte regresó a la Argentina en 1983, donde participó de la marcha de los retratos organizada por las Madres y estuvo en la apertura de unas fosas comunes que se habían descubierto en el Cementerio de Avellaneda.

Su regreso definitivo al país, en 1985, "fue como un nuevo exilio" confiesa en el libro Bonaparte, quien al año siguiente pasó a formar parte de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

"Cuando nos reuníamos me hablaba de poesía, buscaba textos permanentemente, no estaba cerrada en su dolor, eso me impactó.

Todo el tiempo ha tenido mucha disponibilidad hacia los demás y una vitalidad extraordinaria", ponderó la periodista.
Fuente:Telam

HOMENAJE A NÉSTOR KIRCHNER
30-10-2010
Homenaje
A un compañero tardío con que la vida me premió...
Por  Mirta Ventura
Se fue un compañero y qué compañero. Néstor, que fue presidente de todos los argentinos y nunca se lo vio como a ese “que se la cree”. Siempre se mostró como un amigo. Supo ejercer dignamente ese lugar y todos los lugares que ocupó. Fue muy afortunado también. No siempre se puede ver una obra comenzada, seguir creciendo y mejorando como a él le pasó al terminar su mandato, y transcurrir el de Cristina. Cristina, presidente, luchadora y compañera de la vida militante. Compusieron una entidad política inequívoca y eso es, ciertamente, un deleite para la vida.

Sus detractores, mal que les pese, no van a poder ignorar que la historia lo va a tener presente por sus cualidades y acciones. Abrió un enfoque de “Patria Grande”, contrariando los intereses del Imperio. Se vinculó, como nunca antes ningún mandatario, en lo cultural, en el sentimiento, en lo económico, y político, con los presidentes de la América Latina, Chávez, Lula, Morales, Correa,... lo que culminó en su lugar al frente de la Unasur, con resultados notables. Afianzó la paz entre Venezuela y Colombia, y actuó con firmeza ante el intento de golpe de Estado en Ecuador.
El sueño de San Martín y Bolívar, de la América unida, ahora, después de 180 años, se está concretando.

En todos estos últimos años (consideramos en conjunto los años de presidencia de Néstor y los de Cristina), no se reprimió la protesta social, no hubo presos políticos ni censura de ningún tipo y los derechos humanos fueron política de Estado. La política de desendeudamiento, la estatización del Correo Argentino, de Aerolíneas Argentinas, la recuperación de las jubilaciones a manos del Estado, la Ley de Movilidad para las jubilaciones, la Asignación Universal por hijo, la ley de Medios, la disminución del índice de desempleo, las cooperativas de trabajo, etc., hacen que este período que está transcurriendo, esté caracterizado por el firme andar en el camino que deseamos seguir recorriendo, porque lo vivimos como un logro, conseguido con mucho compromiso y disputa al poder.

A quienes quisieron cargarle la desdichada muerte de Mariano Ferreyra, en esa forzada flecha de dirección y sentido caprichosos - Pedraza, entonces, Moyano, entonces el gobierno -, les aclaramos que, justamente, Moyano defendió los derechos de los trabajadores tercerizados, atravesando los camiones para impedir el paso. En tanto Pedraza usó la fuerza en contra de los que pretendían impedir el paso para reclamar sus derechos. Moyano fue un luchador en contra del menemismo, no pasó lo mismo con Pedraza.
Este período gubernamental puso énfasis, especialmente, en cuidar a cada uno, en valorar cada vida y no permitir que se pierda ninguna de ellas. Y rebasaron los miserables, los mezquinos, intentando manchar lo que se supo mantener limpio.

Hay quienes son nuestros hermanos en la política, aquellos que saben ver primero en Néstor y ahora en Cristina, la virtud de haber devuelto a la política el lugar fundamental por sobre la economía y los monopolios, que no son kirchneristas (destaquemos que a esta altura, la palabra kirchnerismo representa un movimiento, una dirección y un sentido, un proyecto político). Se dicen autónomos, ya que desean mantener una independencia en la construcción y acción, pero dicen estar comprometidos en avanzar en este rumbo, con más democracia, justicia, e igualdad de oportunidades. A estos compañeros, les sugerimos no facilitar que triunfen los que quieren obstaculizar este camino, que seamos capaces de construir espacios comunes con generosidad. Cuidar que la autonomía no devenga neutralidad porque sabemos que los neutros, nunca son tales. Las alianzas que formemos son vitales para seguir este derrotero.

Hay otros compañeros que lucen puristas, que aunque debieran, según lo declamado a lo largo del tiempo, reconocer y apoyar las medidas tomadas en lo social y a favor de la mejor distribución del ingreso, no acompañan. Se ponen siempre en contra, coincidiendo con el arco de derecha liberal. Y se la pierden. No saben aprovechar, aunque no hayan sido ellos los que lograron subir estos peldaños, lo que es digno festejar. Ante todo, se cuidan. La responsabilidad, como opositor, es menor.

El pueblo está en la calle. He visto miles de caras emocionadas, lágrimas que fluyen. Esto no pasa usualmente. Algo sucede, algo se ha generado en estos años, en esta patria. Todos tomamos nota. Qué nadie se haga el distraído.

Néstor ya no está, lamentablemente, pero aquí no hay huérfanos. Está Cristina, está el proyecto, está el trabajo de muchos en este equipo, están los presidentes hermanos de Latinoamérica, estamos todos nosotros. Somos todos nosotros.

Tomamos en esta ocasión, palabras del gran Juan Gelman: Hay quien vive como si fuera inmortal, otros se cuidan como si valieran la pena... Néstor, dignamente, vivió circunscrito al primer grupo, no se cuidó, aunque en él sí, hubiera valido la pena...

Gracias, Néstor... Gracias, Cristina... Adelante... El pueblo está en la calle... Gracias a los que caminamos conmovidos... A los que estamos... A los que somos... Ahora y siempre...
Fuente:Rebelion


Paraná, miércoles 27 de octubre de 2010.
Comunicado de Prensa
Desde la agrupación H.I.J.O.S. Regional Paraná queremos expresar nuestro más profundo dolor por el fallecimiento del compañero ex Presidente de la Nación Néstor Kirchner, quien partiera en la mañana de hoy.

Hoy nos convoca el dolor de despedir a un militante político plenamente comprometido con su momento histórico, que supo ser consecuente con la historia argentina, restituyéndole el sentido a la lucha.

Estamos despidiendo a un compañero que le devolvió a muchos de nosotros -los jóvenes- el amor por la política, que nos convidó a creer que se podía, que había y que debíamos avanzar por los sectores más vulnerados, por aquéllos sectores que en estas últimas décadas habían sido olvidados. Néstor nos enseñó junto a Cristina que teníamos que avanzar contra los grandes monopolios por una verdadera redistribución del poder y las riquezas, que por muchos años estuvo concentrada en muy pocas manos.


Fue el primer presidente argentino en abrazar a las madres, a las abuelas, a los hijos de esa plaza del pueblo; fue quién propulsó la medida de derogar y anular las dos grandes leyes que impidió al pueblo argentino durante casi tres décadas llevar a los genocidas a las cárceles. Haciéndose eco de un reclamo histórico de los organismos de derechos humanos y del pueblo en general, golpeó el muro de la impunidad, logrando, de esta manera, seguir avanzando, aún con más fuerza en ese mar irrefrenable de justicia. Fue el primer presidente argentino en descolgar los cuadros de los miserables. Eso no se olvida. Todas esas decisiones políticas seguirán floreciendo en nuestros corazones.

Hoy es necesario hermanarnos en esta lucha que es la de todos, defender este modelo y profundizarlo, porque no queremos negociar nuestras conquistas, y fundamentalmente no estamos dispuestos a retroceder. Vamos a continuar con el proyecto nacional y popular. No dejaremos avanzar a la derecha. Hoy más que nunca bajo las banderas de Cristina, de la democracia, de un proyecto político, social, económico que nos integre a todos, redoblamos la apuesta. Aportaremos a esta necesaria unidad nacional, desde H.I.J.O.S., el trabajo, la tarea, y como siempre lo hemos hecho con todos nuestros representantes en el gobierno, la exigencia al Estado de políticas públicas sostenidas, claras y definidas hacia el horizonte que soñaron nuestros compañeros, UN PAÍS LIBRE, JUSTO Y SOBERANO.

Hasta la victoria siempre compañero Néstor. Las banderas se ensancharán y el camino aún más.
Ni un paso atrás compañera Cristina!!!
Un fuerte abrazo… y un día de estos, nos verán sonriendo.
H.I.J.O.S.-RegionalParana


Adiós, torpe pingüino
Todos los saben, puso su pecho y metió mano a los que nadie se les animaba. Obediencia debida y punto final, juicio a los genocidas, recuperación de los derechos humanos como bandera de Estado. El país fue otro desde Néstor, desde que ese sureño se tomo en serio esto de “dar la vida por la argentina.
por Marcelo Padilla
Qué decir en estos momentos. ¿Qué analizar o reflexionar en un día negro, en un día pastoso, en una mañana tan quebrada? Es que se fue de este maldito mundo Néstor, el querido Néstor, ese torpe y tozudo hombre, ese patriota, nuestro ex presidente. Nada o todo. ¿Quién puede obviar lo que ese torpe pingüino logró para todos los argentinos? Es que el tipo puso el cuerpo, lo puso todito al servicio de su patria y su pueblo. Jugado. Un tipo jugado y nunca un cagón, jamás. Ya lo recordarán cuando se escriba este retazo de historia, fugaz como cuando cae una estrella de noche, efímera como un amor de juventud. Breve como el momento de risas con amigos, que luego serán rictus con pena, ceños fruncidos; porque la vida es pena con instantes felices que atesoramos en cofres, para siempre, para mirarlos de vez en cuando y seguir un rato más aquí, creando sentido en cada paso que damos. La puta madre. Se fue mi querido Néstor, nuestro sentido torpe pingüino.

Todos los saben, puso su pecho y metió mano a los que nadie se les animaba. Obediencia debida y punto final, juicio a los genocidas, recuperación de los derechos humanos como bandera de Estado. El país fue otro desde Néstor, desde que ese sureño se tomo en serio esto de “dar la vida por la argentina”. Muchos se recuperaron económicamente bajo su gestión (aunque no dejaron de putearlo desde una grosa camioneta 4x4 en una playa) y el país es otro, esta mañana, rodeada de congoja y desánimo. Querido Néstor, mi vieja por primera vez logró una pensión y dignidad y recuperó su autoestima. Y eso se agradece, y eso no se olvida. Y en el barrio de mi vieja, donde he vuelto como en el tango, se siente el amargor. Porque los almacencitos sobreviven, porque muchos cambiaron su autito, porque a pesar de tanta mala leche circulando, la gente de vez en cuando recuperaba la sonrisa, de la mano de niños con algodones rosados.

Has dejado, querido Néstor, un enorme legado para nosotros, los que creímos y te lloramos apenas nos enteramos de tu partida. Fuiste un soldado, un luchador incansable. Nos devolviste la política, las discusiones, la ideología cuando parecía que todo esto se parecía al fin de la historia. Gracias compañero. Gracias por tu ejemplo, gracias por tu convicción. Tu muerte no será en vano.
Fuente:Mdz.online


Ella y él
Por Sandra Russo
Apenas unos minutos después de haber inaugurado la capilla ardiente, Cristina acariciaba el féretro como se acaricia una camisa. Ya la separaban de su esposo las infinitas distancias que imponen los féretros cerrados. Al mismo tiempo, esa distancia indicaba que ellos, la esposa y los hijos, ya habían elegido una despedida anterior, íntima y secreta, preservada de lo público, a lo que ellos dedicaron sus vidas.

Los dedos de uñas largas y pintadas con laca blanca de ella recorrían la madera como si fuera el cuello de una camisa, como una forma quizá de resistencia a esa brutal distancia que era y será tan abismal durante el duelo. En el duelo acaso descubra, sobre todo tratándose de una pareja como ésa, que la distancia es negociable. Que la distancia entre el que se fue y el que se queda se sigue discutiendo entre los dos durante mucho tiempo. Que hay una energía psíquica que vence a la materia. Que hay compañía mutua. Que no está sola y tampoco de él.

El lustre no parecía suficiente. Había una arruga en la bandera. Ella tenía los ojos tapados por los anteojos negros, pero su media cara dejaba ver la oscilación entre la fortaleza y el escalofrío. Las flores estaban desordenadas. Un rosario estaba a punto de caerse. Una carta muy especial fue guardada debajo de la bandera. Ella se ocupó de todo eso, anfitriona de la despedida.

Acariciaba la mano de su hijo Máximo, pasaba las manos por el pelo de su hija Florencia. Cada tanto. Pero estaba inaugurando esa escena primera y final de su vida. Estaba presidiendo la capilla ardiente por la que durante horas y horas y horas vería pasar en llanto a los que la sostendrán y ella y él sostuvieron. Replicó miles de veces en el día y la noche interminables el gesto de tocarse el corazón y enviárselo a la gente.

Ese gesto contenía otro mucho más profundo. El había entregado su corazón casi literalmente. O por qué estaba ella ahí, despidiéndolo tan joven. En la despedida a Néstor hubo eso, sobró eso, corazón. La infinita fila de ciudadanos que pasaron por allí iban expresando, cada cual a su modo, su temple, su pericia para explotar de pena, qué le agradecen. En casi todos los casos, algo que les fue devuelto, lo hubieran o no tenido antes.

Esto no se inventa ni se falsifica. El amor de un pueblo por su líder no se fabrica ni se prostituye. Su degradación lo vuelve instantáneamente otra cosa. Mientras es amor, mientras se mantiene en su fase de amor, con conciencia y memoria, es en realidad el máximo lugar al que puede llegar alguien con vocación política, y adonde llegan tan pocos: al corazón de su pueblo. A Néstor esa victoria ya le pertenece.

La gente pasaba y lloraba y gritaba. Ella parecía reconocer a los que iban pasando, esas caras destratadas de viejos y viejas de barrios populares, esos chicos y chicas, militantes de ojos hinchados, los trabajadores que ofrecían sus cascos o sus camisetas. Ella los reconocía como él lo hubiera hecho porque ése es su paisaje, el de la política de Estado que nunca abandonó su trabajo territorial. En muchos casos, de esa fila salían testimonios que ayudaban a entender que mucha de esa gente es la nueva ciudadanía. En estos años hubo condiciones propicias para darla a luz. Ese es uno de los mayores logros del proyecto de los dos: más y cada vez más ciudadanos.

Ella a veces los calmaba a ellos. De pronto, una chica muy joven rompía en llanto y ella, la Presidenta y la viuda, la que iba siendo nombrada candidata y conductora, se paraba, se acercaba, la consolaba. La consoló a Hebe. Pudieron leerse sus labios: “No hay que llorar”, le dijo. Hizo lo mismo con Lula: lo desacongojó sacándole una pelusa del saco. Ella ya era la madre. Era la Presidenta y la viuda, pero se volvía madre a medida que pasaban las horas.

Cristina hacía esa noche, casi sin moverse y hablando muy poco, un viraje profundo de su propio rol. Necesitará tiempo para acomodar las partes, pero parece preparada para aceptar el reto, la responsabilidad. Hasta ahora su femineidad fue otra, la de la esposa con agallas propias pero también la depositaria de la admiración y la seguridad que él le irradiaba. Han sido una pareja de extraña y curiosa completud.

Un video los mostraba estos días muy jóvenes, en La Plata, él haciéndole cuernitos y ella simulando no darse cuenta para retarlo. El flaco, con anteojos setentistas, y ella con el pelo largo hasta la cintura. Han compartido en más de tres décadas sus vidas mucho más de lo que habitualmente las comparten los esposos. La mirada nublada y protectora de su hijo Máximo dio larga cuenta de los lazos fuertes que, como hasta ahora, siguen siendo de amor y políticos.

Ella mantuvo todo el tiempo la oscilación entre la entereza y el escalofrío, pero quién duda que estará bien dispuesta a continuar con el trabajo, que es mucho. No lo hará sola de Néstor, porque inevitablemente seguirán haciendo juntos muchas cosas a la vez.
Fuente:Pagina12

El día 28, las Madres de Plaza 25 de Mayo-Rosario hicieron un homenaje a Kirchner en la ronda de los jueves. En esa ocasión Juan leyó unas palabras que compartimos.

Hasta siempre, flaco
Juan C. Cheroni

Había una vez un flaco, alto, narigón, con un ojo medio desviado. No se vestía bien, y encima ceceaba un poco al hablar. Nada que prometiera mucha notoriedad, como quien dice. Pero el flaco tenía otra cosa, algo que les falta a muchos musculosos, rubios, altos y de ojos celestes: audacia, convicciones, coraje y decisión. Y así fue como, contra todos los pronósticos, se casó con la piba más linda del barrio, y encima la más inteligente. La que muchos no se animaban a encarar porque les quedaba grande a todos. Pero la cosa no quedó ahí: el flaco se dio otros gustos que nadie se había animado siquiera a imaginar. Como el de ordenarle a un teniente general, habituado a dar órdenes y no a recibirlas, que bajara de la pared las oprobiosas fotos de los usurpadores, esas que ya habían tolerado tres presidentes constitucionales sucesivos sin que ninguno se les animara. Como el de impulsar la anulación de las leyes que perdonaban a los mayores asesinos y torturadores de la historia moderna. Como el de poner en pie a un país postrado y hundido en la impotencia, devolviéndoles la esperanza y la dignidad a millones de desocupados y excluidos. Como el de poner nuevamente en carrera a la política, esa palabra maldita cuyo significado él ayudó como nadie a recuperar. Como el de unir nuestro destino al de nuestros hermanos de acá cerca y no al de nuestros victimarios de siempre. Como el de explicarle al FMI que no gracias, que ya está bien de sus “ayudas”, que nos arreglamos solos. Y así pasamos de cobrar subsidios en bonos de papel pintado a discutir la participación de los trabajadores en las ganancias empresariales. De las oprobiosas rebajas en las jubilaciones al debate sobre el 82% móvil. Y de los saqueos, el corralito y los bancos vallados al boom del consumo y el turismo interno. Siempre hubo muchas críticas al flaco narigón, y algunas serán correctas, cómo no. Nadie es perfecto. Pero los gustos que se dio en vida no se los quita nadie. Y tampoco nos los quita nadie a nosotros, los que lo defendimos en defensa propia. Dicen que, a su llegada al otro barrio, lo esperaba una calurosa manifestación para darle la bienvenida. Y que el flaco se mezcló entre ellos y los abrazó, uno por uno, a todos, a los treinta mil.

Néstor por compañeros del Movimiento Evita.
" SE NOS FUE EL MEJOR COMPAÑERO."
Por GERARDO RICO
Se fue nuestro mejor compañero. El primero entre sus pares. Dejó con su vida febril y militante un legado de ejemplo transgresor y generador de la nueva política, que miles compartimos siempre y millones comprendieron y la llevan como bandera. El lo hizo gestión de Estado.
Lo que quiero un día como hoy, más que diseñar la semblanza del ex presidente —que seguramente otros harán mejor—, es reflexionar sobre lo que estamos viviendo en esta Plaza de Mayo mientras despedimos a Néstor Kirchner.
Es algo inédito la cantidad de jóvenes, de todas las extracciones, que se han movilizado repitiendo aquello de que son protagonistas por haber vuelto a creer en la política como herramienta de transformación. Y vienen a agradecer a Néstor.
La política y la participación popular ocupan el centro de la escena.
Los trabajadores vienen a agradecer haber recuperado su dignidad.
Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que entornan su cuerpo dándole calor como a un hijo.
Las minorías, los pueblos originarios, y tantos otros.
Los humildes, los que hasta el 2003 estaban afuera del sistema.
Ese porcentaje de marginación que doblaba en números los votos de Néstor.
Hoy están aquí todos ellos.
Con fortaleza y convencidos de seguir adelante por el mismo camino y dándole fortaleza a nuestra presidenta Cristina.
Quiere decir que Néstor Kirchner ha dejado con su accionar político un legado único que fortalece las instituciones que deben estar al servicio del pueblo y no de las minorías ni los sectores que siempre dominaron la escena nacional .
Un legado que no se extinguirá y que, con Néstor, vive en nosotros. Lo llevaremos a la victoria. Y la victoria no es otra cosa que la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.

EL HOMBRE QUE RECONCILIÓ EL PERONISMO.
Por EDUARDO TONIOLLI

Ha muerto un hombre excepcional. Un dirigente político que supo convertir los condicionantes que le imponía su sorpresiva emergencia en la escena política nacional en fuerza de lo nuevo, capaz de poner en cuestión los pactos de gobernabilidad gestados al calor de los gobiernos de facto y aceptados por una recuperación democrática que decidió respetarlos y honrarlos en nombre de la moderación y las acechanzas que —se dijo— la jaqueaban.
   Si hasta ayer nomás “gobernabilidad” era el eufemismo de ocasión para justificar la condescendencia del grueso de la dirigencia política —nacida del seno de los grandes movimientos nacionales que marcaron a fuego el siglo XX argentino— con los poderes económicos más concentrados, a partir del 2003 la categoría recobró bajo su liderazgo un sentido alternativo, entendida como consecuencia del respeto por los pactos entre representantes y representados paridos en el marco de contiendas electorales, y —por qué no— como emergencia de una sensibilidad política capaz de leer atentamente las aspiraciones profundas de un pueblo que reclamaba poner un freno a la entrega del patrimonio común, a la exclusión extrema, al reinado impenitente del mercado sobre el Estado y al abandono por parte de este último de sus funciones básicas e ineludibles.
   Se va un dirigente al que quizás, más que las políticas de Estado que encarnó, lo hayan definido cabalmente quienes en vida lo sindicaron como su enemigo irreconciliable: nostálgicos de la dictadura, ideólogos del neoliberalismo más salvaje y algunos sedicentes defensores de un republicanismo puramente formal que nunca se preocuparon en mostrar las recetas que habrían de aplicar en caso de volver a gobernar para evitar caer en el proverbial servilismo frente a las corporaciones que los caracterizó cuando les tocó hacerlo.
   Se va el tipo que reconcilió el peronismo de muchos jóvenes que nacimos a la vida política en la resistencia al neoliberalismo —un peronismo primario, visceral, puteador, vital, quizás un poco individual y seguramente marginal— con el de millones de hombres y mujeres que estaban solos y esperaban. Lo reconcilió para convertirlo en algo igual de visceral y vital, pero mucho más orgánico, a partir de que nos hizo comprender que para conmover los cimientos de una Nación, además de ser profundos, había que ser anchos. Y vaya que los conmovió. Recuerdo la apatía por la política, y no puedo más que celebrar este río humano que, mayoritariamente compuesto por jóvenes de los estratos sociales más diversos, pobló las plazas del país para brindar un último adiós a Néstor Kirchner y para defender el rumbo asumido desde aquellas jornadas de mayo del 2003.
Fuente:LaCapital

PIRULO DE TAPA
DOS
“En la noche del 25 de mayo de 2003, después de la asunción de Néstor Kirchner, tuvimos con Hugo Chávez una reunión con Fidel Castro aquí en Buenos Aires, en el hotel. Allí, Chávez le pidió a Fidel su impresión sobre Kirchner, a quien prácticamente no conocían. Me parece, Fidel, por sus respuestas, por su mirada, que estamos ante un nuevo dirigente defensor de las causas latinoamericanas, ante un nuevo aliado, le dijo Chávez. Ante uno no, creo que ante dos, le respondió Fidel, escuchen lo que dice su esposa, préstenle atención a esa mujer.”
(El relato es del actual embajador de Venezuela, Arévalo Méndez Romero, por entonces vicecanciller de su país, ayer en Visión 7 Internacional, por la televisión pública.)
Fuente:Pagina12
                                                       

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